mayo 29, 2010

"¡Qué admirable es Tu Nombre en toda la tierra!" - Santísima Trinidad

Entramos, con este domingo, a la semana IX del tiempo ordinario; éste se retomó la semana pasada.

Celebramos este domingo, el primero después de Pentecostés, la fiesta de la Santísima Trinidad: todo Dios a nuestro favor; siempre interesado en cada uno de sus hijos, mujeres y varones, de todas las razas y culturas; buscando su éxito final y su libertad total para que pueda vivir, de verdad, felices allí donde están y así como están sin condicionamientos que no sean los que el amor y la vida misma ponen. ¡Cuántas infelicidades nos llegan porque deseamos que el mundo dé vueltas según nuestros criterios! Y éstos qué rápido cambian, basta ver la historia de las ideologías...

No hay nada más efímero que la mente y el corazón de la persona humana dejada a sus propias fuerzas...

Si no nos apoyamos en algo sólido, nosostros aparecemos como un fluir... Todo cambia; nos cansamos de todo... Buscamos novedad, no se sabe para qué ni con qué criterio, pero novedad como si fuéramos chiquillos... Los años nos estabilizan, sí, pero también muchas veces, si no hemos encontrado la estabilidad antes, nos quitan los sueños y las ganas de caminar... porque ya nos hemos cansado y nos hacemos viejos... No por los años transcurridos, sino por los años de luchas erráticas con sueños demasiado ilusos y demasiado... ¡necios y locos!

Solo quien sueña con y como Dios, lucha más, lucha mejor y se agota menos, porque sabe que en Él todo tiene futuro verdadero y eterno. Sólo Él es Él... ¡Lo dijo: «Yo soy el que soy»! Podemos fiarnos...

Dios no cambia pero es perpetua novedad... Nunca se repite... Crea incesantemente y cada uno de sus hijos es único e irrepetible...

Pretender clonar presonas significa gritar, con los hechos por cierto, que no somos Dios pero sí lo suficientemente necios e irresponsables como para jugar a serlo sin importarnos las consecuencias. Solo por eso, eto debería considerarse un delito de 'lesa humanidad'.

El Padre solo piensa en el bien de todos sus hijos y envía al Hijo Único, imagen perfecta de su Vida-Amor, para que nos enseñe a comprenderle, a comprender su amor Providente-Misericordioso-Redentor, y a vivir en sus planes de Vida Nueva y eterna. Los dos para que seamos capaces de comprender algo que nos sobrepasa y nos trasciende, vienen en el Espiritu Santo que nos lleva a creciente plenitud para que logramos el éxito en nuestra vida: ser lo que somos=como Dios, Comunión Trinitaria, que en nosotros se expresa en la comunión de personas que logran formar una comunión de naciones; en la comunión de vida, en la familia; en la comunión de Fe de nuestra relación como familia de Dios en Cristo, con el mismo Espíritu que nos lleva a vivir y gozar del Padre, ya desde ahora y para siempre.

La fiesta de la Santísima Trinidad es fiesta de esperanza, de alegría, de seguridad, de certeza, de compromiso por la unidad de todos, más allá de las diferencias naturales.

Dios nos ayude a ser cada día más fieles a su Voluntad de Vida Nueva para todos.
Dios nos bendiga a todos.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domènech SDB

Santísima Trinidad

Los hombres, varones y mujeres, siempre tratan de penetrar más en el conocimiento de las cosas y de sí mismos. Eso es muy bueno y voluntad de Dios. Unos aciertan, pues mantienen la paz; otros se equivocan pues, al buscar un control caprichoso, pierden su paz, y lo perturban todo. Dios va encaminando las culturas por senderos de mayor y más serena sabiduría.

Los imperios tratan de dominar el mundo, y destruyen; los sabios, al dominarse a sí mismos, lo logran entre todos, poco a poco, sin luchas, sino con sus aportes: ¡Todo es obra silenciosa de Dios en el corazón de la persona humana! Así se generan culturas más sanas.

La Sabiduría de Dios es Dios mismo actuando en el corazón de personas y culturas.
Lo más sabio de Dios es llenarnos de vida y llamarnos a la verdad: lo otro viene solo.

El Padre, en su Sabiduría, todo lo orienta al bien de los que ama y en ellos se complace

El libro de los proverbios nos habla de la Sabiduría de Dios, que Juan y Pablo identifican con Cristo. Ésta dirige toda la constante obra de Dios: todo existe en el maravilloso Plan, de extraordinaria grandeza que Dios ha pensado, en su Sabiduría, desde toda la eternidad. Cristo es su testigo y profeta y el Espíritu lo toma todo de Él para enseñarnos a vivir en ella.

La Vida de Dios es Amar y el objeto del Amor de Dios es el bien de toda persona.
Dios actúa para la vida plena de la persona humana y en ello está su gozo y Gloria.

El Espíritu nos garantiza el éxito final, en la medida que creamos y asumamos la Salvación

El Padre nos ha dado, en su Hijo Jesucristo, al Espíritu que llena nuestros corazones del Amor de Dios y nos garantiza el cumplimiento de nuestra Esperanza: gozar la Gloria de Dios.

Pero esto debemos mantenernos fieles, aun en las pruebas. Esta condición que es muy posible de lograr, a pesar de nuestra fragilidad, pues la Comunión Trinitaria se entrega constantemente, en cada sacramento, para que seamos fuertes y victoriosos en toda circunstancia.

