agosto 31, 2009

Santa Rosa


Hoy es cada vez más difícil vivir nuestra fe católica, es cierto. Pero no es excusa para darnos por vencidos. Tenemos el ejemplo de Isabel Flores, nuestra Rosa. Ella fue valiente, decidida, enfrentó lo inimaginable para una mujer de su época, por permanecer fiel a su ideal: Cristo.

Para homenajear a nuestra Rosa, copio extractos de la homilía que ofreció Monseñor Cipriani el viernes 29 en la parroquia Santa Rosa de Lima en Lince:


“Santa Rosa se enamoró de Jesús, enseñó, buscó y ayudó a la gente que estaba con dificultades; y no le tuvo temor a esa cruz, a ese sacrificio y dolor. Yo te animo, atrévete. Jesús a todos nos está buscando. Santa Rosa no tuvo temor y se encontró con Él”.

“Hace falta que tú y yo nos propongamos ser santos. Alegres, trabajadores, rezadores, buenos hijos y buenos padres, ayudando al que no tiene, visitando a los enfermos, cumpliendo cada uno su deber. Son luces que ayudan a los demás a seguir el buen camino. El santo no es un hombre aburrido”.


Fragmentos extraídos del website del Arzobispado de Lima Santa Rosa, mujer enamorada de Jesús

Dentro de su website, el Arzobispado ha preparado una selección especial sobre la vida y legado de Santa Rosa, cuya lectura y difusión recomendamos ampliamente:
Arzobispado de Lima - Santa Rosa


agosto 29, 2009

Nueva curación en Lourdes

Una historia verdadera e impactante. Hace pocos días, Antonietta, una italiana de 50 años, paralizada desde 2005 por la esclerosis lateral amiotrófica que padecía, acudió en peregrinación a Lourdes, pidiendo, como única gracia, poder vivir dignamente lo que le quedaba y morir en paz, y tuvo la grandeza de espíritu de recordar en su oración a una niña de su pueblo que padece la misma enfermedad.

Y ¿qué fue lo que sucedió? Ella misma lo cuenta:

"Al entrar en el agua, fui ayudada por tres ‘damas'; dos de ellas se apartaron después y la otra continuó ayudándome. (...) Pero mientras ella estaba haciendo esto, sentí la presencia de alguien más que me sostenía por el cuello; intenté volverme, pero no había nadie; sentí un gran dolor en las piernas, después un alivio. Fue en ese momento cuando escuché, a mi izquierda, una voz femenina muy bella, suave, tierna, ligera (...) Nunca he oído nada igual; el mero hecho de oírla me alivió físicamente. Ella me dijo: ‘¡No tengas miedo, no tengas miedo!' (...) Pero yo temblaba, ¡tenía tanto miedo!, también porque era la única que oía esa voz".

Antonietta Raco fue curada. Su curación ha conmovido al médico que la trataba y que da fe de ella. Su historia clínica ha sido remitida a la autoridad eclesiástica para ser enviada a Lourdes.

Les invito a conocer los detalles de esta emocionante historia, tal como aparece en la página de la Agencia Zenit, a través del siguiente link: Curación inexplicable: Antonietta Raco

Este portento nos recuerda el poder inmenso que tiene la oración, más aún cuando es generosa al pedir por nuestros hermanos. ¡Felicitémonos de poder conocer un milagro así en nuestros días!

Muchas gracias al señor Jorge Cordero por su gentileza al compartir esta noticia con nosotros. Que nuestra Auxiliadora le bendiga copiosamente.

agosto 28, 2009

Todo lo bueno proviene del Padre

Esta semana también tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el Padre José María nos envía con todo cariño.

Con ese mismo cariño, tengámoslo siempre presente en nuestras oraciones.


Nos molestan muchas veces las normas y, todavía más, que nos digan que debemos obedecerlas, pero nuestra era tecnológica una de las cosas que nos ha impuesto es la obediencia a las normas técnicas.

Es una verdadera desgracia que no lo apliquemos a las normas morales y de convivencia ordinaria y regular... Creemos que ser libre es hacer lo que a uno le parece, pero eso es ser destructor de relaciones sanas y de la salud social. O la relación se fundamenta en el bien de la vida que fluye a nuestro derredor o nuestras relaciones, tarde o temprano se romperán y no importarán los tratados y la importancia de las personas que nos rodean.

