abril 30, 2009

Don Bosco hoy en Roma!


Hoy 30 de abril llega a Roma la urna de Don Bosco, a la obra salesiana de Cinecittà.

La urna peregrina ha partido el pasado 25 de abril, con destino a los 130 países que cuentan con presencia salesiana en todo el mundo! Celebrando los 150 años de fundación de la congregación salesiana.

Permanecerá dos meses en Roma para después atravesar el océano... rumbo a América del Sur!

Dice el Rector Mayor, Don Pascual Chávez, "hoy Don Bosco, el regalo más bello que Italia ha dado a los muchachos del mundo, quiere ir allá donde están sus hijos, los jóvenes, verdadera luz y esperanza para el futuro”.

Podemos seguir el día a día de este hermoso viaje en el sitio http://www.missionidonbosco.tv/

Por ahora, en Roma, como parte de los festejos, del 1º al 3 de mayo se realizará en Cinecittà el Forum de Jóvenes de la "Circoscrizione speciale dell’Italia Centrale (ICC) Sacro Cuore”, un encuentro de los jóvenes que frecuentan las escuelas, oratorios y centros de formación profesional de los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora del centro de Italia. Se espera que, para la tarde de mañana, Don Pascual junto a la Ministra para la Juventud, Giorgia Meloni, dialogará con los jóvenes participantes del Fórum. Este momento también será transmitido por la web Missioni Don Bosco, al igual que:

  • Mayo 1º: 17:30 - 19:00 Encuentro de Don Pascual con los jóvenes.
  • Mayo 2: 20:45 - 23.55 Gran espectáculo con los jóvenes en la Piazza San Giovanni Bosco
  • Mayo 3: desde las 12:50, en diferido, la Solemne Concelebración en la Basílica San Giovanni Bosco de Cinecittà.
Esta es una ocasión especial para nuestros hermanos romanos. Después de 50 años la basílica vuelve a acoger los restos de nuestro Padre. Mientras ellos celebran tan hermoso acontecimiento, nosotros esperamos con ilusión el momento de poder acoger a nuestro amado Padre entre nosotros, y que llegue pronto!

Para esta información, se tomó como fuente la página de Don Bosco en Facebook:
http://www.facebook.com/pages/Don-Bosco/ y el sitio de la Agencia Info Salesiana: http://www.infoans.org/


abril 25, 2009

Tenemos un defensor... Jesucristo!

Nuestro querido padre José María nos envía su sugerencia homilética para este tercer domingo de Pascua.

Recordemos a su hermano, el padre Antonio, en nuestras oraciones.


Hemos llegado al domingo primero después de los dos, con la semana intermedia, que celebraron el gran Día de Pascua.

El Señor ha resucitado, pero eso no nos libera de la tarea de caminar con nuestros propios pies. Él nos ha merecido la posibilidad de liberarnos del pecado y de la muerte mirada como una desgracia, fruto de ver la vida como una carga de la que hay que intentar escapar con la mayor comodidad y diversión que se pueda...

Este individualismo nos lleva a considerar todo lo que nos cueste dolor como una desgracia y buscamos el paraíso donde no hayan normas, ni esfuerzos, ni sacrificios, ni renuncias ni ninguna clase de dolor... Con eso hacemos de la vida de los demás un calvario y de la nuestra un infierno inconfesable porque es nuestra producción fruto de una ideología "liberadora" de toda norma y de toda sujeción, cosa que nos esclaviza a otras normas y nos sujeta a otros dioses que nos van destruyendo y de los que, en fondo profundo e incomunicable de nuestros ser, deseamos liberarnos y suplicamos que alguien nos ayude a escapar.

Ese alguien ya hizo su tarea de liberación, pero lo que no puede hacer es sustituir nuestra decisión dado que cada persona humana es única e irrepetible y es ella la que debe definir su camino y sus opciones de vida.

Jesús propone un camino, es indispensable que cada uno se defina respeto a la propuesta que Él le ofrece...

Todo está en nuestra decisión... Él ya no puede dar más: dio su vida; nos dejó su Palabra, que es viva y constante; nos dejó su Comunidad, que, como humana que es, tiene, lógicamente, sus limitaciones y errores, pero Él aseguró que se quedaba en ella como Salvador personal en cada historia concreta y para cada una de ellas; nos dejó sus concretas intervenciones en cada uno de los sacramentos de vida y salvación que nos liberan de todo egoísmo, si los vivimos en serio, para poder dar Vida Nueva a los que nos rodean; nos dejó a su Madre, al más perfecta discípula de Jesús que jamás haya existido.

Decidámonos por Jesús, acojámoslo en nuestra vida tratando de serle fieles cada día mejor y seremos felices, aun en medio de los problemas, que jamás nos dejarán mientras estemos contruyendo la historia de nuestra decisión respecto a su propuesta. Los problemas son como el polvo del camino... mientras avanzamos hacia la meta, nunca perdamos la ilusión del horizonte al que nos dirigimos, porque si lo perdemos, el avance se hará durísimo y sin sentido, todo, la más mínima molestia, nos fastidiará y estaremos tentados de dejarlo todo y decir que es imposible, que nos han engañado.

Dios nos bendiga y María Auxiliadora, cuyo mes comenzamos este viernes, nos fortalezcan y llenen de su alegría.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Domènech SDB


Tenemos un defensor... Jesucristo!

¡Cuántos desearíamos que hubiera alguien que nos resuelva los problemas! Todos los pueblos buscan sus héroes y les dan la tarea de solucionar los problemas, si es posible, sin que nos cueste demasiado a los demás. No es así cómo funciona la historia. En ella todos tenemos nuestra propia responsabilidad personal e intransferible. ¡Solo tú eres héroe de tu vida!