Si vivimos cada día como resucitados, ya somos Justos y estamos en paz con Dios gracias a la Salvación de Jesús. La decisión es personal y diaria, pues Dios es hoy (Es el que es).

Cristo enviará al Espíritu para que comprendamos los alcances de la Vida Nueva en Dios

La promesa del Espíritu es vital para que podemos conocer, comprender y vivir todo el Plan de Salvación de Dios. Éste ha sido concebido por el Padre, transmitido y realizado por el Hijo encarnado y es constantemente llevado a la plenitud total en cada uno por el Espíritu Santo.

Por el Espíritu Santo, vida del Padre y del Hijo, Maestro de nuestra Vida Nueva en Dios, nosotros podemos vivir, con nuestra misma naturaleza humana, en la Familia Divina, gracias a la humanidad de Cristo Jesús, nuestra Cabeza, de la que la Iglesia es su Cuerpo Místico.

Al crearnos Dios nos ofrece vivir su misma Vida y, para eso, viene en el Espíritu.
Pidamos a María docilidad al Espíritu para vivir, como el Hijo, la Voluntad del Padre.

Padre José María Domènech Corominas, sdb.

CICLO C - TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO IX
SANTÍSIMA TRINIDAD

Todo Dios, Comunión Trinitaria, está centrado en lograr el éxito de toda persona humana: liberarla de todo mal y guiarla a su Gloria


Pr. 8, 22-31:
"Esto dice la Sabiduría de Dios: «Mucho antes que comenzara sus obras, el Señor me cuidaba… He sido configurada desde siempre… yo estaba a su lado como el discípulo preferido, cada día era su delicia, jugaba en su presencia… compartía con los hombres mis alegrías."

Salmo 8: "Señor, Dios nuestro, ¡qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!"

Rm. 5, 1-5:
"Ahora… como creyentes que somos, estamos en paz con Dios, gracias a Jesucristo, nuestro Señor… es por Él que tenemos la satisfacción de esperar la gloria de Dios. Más todavía, en medio de las pruebas encontramos motivo de satisfacción, porque… nos hacen constantes en el sufrimiento… nos obtiene la aprobación de Dios… que nos da esperanza… no defrauda a nadie, después que Dios, dándonos su Espíritu, ha derramado sobre nuestros corazones su Amor."

Jn. 16, 12-16: "Jesús dijo a sus discípulos: «Tengo todavía muchas cosas que decirles, pero ahora no podrían asumirlo. Cuando venga el Defensor, el Espíritu de la Verdad, Él les guiará al conocimiento de la Verdad completa… Él me dará gloria porque todo lo que les dirá lo ha recibido de lo que es mío. Todo lo que es de mi Padre es mío…»".


mayo 23, 2010

La fiesta de MA-MA!

Este lunes es la fiesta de nuestra amada Madre Auxiliadora. Dichosos los que puedan participar plenamente de ella, en la Eucaristía y la Procesión.

La familia salesiana del Perú ha preparado este lindo video:



El padre Vincenzo Santilli lo ha dicho muy claro: es la fiesta de mamá! Sor Marisa Gauret nos invita cariñosamente a seguir online los festejos a nuestra Madre. Sigamos los consejos de nuestros queridos salesianos. Y este lunes, después del trabajo, acudamos al menos un momento a la procesión de nuestra Basílica Santuario de la Av. Brasil.

Recordemos que el cierre de la procesión es un momento muy especial de muestras de afecto y devoción a nuestra dulce Madre.

¡Viva María Auxiliadora!

mayo 22, 2010

Querido padre Eugenio


Este año, nuestra Madre ha querido celebrar el 24 de mayo en el cielo con uno de sus más queridos hijos. El padre Eugenio Pennati, sdb.

El padre Eugenio hizo su tránsito al cielo el pasado jueves 20 de mayo, en la casa de formación de Magdalena del Mar, donde se donó a los jóvenes y a la congregación salesiana hasta el final.

Los hermanos piuranos recuerdan con mucho cariño al padre:

"El Padre Eugenio Pennati es considerado uno de las grandes luminarias que ha pasado por estas tierras Piuranas. Pedagogo, psicólogo, teólogo, predicador extraordinario y escritor ampliamente conocido, es autor de una serie de obras, entre ellas, el libro de la Presencia Salesiana en el Perú, los inicios, escrito conjuntamente con el P. Cirilo Calderón, con ocasión de celebrarse 100 años de la llegada de los Salesianos al Perú. Su facilidad para entablar amistad su amabilidad, su fidelidad sacerdotal y su gran cariño por esta tierra en la que trabajó algunos años como educador y como Director, así como sus predicas muy elocuentes, su versatilidad en la enseñanza de los cursos de Religión, filosofía y Psicología, difusión de textos escolares le valieron el reconocimiento, la admiración, el cariño y el respeto de todos los piuranos."

Les recomiendo leer la nota completa, un sentido y hermoso homenaje al padre Eugenio, escrito por el señor Francisco Rosas Castillo, salesiano cooperador:

"Sean fieles a las enseñanzas de Don Bosco"

Les dejo con estas bellas palabras del padre Eugenio para los exalumnos:
"sean fieles a las enseñanzas de Don Bosco, siempre cobijados bajo el manto de la Auxiliadora!"

Amén.

mayo 21, 2010

"Envía tu Espíritu, Señor"

Ante todo, feliz fiesta de María Auxiliadora para todos ustedes.

