diciembre 28, 2008

La familia de Jesús






LA SAGRADA FAMILIA

La familia que venera al Señor, y por tanto le obedece, forja en los hijos un corazón sereno y sensato de hijo que sabe escuchar, venerar, obedecer, agradecer y respetar a todos enriqueciendo, con su presencia y servicio, el ambiente en el que se encuentra.

La actitud constante de “escuchar” la palabra de Dios, muy propia de María y José y que tan bien asimiló Jesús, es la mejor para aprender a vivir sirviendo a Dios en toda circunstancia con paz, como María, José y Jesús. Una familia en la que Dios lo es todo: ¡era de casa!, siempre escuchado, consultado y obedecido en todo: ¡por eso era una familia profundamente feliz!

Podrán haber problemas en la vida, pero éstos nunca aplastarán a los que sirven a Dios.

1. Vivir en Dios es el criterio de una buena familia.-

La experiencia de la disciplina familiar, que es la que forma el interior de las personas, marca para toda la vida. El hecho de que en ella la presencia de Dios sea continua y serena, como es la verdadera presencia de Dios, da a los hijos una fuerza interior y una base de criterio que jamás se desvanece, sean como sean las circunstancias posteriores de su vida.

El quehacer fundamental y único de los padres es educar en esta presencia, pues ella da al hijo los criterios básicos para todas las decisiones en las inevitables crisis futuras. Educarlos como hijos de Dios, es la base de toda la paz y la serenidad necesaria para enfrentar el futuro.

2. A nosotros se nos invita a crecer en respeto y obediencia a Dios para el bien de todos.-

El sabio hace notar todos los beneficios, presentes y futuros, que trae la serena y responsable obediencia y el respeto a toda persona, sobre todo a los padres y más si son ancianos.

Y el salmo alaba al que sigue los caminos del Señor: caminos de obediente servicio, que supone mucha humilde objetividad, sencillez en las relaciones y respeto por todo y por todos.

María y José fueron para Jesús modelos acabados de estas actitudes, por eso fueron personas maduras, queridas y significativas en su ambiente y le enseñaron a Jesús a ser una persona para los demás que viviera siempre en la verdad para poder hacer el bien a todos, necesitaran lo que necesitaran.

Siempre atentos al querer de Dios, ofrecen a su hijo, porque lo reconocen hijo de Dios, por tradición religiosa y por experiencia personal: su hijo pertenece a Dios y hacia Él deben enseñarle a caminar en toda circunstancia, por eso vivirán siempre en la presencia de Dios.

3. En la familia, la identidad de cada uno es fruto de la entrega suya y de los demás, sin magias.-

La realidad humana siempre ha sido exquisita y profundamente respetada por Dios, su creador. En la familia humana el desarrollo de la vida de los hijos está muy ligado al ambiente que le crea el hogar: sus relaciones y el tipo de disciplina que la familia vive. Lo que se forma con corazón y esfuerzo sobrevive a las tempestades que vendrán, sin duda, después y, a parte del hijo, los responsables son los padres y demás miembros de la propia familia.

María enseñe a unos, a formar en el Señor y hacia Él y, a otros, a acoger en obediencia.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE NAVIDAD – DOMINGO I
LA SAGRADA FAMILIA

Sir. 3, 2-6.12-14: "En los hijos el Señor hace el elogio del padre y sentencia a favor de la madre. Quien honra al padre expía sus pecados, quien honra a la madre gana un tesoro... ... cuando ore, Dios le escuchará... Hijo mío, acoge a tu padre en la ancianidad... Dios no olvidará la piedad que tienes con tu padre. "

Salmo 127: "Felices los fieles del Señor que siguen sus caminos"

Col. 3, 12-21:
"Tengan los sentimientos que corresponden a los escogidos de Dios... sentimientos de compasión, bondad, humildad, serenidad, paciencia; sopórtense unos a otros... perdónense. El Señor les ha perdonado... ámense, que el amor todo lo une y perfecciona... Que la Palabra de Cristo resida entre ustedes con toda su riqueza..."

Lc. 2, 22-40: "...los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor... Cuando cumplieron todo lo que ordena la ley, se regresaron a Galilea, a su pueblo de Nazaret. El muchacho crecía y se hacía fuerte, era sereno y sensato y vivía en la presencia de Dios, lleno de su gracia."

Imagen tomada del site culturageneral.net - Murillo: la sagrada familia del pajarito


diciembre 25, 2008

Nació Jesús!


Hace 2008 años nació nuestro Dios, nuestro Salvador. Felices nosotros!

Les anunciamos, hermanos,
una buena noticia,
una gran alegría para todo el pueblo.
Escúchenla con corazón gozoso:
Nació Jesús, Dios eterno,
hijo del eterno Padre
y hombre verdadero,
llamado Mesías y Cristo,
que es el Salvador
que los hombres esperaban

Tomado de El Pan del Alma

NATIVIDAD DEL SEÑOR

Son muchas las religiones en el mundo y se esfuerzan por encontrar a Dios. Son muchas las tentativas que los hombres han hecho para encontrar el camino de la felicidad, de la eterna juventud y de una vida personal y social en paz.

Mucha buena voluntad, pero de efímeros resultados y decepcionante duración.

Muchas veces pensamos que el dios resolutor de problemas y proporcionador de solu-ciones y seguridad es una falla. Y no nos equivocamos: no existe, ¡nos lo hemos inventado!

¿Cuál es la verdad? ¿Dónde están los verdaderos caminos de la paz?

Y se sigue ensayando. Nos hablan de la Globalización, de la “New Age”, de la
Fraternidad Universal. Se nos dice que la culpa de las desavenencias la tienen las religiones establecidas con su Dios único, con doctrinas estables y moral fija pues no se adaptan a las “nuevas realidades y necesidades”. Las mismas religiones están en conflicto entre ellas mismas: o rechazan o cuestionan o desprecian a las demás concepciones religiosas.

El cristianismo bien vivido –puesto que es vida, más que religión, aunque se exprese en formas religiosas– no busca a Dios, sino que le acoge con sencilla y dócil humildad, como María, pues ha sido el Dios amoroso quien nos visitó y nos invitó a aceptarle en nuestra propia vida como a Padre Providente, Hijo Salvador y Espíritu Santificador, Comunión Trinitaria, a la que nos invita a unirnos con los derechos propios de sus hijos. Dios nos lo ha dicho de múltiples formas y desde hace mucho tiempo, pero ¿quién le escucha, acoge y hace caso?

El cristiano es la voz del mensajero que anuncia a la humanidad la Buena Noticia del Dios que nos viene a salvar y que nos trae la Paz. Sí, con mayúscula, la Paz de Dios, la que anida en el propio interior del hombre, la que Dios nos ofreció gozar desde que nos creó en el seno materno al unirse el óvulo y el espermatozoide. ¡Por eso todos deseamos ser felices!

Dios viene a nosotros para salvarnos de toda opresión... su propuesta de Vida Nueva nos fue comunicada no por un mensajero u oráculo o un sueño o en iluminadas intuiciones o convicciones vitales... sino por el Hijo, el mismo Hijo Único de Dios que comprometió su vida hasta la entrega total y definitiva a nuestro favor.

Él es el Señor del Universo, el modelo acabado de persona humana, por Él nos han ve-nido todos los beneficios de Vida Eterna y de Gracia constante para que se hagan parte de nuestra historia y cultura la constante relación amical con Dios, Padre de todos sin excepción.

Pablo fue claro: “para mí vivir es Cristo” (Flp. 1, 21), es decir, solo en Cristo tiene sentido mi vida. Acogerle todos los días en mi vida y en toda persona que nos rodea es adelantar la eternidad, hacerla historia concreta en el hoy de cada cultura llenándola de la alegría de Dios.

La vida humana será verdaderamente tal, como Dios la quiere, es decir, llena de la Vida de Dios, si Dios está realmente presente en ella, si la Palabra es su maestra de vida cotidiana, si los pobres la encuentran educativamente cercana, para eso todos debemos vivir con responsable regularidad la celebración eucarística y la reconciliación.

Jesús es Palabra viva de Dios, aprendamos de María a estar atentos y acoger su presencia en nosotros haciendola vida. María nos pide que hagamos todos los días lo que Él nos diga. Pidámosle que nos enseñe a vivir en esta actitud siempre: así todos los días serán Navidad.

P. José María Doménech Corominas, sdb

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

Is. 52, 7-10: "¡Qué alegría sentir en las montañas los pasos del que anuncia la paz y nos trae la Buena Nueva, que nos anuncia la salvación... escucha qué exclamaciones de gozo: ven cara a cara cómo el Señor vuelve a Sión..."

Salmo 97: "De un extremo al otro de la tierra todos han visto la salvación de nuestro Dios."

Hb. 1, 1-6:
"En diversas ocasiones y de muchos modos, Dios antiguamente había hablado a nuestros padres por boca de los profetas, pero ahora, en estos días,... nos ha hablado a nosotros en la persona del Hijo... «Que se postren ante Él todos los ángeles de Dios.»"

Jn. 1, 1-18: "Al principio existía quien era la Palabra... Existía quien es la Luz verdadera... estaba presente al mundo, pero el mundo no la reconoció... Quien es la Palabra se hizo hombre y puso su tienda entre nosotros y hemos contemplado su gloria... A Dios nadie jamás le ha visto, el Dios Hijo único, quien está en el seno del Padre, es quien nos lo ha revelado."