Jesús es el único defensor que mira la vida del otro con el único interés de elevarla, aun al precio de dar su vida como pago por los pecados del otro, de modo que, si el hermano lo desea, ya que Jesús nunca suplirá la decisión de cada persona, quede inocente y capaz de la mayor plenitud posible: la del mismo Dios, Comunión Trinitaria: creador-salvador-santificador.

Él está presente, ante nosotros, para enriquecernos; ante su Padre, para interceder siempre a nuestro favor. Lo que no hará nunca es sustituir nuestra personal tarea.

Necesitamos dos cosas: tomar conciencia de que necesitamos convertirnos y de que Él es quien nos asegura éxito, de esto no hay duda, no es una imaginación, aunque muchos lo digan.

Estemos convencidos: si nos dejamos guiar por Él, no hay fracaso posible.

Para ser libres, es necesario rechazar constantemente el pecado, pues siempre nos acecha

¿Quién no desea verse libre de lo que le impide vivir en paz? Cuando vivimos a nuestro antojo podemos engañarnos un tiempo y decir que no pasa nada; podemos decir que ‘es nuestra vida’, que nos dejen en paz, pero sabemos bien, en nuestro interior, cuánto deseamos vernos libres de tantas ataduras, externas, las menos duras, e internas, las que más nos impiden madurar.

Desde que Jesucristo resucitó de la muerte, ésta, todo lo que niega la vida sana de la persona humana, quedó vencida en los que acogen a Cristo cada día, aunque a veces, como a los apóstoles, nos cueste reconocerle y aceptar su presencia.
La muerte, que vive de la injusticia, del miedo, del abuso... del pecado, y que a todos ataca, nos perseguirá constantemente. Jesús la venció, pero, si queremos ser libres y victoriosos de la muerte y del pecado como Él, cada día, unámonos a Él escogiendo la vida, y su libertad de entregarse por amor, y, así, poder rechazar todo lo que la niegue, es decir, todo pecado.

Jesús nos acompaña constantemente: solo en Él venceremos también nosotros

No hace falta que ‘busquemos’ al Señor, como si se nos hubiera perdido o fuera difícil encontralo. Él mismo ha venido a nosotros, enviado por su Padre, el nuestro, para encomendarnos su Vida Nueva en la Libertad del Amor siempre capaz de dar vida a todo y a todos. Basta acogerle allí donde está: en su Palabra, la escrita y la viva en la historia y la realidad; en la Comunidad de Fe, en los sacramentos, acogerle con todo el esfuerzo de ser cada día un poco más auténticos. Siempre atentos y siempre dispuestos a secundar su Voluntad de vida. ¡Eso basta!

Está cada día muy cerca, siempre a disposición. Él ya lo hizo todo, nos toca a nosotros.

Pidamos a María la cordura de saber acoger, escuchar y obedecer al Señor en todo.

P. José María Doménech Corominas, sdb


CICLO B - DOMINGO III DE PASCUA


Hch. 3, 13-15.17-19:"El Dios... de nuestros padres ha glorificado a Jesús, su Siervo, a quien ustedes entregaron y negaron... Pero Dios lo ha resucitado de entre los muertos. Nosotros somos sus testigos... arrepiéntanse y conviértanse y serán perdonadas sus culpas."

Salmo 4: "Alza sobre nosotros la luz de tu rostro."

1Jn. 2, 1-5a:
"Hijitos... recuerden que tenemos junto al Padre a un defensor, Jesucristo,... Él mismo es víctima propiciatoria por nuestros pecados. Y... por los de todo el mundo. Quien dice conocerle, pero, de hecho, no cumple sus mandamientos, es un mentiroso... Quien guarda la Palabra de Jesucristo en él ha llegado a su plenitud el amor de Dios."

Lc. 24, 35-48: "Jesús... se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes» Se asustaron... Jesús les dijo: «¿Por qué se asustan?... Miren mis manos y mis pies: soy yo mismo...» Les abrió los ojos para que comprendieran el sentido de las Escrituras y les dijo: «Todo esto lo dicen las Escrituras: el Mesías debía padecer y resucitar el tercer día y era necesario predicar en su nombre a todos los pueblos... ustedes son testigos de esto»"



abril 24, 2009

Un nuevo mes mariano: vamos todos!

Empezamos la época del año dedicada a honrar a nuestra Madre del cielo. Dentro de un mes, celebraremos la fiesta de nuestra Auxiliadora!


Y qué mejor manera de entrar en clima de fiesta que recurrir al precioso himno compuesto por Monseñor Costamagna hace más de 100 años: Venid y vamos todos!

Vamos todos, todos juntos, pues este año la fiesta de nuestra Madre cae día domingo, de modo que todos podamos acudir a su altar acompañados de nuestra familia, "con flores a porfía".


Venid y vamos todos con flores a porfía,
con flores a María, que Madre nuestra es (bis).


De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella,
más que la luna, bella, postrados a tus pies.

Venimos a ofrecerte las flores de este suelo,
con cuánto amor y anhelo, Señora, tú lo ves.

Por ellas te rogamos, si cándidas te placen,
las que en la gloria nacen, en cambio, tú nos des.


Monseñor Santiago Costamagna, SDB

Puede encontrar las notas para guitarra y escuchar la canción en Site de la parroquia San Conrado, busque en el índice "Venid y vamos todos" y click en "escuchar".

abril 19, 2009

El Señor es bueno, es eterna Su misericordia

El querido padre José María Doménech nos envía su sugerencia homilética.