Ella, la Madre de Jesús, y nuestra Madre y Auxilio, es verdadera maestra de docilidad al Espíritu Santo, que ella recibió de Dios como Madre, primero, y, después, como discípula con todos los apóstoles en Pentecostés.

Este domingo, precisamente, estamos celebrando esta fiesta y, con ella, llegamos al final de la celebración de la Pascua.

Es verdad que cada domingo celebramos la Pascua, como cada día deberíamos mostrarnos como lo que estamos llamados a ser y hemos prometido ser, en la vida de cada día el día, del Bautismo: resucitados.

Pero durante cincuenta días en la Comunidad cristiana hemos meditado sobre el sentido y alcance de la Resurrección del Señor Jesús, que nos ha enviado, con el Padre y desde Él, al Espíritu Santo, su Espíritu, el que le guió y vivificó a Él de modo que también en nosotros, resucitados sacramentalmente, puede hacer maravillas.

Pidámosle la Sabidiría para comprender el Plan Eterno de Vida Nueva que Dios tiene a favor nuestro; el don del Entendimiento para que nos entendamos a nosotros mismos en este maravilloso plan; el don de Ciencia para que comprendamos y ubiquemos cada una de las cosas que nos rodean y usamos dentro del plan de Dios en el que nosotros somos el centro de atención; y nos abramos al don del Consejo para que seamos capaces de escucharle en todo lo que nos sugiere y pide y nos haga prudentes por el amor para saberlo transmitir a nuestros hermanos, sobre todo a los más necesitados de ello; pero también pidámosles el don de la Fortaleza para resistir al enemigo de nuestra vida, poderoso en mentira y desaliento, a fin de que no nos desanimemos de seguir en el esfuerzo de ser cada día más fieles a la Voluntad del Padre, que es la Vida y el Bien de nuestros hermanos, y nuestro. Ante la inmensa Bondad de Dios pidamos al Espíritu que nos dé el don de Piedad, es decir, la delicadeza creciente de tratar a Dios con todo el cariño y dedicación con el que Él nos trata a nosotros. Pidamos cada día al Señor esta expresión de amor: el don del Temor de Dios, por el que cada uno de nosotros deseamos vivir y comportarnos como los profundamente enemorados: que jamás Dios se entristezca por algo que hicimos a sabiendas y a Él no le gustó porque no era bueno o para nosotros o para nuestros hermanos. ¡Ojalá que no lo hiciéramos hasta sin querer! Hacer solo lo que a Dios les complazca.

El Espíritu desea que toda persona se llene de Él para que sea libre y feliz como Cristo Jesús.

Dios es Comunión Trinitaria y conduce, por el Espíritu, a la humanidad hacia la Comunión, se la hace ansiar y buscar y esto es más fuerte que todo el trabajo incansable del enemigo de nuestra vida.

Celebramos el Amor y Omnipotencia respetuosa del Señor.

Confiémosle nuestra vida: la dejamos en buenas manos.

Dios nos bendice a todos, bendigámosle a Él con nuestra existencia dócil a su Espíritu.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio, en su novena:

P. José Mª Domènech SDB

PENTECOSTÉS

Dios llamó al Pueblo elegido para que todos los pueblos conocieran a Dios de verdad. Lo ha hecho también con nosotros. El soplo de Dios nos recrea para llenarnos de sus dones a fin que el mundo conozca las maravillas de Dios. Éstas transforman a las personas desde dentro.

El don del Espíritu es esencial para asumir el Amor Salvador de Dios. No basta conocerlo con la inteligencia. El don del Espíritu supone apertura del corazón, disponibilidad interior, voluntad de conversión desde el fondo del propio ser, porque Dios jamás impone nada.

La unidad, tanto del propio interior, como la de pueblo, es una real conquista garantizada por la docilidad interior de los interesados a la constante obra de Dios. Quien quisiera imponerla la alejaría cada día más. Las personas son como Dios y merecen respeto y veneración.

El Espíritu de Dios es fuente de unidad, porque es la sustancia de la Comunión Trinitaria. Nos ha sido dado para hacer de la Iglesia la fuerza vital, luz y sal de la Humanidad, ansiosa de vida, paz y justicia para la dignidad de personas y pueblos, como Dios quiere.

Todos los pueblos son destinatarios de la Salvación, sellada y hecha patente por el Espíritu

Nadie queda excluido de la Salvación. Cristo, según el Plan del Padre, la consiguió y el Espíritu, enviado por el Padre y el Hijo, la selló con su aliento renovador y su fuego purificador a favor de todos los pueblos, por eso todos entendían el mensaje de Vida y Salvación.

La presencia del Espíritu todo lo llena. Quien de verdad lo desea y lo espera, ciertamente lo recibe. Él nos lleva a la unidad según estemos abiertos y dispuestos a construirla con Él.

El símbolo de las lenguas, que corrige Babel, habla de la humildad ante el don de Dios.

Para eso Él nos da sus dones, a cada uno lo suyo, para el bien de toda la Comunidad

Los dones del Espíritu: Sabiduría, Entendimiento, Ciencia, Consejo, Fortaleza, Piedad y Temor de Dios, nos hablan de la apertura necesaria al que todo lo da para la unidad de todos. Con la Resurrección estamos todos llamados a ser Cuerpo de Cristo con la vida de su Espíritu.

El Espíritu es uno solo para que todos lo vivamos todo ante todo para el bien de todos.

La diversidad es riqueza a beneficio de la Comunidad. Somos y vivimos para los demás.