Imagen coloreada por las niñas de la Casa Santa Ana - Cañete, Perú.

diciembre 24, 2008

Nochebuena!



Hoy nos quedaremos en vela hasta muy tarde, esperando con la familia el nacimiento del Niño Dios. Disfrutando de nuestra fiesta, la fiesta de Navidad!

Las oraciones de Nochebuena y sugerencia homilética del P. José María siguen más abajo. Primero, les dejo un tema que, no es precisamente un villancico, pero desde hace muchos años es el obligado para nuestra fiesta navideña. Quién no ha festejado estas fiestas con alegría, al ritmo de los maestros Colón y Lavoe?

Felicitémonos! Celebremos! Ha nacido Jesús! Viva nuestra fiesta!



(Video publicado en youtube por marin2377)
Fotografía: archivo del blog


Bendición del Nacimiento en familia

Toda la familia se encuentra reunida ante el nacimiento, a medianoche.

Papá: Oh Padre, recibo en mi corazón a Jesús. A Él entrego mis hijos para que crezcan a su imagen y semejanza. Como padre me comprometo a imitar las virtudes de San José, de tal manera que sea esposo fiel, amoroso y padre ejemplar de mis hijos.

Todos: Amén.

Mamá: Oh Padre, acojo en mi casa con toda ternura a tu Hijo. En Él veo a mis hijos, te los entrego. Como madre me comprometo a imitar las virtudes de María a fin de que sea esposa fiel y amorosa y madre ejemplar de mis hijos.

Todos: Amén.

Papá: Bendice, Señor, este misterio que representa el nacimiento de tu Hijo divino.

Todos: Que Cristo reine en nuestro hogar! Que dejemos el pecado! Que aumente la gracia en nuestras almas! Que se acreciente nuestra caridad hacia el prójimo! En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Bendición de la cena de Navidad

Papá: Te agradecemos, Señor, por la unión de nuestra familia, representada en esta cena. Que el compartir fortalezca el amor y la unidad entre nosotros y con todos los hombres. ¡Ven, Señor Jesús!

Todos: ¡Ven, Señor Jesús!
Tomado de El Pan del Alma

Natividad del Señor - Nochebuena

En muchas circunstancias el Señor se ha dado y se da a conocer a lo largo de la historia para que reconozcamos su Voluntad.

Esta Voluntad, a veces, nos da miedo por lo que nos puede pedir, pero Él nos invita a no tener miedo, pues, como nos recuerda san Pablo, el plan de Dios es nuestra salvación.

Si acogemos la Voluntad de Dios con corazón abierto, nuestras tinieblas poco a poco se van aclarando. Dios no abandona jamás, pero es necesario fiarse de Él, aunque cueste o duela.

La fiesta de Navidad es la fiesta del cariño de Dios y de la confianza del hombre.

Después de todo se lo merece, pues ya nos lo dio todo. No estamos ante promesas todavía vacías o sin garantía, sino ante realidades concretas y eficientes.

Dios se hace niño para mostrarnos la libertad del Amor. Nos pide que lo acojamos como niños porque, si no lo hacemos así, no entraremos en el Reino de los cielos ni viviremos en su Paz ni nos dejaremos animar por su Espíritu y su alegría y paz no será la nuestra.

Hoy nos ha nacido el Salvador. ¿Qué haremos con la oportunidad de Vida Nueva que nos ofrece? Él es nuestra Luz, nuestra Paz, nuestro Consejero... ¡el Mesías, el Señor! Se nos pide una respuesta. El ángel se la planteó a los pastores al anunciarles el nacimiento del niño-Salvador. ¿Cómo podría ser el Salvador un pobre niño envuelto en pañales en una cabaña?

Nos toca decidir. Los pastores escucharon, creyeron, fueron, vieron, proclamaron y glorificaron a Dios y ¿nosotros? ¿Qué actitud vamos a asumir? No decidirnos es declarar que es mucho riesgo y que no vale la pena arriesgar tanto simplemente por el Señor.

El Niño de la Ciudad de David aporta una novedad sustancial: ¡hace nuevas todas las cosas! El Amor de Dios, eterna juventud, da nuevo sentido a todo, le da Vida Nueva, abre horizontes de Justicia veraz y de Paz interior que supera todos los tratados, le permite al hombre la libertad de asumir la vida tan plenamente que sea capaz de entregarla buscando el bien de los que le rodean, aun cuando dar la vida traiga consigo, como de hecho sucede, dolor.

La navidad, en la gran familia humana, hijos todos de Dios, es la fiesta del don del Amor en la alegría para la Paz y la Vida Nueva. A ella están llamados todos los hombres sin excepción, de cualquier sexo, tiempo, lugar, situación social y económica, realidad cultural... Precisamente para eso Jesús entrega su vida sin restricciones y durante toda la historia, en todo lugar y situación, en cada Eucaristía, Reconciliación y, en general, en cada sacramento.

La navidad es una fiesta que beneficia a toda la humanidad, aunque, sin duda, solo los cristianos tenemos la gran responsabilidad de entender la profundidad de sus alcances.

La navidad nos pide aprendamos a vivir y ofrecer con más humildad la presencia de Dios en la historia. Él no pretende imponerse, pero tampoco se esconde ni desea quedar ignorado.

Conocerlo, valorarlo y amarlo es un derecho de todos los hombres. Por esto, es un deber grave de todos los cristianos profundizar vitalmente estos misterios para saberlos presentar, desde el testimonio de la propia vida, a todos los que nos rodean en todas partes.

Pidamos a la Madre de Jesús, nuestra Maestra de acogida, sencillez y compromiso responsable, que nos enseñe a vivir en la valentía de ofrecer al Señor nuestra vida con sencillez, humildad y apertura a los dones de Dios para que todos puedan conocer la Salvación de Dios.

P. José María Doménech Corominas, sdb

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR (Nochebuena)

Is. 9, 1-3.5-6: "El pueblo que avanzaba entre tinieblas ha visto una gran luz... les has llenado de una alegría inmensa... «Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado... Consejero-prodigioso, Dios-héroe, Padre-por-siempre, Príncipe-de-la-paz.»"

Salmo 95: "¡Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor!"

Tt. 2, 11-14:
""Se ha revelado el Amor de Dios que quiere salvar a todos los hombres y nos enseña... para que vivamos en este mundo una vida de sobriedad , justicia y piedad mientras esperamos... que se manifieste la gloria de Jesucristo... Él se entregó por nosotros..."

Lc. 2, 1-14: "«No tengan miedo. Les anuncio una noticia que traerá una gran alegría a todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor...» «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.»"

diciembre 23, 2008

Gracias Padre Juan

Ha partido al cielo un sacerdote muy querido. En Lima, todos hemos conocido su obra, sus largos años de incesante trabajo para beneficiar a los niños. Y a través de un canal de TV, tuvimos el regalo de las misas en quechua que el Padre Juan celebraba con ese estilo paternal tan suyo.

Gracias a Dios por haber tenido en nuestra tierra a este hombre bueno. La ciudad lo llora pero, entre lágrimas, eleva su aplauso en gratitud a la labor de este sacerdote santo.

Cientos de personas acuden a velatorio del padre Juan Serpa

Velan restos mortales de padre Juan Serpa Meneses





diciembre 20, 2008

Navidad 2008 - María


Hoy encendemos las cuatro velitas de nuestra Corona de Adviento. La oración dice así:

Al encender estas cuatro velas, en el último domingo,
pensamos en ella, la Virgen,
tu Madre y nuestra Madre.
Nadie te esperó con más ansia,
con más ternura,
con más amor.
Nadie te recibió con más alegría.
Te sembraste en ella
com el grano de trigo se siembra en el surco.
En sus brazos encontraste la cuna más hermosa.
También nosotros queremos prepararnos así:
en la fe, en el amor y en el trabajo de cada día.
¡Ven pronto, Señor; ven a salvarnos!

Tomado de El Pan del Alma

María

Adviento es tiempo de acogida del Señor que llega con su plan de salvación. Desear sinceramente es mucho, pero no basta, es necesario abrir el corazón, quitar lo que nos separa de la Voluntad de Dios, que es el bien de los últimos que nos rodean.

La actitud religiosa de David es buena, pero, sobre todo, se trata de buscar la Voluntad de Dios, de vivir a su disposición y estar dispuestos a colaborar en el plan de Dios: Él nos garantiza el bien en todo, si lo acogemos incondicional y desinteresadamente. Las consecuencias, inevitables, nos llenarán de felicidad estable: nos sentiremos bien y estaremos contentos con nosotros mismos por lo logrado, aunque no tengamos éxitos desde los criterios humanos.

Así podremos cantar toda la vida, con el salmista, las misericordias del Señor: tenemos razones de sobra. Nada se compara a la paz interior y al gozo de sentir que mi vida tiene sentido.

Dios habita en medio de nosotros y, si le dejamos, construye nuestra historia

El Señor está vitalmente comprometido con nosotros, nos desea lo mejor y para ello tiene sus planes: darnos su propia vida, en cada Eucaristía, en los Sacramentos, en su Palabra, en su comunidad cristiana, en los hermanos que nos aman y sirven, aun sin que se lo pidamos.

El Señor está con nosotros: nos ha construido una casa para que la habitemos con nuestros hermanos y seamos felices viviendo en la Voluntad de vida y paz del Padre de todos.