Dios nos respeta (para algunos, sobre todo en algunas circunstancias, demasiado), porque nos ama personalmente y ese respeto le lleva a decirnos la verdad, sin preguntar si nos gusta, pues su criterio es nuestro bien, no nuestra complacencia en lo que nos propone.

Los mandamientos son la garantía de sabiduría sin peligro de llegar a la locura de creernos mejores.

Vivir en la Casa, en el Reino, de Dios es vivir constantemente en sus criterios, que son de Amor y Verdad, los únicos que permiten el desarrollo de la Vida en la Paz. Para eso es necesario saber escuchar su Palabra, por la mediación que venga, con veneración y voluntad de obediencia sabia, sencilla y sacrificada.

La necedad no está en el error, siempre posible, sino en la la locura de la soberbia y de la cerrazón ante la Palabra... Entonces la vida corre, por los caminos de la mentira, hacia la muerte, robando la vida allí donde la encuentre sin importarle las consecuencias. Es una locura que genera adicción.

Lo más sabio, según nos lo dice el apóstol Santiago, es saber escuchar la Palabra para hacer vida todo el bien que recibimos. Nuestra Salvación es ser felices como Dios, ¡para eso nacimos!

El Señor nos bendiga a todos.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domènech SDB


Todo lo bueno proviene del Padre

¡Cuántas veces la ciencia y la tecnología nos sorprenden por sus descubrimientos! Unas veces despiertan en nosotros alegría ilusión y esperanza, por el bien que nos permiten obtener, y otras quedamos perturbados por la tensión-duda que suscitan en nosotros: ¿para qué serán usados; a qué nos llevarán estos intentos de dominio autónomo de lo que no es del todo nuestro?

La realidad se nos escapa, no tanto por nuestra ignorancia sobre ella y sus fundamentos, que la ciencia, legítimamente, intenta desvelar, sino por el verdadero futuro de la misma. Ésta, al no haber sido creada por nosotros, no puede estar bajo nuestro total dominio. ¿No somos de cambiante mentalidad-ideología? ¿No tenemos muchos intereses maquillados e inconfesables? Los gobernantes de turno, a veces impuestos, o los pseudocientíficos, que juegan a ser dioses, como si fueran locos de atar, ¿no lo ponen en riesgo todo, dolorosamente construido, y a todos?

Dios nos pide a ser sabios y buscar conocer su Amor, Verdad y Voluntad. Él sí sabe de qué habla y el futuro definitivo está en su mano. Nos invita a fiarnos de Él sin manipular nada.

Él sí se fía de nosotros y nos lo ha confiado todo. Somos gravísimamente responsables. Nos ha dado todo bien necesario para que tengamos éxito en nuestra vida, pero en la verdad y solo en ella, que no puede, como es evidente, depender de la opinión de cada uno.

Lo posible no, por ello, es bueno: el Bien depende del Amor veraz a la vida en su integridad

Dios es bueno porque ama la vida y la cuida en todos sus aspectos y momentos, aun los más duros y dolorosos, que absolutamente se nos escapan. Él siempre está presente y apoyando.

Nos pide que nos fiemos de Él, aunque nos cueste o duela. Sí, somos libres, pero necesitamos aprender a serlo de verdad. Eso solo se logra con el amor en la verdad. ¿Le amamos?

Es una real, lamentable y trágica lástima que del que menos nos fiemos sea de Él, pero sea a Él a quien más culpamos de lo que nos disgusta o duele. Nos olvidamos que nosotros ni nos respetamos, ni nos tomamos en serio, pero Él sí lo hace y, aunque lo lamente, nos deja decidir.

El Amor de Dios le llevó a darnos los mandamientos, como un manual de instrucciones

Los mandamientos son expresión de un Amor que busca lo mejor para el amado.

No fuimos creados para sufrir, sino para ser felices. Es por eso la felicidad es un sueño, y una lucha, de todos y de siempre. La debilidad y la ignorancia nos llevan al error a la hora de elegir. Por eso Dios, en su Amor, nos ofrece su apoyo orientativo en los mandamientos.