Recordemos al padre Antonio en nuestras oraciones. Y muchas gracias a todos los hermanos que están acompañando con su oración, sus mails, sus comentarios, en esta gran cadena de fe y amistad que atraviesa los países con tan sincero cariño. Sin duda nuestra Madre sonríe al ver la solidaridad de sus hijos.

Los dejo con las palabras del padre José María:



Este domingo concluye el día de Pascua: ¡es tan grande que necesita ocho para celebrarse con dignidad y después vienen cincuenta cuarentaidos días para penetrar en la riqueza de su Salvación.

Vivamos con profundidad la maravilla de lo que Dios nos ha concedido y nos concede en cada Pascua.

Somos salvados por Amor y para amar como Dios. No interesa tanto qué hemos sido, sino qué vivimos en la presencia del Señor, pues es eso lo que nos define en el hoy concreto que vivimos. Su acción vivida con conciencia y celebrada con humilde reconocimiento de su gloria en nuestra histoia, nos da capacidad de testificar las obras de Dios en nuestra vida y de seguir caminando en su voluntad, aunque, por momentos, tegamos necesidad vital de su Misericordia.

El Señor está presente y nos confía Paz y su Perdón, fruto de su Amor y nos envía con la fuerza de su Espíritu, no nos desalentemos y sigamos con María escuchando y acogiendo la Palabra para ser verdadera familia de Jesús, con María, acogida sinceramente como nuestra Madre, Maestra y Auxilio.

Dios les bendiga copiosamente.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Domènech SDB


Es eterna Su misericordia...

La misericordia del Señor no tiene límite alguno, salvo el que nuestra libertad quiera poner... Dios nos respeta, aunque esto nos lleve a la ruina... Aunque no hay peor ruina que la esclavitud. Cualquier esclavitud es infierno, y Dios no quiere esto para ninguno de sus hijos. Resistirse al Señor y a su Bondadosa Redención, fruto de su Eterna Misericordia, es dar fuerza a esclavitudes e infiernos en nuestro propio interior y, poco a poco, los llevamos al ambiente.

El Salmo 117 nos recuerda con claridad que las obras del Señor nos transmiten su bondad. Su misericordia nos libera de toda esclavitud, interna o externa...

Las cadenas solo aplastan cuando llegan al corazón y lo amargan y empequeñecen quitándole la ilusión de una Vida más libre. Mientras tengamos esto, no somos esclavos de verdad. Tenemos muchas limitaciones, es inevitable; pero, aceptadas, no nos quitan ni la paz ni la esperanza y podemos seguir viviendo y construyendo una vida serena, aun en el dolor.

La riqueza de los primeros cristianos era la Paz que el Señor les había concedido con la Resurrección y el amor del Espíritu, por esto despertaban admiración, lograban construir comunidad desde la comunión de corazones y eran capaces de superar las necesidades de los menesterosos, hasta el punto de llevarles a vivir en la decencia de una saludable pobreza digna.

Para nosotros, un modelo que nos cuestiona la vida y nuestras actitudes

¿Qué pasa con nuestras comunidades: de verdad somos tan libres que nos hacemos capaces de compartir nuestras “posesiones” sin que la ley nos obligue a ello y nos arranque el dominio sobre nuestras cosas? ¿Somos realmente solidarios o sólo por campañas y casi a la fuerza?

Desde la primera carta de Juan, nos preguntamos: ¿Hemos nacido de Dios o solo hemos recibido ‘ritualmente’ el bautismo, costumbre social entre tantos cristianos? ¿Creemos en Cristo, el Mesías, escuchando y conociendo a Jesús o solo creemos en lo que hemos captado superficialmente de lo que nos han dicho? ¿Tenemos intimidad con el Maestro, nuestro Señor? ¿Tenemos experiencia personal de su Bondadosa Misericordia, de su Perdón, de su Presencia Providente? ¿Es Jesús para nosotros una persona concreta que sentimos que se interesa por nosotros, sus hermanos menores, o es un Dios etéreo, lejano, que vive tan ‘allá arriba’ que nada tiene que ver con nuestra vida concreta y llena de problemas? A veces ¡lo acusamos de ausente!

El Señor también hoy, ahora, aquí, está presente, ¿lo ‘vemos’, lo aceptamos, lo acogemos?

Cada domingo, en cada Eucaristía, Él se presenta en medio de nosotros y nos da su Paz; nos enseña a comprender, poco a poco, el sentido de su presencia y de su palabra en nuestra vida y de su salvación en nuestras personas e historia; come y bebe con nosotros, dándosenos Él mismo como comida y bebida; nos ofrece el perdón de los pecados en los ministros que Él mismo ha elegido y consagrado, de entre los nuestros, en nuestros ambientes, para nuestra salvación; nos confía la misión de testificar su Amor y Salvación en nuestro mundo.

Estamos llamados a ser testigos, y solo se es tal desde la propia experiencia, aunque ésta sea débil, pero será testigo de la grandeza del Señor apoyándose sólo en Él: ¡ÉL ES QUIEN SALVA!

Pidamos a María nos enseñe a vivir en sencilla, continua y dócil intimidad con Jesús.

P. José María Doménech Corominas, sdb


CICLO B - DOMINGO II DE PASCUA


Hch. 4, 32-35:"La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma... El testimonio que los apóstoles daban de la resurrección de Jesucristo era confirmado... Todos los creyentes eran muy bien vistos... Entre ellos no había ninguno que viviera en la indigencia..."