A nosotros se nos pide solo acogida, aceptación, apertura, escucha, atención

Así como a María Dios le pide acogida para hacer de su vida un camino por el que el Amor de Dios llegue a sus hermanos, así nos lo pide a cada hombre, varón o mujer, pobre o rico, con muchos o pocos conocimientos, con poder o sin él, con dominio hábil o torpe de su propio cuerpo y ambiente, con o sin prestigio. Dios sólo nos necesita dóciles, no necesita nada más para cumplir sus promesas y hacer maravillas en cada hombre de buena voluntad.

María fue el templo vivo del Dios viviente y ésta es nuestra vocación en la historia hoy.

María dijo que sí, así, sencilla y abiertamente, sin condiciones y consciente de sus límites, que podrían entorpecer el cumplimiento de sus planes de Dios, al menos eso era lo que ella creía antes de que Dios le aclarara la realidad: para Dios no hay imposibles... ¡¡¡Ninguno!!!

El resultado de la disponibilidad está en la vida que se desarrolla y madura en los hermanos

El éxito de nuestra vida y de nuestro pueblo está en que le dejemos libertad a Dios. Cuantas más cortapisas y condiciones le pongamos a Dios, más limitamos nuestra madurez y el sentido de la vida en muchos. ¿Para qué fracasar si el éxito lo tenemos asegurado?

Pidamos a María humildad para escuchar y acoger a Dios y ponernos a su disposición.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO IV

2S. 7, 1-5.8b-11.16: "David... dijo al profeta Natán: «Mira, yo vivo en un palacio de cedro, mientras el Arca del Señor está en una tienda»... Natán... recibió la respuesta del Señor: «Dile a David... El Señor te anuncia... será Él quien te hará grande y el Señor edificará para ti una casa real... yo te daré un descendiente que saldrá de tus entrañas... consolidaré su reino. Yo le seré padre y él será para Mí un hijo. Tu descendencia será perpetua ante Mí y tu trono se mantendrá para siempre»."

Salmo 88: "Cantaré eternamente las misericordias del Señor"

Rm. 16, 25-27:
"Sea glorificado aquel que tiene el poder de manteneros en la Buena Noticia que les anuncio... revelación del Plan de Dios... que ha sido puesto a disposición de todos los pueblos para que sean obedientes a la Fe. Dios es el único lleno de sabiduría. A Él gloria eternamente por Jesucristo. Amén"

Lc. 1,26-38: "Dios envió al ángel Gabriel... «Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo». María quedó perpleja... «No temas, María,... Tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús... El Señor... le dará el trono de David, su padre,... y su reino no tendrá fin». María preguntó al ángel: «¿Cómo puede ser esto...» El ángel respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti... por eso el fruto que nacerá se llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel... porque para Dios no hay nada imposible» María respondió: «Soy la esclava del Señor: que se haga en mí según tu palabra»..."

diciembre 18, 2008

El Tamborilero

A menos de una semana para la Navidad, preparemos el clima de fiesta con la música característica de estas fechas.

Creo que una canción muy especial para quienes hablamos español es El Tamborilero. Y, en opinión de muchos, nadie lo ha interpretado mejor que Raphael. Con sus peculiar performance, el cantante logra emocionarnos y llevarnos a la reflexión: qué le llevo yo al Niño Jesús?

Les dejo esta versión del youtube, publicada por anoviedo; Especial de TV por el Año Nuevo de 1970.





diciembre 14, 2008

Navidad 2008 - Domingo III Adviento


Encendamos hoy la tercera velita de nuestra Corona de Adviento, mientras rezamos con la familia la siguiente oración:

En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
"¡El Señor llega!
Preparen sus caminos
porque ya se acerca.
Adornen sus almas
como una novia se engalana
el día de su boda".
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz,
sino el que nos anuncia la luz.
Al encender estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes.
¡Ven, Señor, ven a salvarnos,
envuélvenos en tu luz,
caliéntanos en tu amor!

Tomado de El Pan del Alma

Adviento - Domingo III

El tiempo de Adviento, es el tiempo de la atención a la salvación que llega, a la luz que se nos manifiesta, a la gracia que se nos ofrece para que la vivamos y seamos sus testigos.

La grandeza de Juan está en su honestidad, de la que participará en un grado mucho mayor el mismo Jesús, el consagrado por Dios para salvar a los marginados por toda esclavitud, sobre todo interior. Viviremos en la paz del Amor de Dios si vivimos en su verdad, como Juan.

La felicidad y la alegría a la que nos invita Pablo no nace de que las cosas nos vayan a nuestra entera satisfacción. No. ¡El hombre, varón o mujer, vale mucho más que esto! Su valor está en sí mismo, en su verdad, que Dios conoce y respeta perfectamente: ¿mis perspectivas y decisiones coinciden con lo que soy y valgo según la presencia de Dios? ¿Sé escoger?

Dios nos envía como mensajeros de la libertad iluminada por la verdad

El Bautista es testigo de la Luz que llega; él no se la apropia, solo la señala entre nosotros.

Es curioso cómo presenta el cuarto evangelio la figura de Juan, el Bautista: un hombre, a secas. Nada se nos dice de su origen o condición social. Él mismo sabe que no es “importante”: no es el Mesías, ni Elías, ni siquiera es el Profeta que todos esperan.

Se muestra como “voz que grita en el desierto: allanen el camino al Señor”. Se nos dice que Dios lo envía como “testigo de la luz” capaz de despertar la Fe y contagiar luz y vida.

Nosotros seremos testigos solo desde la serena alegría de vivir el cotidiano en la paz de Dios

Dios no nos pide prestigio sino confianza en su fidelidad, como lo vivieron Juan, Jesús y tantos santos en la historia del mundo. Se nos pide mantenernos en la paz y alegría del Señor, a través de la oración y continua acción de gracias, para saber discernir lo bueno y dejar en las manos del Señor el éxito de nuestra vida... ¡Nos podemos fiar de Él, nos remarca el Apóstol!

El testigo de la Luz no habla mucho, pero es fuerte voz viva. Vive algo en forma inconfundible. Con su vivir comunica lo que a él le hace vivir. No dice cosas sobre Dios, pero contagia al Dios que vive. No enseña una doctrina, pero cuestiona, en el diario vivir, el propio creer.

La vida del testigo atrae y despierta interés: es un canto de alabanza gozosa y de esperanza comprometida. No condena. Contagia confianza en Dios, libera de miedos.
Abre siempre caminos nuevos sin darse de innovador. Es como el Bautista: allana el camino al Señor de la Vida.

Él no nos llama a buscar el éxito, sino a llenar el mundo de una Vida Nueva, sin cadenas

El mundo actual se va convirtiendo en un desierto. El testigo revela que algo sabe de Dios y de su amor, algo sabe de la fuente del gozo y de cómo se calma la sed de felicidad que hay en los desiertos de cada ser humano. La vida está llena de testigos, creyentes sencillos, humildes y de conocida solidaridad; personas entrañablemente buenas que viven en la verdad y el amor. Ellos nos abren el camino hacia Dios, silencioso grito de Fe, Esperanza, Caridad y confianza.

Pidamos a María nos enseñe a ser testigos de la Luz para la vida y la alegría de todos.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO III

Is. 61, 1-2a.10-11: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido, me ha enviado a llevar la Buena Noticia a los marginados... a proclamar a los cautivos la libertad ... a proclamar el año de gracia del Señor... El Señor hará germinar el bienestar y la gloria delante de todos los pueblos "

Salmo 46: "Mi alma glorifica al Señor, mi Dios"

1Ts. 5,16-24:
"Hermanos, vivan siempre contentos, no se cansen de rezar, den gracias en toda ocasión. Eso es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No apaguen el Espíritu... Examínenlo todo y quédense con lo que encuentren que es bueno... Que el mismo Dios, el Dios de la paz les haga santos en todo y a todos les guarde irreprensibles... Dios que les llama, es digno de toda confianza..."

Jn. 1, 6-8.19-28: "Dios envió a un hombre que se llamaba Juan... vino a dar testimonio de la Luz... Le preguntaron: «¿Quién eres tú?»... «Yo no soy el Mesías»... «¿Quién eres, entonces?»... «Soy la voz del que grita en el desierto...»... «¿Por qué bautizas...?»... «Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien, al que ustedes no conocen, que viene detrás de mí y yo no soy digno de desatarle la correa del calzado»..."


Imagen tomada de
http://www.parroquiasannicolas.com.ar/images/adviento/corona3.jpg

diciembre 06, 2008

Navidad 2008 - Domingo II Adviento


Encendamos hoy la segunda velita nuestra Corona de Adviento, rezando en familia la siguiente oración:

Los profetas mantenían encendida
la esperanza de Israel.
Nosotros encendemos estas dos velas.
El viejo tronco está rebrotando,
florece el desierto...
La humanidad entera se estremece
porque Dios
se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de nosotros, Señor,
te abra su vida
para que brotes,
para que florezcas,
para que nazcas.
Y mantengas encendida la esperanza
en nuestro corazón.
¡Ven pronto Señor!
¡Ven Salvador!

Tomado de El Pan del Alma

Adviento - Domingo II

Éste es un tiempo en el que se nos invita a confiar: Dios es el Dios del consuelo que quiere que todos se salven, que conozcan su amor, que no busca tanto justicia vindicativa, sino conversión del corazón.

¡Qué grandeza la de su amor y qué fiel debería ser nuestro esfuerzo de abrirnos a Él!

Podemos pedirle con confianza ver hecha realidad en nuestra vida su salvación, pero, para esto, es necesario que Dios sea para nosotros el que merece toda nuestra fe y obediencia.