El capricho es equivocado por ser inobjetivo y arbitrario y nos encierra en la inmadurez

Este valle de lágrimas lo creamos nosotros con nuestros necios caprichos y pretensiones de grandeza. Nos hacemos los liberadores, pero sometemos a la opresión, dolor y desesperanza llegando, al fin, a la muerte. Así, tantos sueños quedan en la cuneta y la historia sigue su curso.

La esperanza, basada en el Amor y la Verdad, es lo que hace que la historia se renueve.

Pidamos a María poner nuestra esperanza en el Señor: que sepamos escuchar y obedecer.

Padre José María Domènech Corominas, sdb


CICLO B – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXII

Dt. 4, 1-2.6-8: "Moisés dijo al pueblo: «Ahora, Israel, escucha los decretos y prescripciones que hoy les enseño y cúmplelos. Así vivirán, entrarán en el país que el Señor, el Dios de sus padres, les da y tomarán posesión de él. No añadan nada… ni quiten nada…»."

Salmo 33: "Señor, ¿quién podrá habitar en tu Casa?"

St. 1, 17-18.21b-22.27:
"Todo lo que recibimos de bueno, todo don perfecto, proviene de arriba, baja del Padre... Él decidió libremente que la proclamación de la Verdad nos hiciera nacer a la Vida... Acojan con docilidad la Palabra... que tiene el poder de Salvarles. Pero no se limiten a escucharla... deben ponerla en práctica... Guárdense limpios de la malicia del mundo."

Mc. 7, 1-8a.14-15.21-23: "...Los fariseos... preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no guardan la tradición de los ancianos...?» Jesús les contestó: «...“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón se mantiene lejos de Mí...” Ustedes abandonan los mandamientos de Dios para mantener las tradiciones de los hombres... Nada que entre desde fuera del hombre puede contaminarle; solo aquello que sale de él puede contaminarle...»."


agosto 21, 2009

"¿También ustedes me quieren dejar?"

Nuestro querido padre José María nos ha enviado su mensaje y sugerencia homilética para este domingo:

Llegamos al desenlace normal de los seguidores de Jesús cuando le siguen como quien vive una religión cualquiera, todas, hechas, de un modo u otro, a la medida del hombre, varón y mujer, en la que, infaliblemente siempre interviene Dios para ofrecer caminos de vida mayor y salvación, pero con una intervención más velada y fácilmente manipulable.

¿Qué distingue la religión, siempre humana, nacida de la buena voluntad, que el Padre-Dios siempre respeta y valorada y jamás condena, de la Fe en Cristo en la que todo queda centrado en la persona del Hijo de Dios hecho hombre por Amor Salvador y Santificador?

Creo que la repuesta la da este domingo Pedro: «Señor, y ¿a quién vamos a ir? ¡Tan solo Tú tienes Palabras de Vida Eterna!» En esta Fe no caben teorías 'modernas' o 'antiguas'; no seguimos teorías sino a una Persona muy concreta y que nos construye muy concretamente como Comunidad de Creyentes en Él. El centro no es una religión, ni una doctrina, ni unos ritos, ni una moral... Aunque Cristo, al pensar en una Comunidad humana, sabía que desembocaríamos, por necesidad de naturaleza, en todo esto. Es necesaria la estructura religiosa, doctrinal, moral, ritual... Pero no es por eso por lo que hay que luchar, sino por un cotidiano vivir más cercano a Cristo y unido a su Voluntad más plenamente.

Si no nos llenamos del Espíritu, no counstruiremos la unidad ni en la Comunidad eclesial, ni en la familia ni en ninguna realidad. Debemos saber optar bien para poder acertar en el camino que nos permita construir en esta vida la Vida Eterna para la que nos estamos preparando. Para esto Jesús se quedó como Pan y Palabra de Vida Eterna...