Cuando el Espíritu viene y nos recrea, deja su marca y ésta se muestra en la Paz y el Perdón

La Resurrección nos llama a vivir como resucitados, para eso Jesús nos da su Espíritu.

El Espíritu nos da su Paz, fruto de la ciencia y entendimiento de la Sabiduría de Dios que nos permite escuchar y comunicar su Palabra como Consejo de vida para la vida en Dios.

Por el Espíritu vivimos el Perdón, expresión de Amor del Dios que salva y renueva.

Pidamos a María vivir con fortaleza la delicadeza de tratar de no ofender jamás a Dios.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO C - TIEMPO DE PASCUA - DOMINGO VIII
PENTECOSTÉS

Cristo nos envía del Padre su Espíritu para que el Amor de Dios renueve a todo hombre y ellos formen la Comunión de salvados en al Fe


Hch. 2, 1-11:
"…el día de Pentecostés, estando todos juntos en el mismo lugar, de repente se sintió venir del cielo como un fuerte viento que llenó toda la casa… Entonces se aparecieron como unas lenguas de fuego que se distribuyeron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo… Residían en Jerusalén judíos piadosos de todas las nacionalidades…: «¿No son galileos todos estos que hablan?..., pero les escuchamos proclamar las grandezas de Dios en nuestras propias lenguas natales.»"

Salmo 103: "Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra"

1Cor. 12, 3b-7.12-13:
"Nadie puede confesar que Jesús es el Señor si no es por un don del Espíritu Santo. Los dones que recibimos son diversos, pero uno solo es el Espíritu que los distribuye… Las manifestaciones del Espíritu distribuidas a cada uno son un bien para todos… Todos nosotros, judíos o griegos, esclavos o libres hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo…"

Jn. 20, 19-23: "…los discípulos estaban en casa con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró, se puso en medio de ellos y les dijo: «La Paz sea con ustedes…. Como el Padre me ha enviado, yo los envío» Entonces sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes no perdonen, quedarán sin perdón»".

mayo 15, 2010

Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas

Entramos hoy en la última semana de Pascua. Ésta se cerrará con el domingo en el que celebraremos la fiesta de Pentecostés.

Con la fiesta de la Ascensión del Señor se cierra el ciclo de la Glorificación del Hijo de Dios encarnado y se abre el tiempo de los hijos de Dios que aprenden, con la Defensa-Consuelo-Magisterio del Espíritu Santo, a ser Comunidad de Discípulos de Jesús, hijos del Padre, testigos de la Resurrección y de la Esperanza que no defrauda porque ya tenemos las primicias de la Herencia divina en el Espíritu de Dios, que no solo nos fue prometida, sino que hemos sido creados, uno por uno, por el Padre para que pudiéramos gozar de ella ya en este periodo de nuestra vida, el segundo de aprendizaje, y así poder testificarla, como real y objetivamente posible y ofrecida, a toda la humanidad, por muy alejada que le parezca estar.

Nosotros podemos estar lejos de Dios, pues somos libres, muy limitados, y muchas veces vivimos engañados por el enemigo de nuestra vida, de toda vida, que nos lleva al mundo caótico del pecado que destruye todo lo bueno que encuentra; pero Dios jamás está lejos de nosotros, pues es nuestro Padre personal, por ser nuestro Creador de cada uno - Salvador por medio de su Hijo - Santificador por el Espíritu que nos ha entregado.

No se trata solo de admirar lo que Dios ha hecho con su Hijo, sino de profundizarlo, alimentarlo y vivirlo de tal forma que no solo incida en todo lo que vivimos y pensamos, sino que sea tan patente que impacte y cuestione nuestra vida y la de los que nos rodean.

Jesús, que este domingo se nos muestra plenamente como "El Señor", nos encarga que vayamos y sacudamos nuestro mundo con el testimonio de nuestra vida y de nuestras palabras, pero con la debida humildad del que sabe que todo lo ha recibido y debe continuamente alimentarlo y renovarlo en el Espíritu de Dios.

Éste le llama a una Vida Sacramental cada día más profunda y coherentemente vivida; a la escucha de la Palabra, que le lleva a la conversión continua y al compromiso de anunciarla donde viva y esté, primero y ante todo, con su forma de vivir en conversión continua; a un estilo de vida que refleje el Amor de Dios por todos, pero muy especialmente por los últimos y desconcertados, organizando toda su realidad desde la Voluntad de Dios y para glorificar su Nombre en todo tiempo, lugar, circunstancia y ante cualquier persona de cualquier nivel.

Aceptemos que el Señor es Nuestro Señor y estaremos seguros, aun en medio de la inseguridad que, sobre todo en nuestros días, vivimos.

María, la Madre Auxiliadora, nos acompaña en todo momento, no dejemos de imitarla y acudir a ella cuando las cosas se nos hacen muy difíciles y "cuesta arriba". Ella no nos quitará las sificultades, porque es de verdad Madre y Maestra, pero nos ayudará a superarlas, es decir, a hacernos más grandes y fuertes que ellas, como Jesús. Ella sabe hacerlo, tiene experiencia, se lo enseñó a Jesús, bien puede hacerlo con cada uno de nosotros que formamos parte del Cuerpo de Cristo, la Iglesia.

Dios les bendiga a todos copiosamente.