Dios desea lo mejor para todos

El Señor le hace decir al profeta palabras de consuelo a su pueblo... la ruina por sus pecados lo tenía desmoralizado. El Señor nos permite gustar ciertos dolores o para ayudarnos a entender lo que de buenos modos y advertencias no entendemos o para invitarnos a colaborar con Él en la salvación de los hermanos.

En la carta de Pedro notamos que éste responde a un desconcierto de la comunidad: es-peraban una patente y definitiva acción salvífica de Dios, pero no llegaba, esto hacía más dura la situación e inexplicable su dolor: los ánimos y perseverancia de muchos se debilitaban cada día... Pedro aclara que Dios no tarda en cumplir sus promesas, debemos tener más paciencia. Dios desea que todos se salven y se decidan a la conversión, por eso espera y “tarda”...

Nosotros necesitamos su cercanía y comprensión

Dios nos comprende, pero nosotros debemos comprenderle y fiarnos de Él, si queremos aprender a ser libres. La conversión es una decisión que pide el convencimiento personal de que es bueno lo que se está proponiendo, aunque cueste asumirlo. Nada se improvisa.

La paciencia de Dios es infinita porque su justicia es inapelable. Las decisiones del hombre, al fin de cuentas, son las que definen la propia vida y no se juega con la eternidad.

Pedro nos invita a confiar y a ser perseverantes en el esfuerzo de acercarnos cada día mejor y más profundamente a este Dios de consuelo, paciencia y cercanía amorosa.

Él nos da la Vida Nueva y nosotros nuestra confianza complaciente

Nuestro mundo nos engaña con sus brillos llamativos, pero caducos; con sus gustos placenteros, pero efímeros y de recuerdo amargo; con sus poderes y posesiones vacíos de vida y plenitud. No nos dejemos aturdir por lo fácil y rápido, que deja vacía el alma.

El salmo nos invita a pedir al Señor que nos haga gustar su amor y nos llene de su salvación. Él nos anuncia la paz, pero necesita que nos fiemos de Él y esperemos activamente su manifestación siendo nosotros expresión clara de su paz, bondad, justicia, amor y fidelidad.

Juan Bautista es modelo de hombre libre y disponible; sin ataduras; abierto a quien le necesite. Centrado en el que viene después de él, a quien reconoce como totalmente superior.

Pidamos a María atención, fe y disponibilidad, como la de ella, a los planes del Señor.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO II

Is. 40, 1-5.9-11: "«...consuelen a mi pueblo... hablen amorosamente a Jerusalén... ha sido perdonada su culpa... Abran en el desierto una ruta al Señor... aparecerá la gloria del Señor y la verán todos al mismo tiempo. La boca del Señor lo ha dicho» ¡Sube a una montaña muy alta, mensajero que anuncias a Sión la Buena Noticia! ¡...grita fuerte, grita fuerte, no tengas miedo!...: «¡Aquí tienen a su Dios! El Señor llega con poder..."

Salmo 84: "Señor, muéstranos tu amor y danos tu salvación."

2P. 3,8-14:
"Para el Señor es lo mismo un día que mil años... Dios no tarda en cumplir sus promesas... es paciente con Uds. porque no quiere que nadie se pierda... Pero el día del Señor vendrá; llegará inesperadamente como un ladrón... preocúpense de que les encuentre en paz, inmaculados e irreprensibles."

Mc. 1, 1-8: "«Yo envío delante de mí a mi mensajero para que le prepare el camino... Abran una ruta al Señor, aplánenle el camino» ...Juan comenzó a bautizar en el desierto. Predicaba un bautismo de conversión... Predicaba así: «Después de mí viene quien es más poderoso que yo, tan poderoso que no soy digno de desatarle la correa de su calzado. Yo les bautizo con agua; Él les bautizará con el Espíritu Santo»."




diciembre 01, 2008

Oremos por Bombay

La última Newsletter de las FMA informa con preocupación sobre los ataques terroristas en Bombay desde el pasado miércoles 26. Oremos por esta ciudad.


... "más de 100 terroristas atacaron el famoso Hotel Taj junto a la famosa Gateway of India frente al Mar Arábigo. (...) Por TV se han mostrado escenas de terror, se ha prendido fuego al hotel donde los bomberos y la policía intentan apagar las llamas y evacuar la zona. Algunos extranjeros han quedado como rehenes de los terroristas.

Al mismo tiempo otros grupos de terroristas están (...) en otros 10 lugares de la ciudad, entre los cuales un gran hospital, el Cama Hospital. Las autoridades municipales han ordenado el cierre de todas las escuelas y las facultades universitarias porque en diversas partes de la ciudad han explotado varias bombas. Hay muertos y heridos en distintos lugares y la TV invita a todos a no salir de casa porque dicen que puede haber riesgo de otras explosiones.

Hasta ahora los muertos son unos cien, y más de doscientos los heridos. (...) En la ciudad reina el terror. En el aeropuerto varios vuelos internacionales y del país han sido cancelados para hoy. Hasta este momento nuestras comunidades están seguras; la Virgen nos protege. Rezad por nosotras y por nuestra ciudad".


noviembre 29, 2008

Adviento 2008


Empecemos hoy nuestra Corona de Adviento encendiendo la primera velita, mientras rezamos en familia la siguiente oración:


Encendemos, Señor, esta luz,
como quien enciende su lámpara para salir,
en la noche,
al encuentro del amigo que viene.
En esta primera semana de Adviento
nos levantamos para esperarte preparados
y recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven
y muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes
porque tú nos traes
la luz más clara,
la paz más inmensa
y la alegría más profunda.
¡Ven, Señor Jesús!


A continuación, la sugerencia homilética preparada por el Padre José María para este primer domingo de Adviento:

Adviento

Iniciamos el tiempo de Adviento. Tiempo de conversión, de búsqueda de Dios, nuestro Padre y Redentor. Lo necesitamos, pues nos hemos perdido por tantos caminos de destrucción.

¡Cuántas veces decimos que Dios se ha olvidado de nosotros! Pero la verdad es que Él vive abandonado en nuestro interior. Isaías se lamenta: ¡nadie glorifica el nombre de Dios!

El salmo suplica ver la “claridad” de Dios. Si queremos que nuestra vida tenga sentido y paz, necesitamos esforzarnos en buscar, acoger y glorificar a Dios: de esto depende el mundo.

Dios mismo ya se hizo uno de nosotros y nos ha bendecido copiosamente con todos sus dones en Cristo Jesús. Él nos apoya, con su Espíritu, para el bien de nuestra vida, pero no basta.

Velen para ser capaces de reaccionar como discípulos de Jesús en cada circunstancia

Jesús nos pide que estemos despiertos, que vigilemos, que acojamos y secundemos la presencia y acción de Dios en nuestra historia cotidiana. El lo mejor que podemos ofrecer a todos.

Jesús no presentó una doctrina religiosa; Él nos hablaba de un «acontecimiento» que está ya sucediendo: Dios ha llegado al mundo y se ha quedado por nosotros; nos pide que nuestras actitudes cambien; sólo busca que la vida, para todos, sea más digna y feliz,más humana.

El mundo nunca pide permiso, sigue adelante y atropella a los más débiles, a los que Jesús quiere hacer sentir, en el concreto del día a día, el cariño del Padre... a través de nosotros. Cada día es una responsabilidad personal y comunitaria como discípulos-misioneros de Jesús. Hemos recibido los dones de Dios para compartirlos y hacerlos fructificar en nuestro mundo.

Mantengamos la intimidad necesaria para no quedar desubicados

A esto llama Jesús construir el «Reino de Dios». Hay que estar muy atentos a su venida, a su presencia continua. La partida de Jesús lo ha hecho más universalmente presente. ¡Atentos!

Hay que vivir despiertos: abrir bien los ojos de la conciencia para no ser engañados.
Es muy urgente que nos esforcemos con ardor por intimar cada día más profundamente con el Señor para que el mundo se vaya transformando por la fuerza concreta de nuestra diaria conversión; debemos creer en la buena noticia aunque cueste verla en la realidad diaria; cambiar cada día de manera de pensar y de actuar a fuerza de buscar comprender, vivir y acoger el reino de Dios en nuestra realidad interior y exterior. Si no lo hacemos quedaremos desubicados.

Velen, pues el Señor llega hoy, ahora, aquí

Escuchamos su voz insistente: «¡vigilen!», «¡atentos!, ¡ya llega!», «¡Estén despiertos!». Es la actitud de quien decide a vivir la propia vida desde el Evangelio.

Velen significa profundizar nuestra vida espiritual y sus consecuencias, no dejarse atrapar por el placer y la superficialidad de la vida. Despertar y organizar la esperanza, no vivir en quejas, críticas o condenas. Atrevernos a ser explícitamente coherentes, aunque nos digan “raros”. ¡Acrecentemos cada día en nosotros el esfuerzo de buscar el bien de todos; vivamos, como y con Jesús, apasionadamente la gran aventura del Amor de Dios en el hoy, aquí y ahora!

Pidamos a María nos enseñe a vigilar y, así, ser mejores discípulos-misioneros de Jesús.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO I

Is. 62, 16b-17.19b. 64, 2b, 7: "Señor, Tú eres nuestro Padre... nuestro Redentor, Señor, ¿por qué permites que nos desvíen de tus caminos y que nuestros corazones dejen de creer en Ti?... ¡Ojalá rasgaras el cielo y bajaras...! ...Jamás ningún oído ha escuchado ni ningún ojo ha visto un Dios como Tú..."