Si todo se acabara aquí la encarnación del Hijo de Dios sería bastante ridícula y hasta cruel... ¿Para qué despertar o afianzar sueños 'engañosos' de eternidad, si no fuera verdaderamente ése nuestro futuro definitivo, al que todo lo que somos y se nos ofrece tiende? Pero, si nuestro futuro es ser como Dios, sus hijos en Cristo, entonces todo el Evangelio tiene sentido y más todavía que el mismo Jesús se quede como Pan y Palabra de Vida Eterna y lo más tonto que podemos hacer es vanalizarlo como si fuera una religión más o tratarlo peor que eso, porque en todas las religiones del mundo el nivel de lo sagrado se venera profundamente, en cambio entre algunos 'cristianos' se vuelven tan 'confianzudos' con Dios que cuando le piden, exigen como si fuera su empleado de la más baja categoría; cuando le rezan, es evidente que no le respetan, pues lo hacen de cualquier modo; cuando viven y actúan ni siquiera parece que les importen la Voluntad de Dios y ni si le gusta o no lo que estamos o vamos a hacer...

A veces, comparándola con otras muchas religiones, la cristiana es la peor... Entre nosotros se cumple la ley de la física, cuanto de más alto se cae, más bajo se llega... La Fe cristiana es la cumbre de la religiosidad a la que cualquier persona humana puede llegar en profundidad, dignidad, respeto, beneficio y libertad. Pero si se menosprecia y descuida... los resultados son más perjudiciales que en cualquier religión.

El Señor y María nos ayuden a ser cada día más y mejor creyentes que el día anterior.
Dios nos bendiga copiosamente a todos.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domènech SDB


"¿También ustedes me quieren dejar?"

Siempre ha sido el Señor, con su Amor y Vida, quien nos ha precedido en todo: Él pensó en compartir su feliz y eterna Comunión Trinitaria y por esto nos creó. Lo hizo con la única característica que nos permitiría compartir su propia Vida, ser como Él: capaces de Comunión entre nosotros y con Él. Por eso nos hizo inteligentes, para poder comprender lo que se nos ofrecía; libres, para poder aceptarlo, amarlo y comprometernos, pues los que no comprenden o no logran aceptar a alguien, nunca vivirán en Comunión con quien se les ofrece.

Nuestra escasa comprensión y débil libertad nos llevó a muchas esclavitudes. En la medida que lo aceptábamos, el Señor nos fue liberando continuamente de ellas: Egipto; sujeción a otros pueblos; destierros; abusos... El Señor siempre estuvo cerca de los que le invocaban.

Cristo es el definitivo gran sí del Amor de Dios, liberador de la raíz del mal: el pecado. Él mismo se entrega como oblación-alimento; nos da su Espíritu de Vida-Amor; nos construye como Comunidad de Discípulos Creyentes y en ella solo Él tiene Palabras de Vida Eterna.

El futuro depende ya solo de nuestra decisión diaria. Dios ya no puede hacer más.

La preocupación por uno mismo y las propias prioridades crea solo división y muerte

No hay nada peor en una comunidad, sea cual sea, que el que cada uno se preocupe fundamentalmente de lo suyo, de sus derechos, de sus cosas y lo defienda contra todo y como sea.

Josué nos ubica a la hora de decidir: Dios lo ha dado todo por nosotros, ¿qué decidimos nosotros a la hora de optar ante sus propuestas? ¿Qué estamos dispuestos a arriesgar por Él?

Nuestra vida es nuestra entera responsabilidad: los demás, incluido Dios, ayudan, pero no definen nuestras decisiones. Por tanto es inútil, e injusto, echar la culpa a otro o... ¡a Dios!

El Señor nos invita a la Comunión con Él en la Fe por el Espíritu de Amor que nos entrega

La invitación de Josué es clara y más todavía su opción. Pablo nos propone lo mismo, sobre todo en el matrimonio, que hace equivalente a la relación de Cristo con la Iglesia.

Para que en la Iglesia todos se sirvan y respeten mutuamente, es necesario dejarse llenar del Espíritu, solo así la Comunidad se verá a salvo de múltiples abusos, agresiones e injusticias.

El dejar de lado lo propio nos permite construir cada día la Comunión que viene de Dios

La Comunión es un don que necesita ser construido cada día, pues somos débiles.