Salmo 117: "Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia."

1Jn. 5, 1-6:
"Quien cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios... amar a Dios quiere decir vivir según sus mandamientos… pues todo hijo de Dios es un vencedor del mundo. Nuestra Fe es la victoria que ya ha vencido al mundo... Él, Jesucristo, ha venido a cumplir su misión por el agua y por la sangre... y el Espíritu da testimonio... es la verdad."

Jn. 20, 19-31: "Jesús, en medio de ellos, les dijo: «La paz sea con ustedes»... «Como el Padre me ha enviado, así yo les envío a ustedes... Reciban al Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados...» ... Tomás no estaba con ellos... «La Paz sea con ustedes... No seas incrédulo, sino creyente... Felices los que crean sin haber visto»."



abril 13, 2009

Pascua

Feliz Pascua!!!

Tenemos la sugerencia homilética y el saludo que el querido padre José María nos envió por Pascua.

* Sigamos orando por el padre Antonio!


¡Feliz Pascua de Resurrección!

Creo que es una clara invitación del Señor el que vivamos como resucitados; que no demos jamás cabida el enemigo que desea engañarnos llevándonos por caminos de muerte magníficamente bien presentados y con promesas que, superficialmente, se presentan hasta más atrayentes y, a veces, hasta más eficientes y concretas que las que nos presenta Cristo.

Dios siempre cumple y vive en la Verdad para el Bien, a fin de que la vida se derarrolle en todas sus potencialidades.

La esperanza está asegurada y garantizada para todos, pero no se impone a nadie... La viven con creciente felicidad los que la acogen. ¡Nuestro futuro siempre está bajo nuestra responsabilidad!

Les deseo una vida cada día más vitalmente feliz en el Resucitado, se esté pasando la situación que sea: Dios no tiene problemas para hacernos felices, que es su vida, pero no nos lo puede imponer, pues lo que se nos impone nos hace infelices y no hemos nacido para ello.

Eso significa cuando les digo: ¡¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!!

Saludos.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Doménech SDB

Pascua de Resurrección

La Pascua del Señor es la solemnidad de las solemnidades, ninguna fiesta cristiana está a su nivel, ella da sentido a todas las demás fiestas. Por eso tiene la más larga preparación.

¡El Señor ha resucitado, como anunciaron las Escrituras! Es un día grande para todos.

Estamos llamados a vivir sinceramente como resucitados. Solo así el mundo podrá creer.

Dios nos tiene siempre presentes: al entregar a su Hijo, pensó en nosotros desde su Amor

Pasó por el mundo haciendo el bien y sanando a los que estaban oprimidos por el mal. Perfecta descripción del apóstol Pedro al referirse a Jesús. Toda la vida del Maestro fue un estar atento a la Voluntad del Padre para llenar de vida y alegría a los que le rodeaban y así responder a su angustiosa necesidad de liberarse del mal, sea físico, psíquico, moral o religioso.

No hemos nacido para la esclavitud, para ninguna de ellas, pues todas tienen siempre graves repercusiones no solo personales sino que también marcan y degradan el ámbito social.

La peor esclavitud es la del pecado, pues, por un lado, de algún modo, nos complace y, por otro, siempre nos va degenerando. Darnos cuenta de ello es signo de que estamos en proceso de progresiva esclavización; una verdadera gracia que nos llama a reaccionar: al no haber nacido para esto, nos sentimos mal y buscamos una salida.

Cuanto más tardamos, más nos enfermamos.

El pecado no tiene poder definitivo ante el Amor de Dios, Comunión Trinitaria

Aceptar y vivir en el pecado es darle poder. Es naturaleza propia del mal vivir de la importancia y atención que nosotros le demos: a mayor atención, importancia y práctica, mayor poder.

Dios nos libera invitándonos a fijarnos solo en Él, que resucitó a su Hijo de entre los muertos y a nosotros, por el don de su Espíritu, nos invita, una vez más, a vivir aceptándolo como Padre, como aprendió a vivir Jesús, el Hijo del Hombre, el hombre cabal en quien se cumple plenamente el Plan del Padre. Hombre libre que vivió, y vive, dando vida y liberando.

El pecado es creación del Maligno que desea destruir la obra exitosa de la Comunión Creadora-Salvadora-Santificadora, Dios, quien nos enriquece con el señorío de su Gracia.

Quien busca aprender a obedecer al Señor de la vida, tendrá en Él vida y futuro feliz.

Jesús nos llama a vivir libres y felices, ¡como resucitados! Así nos hacemos invitación a creer

Vivir como resucitados es vivir en la sencillez de ir siempre al Señor para seguirle.

Este estilo de vida es capaz de renovar el mundo sin hacer ruido, pero con suma eficiencia, como la levadura, capaz de ir más allá y superar todo límite y esclavitud, sobre todo la del pecado: cada generación hace su camino y en cada generación reconocemos los esplendorosos éxitos de Dios, el Padre Providente, el Hijo Fiel y el Espíritu Renovador en Santidad.

Pedimos a María nos ayude a vivir todos los días como resucitados, esparciendo a nuestro alrededor el Perdón y la Paz que Jesús nos confió con su Resurrección.

P. José María Doménech Corominas, sdb


PASCUA DE RESURRECCIÓN


Hch. 10, 34a.37-43: "...«Ya saben lo que ha pasado últimamente en todo el país de los judíos, comenzando por Galilea... Me refiero a Jesús de Nazaret... pasó por todas partes haciendo el bien y dando la salud a todos los que estaban bajo el dominio del demonio por que Dios estaba con Él [...] lo mataron colgándolo de una cruz... Dios lo resucitó al tercer día... Él nos ordenó que predicáramos al pueblo... Todos los profetas dan testimonio a su favor... quien cree en Él recibe el perdón de sus pecados en su nombre.»"