Saludos, me encomiendo a su oración fraterna.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio, en su mes, a las puertas de su novena:

P. José Mª Domènech SDB

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Jesús muestra abiertamente quién es “El Señor”: asciende soberano, superándolo todo. Nada se le escapa. Su camino ha sido solo uno: fidelidad a la Voluntad del Padre para cumplir Su Obra, la Salvación de sus hermanos, toda persona humana, en todo tiempo y espacio.

Pablo nos invita a profundizar cada día más la Obra de Dios en nosotros, la Iglesia, de la que Cristo ha sido constituido cabeza y a la que toda la humanidad es invitada a integrarse. Esto es tan importante que suplica por ello: ¡actitud de un buen evangelizador y catequista!

¿Tarea de la Iglesia? Ser testigos de la Obra de Dios en Cristo y en toda persona. La peor traición no es el pecado, cosa ya grave, sino la indiferencia, la vida superficial en el Señor.

Jesús nos envía su Espíritu, nos lo ofrece a todos en el Bautismo y la Confirmación, para que nos lleve a comprender y vivir en el Amor de Dios y nos defienda de toda desviación de la vida. Dios ofrece; quedamos gravemente responsabilizados, pues no es solo para nosotros.

Los dones de Dios son permanentes y piden coherencia de vida
No se trata de admirar la gloria del Señor Jesús, sino actuar como Él: vida centrada en la Voluntad del Padre, atentos a su Palabra, vivir al servicio de los hermanos, siempre humildes y dóciles ante el don del Espíritu. Dios nunca deja de ofrecer sus dones, aceptémoslos.

Se pide a los Apóstoles que no se precipiten, sino que, humildemente, en oración, esperen al Espíritu. Él les llevará a vivir en el inverosímil riesgo de la docilidad al Plan de Dios.

Mantenerse en sencilla escucha y sincera voluntad de secundar responsablemente los Planes del Padre de Jesús es la única forma coherente de ser creyente.

La Salvación de Dios nos compromete a profundizar su obra para testificarla con la vida

La coherencia nos pide, dado que no son nuestros Planes, ni somos nosotros los salva-dores, vivir en intimidad con el Salvador, dejarnos llenar por su Gracia en la vida sacramental frecuente y revisar nuestras actitudes para no traicionen al que debemos testificar.

En la vida cristiana nada es cómodo, pero, con la Gracia del Resucitado, sí es posible.

Somos, en la Iglesia, cuerpo de Cristo, testifiquemos su Vida Nueva viviendo en Él.

El camino de Jesús es el de la Iglesia para el bien de todos los pueblos: así serán sus testigos

La Iglesia tiene la misma Misión de Jesús: Comunión de Misión que pide Comunión de Vida, esto es, obediencia a la Voluntad del Padre, aunque sea dolorosa, para ofrecer la Salvación.

Para que sea posible nos enviará su Espíritu. Aprendamos a recibirlo: humilde atención.

Testificar a Jesús es garantía de vivir en la Salvación, pues solo así somos testigos.

Pidamos a María mantenernos en oración con ella para ser fieles a Jesús y su Espíritu.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO C - TIEMPO DE PASCUA - DOMINGO VII
ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Cristo glorioso se va y nos enviará al Espíritu, por Él seremos testigos fieles y profundos, ante todos los pueblos, de la Salvación de Dios


Hch. 1, 1-11:
"…estando reunidos les pidió que no se alejaran de Jerusalén y les dijo: «Esperen… serán bautizados con el Espíritu Santo»… Cuando dijo esto se elevó delante de ellos... y lo perdieron de vista… dos hombres vestidos de blanco les dijeron: «Hombres de Galilea ¿por qué se han quedado mirando al cielo?... volverá de la misma manera como lo han visto irse»."

Salmo 46: "Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas”

Ef. 1, 17-23:
"Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, Padre de la Gloria, que les conceda los dones espirituales de una comprensión profunda y de su revelación… también que ilumine su mirada interior… Que conozcan también la grandeza inmensa del poder que actúa en ustedes, los creyentes,…que obró cuando resucitó a Cristo… lo hizo sentar a su derecha… Todo lo ha puesto bajo sus pies…haciéndolo cabeza de todo, lo ha dado a la Iglesia, que es su cuerpo..."

Lc. 24, 46-53: "…«Así dicen las Escrituras: El Mesías tenía que padecer y resucitar al tercer día y era necesario que se predicase en su nombre a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén, la conversión y el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto. Ahora yo les enviaré el Don que el Padre les ha prometido…»… alzó las manos y los bendecía… se alejó de ellos a lo alto, hacia el cielo. Ellos se postraron adorándolo. Volvieron a Jerusalén llenos de alegría. Continuamente iban al templo para dar gracias a Dios".


mayo 14, 2010

Novena María Auxiliadora 2010



¡Mañana empezamos la Novena de nuestra Madre!

La fiesta se va preparando, ¡alrededor de todo el mundo! en 129 países de los 5 continentes... los salesianos y salesianas somos miles! Y este año tenemos la alegría de conmemorar los 100 años del tránsito al cielo del beato Michele Rua, además de haber recibido a nuestro papá Don Bosco durante la Semana Santa!

A continuación, les presento la programación de la Novena en el Santuario de María Auxiliadora de Lima, obtenida de la página Salesianos del Perú en Facebook:

Como todos los años, tendremos las misas diarias en la Basílica, a las 7, 8 y 9 am. Por la tarde, a las 6:15 pm, será el rezo del rosario, para prepararnos a las solemne misa de Novena, a las 7 pm. La prédica de este año estará a cargo del entusiasta promotor de la página Salesianos del Perú en Facebook, padre Alejandro Arango.