Cuántas cosas, ¡de los demás, claro!, nos escandalizan, pero nosotros no pasamos de ser buena gente ¡Y Cristo pide mucho más! A veces sus propuestas nos chocan y nos distanciamos.

Debemos reconocer que no siempre vivimos desde la Fe real: se ve en nuestras decisiones.

Pidamos a María creer de tal modo en Cristo, que cada ‘hoy’ le sigamos mejor que ayer.
P. José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO B – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXI

Jos. 24, 1-2a.15-17.18b: "Josué reunió en Siquén a todas las tribus de Israel... Se presentaron todos delante de Dios... dijo: «Si les parece bien tener al Señor como su Dios, escojan hoy... Yo y mi familia hemos decidido adorar al Señor» El pueblo respondió: «Nunca en la vida abandonaremos al Señor para adorar a otros dioses... es el que nos hizo salir... de una lugar de esclavitud... También nosotros estamos decididos a adorar al Señor, que es nuestro Dios»."

Salmo 33: "Prueben y verán qué bueno es el Señor"

Ef. 5, 21-32:
"Sométanse unos a otros en Jesucristo. Que las esposas se sometan a sus esposos, como todos nos sometemos al Señor... Ustedes, esposos, amen a sus esposas como Cristo ama a la Iglesia... hasta entregarse a la muerte por ella para santificarla... ‘Por eso el hombre abandonará al padre y a la madre para unirse a su cónyuge y así forman una sola familia’. Este es un gran misterio: me refiero a Cristo y su Iglesia."

Jn. 6, 60-69: "...Jesús... les dijo: «¿Esto les escandaliza...? El Espíritu es el que da vida, la carne no sirva para nada. Mis palabras son Espíritu y son vida... Ninguno puede venir a Mí si mi Padre no le concede este don»... Jesús preguntó a los doce: «¿También ustedes me quieren dejar?». Pedro le contestó: «Señor, y ¿a quién iríamos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios»."

agosto 15, 2009

Tanti auguri a te!

Feliz día, papá Don Bosco!

Hoy nuestro papá cumple 194 años y nos sigue cuidando desde el Paraíso, donde seguro están de fiesta Mamá Margherita, Domenico Savio, Madre Mazzarello, Don Rúa, Don Callisto Caravario, Monseñor Luigi Versiglia, Sor Teresita Valsè, Ceferino Namuncurá, Laurita Vicuña, y tantos queridos personajes que nos han dejado testimonio de amor y de vida.

He encontrado este video de la ópera "Don Bosco, il musical", que sigue itinerante en toda Italia desde el año pasado. Lo comparto con ustedes.

Felices nosotros de tener un papá así!





L'uomo a cui la natura si piegherà

Stranne premonizione dentro me,
brividi di mistero, che cos'è?
impressioni affiorti, anima
un presagio sospesso, realità.

Innefabili segni in torno a te,
vaghi presentimenti, ma per chè
un profumo di vento alita
una forza che cresce magica
e che arriva che avanza che bussa cuà
l'uomo a cui la natura si piegherà
e che arriva che viene che bussa cuá
l'uomo che'l destino spezzerà.

Extrañas premoniciones en mi interior,
escalofríos misteriosos, qué cosa es?
impresiones que afloran, mi alma,
un presagio suspendido; realidad.

Inefables señales en torno a ti,
vagos presentimientos, pero por qué,
exhala un perfume de viento,
una fuerza que crece mágica,
y que llega y que avanza y que llama acá;
el hombre al que la natura se doblará.
Y que llega y que viene y que llama acá;
el hombre que el destino romperá.



Qué hermosa definición, el hombre que el destino destrozará! Precisamente, Don Bosco rompió el natural destino horrible de cárcel, corrupción y muerte que tenían los muchachitos que buscó y recogió en el Oratorio, les cambió la vida, les inventó un futuro con el cual ni podrían soñar con la decisión de convertirse en Padre de todos ellos. Y es cierto, todo lo que parecía imposible, Don Bosco lo lograba. Su vida puede resumirse en un constante logro de metas imposibles. Qué hombre maravilloso tenemos como Padre!


agosto 14, 2009

Querido Padre Perucchi

Hace dos días partió de la mano de nuestra Auxiliadora uno de los salesianos más amados en el Perú. P. Giovanni Perucchi, sdb, nuestro querido padre Juan Perucchi.