Salmo 79: "Dios del Universo, ¡renuévanos!; haznos ver la claridad de tu mirada."

1ªCor. 1, 3-9:
"Siempre bendigo a Dios por ustedes pensando en la gracia que les ha dado en Cristo Jesús... Él les mantendrá firmes hasta el fin, para que... sean encontrados irreprensibles. Dios es fiel y es Él quien les ha llamado a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo."

Mc. 13, 33-37: "Estén atentos y velen. No saben cuándo llegará el tiempo decisivo... al portero le recomienda que vele... porque no saben cuándo llegará el dueño de casa... Miren que no les encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Velen!"




noviembre 28, 2008

Empieza el Adviento!


Preparemos nuestra Corona de Adviento: consta de ramitas verdes entrelazadas formando un círculo, que se vincula con una cinta de color rojo. Se la coloca sobre alguna superficie sólida, tipo plato o fuente, y se superponen 4 velas gruesas.

Significado de la Corona de Adviento:

El círculo simboliza a Dios, porque no tiene principio ni fin.

El color verde es la esperanza por la venida de Cristo al mundo.

El lazo rojo significa el amor que nos une a Jesús como familia.

Las 4 velas son las 4 semanas de Adviento. En ellas conmemoramos los siglos que el Pueblo de Dios esperó la venida del Salvador y nuestro tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús en esta Navidad.

La luz de las velas representa a Jesús, luz del mundo.

noviembre 25, 2008

Mamá Margarita

En el 152º aniversario de su tránsito al cielo, demos un amoroso homenaje a Mamá Margarita, la mamá de Don Bosco y co-fundadora de la obra salesiana, que acogió con ternura de madre a los niños y muchachitos de la calle y les dio un hogar.


Recordemos que la proclamación de la heroicidad de las virtudes de Mamá Margarita se dio en el 150º aniversario de su muerte en 1856. La causa de beatificación, abierta en Turín en 1995, fue llevada a Roma en 1996. Unámonos a ella a través de esta oración:


Oración para obtener la Canonización
de la Venerable Margarita Occhiena,
Madre de Don Bosco:


Te damos gracias, Dios, Padre nuestro,
porque has hecho de Mamá Margarita
una mujer fuerte y sabia,
una madre heroica y
una experimentada educadora.

Danos el gozo de verla glorificada,
a fin de que resplandezca en todos
el camino de la santificación,
vivida en el día a día,
y el humilde servicio del prójimo.

Por su intercesión,
concédenos las gracias
que te pedimos con corazón confiado.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Sitios de interés:

Mamá Margarita: Mamá por siempre

Mamá Margarita: biografía, bibliografía, imágenes, ppt's - site oficial Salesianos de Don Bosco

Mamá Margarita - site de homenaje

30 days at the church and the world- oct 2006




noviembre 22, 2008

Nuestro Rey, nuestro Señor

El padre José María nos envía su sugerencia homilética para este domingo 23:

Nuestro Rey, nuestro Señor

Nuestro mundo camina, con sano sentido, hacia la unidad. La unidad es siempre más segura y sana que la división y la comunión es más enaltecedora de la persona que el individualismo, siempre suicida y enemigo del diálogo.

Pablo nos presenta una unidad que nace del don de la propia vida, recuperada por la fuerza de la comunión con Dios, y de la unidad radical con los hombres, los hermanos. Esta unidad se muestra en la oblación de la vida, con lo cual le asesta a la muerte una herida destructora: y la herida es el Amor que da vida.

Dios resucita a su Hijo porque el Hijo, como hombre cabal, entrega su vida demostrando un soberano señorío sobre sí mismo y sobre el mundo circundante, al que no intenta someter, sino al que respeta desde la mejor de las dignidades, la del que busca conocer y ofrece lo mejor de sí sin condiciones ni intereses egoístas, y, de ordinario, hipócritas.

Este modo de vivir muestra su grandeza del hombre y el Señorío de Dios en ella, como fue al principio, antes que el pecado nos dividiera y nos llevara a temernos y amenazarnos.

Nada detendrá el Señorío del Señor, que es Paternidad, Redención y Santificación

El pensamiento débil, mostrado en las ideologías, siempre con pretensiones totalitarias y abrumadoras; los múltiples y renovados egoísmos, continuos conflictos, con motivaciones escondidas y cobardemente disimuladas y hasta negadas, nos dificultan la unidad.

Sólo en la unidad puede Dios reinar y esto se expresa en la paz y la vida donde todo, cada día adquiere belleza nueva, inédita: sonrisa, serenidad, diálogo, acogida, bondad, perdón.

Siempre es el Señor quien nos busca y nos acoge según la medida infinita de su Amor.

Pero la vida personal, si quiere gozar de este Señorío, debe acogerlo sinceramente cada día

Nuestros sentimientos pueden traicionarnos, pero en Dios todo es Señorío, grandeza, búsqueda del bien de todos: no juzga jamás, busca salvarnos desde nuestra más profunda miseria.

Dios nos ofrece lo mejor, pero no puede, sin destruirnos, violentar nuestra decisión, es necesario que, con honesto esfuerzo cotidiano, le acojamos con el sí de cada momento del día.

Una forma muestra que acogemos a Dios: abrirnos sinceramente al bien del hermano.

El juicio de Dios es, para cada uno, la propia actitud de vida y su relación con cada hombre.

El Señor nos lo da todo, pero solo será mi Rey si yo lo acepto como su discípulo e hijo amado

Nuestro mundo depende de nuestras relaciones y éstas de la honestidad de nuestras actitudes, sobre todo de las referentes a los que nos rodean. Algunas veces nos son tan poco importantes que ni nos fijamos en el modo como les tratamos “sin querer”.

La vida es un termómetro de nuestros criterios y valores; de nuestros señores y principios.

Pablo nos hace notar que Jesucristo, el Señor, busca que todo vuelva a estar en el Padre, como Él lo está, para que Dios sea todo en todos y la vida-paz reine en la alegría del Reino. Así lo pensó Dios al crear el mundo y así lo construyeron todos los santos de la historia.

Pidamos a María que demos a Dios, con nuestra vida en Cristo, como ella, todo el Señorío.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXXIV
JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

Ez. 34, 11-12.15-17: "Yo mismo buscaré a mis ovejas... las recogeré de todos los lugares por donde se habían dispersado... Buscaré a la oveja perdida... A ustedes, mis ovejas, les voy a juzgar..."

Salmo 22: "El Señor es mi pastor, nada me falta"

1Cor. 15, 20-26a.28:
"Cristo resucitó de entre los muertos... Cristo el primero, después,... los que son de Cristo; al fin... devolverá a Dios, su Padre, el Reino. Porque Él debe reinar hasta que Dios le someta a todos sus enemigos. El último enemigo destruido será la muerte... El Hijo mismo se someterá al Padre... Así Dios será todo en todos."

Mt. 25, 31-46: "Cuando el Hijo del Hombre venga con su poder... se sentará en su trono de gloria... y separará a unos de otros. El Rey dirá a los de su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del Reino que Él les tenía preparado... Les digo con toda verdad que todo lo que hicieron a uno de estos mis pequeños hermanos, conmigo lo hicieron... "




noviembre 16, 2008

Nuestra fidelidad al Señor: garantía del éxito

El querido padre José María nos envía su sugerencia homilética para las lecturas de este domingo:

Nuestra fidelidad al Señor nos garantiza el éxito

La fidelidad al Señor no está señalada por el éxito en nuestras tareas, sino por el esfuerzo en el hacer la voluntad del Señor, sin mirar cuánto nos cueste.

Pablo nos recuerda que la presencia del Señor entre nosotros es sorpresiva, por decirlo de algún modo, pues la verdad es que es constante, por tanto en cualquier momento nos podemos percatar que el Señor está muy enterado de lo que estamos haciendo de nuestra vida, por eso lo mejor es no estar tan distraídos en nuestra vida, pues la consecuencia es la pérdida de muchas oportunidades, que no deben dejarse de lado, si queremos ser honestos con el Señor.

Dios no quiere grandezas, pero sí conciencia de que Él y solo Él es el Señor y el dueño de lo que somos y podemos, aunque no lo sea, pues somos libres, de lo que decidimos en cada momento de nuestro existir. La vida ya tiene el éxito seguro, pero no que nosotros lo gocemos.

La Sagrada Escritura exalta a la mujer hacendosa, fiel y prudente y nos hace notar que ésta es la mayor fortuna de una casa, de un matrimonio, de una empresa y de la humanidad.

Cada uno es responsable de su futuro y lo define en el hoy cotidiano

Hay un adagio que reza así: “A cada uno según sus necesidades y de cada uno según sus posibilidades”. No es justo pedir más de la cuenta, pero tampoco dar menos de lo posible.

Lo que entregamos obligados nos condena, todo lo que otorgamos de buena voluntad, por pequeño que sea, nos eleva y glorifica nuestra humanidad y la abre a un futuro de paz y vida.

A nadie podemos obligar a ser generoso, pero, si queremos madurar en dignidad personal y dar esperanza a nuestras culturas, todo lo que implica atender a las necesidades de los demás se convierte en una exigencia que nos llama a dar cada día lo que esté a nuestro alcance.

La vida, aunque pensada por Dios como maravillosa, es fruto de lo que decidimos

No tenemos derecho a dejar a los demás esperando nuestro apoyo: ¡el Señor lo pide!