Las peregrinaciones de los colegios se harán por las mañanas de 10 am a 1 pm y, en las tardes, de 3 a 6 pm.

Y para los que tendrán la dicha de estar en Lima el día 24, el horario a tener en cuenta es el siguiente:


24 de Mayo: Fiesta de nuestra Madre Auxiliadora

7, 8, 9 am:
Eucaristías
11am: Solemne Eucaristía presidida por Monseñor Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado del Perú

3 pm: Salida del anda de nuestra Madre

4 pm: Empieza la procesión.

Recorrido: Av. Brasi, Jr. Orbegoso, Jr. Varela, Av. Arica, Jr. Breña, Pje María Auxiliadora, Av. Brasil (pista lateral al Santuario).

Homenajes: Casa Provincial Hijas de María Auxiliadora, Asilo de Ancianos, Hospital del Niño, Alcaldía de Breña.

El 24 por la tarde, se han programado misas: 2, 5, 6, 7 pm.

9 pm. Misa de clausura de la procesión.

Y como cada año, tendremos la gran verbena el domingo 23 por la noche.

Preparemos nuestro corazón para la fiesta. Dichosos nosotros que podemos manifestar nuestro amor y devoción por las calles. Agradezcamos a Dios el inmenso regalo de su propia Madre!

Aquí una canción para irnos preparando:

SIEMPRE QUE DIGO MADRE

1. Siempre que digo Madre, voy diciendo tu nombre,
siempre que pido ayuda te estoy llamando a ti.
Siempre que siento gozo es que en ti estoy pensando.
Con tu nombre en los labios me acostumbro a dormir (bis).

SIEMPRE QUE DIGO 'MADRE' ES QUE DIGO MARÍA,
SIEMPRE QUE DIGO 'MADRE' VOY CANTANDO TU AMOR.
DIGO TU NOMBRE Y NOMBRO ¡A MI MEJOR AMIGA!
MARÍA, MADRE MÍA Y MADRE DEL SEÑOR.

2. Siempre que yo te canto, es mi canto esperanza;
siempre que yo te rezo, es himno mi oración.
Siempre que yo te hablo es mi voz alabanza
y tu nombre yo llevo siempre en mi corazón. (bis)

3. Siempre que tengo dudas, en ti encuentro certeza.
Siempre que tengo miedo, eres tú mi valor.
Siempre, en mis desalientos, eres tú mi confianza
y tú nombre yo invoco como ayuda y favor. (bis)


mayo 08, 2010

"El Defensor les enseñará todo"

El Señor Jesús nos promete su mejor don: el Defensor, el Espiritu de la Verdad, el Espíritu del Padre y del Hijo. Cristo no asegura que Él, el Espíritu, nos enseñará, a lo largo de toda nuestra vida, como lo hizo en la de Jesús, a vivir como hijos de Dios, es decir, como lo que somos, al menos en la mente y deseo de Dios, nuestro Padre creador personal, de cada uno y de cada una de nosotros.

Ya desde el principio de la Iglesia, la Comunidad cristiana, al encontrarse con los problemas que la realidad histórica iba planteando con la llegada de los gentiles a la Iglesia, halló la luz del Espiritu en sus decisiones, por muy difíciles que fueran.

Lo mismo sucede hoy y sucederá siempre, mientras dure la Iglesia en este caminar a la Casa de Padre construyendo el Reino de Dios en esta historia.

Lo importante es que Ella, nosotros, no dejemos que otros "dioses" centren nuestra vida.

Solo Dios es Dios y solo Él merece que le demos la vida y la besemos en Él.

La Paz no se basa en los acuerdos, sino en lo que centra el corazón: según lo que lo llene y guíe, así será nuestra Paz... No la hagamos falsa por ser efímera.
Ninguna religión salva y ninguna verdad vale, salvo la dignidad absoluta de la persona, toda persona, apoyada en la soberanía absoluta de Dios, el Dios de la Vida y de la Salvación, que es Comunión Trinitaria: creadora, salvadora y santificadora de la vida de toda persona, sin excepción. Todo lo demás es transitorio y limitado.

Los problemas tienen solución digna si ésta parte del Amor y Gloria de Dios, que es la grandeza de la persona humana.

Este sábado es la Fiesta de Nuestra Señora de Luján en Argentina, pidamos a María para que esta Patria, que agradece a Dios su bicentenario, siga construyendo su Paz entregando a Dios lo mejor de su conciencia y de su vida personal y ciudadana.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio en su mes:

P. José Mª Domènech SDB

"El Defensor les enseñará todo"

Dios no necesita nuestra religión, pues es Él mismo nuestra Felicidad, Salvación, Luz y Vida. La religión verdadera no es la que le da cosas a Dios sino la humilde y amorosa escucha filial de la voz de Dios, nuestro Padre, siendo dóciles al Espíritu, que nos recuerda siempre las palabras de Hijo, como Éste, en amor obediente, las ha recibido del Padre, haciendo su Voluntad.

Centrarse en la Voluntad de Vida Nueva y Amor del Padre, eso es lo más importante para que la persona humana pueda vivir una vida plenamente feliz en cualquier circunstancia.

Las desgracias y desavenencias que lamentamos no vienen de Dios, sino del terco individualismo de tantos que se resisten a vivir en la Voluntad de Dios, que es de Vida y Alegría. Pero, eso sí, son dóciles a otras voces. ¡Y después, se quejan y le echan la culpa a Dios!