Salmo 117: "Este es el día en que actuó el Señor, alegrémonos y celebrémoslo."

Col. 3, 1-4:
"Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo... su vida está escondida en Dios juntamente con Cristo..."

O bien:

1Cor. 5, 6b-8: "...ahora que Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado. ...celebren la Pascua cada día... viviendo con sinceridad y verdad."

Jn. 20, 1-9: "María Magdalena se fue al sepulcro muy de mañana... Se regresó corriendo para decirle a Pedro: «Se han llevado al Maestro...» ... salieron corriendo al sepulcro... llegó Pedro... entró al sepulcro y vio... hasta aquel momento no habían entendido que, según las escrituras, Jesús tenía que resucitar de entre los muertos."


abril 11, 2009

Día de la alegría

SEMANA SANTA - SÁBADO SANTO
(Vigilia Pascual)

Gn.1, 1-2,2: "...el espíritu de Dios se cernía sobre las aguas... «... que haya...» y vio Dios que era bueno... «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza...» y vio Dios que todo lo que había hecho era verdaderamente muy bueno..."

Salmo 130:"Cuando exhalas tu espíritu renace la creación y renuevas la faz de la tierra."

Gn. 22, 1-13.15-18:
"...«Abraham, Abraham»... «Aquí me tienes, Señor»... «...toma a tu hijo, a tu hijo único... y sacrifícamelo» ... «Por no haberte resistido... juro por mí mismo que te llenaré de bendiciones... porque has obedecido lo que te pedí»."

Salmo 15: "Protégeme, Señor, en ti encuentro mi refugio."

Ex. 14, 15-15,1a:
"«¿Por qué estos gritos de auxilio? Ordena a los israelitas que se pongan en marcha...» ... El ángel del Señor caminaba delante... Las aguas se partieron y los israelitas caminaron por tierra seca en medio del mar... Aquel día el Señor salvó a Israel de la mano de los egipcios..."

Salmo Ex. 15: "Canten al Señor que se ha cubierto de gloria."

Is. 54, 5-14:
"Tu creador se ha hecho tu esposo... Quedarás sólidamente restaurada...

Salmo 29: "¡Con qué alegría te ensalzo, Señor!"

Is. 55, 1-11:
"... los sedientos, vengan por agua... Así como la lluvia y la nieve caen del cielo y no vuelven... así mi palabra... no volverá a mí sin haber hecho lo que yo quería y cumplido la misión confiada."

Salmo: Is.12: "Con alegría irán a buscar agua de las fuentes de la salvación"

Ba. 3, 9-15.32.4, 4:
"Escucha Israel, los preceptos de vida... Él es nuestro Dios nadie se le puede comparar... Nosotros conocemos cómo debemos agradar al Señor."

Salmo 18: "Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna"

Ez. 36, 16-17a.18-21:
"... obraré... en consideración a mi santo nombre... les reuniré de todos los países y les haré regresar a su tierra... derramaré sobre ustedes agua pura para purificarles... Les daré un corazón nuevo y pondré... en su interior... mi espíritu... Habitarán en la tierra que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios."

Salmo 41: "Como la cierva busca corrientes de agua viva, así te busco a Ti, Dios mío"

Rm. 6, 3-11:
"Todos los que hemos sido bautizados en Cristo, nos hemos sumergido en su muerte... Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos en Él... Ustedes están muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús."

Aleluya / Salmo 117: "Aleluya, aleluya, aleluya"

Mc. 16, 1-8:
"...«¿Quién nos moverá la piedra...?» ...ya estaba apartada. «No tengan miedo. Buscan a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Digan... a Pedro que irá delante de ustedes a Galilea; allí le verán...»"



Vigilia Pascual

Hoy es el Día de la alegría y la confianza, del optimismo y del compromiso: ¡Él resucitó!

El mensaje que se confió a las mujeres se nos confía hoy a nosotros: con el Espíritu nuevo prometido en Ezequiel, debemos dar a nuestro mundo, a las nuevas generaciones, nuestro testimonio: ¡vivamos como resucitados, según nuestro bautismo: así anunciamos la Vida Nueva!

Resucitados, vivimos en el Espíritu llenando del Dios de la Vida y su alegría nuestro mundo

La creación ha recuperado su sentido primigenio, los hombres somos llamados, como Abraham, a confiar en la Providencia y a dejarnos guiar por el Señor de la Vida, quien, para defender nuestros mejores intereses, entregó a su propio Hijo a la muerte y nos purifica con el agua y el fuego del Espíritu de Santidad y en la Justicia de su Amor. ¡Es real, vivámoslo ya!

Por la muerte de su Hijo nos libera, no ya de Egipto, sino del pecado: la peor de las esclavitudes. Nos restaura en su Amor Primero; nos regala su Palabra, que, por su propia naturaleza, es fecunda; nos invita a Escucharla y Vivirla para ser su Familia: testigos felices y constructores de paz en el propio interior y, por eso, también en nuestro ambiente social y grupos.

Los dones de Dios son maravillosos, no nos resistamos a ellos. Acojamos con gozo la salvación y vivámosla en creciente esfuerzo de fidelidad. ¡¡¡No teman!!! Es el Señor quien lo dice.