Nuestras decisiones dicen el camino que toma nuestra vida e indican el nivel de nuestra cultura. La presencia de Dios en el mundo es real y su juicio concreto: ¡no juguemos!

Dios comprende toda limitación de posibilidades y más todavía la de los resultados, pero lo que sí condena sin paliativos es la flojera y la cobardía en la entrega, esfuerzo, sacrificio, rectificación, confianza, humildad, trabajo.

Solo la fidelidad a la voluntad del Señor nos garantiza el éxito, más allá de toda riqueza

Todos esperamos tener éxito en la vida. Es nuestro derecho, pues para esto el Señor nos ha creado: para ser como Él: justos en el amor, dadores de vida y de oportunidades de éxito.

Pero somos tan limitados que nos resulta muy difícil atinar en darle reconocimiento adecuado al esfuerzo de cada uno... felizmente en esto Dios es maestro infalible: lo mejor es fiarse de Él, ¡nosotros hagamos nuestro mejor esfuerzo de atención, apertura y gratitud constante!

La fidelidad al Señor se expresa en servicio sincero a los que nos rodean, según Dios.

Pablo nos invita a estar atentos a este esfuerzo, pues el Señor llega en cualquier momento.

Pidamos a María que nos enseñe a ser como ella: servidores hábiles y sencillos con todos.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXXIII

Pr. 31, 10-13.19-20.30-31: "¡Qué valor tiene una buena esposa! Vale más que las perlas. El corazón de su esposo confía en ella... trabaja con la destreza de sus manos... La esposa que confía en el Señor merece todos los elogios..."

Salmo 127: "Dichoso tú, que eres fiel al Señor"

1Ts. 5, 1-6:
"...Ustedes saben bien que el Señor llegará como un ladrón, de noche... nadie se escapará... Ustedes, hermanos no viven en la tiniebla... Que el día del Señor no os sorprenda... somos hijos de la luz... por eso... hemos de trabajar y vivir sobriamente."

Mt. 25, 14-30: "Un hombre que salía fuera del país confió sus bienes a sus administradores... Al cabo de mucho tiempo regresó y les pidió cuentas... «Muy bien... has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor... ¿Tú sabías que quiero recoger donde no he sembrado...? ¡...flojo...! Debías entonces haber entregado mi dinero al banco, y estaría recibiendo lo mío con sus intereses... ¡Arrójenlo afuera, donde habrá llanto y rechinar de dientes»"

noviembre 08, 2008

Nosotros: templos de Dios

El querido padre José María nos envía su sugerencia homilética para las lecturas de este domingo 9 de noviembre, dedicación de la Basílica de San Giovanni in Laterano de Roma.


Al ingresar a este bellísimo templo, uno solamente puede reflexionar en las maravillas del ser humano, dotado por Dios Padre de la capacidad de producir con sus manos tanta belleza, de buscar expresar en bellas obras de arte metáforas del amor y misterio de Dios.




Recordemos que el famoso Palacio Laterano fue la residencia del Papa durante mil años (324-1400). Fue hasta aquí donde llegó Francesco Bernardone con sus amigos a buscar al Papa, como se representa en la bella estatua colocada en el cruce de la autopista frente a la fachada del templo.


San Giovanni in Laterano es la primera basílica de nuestra iglesia, catedral de Roma e iglesia-madre de todas las iglesias del mundo. Como reza en la placa, "omnium Urbis et Orbis ecclesiarum mater et caput", que significa "madre y cabeza de las iglesias de la ciudad y el mundo enteros".


Templos sagrados de Dios
La vida tiene momentos de encuentro que le dan un sentido.

Todos los encuentros requieren de un lugar adecuado que ayude a alimentar los lagos de la comunión que une a los integrantes de la comunidad que se reúne.

Pablo nos hace notar que nosotros somos el templo de Dios, nos dice que nuestro cuerpo es el lugar en el que Dios se complace en habitar para hacer de nuestra humanidad una comunidad basada en la comunión divina.

A Dios le duele que faltemos al respeto a nuestro cuerpo, pues esto es la base que destruye nuestra comunidad y la familia humana y hasta nos hace notar que pagaremos las consecuencias en nuestro propio cuerpo.

Es necesario que respetemos nuestras personas y los ambientes en los que nuestra comunidad se expresa y alimenta su comunión. Para que esto se dé es necesario que nos construyamos cada día mejor como real y responsable comunidad humano-cristiana.

Nada puede separar a Dios de sus planes: se realizarán sin demora

Tenemos un Dios que no falla jamás. Quien confía en el Señor encuentra los caminos de la salvación y salud interior, y hasta exterior, que le llevarán a ver florecer otra vez su vida.

Todo está pensado para nuestro bien. Hemos sido creados desde el Amor que crea la vida y la hace florecer y nuestra vocación es ser creadores de vida y templos de la Vida y del Amor.

Toda persona tiene derecho a ser respetada, pues todas son sagradas, sea quien sea.
Si nos separamos de los planes de Dios, quedamos fuera del éxito final de la vida.

Nuestras decisiones y relaciones definirán cómo participaremos de la gloria de Dios

Nuestras personas, templos sagrados de Dios, están llamadas a reflejar su gloria.
Dios nos convoca en comunidad eclesial, nosotros acudimos al templo para escucharle como al Maestro y Padre y para construir, con nuestros hermanos, una comunidad de testigos y misioneros de su Amor.

No glorifica a Dios quien negocia egoísticamente con su vida o comunidad. Da testimonio falso del amor de Dios, que es donación personal para la vida plena. Así quedamos rechazados.

La vida cristiana enaltece toda la dignidad humana y la lleva a la plenitud del Amor de Dios

El sentido de la vida de un cristiano está en el darse, no en lograr riquezas. La mayor ganancia de una persona es la gloria de Dios por hacer florecer la vida en sus hijos más débiles.

Pablo nos recuerda que nuestra vocación de vivir como testigos y misioneros del Amor de Dios nos lleva a ser templos sagrados de la gloria de Dios y lugares de vida para enaltecer a toda persona respetándola por lo que es no por lo que le pueda aportar.

No debemos usar jamás a nadie, sino respetar a cada persona y hacer florecer su maduración desde donde se está.

Pidamos a María ser cada día, en nuestra sociedad, lo que Dios pide y espera de nosotros.

P. José María Doménech Corominas, sdb


CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXXII
DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN

Ez. 47, 1-2.8-9.12: "Vi que manaba agua del lado derecho del templo... me dijo: «Esta agua corre hacia los valles orientales... y sanea las aguas salobres... Allá donde llegue esta agua todo vivirá... siempre dará fruto... frutos primaverales porque el agua que les riega viene del santuario...»"

Salmo 45: "El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios"

1Cor. 3, 9b-11.16-17:
"Ustedes son templo de Dios. Yo, como buen arquitecto... he puesto el fundamento, otros han construido... nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto: Cristo Jesús. ¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguien profana el templo de Dios, Dios le pedirá cuentas..."

Jn. 2, 13-22: "Jesús subió a Jerusalén y encontró el templo lleno de vendedores... «¡Quiten eso de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre»... «El celo por tu templo me consume». Los judíos le interrogaron: «¿Qué señal nos das para saber que estás autorizado para hacer esto?» Jesús les contestó: «Destruyan este santuario y yo lo reedificaré en tres días» Hablaba del templo de su cuerpo."

Fotografías: Lourdes Mayca Pérez, junio 2006.




noviembre 02, 2008

Sobre la muerte...

Comparto con ustedes esta reflexión preparada por el padre José María a propósito de la conmemoración de hoy.

1.- ¿Podemos considerar la muerte una tragedia?
Nosotros, los cristianos, no. Los que creemos en el Dios- Amor y Vida, que nos llama a mucho más que a pasar por esta vida, no podemos creer que el futuro es la muerte porque lo que Dios nos pide no es que tengamos vida, sino que vivamos en creciente plenitud. No hay otra forma de vivir que hacerlo en proceso sin fin de desarrollo interior, pues otro modo de hacer es acabarnos y no nacimos para acabarnos sino para no acabar nunca...

Somos, por la naturaleza dada por Dios, inmortales. La muerte es solo un paso, como lo fue nuestra llegada a esta etapa de la vida o, como dicen muchos, a nuestro mundo.

2.- Este nuestro mundo ¿entiende la muerte?
Creo que no. Porque no entiende la profundidad de la vida. Somos terriblemente superficiales, y mucho más en los tiempos actuales; no llegamos a los ejes-clave de nuestra existencia.

Nos invade la pobreza de pensamiento y nos alejamos de la paz interior, cosa que no dificulta mucho encontrar los caminos adecuados para la paz exterior, pues la segunda es hija de la primera.

3.- ¿No somos herederos de nuestros propios disparates?
Somos herederos de nuestra superficialidad, de nuestro creer que tenemos derecho a darnos gusto, que nacimos para que se haga lo que deseamos... Y creer esto es un soberano disparate.

La vida, ninguna vida, funciona así. Ningún ser de este mundo puede hacer lo que se le antoja, pues las normas de la vida, de nuestra compleja vida, tienen en cuenta todo lo que cada uno es y está llamado a ser. En nuestro mundo los caprichos se pagan. No podemos pensar que el mundo es nuestro y, por eso, podemos hacer lo que nos parece. Necio, esto es necio. Se trata de un antropocentrismo absurdo, irrespetuoso, suicida, destructor y, por todo esto, falso.