La Iglesia constantemente ha tenido que superar muchas y muy graves crisis. Si no ha sucumbido a ellas en dos mil años es por la docilidad, a veces dolorosamente mantenida, al Espíritu Defensor de la Vida, de la Paz y de la Unidad en la diversidad de mentes y culturas.

La Fe cristiana es apertura y diálogo, primero con Dios y, en Él, con todos: es católica

La vida cristiana, al ser respuesta a la Comunión Trinitaria, que nos ha hablado en Cristo, es una vida hecha de diálogo y voluntad, muchas veces dolorosa, de aprender a recibir a todo hermano, similar o diferente, y estimular su maduración en la dócil escucha a Dios.

Pablo y los Apóstoles creen que en el Plan de Dios ningún cristiano debe vivir atrapado en costumbres o ritos que no nazcan del Plan de Dios-Amor. En la Iglesia, la autoridad suprema la tiene el Diálogo honesto de la Comunidad con la Palabra de Dios en docilidad al Espíritu.

El Amar cristiano es búsqueda de la Unidad y la Paz en la Verdad para el Bien. Sí, por momentos, esto traerá dificultades que desearíamos evitarnos, pero todo parto es doloroso.

El futuro de la Fe no está en la seguridad, sino en poner al Señor en el centro de la vida

Los discípulos de Jesús son reunidos por el Espíritu para construir una Comunidad que busca la Verdad en el Amor para el Bien Común, más allá de límites y errores.
El centro de su vida debe ser la Comunión Trinitaria, pues ella es su modelo y base.
Vivir unidos en el Señor y que el Espíritu de la Verdad, nuestro Defensor, sea nuestra fortaleza y criterio lleva a la Comunidad cristiana a construirse y desarrollar la vida para todos.

El Espíritu garantiza nuestra Fe: no estamos abandonados a nuestro limitado entender

El Padre nos enviará su Espíritu, es Espíritu del Hijo, que nos recordará lo revelado por Cristo y nos enseñará a comprender y vivir como Hijos en toda situación de la historia.

Jamás estaremos solos porque el amor no deja solo jamás al amado y el Padre y el Hijo nos aman y habitan en nosotros con la presencia del Maestro interior, su Espíritu.

El Espíritu de Dios nos asegura la unidad de la Fe sin violentar conciencias ni culturas.

Pedimos a María que todos, como ella, nos abramos con docilidad al Espíritu de Jesús.

Padre José María Domènech Corominas, sdb.



CICLO C - TIEMPO DE PASCUA - DOMINGO VI

Centrarse en la Gloria de Dios según nos pide el Espíritu, que nos recuerda la Palabra del Padre en Cristo, trae la Paz a todos los pueblos


Hch. 15, 1-2.22-29:
"…algunos que bajaron de Judea enseñaron… esto trajo… una seria discusión… decidieron que Pablo y Bernabé con algunos más bajaran a Jerusalén para tratar el caso con los apóstoles… toda la Comunidad reunida… les dieron esta carta: «…el Espíritu Santo y nosotros hemos creído que no debemos imponerles ninguna otra carga que las indispensables… Dios les bendiga»."

Salmo 66: "Te alaben los pueblos, Dios nuestro, que todos los pueblos te alaben"

Ap. 21, 10-14.22-23:
"El ángel me transportó en espíritu… y me enseñó la ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo y la gloria de Dios la envolvía… No vi ningún templo porque el Señor,… con el Cordero, es su Santuario… la Gloria de Dios le llena de esplendor y el Cordero le hace de luz".

Jn. 14, 23-29: "«Quien me ama obedecerá mis palabras y mi Padre le amará y haremos morada en él. Mis palabras… son del Padre, que me ha enviado… El Defensor,… que el Padre enviará en mi nombre, se lo enseñará todo y les recordará todo lo que les he dicho. Les dejo mi paz, les doy mi paz… no como la da el mundo… Si me aman deben alegrarse de que me vaya al Padre, pues el Padre es más que yo… cuando vean que esto se cumple reafirmarán su Fe."

mayo 01, 2010

"Les doy un mandamiento nuevo"

Estamos en el penúltimo domingo de Pascua. Después vendrán la Ascensión (o septimo domingo) y la fiesta de Pentecostés, con lo que concluye en tiempo pascual, con toda su riqueza litúrgica...

No perdamos tanto amor de Dios derramado en nuestros corazones gratuitamente, como siempre lo hace Dios con todos, absolutamente con todos.

Es un tiempo de Gracia particular. El Señor Resucitado desea llenarnos de Él, nos llama continuamente a su intimidad y nos invita a vivir en su Amor para que Éste pase, a través nuestro, a nuestros hermanos y así el mundo conozca, por experiencia personal, cuán grandes y gratuitos son los bienes de Dios.

Es verdad que es gratuito recibirlos, pero no nos ressulta tan fácil aceptarlos y vivirlos, pues en nuestro interior y en nuestra historia hay muchos elementos que se le resisten y hasta nos atacan a los que deseamos vivir honestamente los bienes de Dios, cristianos o no cristianos, pues las insidias del mundo, del demonio y las apetencias desordenadas de la 'carne' nunca dejan de fastidiarnos la vida a todas las personas humanas, pero Dios lo transforma todo en momento de Gracia y de entrenamiento en la fidelidad y el amor...