Vuelvan a Galilea, dice a los discípulos; vuelvan a su trabajo diario, nos dice a nosotros, allí me verán; allí es donde deben vivir como resucitados, único modo anunciar, en el deber cotidiano, mi salvación. Alimentando nuestro bautismo, viviremos como lo que somos: salvados.

María, la Madre-Discípula, atenta y obediente a la Palabra, hoy nos enseña y auxilia.

Padre José María Doménech Corominas, sdb

abril 09, 2009

Masacrado por nosotros

Tenemos la sugerencia homilética que el querido padre José María nos envió para este viernes santo. Sigamos unidos en la solidaria oración por las intenciones de la familia Doménech, especialmente por el padre Antonio.




Viernes Santo

El Amor de Dios es concreto, llega hasta el fin: dar la propia vida en sacrificio expiatorio por la salvación de todos y esto hasta el punto de no quedarle nada... ¡solo en el sepulcro!

Solo un fin: salvar y socorrer a los débiles, pecadores y enfermos; a los que malviven según sus limitadísimas posibilidades y no logran comprender sus reales necesidades para cumplir el fin objetivo de su vida, que les tiene existencialmente inquietos. Fue masacrado por nuestras rebeliones, dice el profeta. Su Salvación fue confiar siempre en el Amor del Padre.

Nacimos para algo más que para vendernos a los aplausos y complacencias

El éxito personal del creyente, su maduración continua, está en la vida que se desarrolla al darla, sin buscarse a sí misma ni pretender el efímero gusto personal o aplauso de los demás.

Es evidente que esto cuesta y duele: nada valioso se consigue sin dolor y sin sacrificio.

El autor de la carta a los Hebreos lo dice con claridad: sufriendo aprendió a obedecer... y la obediencia le enseñó el camino de la libertad que da sentido a la vida: aceptar, por un lado, el dolor que trae consigo dar vida y, por el otro, la disciplina de buscar la verdad para no quedarse en las apariencias del brillo de lo que digan los ‘maestros’ pasajeros del hoy efímero.

El Señor da la vida, porque la tiene en abundancia, para que seamos felices a fondo.

Todo Dios se nos entrega en amor para la Vida de todos sin distinción

Esta entrega redentora del Señor en sacrifico de amor para la Vida Nueva de todos, no tiene otra motivación que comunicarnos y compartir con los que la acepten, el amor libérrimo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Comunión Trinitaria, toda para nosotros.

Las tres personas de la Santísima Trinidad estuvieron presentes en el sacrificio del calvario, tanto el cruento de hace 20 siglos, como el incruento de cada Eucaristía del mundo.

Hoy el pueblo de Dios ora al Padre, como Jesús en la cruz, por todos los hombres, de cualquier cultura, sexo y condición social y religiosa, porque Cristo se dio por todos.

Ni el sacrificio ni sus razones salvan, sino el Amor del Dios de la Vida que, por Amor, la da

La horrible experiencia de Jesús debe ser mirada desde la sapientísima obediencia de Jesús a la amorosa Voluntad salvífica de Dios esta mirada nos da la perspectiva adecuada.

O miramos desde arriba o nos perdemos en la maraña complicadísima, y por eso muchas veces incomprensible, de la historia. Son millones de visiones y muchísimas las opiniones... la mayoría está segura de tener la razón y muchas veces en forma incuestionable.

¿No hace esta actitud que la convivencia sea complicadísima? Veamos nuestras guerras, pequeñas y grandes, sociales, familiares, ideológicas y las supuestamente religiosas. Los que las armaron no se creían necios ni asesinos ni incompetentes. Creían, y creen, tener razones justas... Lo que, de ordinario, no tienen es la perspectiva adecuada, y menos la divina, que sí tenía Jesús y por eso no hizo guerra, sino que entregó la vida, su vida, por la nuestra.

Necesitamos abrirnos y esforzarnos para vivir en el Amor del Señor hasta el final así podremos hacer nuestra la Vida Nueva que Él nos ofrece en cada celebración litúrgica.

María enseñe y ayude a toda familia espiritual cristiana a vivir el don de la propia vida.

P. José María Doménech Corominas, sdb


CICLO B - SEMANA SANTA - - VIERNES SANTO


Is. 52, 13-53, 12: "...todos quedarán pasmados al verlo… Él fue traspasado por nuestras rebeliones... ¿A quién se ha revelado la potencia del brazo de Dios?... Él sobrellevaba nuestras enfermedades... dolores... lo consideraban un hombre castigado por Dios, azotado y humillado... no abría la boca... El Señor quiso que el sufrimiento lo triture... Gracias al sufrimiento de su alma ahora ve la luz... asumía sobre sí el pecado de todos e intercedía a favor de ellos."

Salmo 30: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."

Hb. 4, 14-16; 5, 7-9:
"... sufriendo aprendió a obedecer y se ha convertido, para todos los que le obedecen en autor de salvación."

Jn. 18, 1-19, 42: "Prendieron a Jesús y lo ataron... «¿No eres tú también de sus discípulos?» «No lo soy»... «Mi reino no es de este mundo...» Lo crucificaron y con él a otros dos... «Mujer, ahí tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu madre... Está cumplido...» Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo con aromas..."

* Imagen del crucifijo de la capilla del colegio María Auxiliadora, Casa Provincial de Lima, Perú (1995).

abril 08, 2009

"Les he dado ejemplo para que ustedes hagan como yo..."

El querido padre José María nos envió por anticipado sus sugerencias homiléticas para esta semana santa. Continuemos orando por su hermano, el padre Antonio Doménech, para que siga fuerte en su fe y abandono al Señor.