De este modo nada tiene equilibrio y todo camina a la desaparición y muerte... Y la muerte acaba siendo una angustia porque no percibimos el otro lado de la vida... El lado eterno, desde el que se entiende muy bien la necesidad de equilibrio, respeto, coherencia, diálogo, acogida, comprensión... No nacimos para la muerte, sino para la vida y ésta es siempre eterna.

4.- ¿Cómo hacer para que tengamos un poco de paz a la hora de morir?
Precisamente comprender que nuestra vida tiene sentido desde la eternidad del Amor de Dios, de quien venimos nosotros.

Lo ateos han definido su vida desde una negación arbitraria, un verdadero acto de Fe, pues negando a Dios se pierde la objetividad de la existencia y se logra la incomprensión de muchos elementos de la realidad, sobre todo los más complejos y problemáticos los más necesitados de equilibrio y salud interior para ser acogidos y asumidos desde el respeto y la paz.

El dolor solo se entiende desde el amor de un Dios que no nos abandona, sino que nos sostiene y da sentido, en su Providente Cercanía Amorosa, a los sinsabores de la angustia y sufrimiento humano. Si estamos solos, si nadie nos ama desde siempre y para siempre, si nuestra vida acaba en la tumba... ¿para qué vivir, para qué darle a alguien algo que yo pierdo sin ganar nada? El valor de la entrega no está en la entrega misma, sino en el bien que se deriva de ella, para el que recibe el don y para el que lo da, pues, sin ser egoístas, la naturaleza humana siempre espera, por derecho natural, un beneficio...

El Amor de Dios le invita a dar la vida, pues el beneficio llegará sin dudarlo. Jesús lo dijo bien claro: “Busca primero el Reino de Dios y su justicia...”, es decir, la vida y el bien de tu hermano, “y lo demás se te dará por añadidura”. No se trata de ser interesado, pues pierdes la visión de la realidad, ya que te miras el ombligo, se trata de buscar ser como Dios: dadores de vida, pues Dios no deja sin recompensa nada de lo que se haga por Él.

5.- ¿Cuál es el sentido de tener un recuerdo de nuestros difuntos?
Orar por ellos y tomar conciencia de qué es lo importante en nuestra vida.

No se trata de aferrarnos a este estadio o etapa transitoria de nuestra vida. Eso es perdernos en lo que pasa y olvidar que caminamos a casa, a la Casa del Padre, por quien hemos sido creados humanos para que aprendamos a vivir como hijos y caminemos en la voluntad del Padre, que es que todos los hombres se salven y lleguen a conocer la verdad.

Así vivió Jesús y los grandes justos, que tenían muy claro que Dios es el Dios de los que viven amando y a Él levantan su alma en los momentos de angustia, como Jesús. El resultado es que Dios siempre nos transforma y da paz.


Padre José María Doménech, sdb.

Fieles difuntos

El querido padre José María nos envía su sugerencia homilética para las lecturas de este domingo 2 de noviembre, día en que recordamos a nuestros hermanos difuntos. Previamente, su comentario para introducirnos en este tema:

Este domingo el Señor nos invita a reflexionar sobre el fin de nuestra vida.

No tanto enfocado en que nos vamos a morir, cosa evidente, sino referente a lo que estamos haciendo con nuestras vidas. ¿Qué es lo que es más importante en ellas? ¿Cuál es la verdad que sinceramente buscamos, si es que buscamos alguna? ¿Qué ocupa el centro de nuestra existencia? ¿Qué significa para nosotros la entrega de Jesús en la cruz? ¿Qué representan para nosotros las palabras de Pablo a los habitantes de filipos? ¿De verdad creemos que nuestro redentor vive, como confiesa Job, y sentimos-vivimos que nos sirve para algo?

No olvidemos que lo que no nos llega al fondo de nuestra alma, no mueve nuestra vida a la conversión, a la maduración personal.

Nuestra vida es un caminar, por diversas etapas, hacia la casa del Padre, de nuestro personal Padre, del que nos ha creado personalmente y nos llama, guía y espera también personalmente. Es un Padre que nunca nos pierde de vista porque nos ama, pero que tampoco nos obliga a nada, aunque su continua presencia providente es una oportunidad inconmensurable en posibilidades, pero también en responsabilidades...

No juguemos con la vida, pues solo tenemos una y es inmortal y se define con nuestras decisiones-actitudes
.

Conmemoración de los fieles difuntos

La experiencia de la realidad “muerte” es muy variada. Cada persona tiene la suya, según lo que ha captado en su propia historia y lo que ha reflexionado a raíz de ello.

Dios no ha creado la muerte como experiencia traumática, triste realidad para algunos. Las personas de profunda Fe, como Pablo, no lo viven así, sino como un tránsito beneficioso, aunque casi nunca cómodo.

Para Jesús fue una experiencia doble: expresión de su fidelidad a Dios y, en Él, a los hombres, y, también, terrible experiencia de abandono a todo nivel: físico, psicológico, social y hasta religioso. La confianza se mantuvo en la profundidad de su existencia y marcó todo el devenir de sus últimas horas.

Fue tan peculiar la experiencia testificada, que el mismo centurión tuvo la sensación moral de encontrarse con el Hijo de Dios. El Espíritu hace transparentes las más variadas experiencias humanas, para que, quien busca la verdad, vea la mano de Dios.

Ningún elemento de la historia opaca la verdad cuando ésta se busca con honesta sinceridad

Muchas veces tenemos la impresión de que la vida se nos escapa, que no dominamos lo que nos rodea. Es una experiencia objetiva. La razón profunda es que la vida no la recibimos para apropiarnos de ella sino para madurar al compartirla entregándola.

Todo es una oferta para ganar, pero es muy diverso a lo que sucede en al campo económico; en la vida humana, cada oferta es una invitación a dar vida en las pequeñeces de cada día, actitud que, a la larga, se convierte grandes heroísmos, porque al dar vida despertamos la grandeza, no solo la nuestra, sino la de los que nos rodean: el beneficio del don es para todos.

Buscar la verdad de la vida es creer que nacimos para algo más que estar aquí y aprovecharnos de ella. Siendo egoísta no se aprovecha la vida. No es honesto y el castigo de esta falsa visión de la realidad es perdernos en nuestros enredos. Es la tragedia de la cultura actual: no busca la verdad con honestidad y se pierde en sus miedos, angustias y continuos disparates.

La propia existencia es trasparencia del Dios Amor eterno si es vivida desde la verdad

Ser honestos nos lleva a descubrir a Dios y comunicarlo a los otros en serenidad y paz.

Dios no se niega a nadie porque vive en todos. Él es vida y la da a todos sin cansancio.

La eternidad es una forma de existir, no una circunstancia. Es vivir en Dios sin egoísmos.

El dolor no ofusca la verdad si hay abandono en la Providencia divina, que nunca abandona

Somos lo que vivimos en nuestro interior. Jesús era el Hijo de Dios porque de este modo vivía cada uno de los momentos en su vida. La pasión no fue una desgracia sino la circunstancia en la que expresó hasta dónde estaba anclado en Dios. Si el centurión descubrió la verdad de Jesús no fue más que por la revelación que manifestaban las actitudes de Jesús

Pablo nos habla de transformaciones, pero se supone que a Dios le entregamos nuestra vida dándole la opción de hacer esta maravilla. Dios nunca actuará sin nuestro consentimiento.

Pedimos a María que nos enseñe a vivir desde el Señor de la vida cada instante del día.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXXI
CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS

Jb. 19. 1.23-27a: "...Yo sé que mi Redentor vive... después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a mi Dios; yo mismo lo contemplaré y no otro, mis propios ojos lo verán. "

Salmo 24: "A Ti, Señor, levanto mi alma"

Flp. 3, 20-21:
"Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: Cristo Jesús, el Señor. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso..."

Mc. 15, 33-39. 16, 1-6: "...Jesús gritó con voz fuerte: «Eloí, Eloí, ¿lamá sabaktaní?...» ...dando un fuerte grito, expiró... el centurión romano... al ver cómo había expirado, dijo: «Realmente, este hombre era Hijo de Dios» [...] Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, que les dijo: «No se asusten. ¿Buscan a Jesús Nazareno, el que fue crucificado? No está aquí. Ha resucitado. Miren el sitio donde lo pusieron»."

noviembre 01, 2008

Todos santos!

La fiesta de hoy es fiesta de todos.

Feliz día!

LA SANTIDAD

Celebramos hoy la fiesta de todos los discípulos fieles que viven en el Señor gozando definitivamente de su presencia.

Los hay que viven en su amor pero no gozan plenamente de su presencia todavía porque no han purificado del todo su vida de las impurezas de su débil caridad, de su escasa humildad. Las ansias de gozar de Dios, al que ya han visto y al que ya aman con toda su alma, les queman el alma, les hace sufrir ansias de plenitud y vida en el Señor y les lleva a buscar lo bueno y lo grato a Dios. Si lo hubieran decidido así estando en este mundo ahora gozarían plenamente del Señor, sin sufrimiento alguno... Es lo que llamamos en teología: purgatorio.

Los santos son los que viven plenamente en la presencia del Señor.

Son de toda edad, sexo, cultura y nación. No se excluye a nadie. Es vocación universal.

Todos nacemos llamados a ser hijos de este Padre que nos ha creado personalmente y nos llama explícita a vivir en Él su Amor. Él envió a su Hijo para que nos liberara de toda esclavitud a fin de que pudiéramos lograrlo, con la fuerza del Espíritu del Padre y del Hijo.