No tememos... Ninguna tentación nos puede destruir, siempre tenemos a Dios de nuestro favor: ¡basta que también nosotros cada día y a cada momento, estemos a favor de Él y le hagamos caso y vivamos en su Voluntad como Jesús y María!
Que nuestra vida, llena de amor dócil al Señor, como el de Cristo, sea vivida como una bendición al Dios de la vida, defendiendo la vida y favoreciendo continuamente su maduración en todos y en todas partes con nuestro vivir, ser y decidir en cada circunstancia.

Dios nos bendice, abrámonos a su Bondad y Gracia.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domènech SDB


"Les doy un mandamiento nuevo"


El ser fieles a la Fe y construir la Comunidad, aunque ello nos lleve a padecer, cosa inevitable, son signos inequívocos de amor a Dios y a los hermanos concretos que nos rodean.

¡Cuánto desearíamos amar hasta hacernos una sola cosa con el ser amado! Pero nuestra realidad personal-material impide que lo realicemos ahora en totalidad, pero lo podemos ir construyendo en la fidelidad, a la que Pablo nos llama, fidelidad que va más allá del umbral de la muerte y que encontrará en la Vida Eterna su plena realización y nos llevará a gozar sus beneficios por siempre y como no podemos imaginarnos. Esta Vida Eterna no es ‘otra vida’, sino otro nivel de nuestra vida, a él estamos destinados y llamados por Dios al crearnos hijos suyos.

En Cristo, Dios habita en nosotros, pero nosotros todavía no lo vivimos integralmente, salvo en ciertos momentos y como destellos de profunda e indefinida, pero englobante, felicidad que no podemos precisar y menos manipular; al intentarlo, se esfuma. Es evidente que es un don que debemos recibir, agradecer, pedir y al que debemos abrirnos. La plenitud llegará cuando nosotros decidamos definitivamente ser sólo de Dios, sin sombra de duda: entonces le estaremos glorificando en nuestra vida y Él nos glorificará en la Suya, que es Eterna y enaltecedora.

Ser fiel a Dios, Padre de Cristo Jesús -no hay otro-, es garantía de real amor cristiano.

Creer pide amar: entregar la vida para el bien de los demás por encima de intereses propios

Todo lo que sea alimentar el amor de Cristo en nosotros para que pase a los demás es bueno y viene de Dios. Cerrarnos en nuestros intereses es separamos de Cristo y de la Fe, que es Vida de Dios y Amor, confiada en Cristo a nosotros para la vida plena de los hermanos.

Pablo nos invita a esta Fe. Así crece toda Comunidad cristiana y se nota su influencia.

Amar en Cristo no es gratuito. Como a Él, nos perseguirán. Pero no cedamos al temor.

El amor de Dios hace nuevas todas las cosas, pero no mágicamente, sino a través nuestro

El Apocalipsis presenta la realización de las maravillas de Dios en cada decisión de cuestionar toda nuestra vida para que sea más fiel al Evangelio de Jesús en nuestro tiempo.

Dios hace, en cada época, nuevas todas las cosas, pero desde la realidad humana que cada persona vive en Él. Lo hizo con Jesús; todo parecía un gran fracaso, pero la realidad era muy concretamente diversa. El fracaso real está en nuestro egoísmo. Todo lo que es amor y entrega para defender y estimular la maduración de la vida, es gloria a Dios y grandeza del hombre.

Vivamos, como Jesús, en diaria intimidad con Dios, dando Vida a los que nos rodean, sobre todo cuando sus actitudes nos duelen: es ahí donde Dios hace nuevas todas las cosas.

Amar como Cristo es poner la confianza absoluta en el Padre y seguir sus planes:¡éxito final!

Glorificar a Dios significa dar vida como Él a toda persona que la necesite: ¡¡¡Todos!!!

Dios no calla por siempre: su gloria será Su gran aplauso a los que vivieron como Él.

Cristo nos pide que vivamos como Él y Él es, con el Padre y el Espíritu, Amor: don de Vida… plenitud de Don… Don que renueva y eleva, regenera y reconstruye a la persona.

Pedimos a María acercarnos cada día a Jesús para vivir en su Amor, don de Vida Nueva.

Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO C - TIEMPO DE PASCUA - DOMINGO V

Bendecimos a Dios aceptando de Él todo en el esfuerzo diario de amarnos unos a otros como Cristo nos amó: así Dios lo hace todo nuevo


Hch. 14, 21b-27:
"Pablo y Bernabé… les exhortaban a que se mantuvieran fieles a la Fe y les recordaron que para entrar al Reino de los Cielos debemos pasar por muchas tribulaciones. Ordenaron presbíteros en cada una de las Comunidades… se regresaron a Antioquía… reunieron a la Comunidad… Dios había abierto las puertas de la Fe a los que no eran judíos".

Salmo 144: "Bendeciré tu Nombre por siempre, Dios mío, mi Rey"

Ap. 21, 1-5a:
"Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva… vi bajar del cielo… la ciudad santa, la nueva Jerusalén… «Es el tabernáculo donde Dios se encontrará con los hombres… ellos serán su pueblo y su Dios será Dios-con-ellos… las cosas de antes han pasado… Yo haré que todo sea nuevo»".

Jn. 13, 31-33a.34-35: "…«Ahora el Hijo del Hombre es glorificado y Dios es glorificado en él… también Dios le glorificará en Él… muy pronto… Les doy un mandamiento nuevo: ámense unos a otros como Yo les he amado: en su amor mutuo coocerán todos que son mis discípulos…".