Hoy es el día del llanto de Don Bosco.
El 16 de mayo de 1887, Don Bosco quiso hacer la misa en Sacro Cuore, la iglesia que erigió por encargo del Papa. Durante la celebración, no podía dejar de llorar. Terminó la misa y los fieles, preocupados por él, lo buscan en la sacristía, le piden que la bendiga. Don Bosco empieza "bendigo..." y rompe en llanto, cubriéndose el rostro con las manos. Este llanto impresionó tanto a los presentes que muchos se pusieron a llorar con él.
Le preguntaron por qué se emocionó tanto en la misa. Y él respondió: "tuve viva, frente a mis ojos, la escena, cuando soñé la sociedad salesiana, y vi y oí a mi madre y mis hermanos cuestionar el sueño; no podía seguir (con la misa)".
Yo recuerdo este pasaje con mucha emoción, y también me hace llorar. Porque dice el relato que, ese día, en esa Misa, se cumplieron las palabras de Nuestra Madre en el famoso sueño de los 9 años: "A su tiempo, lo comprenderás todo". Don Bosco contó después que, durante esta misa, había visto multitudes de jóvenes, de diferentes razas y tonos de piel, que él jamás había visto, en lugares que no conocía. Don Bosco, ancianito, en los últimos meses de su vida, comprendió el inmenso sentido de la misión que le habían encomendado y que él había cumplido.
Siempre me pregunto: habrá visto a Ceferino? a Laura? a Jorgito Bergoglio? a ti? a mí?
Que tengas una linda novena, sabiendo que eres parte del sueño de Don Bosco.