Pero, como para ser hijos auténticos, es necesario aceptarlo cada día desde la propia voluntad, el Padre nos concedió la libertad, como Él es libre, para que decidiéramos crecer y vivir cada día más profundamente en su Amor a pesar de los límites e inconvenientes propios de cada personalidad, historia y de las múltiples e imprevisibles circunstancias.

La santidad exige, por naturaleza, la unión con Dios, confianza en su bondadosa Providencia, apoyarnos en su Gracia y Misericordia, abrirnos en obediencia a su Salvación.

La santidad es fruto de una profunda y generosa pobreza, es decir, de una apertura confiada y obediente al Dios que nos salva: de Él todo lo esperamos y todo recibimos y aceptamos, sin juicios, pues reconocemos que nuestros criterios son minúsculos ante la sabiduría de Dios; a Él nos abandonamos sobre todo cuando sentimos el peso de no comprender, de no poder...; ponemos todo nuestro esfuerzo en vivir en su Voluntad, que reconocemos como nuestra vida y salvación, pues nadie nos conoce, nadie nos ama, ni nadie ha hecho más por nuestra felicidad: ¡hasta el punto de darnos su propia vida y su mismo Espíritu!; a Él escuchamos con veneración para aprender de su sabiduría y a Él acudimos en cada uno de los sacramentos para alimentar nuestra vida de Fe y renovar su Gracia; con Él conversamos en la oración continua para construir cada vez mejor nuestra intimidad con su persona y sentir la cercanía de su Providencia Amorosa, sobre todo en los momentos de dolor y desconcierto.

Vivir así es vivir aquí, en creciente plenitud, la vida que es la Vida de la Comunión Trinitaria desde toda la Eternidad. Vivir así es vivir, ya aquí, el cielo que el Señor, desde toda la eternidad, nos tiene reservada en el cielo, que es la Vida de Dios para nosotros.

Vivir a Dios y para Dios al servicio de los hombres, como Dios nos indique, a través de las concretas llamadas de los hermanos y de las vicisitudes de la historia, eso es vivir en Santidad, en Dios, por eso a los santos les llaman “Hombres, varones o mujeres, de Dios”.

María es el modelo más acabado de Santidad, pidamos a ella que nos conceda tenerle una profunda, sincera, fuerte y concreta devoción y así ser santos como ella para bien de todos.

P. José María Doménech Corominas, sdb.


SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
Ap. 7, 2-4.9-14: "...«No dañen ni a la tierra ni al mar... hasta que sean marcados los siervos de nuestro Dios»... Después vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblos y lenguas... «Hosanna a nuestro Dios, que se sienta en el trono y al Cordero»... «Éstos son los que vienen de la gran tribulación..."

Salmo 23: "Así son los que buscan tu rostro, Señor."

1Jn. 3, 1-3:
"¡Qué prueba de amor nos ha dado el Padre... Si el mundo no nos conoce , es porque no lo ha conocido a Él... ahora somos hijos de Dios... seremos semejantes a Dios, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esta esperanza en Él, se purifica tal como Jesucristo es puro"

Mt. 5, 1-12a:"Felices los pobres... los que sufren... los humildes... los que tienen hambre y sed de ser justos... los compasivos... los perseguidos por ser justos... Alégrense y regocíjense, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo.»"

octubre 28, 2008

Augurios Madre Yvonne!


La flamante Madre General de las Figlie di Maria Ausiliatrice es francesa y se llama Madre Yvonne Reungoat.

Madre Yvonne es la primera religiosa no italiana que asume como Madre General del Instituto en toda su historia. Es la novena sucesora de Madre Mazzarello.

Para conocer más a Madre Yvonne, clicka: Una francesa elegida guía de las FMA

Elección de la Madre General

octubre 24, 2008

24 de octubre

Hoy 24, día de nuestra Auxiliadora, la iglesia recuerda a un querido hijo suyo, tan identificado con ella que añadió a su nombre el de nuestra Madre: Antonio María Claret y Clará.

El Padre Claret, o Monseñor Claret pues fue llamado a cumplir encargos de esta índole, es conocido por fundar la orden de misioneros del Corazón de María, llamados familiarmente "padres claretianos".

De niña y adolescente, asistía a la parroquia claretiana Corazón de María. Mis hermanitos estudiaron en el colegio Claretiano que funcionaba donde hoy está el seminario. Conocimos a varios sacerdotes claretianos de quienes guardamos un lindo recuerdo: el querido e inolvidable padre Ángel María Tanya, que ponía sus cassettes de música mariana en cada misa, donde aprendimos tantos temas clásicos; el ahora ancianito padre Alejandro, quien nos enseñaba las oraciones en la misa infantil; el simpático padre párroco Sigifredo, que sabía como nadie comunicar el amor incondicional de Dios a los jóvenes; el siempre risueño y deportista padre Max Berendson; el padre Victorio Robles, tan caritativo y paternal en las confesiones; etc. etc.

Más abajo les dejo un audiovisual, que pueden encontrar en el site de slideshare: Arvaez - Audiovisual padre Claret También les invito a conocer la obra claretiana a través de la señal de TeleJuan19 y Radio Claret Perú Radioclaret Perú, propulsadas por el infatigable y querido padre Manuel Rodríguez.


Una biografía con imágenes de la vida de san Antonio María Claret. En los 200 años de su natalicio, este es un buen medio para conocerlo mejor.

Audiovisual Padre Claret
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octubre 23, 2008

Responsables de nuestros hermanos

El querido padre José María nos envía su comentario a las lecturas de este domingo.

Responsabilidad con los débiles y desvalidos

La fortaleza de una persona depende de las razones que tenga para vivir. Todo ser humano nació para vivir, pero para llegar a desearlo es necesario que cada uno tenga un horizonte valioso, según la propia sensibilidad, que le lleve a coordinar, concentrar y dirigir sus energías con las de los que le acompañan para hacer de su vida algo válido, a su entender.

Pablo está feliz porque los habitantes de Tesalónica muestran, con sus actitudes y decisiones, que el Señor es su horizonte y que a Él consagran todas sus energías e ideales. Eso ya es, para los que les conocen, una poderosa llamada a madurar en la Fe.

Dios defiende a su pueblo de toda destrucción y desaliento... Escucha el corazón de los más débiles y llama a sus hijos a ser su defensa y fortaleza.

Es necio e iluso imaginar que se ama a Dios descuidando el respeto que necesitan y tienen derecho los más débiles.

Nada es más grande que el Amor que Dios nos tiene: ésta es nuestra fortaleza

Tenemos derecho a crecer en la conciencia de que Dios nos ama como lo más grande para Él: nos cuida con cariño y nos defiende con pasión, ¡con toda su vida!

Todo nuestro ser depende de este amor incondicional. Éste debe ser el que nuestros padres nos entreguen desde los primeros momentos de nuestra existencia en el seno materno.

Nadie puede sobrevivir sin sentirse amado y respetado, al menos por alguien que para él represente una persona de vital importancia... ¡Su fortaleza! A los demás los podrá pasar por alto, pero no a esa persona: Ella es su vida, su razón de ser, la fuerza de su existir.

Según donde pongas este eje de tu vida tendrás tu futuro y tu felicidad.

La vida, en la persona humana, no es material, sino espiritual encarnada

Nuestros derechos son todos personales y concretos: a nadie le deja indiferente el desprecio, abuso u olvido.

Dios nos creó con su propia vida de amor, nos redimió con el amor del don de su propia vida y nos santifica con el cariño de la presencia de su Espíritu.

No es indiferente para Dios el modo como nos tratamos, desde los pensamientos que aceptamos, hasta las decisiones que tomamos o defendemos. De ello viene que vivamos en Él: gracia; o que nos veamos enfrentados y hasta opuestos a Él, pecado.

La vida es una llamada a la felicidad, pero ésta la aceptamos o no nosotros con las obras

Somos los responsables de nuestro destino. No podemos echarle la culpa a nadie: nuestra vida es nuestra construcción. Nuestra sociedad no es un accidente político, sino una grave responsabilidad de todos los que la formamos... ¿Hay culpables?... Sí... también nosotros.

La felicidad, que inexorablemente buscamos, ¡y con derecho sagrado!, ya está en nuestro interior desde que Dios nos creó en el seno materno, pero es necesario saberla buscar y aceptar con responsabilidad que se encuentra en el don de respeto a los demás.

Pablo felicita el amor vivido en concreto... Es para nosotros hoy una invitación y un reto.

Pedimos a María nos ayude a vivir con el corazón y las relaciones de Dios, el Padre.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXX

Ex. 22, 20-26: "El Señor dice: «No maltrates ni oprimas al inmigrante... No maltrates a ninguna viuda ni a ningún huérfano... Si prestan dinero a alguno de mi pueblo, a los pobres que viven contigo, no hagas como los usureros... si él clama a Mí, Yo le escucharé porque soy compasivo»."

Salmo 17: "Te amo, Señor, Tú eres mi fortaleza"

1Ts. 1, 5c-10:
"Ya saben lo que hicimos cuando vivíamos en medio de ustedes... También ustedes imitaron nuestro ejemplo y el del Señor... han sido tomados como modelo para todos los creyentes... por todas partes hablan de su conversión de tal modo que no hace falta añadir nada... cómo abandonando los ídolos, se convirtieron para adorar solo al Dios vivo y verdadero... que nos salvará del juicio que ha de venir."

Mt. 22, 34-40: "...un maestro de la ley... le preguntó: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?» Jesús le contestó: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu pensamiento... El segundo es muy parecido... Todos los mandamientos... vienen de estos dos»."