El Señor se nos da para abrirnos a su Vida Nueva que es para toda la humanidad, por eso tenemos la misión de decírselo ante todo con la vida, pero también con la palabra, orada, meditada, celebrada y hecha historia en cada una de nuestras decisiones. Las que ya pasaron, ya no están a nuestro alcance, no vale la pena ni lamentarse ni gloriarse de ellas, lo que importa es lo que decidamos y hagamos de ahora en adelante... Cada día nuevo es una actual invitación del Señor para vivir HOY como resucitados, es decir, entregando la vida como Jesús.

Dios les bendiga a todos.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Doménech SDB


Jueves Santo

Jueves santo, día del amor hasta el extremo: dar la propia vida al servicio desinteresado por el bien del otro y esto hasta el punto de hacerse alimento... ¡No existir para otra cosa que para ser comido y asimilado, según las verdaderas posibilidades y reales necesidades del otro!

El éxito personal del sacerdote, del cristiano, no debe ser buscado ni exigido, es resultado del trabajo para lograr que el otro tenga vida y la tenga en abundancia, y también, como Jesús dice durante la última cena al hablar de su amor, para que la alegría de ustedes sea plena.

Ser cristiano es servir al hermano, como Jesús, siempre en creciente entrega personal

El evangelio de San Juan marca el sentido interior de la Eucaristía: servir para la Vida Nueva: servir a todos, a los últimos y marginados, también si son pecadores. Todos son destinatarios del beneficio del gesto amoroso de libertad suprema, limpia, sin finalidades ocultas.

El Señor entrega su vida en sacrifico de Amor para la Vida Nueva de todos, su motivación es comunicarnos y compartir el Amor libérrimo del Dios, Comunión Trinitaria.

Los ministros del altar deberán aprender de su Maestro a vivir así: ¡ése es su único éxito!

La entrega sacramental del Señor nos interpela, dice san Pablo en su primera carta a los Corintios: debemos celebrar la Eucaristía, don de la vida del Señor, con intención y voluntad de vivir en el Señor los criterios de vida que Él nos ha confiado a beneficio de toda persona. No hacerlo así es quedar condenado por la misma Salvación y Vida Nueva que celebramos.

Vivimos la Eucaristía ofreciendo al mundo la salvación del Amor Entregado del Señor

El pueblo de Israel se ciñó a las indicaciones de la celebración pascual para que el Señor no les dejara en la muerte de Egipto. Así el pueblo cristiano debe saber valorar la celebración eucarística: paso del Señor y Salvador por nuestra vida para llenarla de su Amor y con Él ir a todos nuestros hermanos para que el mundo conozca y pueda acoger la Salvación de Dios.

Necesitamos buscar vivir el Amor del Señor para asumir la Vida Plena que Él nos ofrece en cada Eucaristía. La Eucaristía, por sí misma, exige serio compromiso con la historia humana.

No hacerlo así es como la rebelión, patente de Pedro y escondida de tantos otros, ante la humilde actitud de servicio del Señor. Eso nos lleva a quedaremos en la pobreza y limitación de criterios de nuestro mundo, con todas las consecuencias: el individualismo y toda su carga de di-sociación familiar y social; el pensamiento débil y caduco de las ideologías de todo orden, que pretenden imponerse en nuestra cultura, pero que no enriquecen ni a la persona ni a la sociedad y más bien perturban todas las relaciones humanas; el culto a la apariencia, al prestigio, al poder, con toda la desfiguración y manipulación de la conciencia y la corrupción de los valores.

Agradecer a Dios pide entregar la vida que se nos ha confiado para el bien de los demás

Así agradecemos a Dios la Vida y Salvación recibidas en Cristo: con obras de vida y salvación para todos. A eso nos llama el salmo 115, que el Señor pone en nuestros labios.

El Señor les pide a los apóstoles que repitan el gesto de servicio: que sean instrumento de vida y renovación interior, que acojan a todos, que no juzguen ni condenen a nadie, que construyan comunión al estilo del Padre. Pero para saberlo hacer es necesario que el sacerdote, y todo cristiano, se acerquen al Señor de la vida y aprenda a vivir como Él, ¡con sus criterios!

Pidamos a María nos ayude a todos a vivir cada Eucaristía para llegar a ser Eucaristía.

P. José María Doménech Corominas, sdb


CICLO B - SEMANA SANTA - JUEVES SANTO


Ex.12, 1-8.11-14: "... cada familia tome un cordero... macho... sin tara... de un año... con su sangre unten las jambas y umbral de la casa... comerán de prisa, con las sandalias puestas y el bastón en la mano, pues el paso del Señor. ...la sangre será la señal... Este día sea un memorial... por todas las generaciones..."

Is. 50, 4-7: "El Señor me ha dado una lengua de maestro para que con la palabra sepa sostener a los cansados. ...y yo no me he resistido... no me tapé el rostro ante los ultrajes... El Señor me ayuda... no quedaré defraudado."

Salmo 115: "El cáliz de la bendición es comunión en la sangre de Cristo."

1Cor. 11, 23-26:
"...esta tradición... viene del Señor... cada vez que comen de este pan y beben de este cáliz anuncian la muerte del Señor hasta que vuelva."

Jn. 13, 1-15: "... Jesús sabía que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre... les demostró hasta qué punto les amaba... «¿Entienden lo que he hecho?... Les he dado ejemplo para que ustedes lo hagan como yo lo he hecho»."



abril 04, 2009

Dios es de fiar!

El querido padre José María nos envió anticipadamente sus sugerencias homiléticas para esta semana santa. Continuemos orando por su hermano, el padre Antonio, que siga fuerte en su fe y abandono al Señor.

Que este tiempo de Pascua, que comenzamos a meditar desde el domingo de Ramos y celebraremos plenamente desde el 12 de abril, nos ayude a ponernos cada día con mayor confianza en las manos del Señor: ¡es de fiar!

Muchas gracias por rezar por mi hermano Antonio, que no está físicamente mejor, pero moralmente vivie en las manos del Señor con dolorosa serenidad y sufriente abandono y confianza en el Amor constante del Señor.

Dios les bendiga a todos.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Doménech SDB


Domingo de Ramos

El Señor, en Jerusalén, anticipa su propio triunfo. Él quiere necesitar nuestra vida para transformarla. Lo que no le damos no gozará su triunfo, se perderá... ¡Nacimos para darnos!

La vida, en las manos del Señor, adquiere mayor claridad, entusiasmo, mérito: es la juventud espiritual, entusiasmo, optimismo y alegría que el Señor nos da en la vida.
Fácilmente podemos creer con entusiasmo que alabamos al Señor, pero solo entregándoselo todo, somos honestos al gritar "Hosanna". Hagámoslo con un corazón pacífico y solidario.

La vida cristiana tiene exigencias de entrega, si queremos ser significativos en la historia

El Señor, Rey pacífico y humilde, para que no nos engañemos ni nos engañen, se nos ofrece como nuestro Maestro y pone en nuestro corazón el ansia de vivir la verdad de las cosas y de la vida. ¡Cuántas veces vivimos con insatisfacción, a pesar de tener de todo y hasta de más!

Jesús, que supo de privación y violencias, nos enseña a construir la paz en la vida de hoy.

Entregarse es difícil, pero posible: nos lleva a la grandeza de la madurez personal y social

Si le somos dóciles como el profeta, aprenderemos a leer la vida desde la Palabra; Dios nos enseñará a comprender su Voluntad, aun en problemas y dolor: no nos escaparemos; seremos fuertes ante los problemas que trae consigo el amor de Dios vivido en esta sociedad de prepotencia generadora de muerte. El Señor hace maravillas aun en nuestra fragilidad, pero es necesario ponerse en manos de Dios, como Jesús, el Siervo siempre obediente, sobre todo, en su pasión.

No importa que en algún momento, o en muchos, de nuestra vida, como Jesús, tengamos que recitar el salmo 21, confiado reclamo cuando sentimos, dolidos, la ausencia de Dios. Esto no nos hace blasfemos, ni renegados, estamos expresando nuestra angustia y nuestro dolor desconcertado. Pero no le quitemos nuestra confianza; ¡Él es de fiar!: con ello maduramos.

El Señor, a su tiempo, nos pacificará; confiemos, no dejemos de construir la vida, dándola.

Dar la vida para hacerla madurar en todos: entregarse para desarrollarse y ayudar a ser más

Pablo nos muestra la imagen del verdadero Siervo de Dios, Hijo Único del Padre, siempre obediente por el Santo Espíritu, comunión de Amor, que vive en el Padre y en el Hijo. Verdadero modelo “sobrenatural-natural” de toda la familia humana: ¡solo así construirá vida!

Es la figura del amorosísimo Hijo que, comprendiendo plenamente el Infinito Cariño del Padre por su otro hijo, el hombre (de todo tiempo, lugar y condición, sea social, sexual o cultural), se hace uno con él para hacerle sentir-vivir el Amor Providente del Padre. Así el hermano menor volverá a casa, a la felicidad de la Vida del Padre, para la que cariñosamente le creó.

El Hijo-Hermano hace de todo para que se entienda y viva el amor del Padre. Es su difícil y gran misión. Le llena la misma Vida del Padre: su Espíritu da sentido a su vida.

Misión de Amor, loca pasión por la vida, deseo de ver, en la vida del hermano, fluir la alegría, la paz, la felicidad, la ilusión por la vida que Dios nos ha confiado para todos.

La pasión del Señor pide, más que lágrimas, profunda gratitud, respuesta de amor y compromiso de hacer lo mismo con nuestros propios hermanos, familias y sociedades.

Pidámosle a María, la Madre que lo vivió todo tan de cerca, nos lo enseñe a vivir cada día.

P. José María Doménech Corominas, sdb


CICLO B - SEMANA SANTA - DOMINGO DE RAMOS


Mc. 11, 1-10:«... el Señor lo necesita y enseguida lo devolverá»... « Hosanna. Bendito el que viene en el nombre del Señor... Hosanna en lo alto del cielo»."

Is. 50, 4-7: "El Señor me ha dado una lengua de maestro para que con la palabra sepa sostener a los cansados. ...y yo no me he resistido... no me tapé el rostro ante los ultrajes... El Señor me ayuda... no quedaré defraudado."

Salmo 21: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

Flp. 2, 6-11:
"... no quiso mantener celosamente su igualdad con Dios... se rebajó... y obedeció hasta la muerte y una muerte de cruz... Dios le ha exaltado y le ha concedido el nombre que está por encima de todo nombre..."

Mc. 14, 1-15.47: "...el sanedrín hizo sesión... y llevaron a Jesús, encadenado ante Pilato, éste le interrogó... «¿Qué haré con Jesús, al que llaman rey de los judíos?»... «¡Crucifícalo!»... Lo hizo azotar... Lo llevaron para crucificarlo... Llevaron a Jesús al Gólgota... lo crucificaron... Jesús dando un fuerte grito, expiró..."