Es imposible no sentir nostalgia y ternura al recordar la dulzura paternal con que el Padre Perucchi siempre nos acogió a las niñas y jovencitas del colegio en el sacramento de la Reconciliación.

Con cuanto ahínco siguió trabajando, aún después de sus 80 años, como el incansable y prolífero pastor que siempre fue: grupos de jóvenes, escuelas de padres, orientación a parejas, catequesis de niños, etc. Todos los grupos, sin excepción, acogíamos su mensaje, expuesto siempre con sencillez y delicadeza tales que nos hacían vislumbrar "el trocito de Paraíso" del cual siempre nos habló Don Bosco.

Ahora está en ese Paraíso, del cual tanto nos hablaba al referirnos pasajes escogidos de la vida de Don Bosco.

Gracias Padre Perucchi, por dejarlo todo y venir al Perú a hacernos tanto bien!

Gracias por haber sido siempre un Padre cariñoso para todos nosotros.

agosto 11, 2009

"Mi carne es verdadera comida"

El querido padre José María nos envía su mensaje y sugerencia homilética para esta semana:

La Eucaristía es el don del mismo Dios para que el hombre tenga todas las posibilidades abiertas para llegar a feliz término de su misión-vocación: ser como Dios, es decir, ser dador-estimulador de vida según cada etapa y circunstancia de su vida a fin de que sus hermanos encuentren al camino de vida y salvación que les corresponde como el adecuado para cada uno de ellos en cada situación de la propia vida.

Es evidente, para cualquier persona un poco profunda, que ésta es una vocación que excede a nuestra naturaleza simplemente física-psicológica humana. Dios tenía pensado que la persona humana creada por Él iba a ser alguien de su Familia y, juntos, trabajarían en todo, de modo que ella lograría su fin sin problemas porque Dios, el artista que le creó, estaba directamente implicado en ello, pero es necesario, por la propia naturaleza de la persona humana, que ésta tomara sus propias decisiones de colaborar o no con quien le había creado y le llamaba. Esta decisión, es verdad, ponía en riesgo su vida, pero también le daba la gran posibilidad de vivir su vida auto-superándose por el mismo poder de Dios asumido por ella como recibido con gratitud y propio suyo por haberlo asumido.

Dios nunca no dejó solos: se hizo uno de nosotros para enseñarnos a caminar, desde nuestra naturaleza, en esta vocación-misión y se hizo nuestro alimento-fuerza espiritual, integradora de todas nuestras energías humanas, para que pudiéramos ser Comunidad que vive en la Comunión Trinitaria y que se entrega al estilo de su Maestro, hasta dar la propia vida en obleción y alimento que supera lo que naturalmente seríamos capaces de hacer, que es mucho y muy bueno.

En la Eucaristía somos invitados a hacernos uno con Cristo y nosotros, con nuestro "Amén", aceptamos hacerlo historia en el hoy y aquí de cada día.

Dios nos bendice, abrámonos al don de su vida más allá de todo miedo o limitación.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domènech SDB


"Mi carne es verdadera comida"

Las palabras de Jesús no son digeribles para los que no tienen el conocimiento que da el alimento de sabiduría propio del Espíritu Santo, de quien Pablo nos invita a llenarnos.

Jesús nos habla de compartir su vida como Él comparte la del Padre, que le ha enviado.

Cristo comparte al comunicar su propia intimidad, ofreciendo llevarte a que, a nivel creciente, asumas su Vida, como Él, viviendo la Vida de su Padre, ha asumido la tuya en conocimiento, amor e identificación con tus infinitas posibilidades, más allá de tus límites y errores.

¿Dónde está la base de la sabiduría humana? ¿En las conclusiones de nuestra limitada experiencia? ¿En las cambiantes, y a veces deshonestas, ideologías? ¿En las teorías, tantas veces contradictorias, que dicen interpretar la realidad? ¿En la supuesta ‘conciencia del Universo’? ¿Cuántas guerras absurdas y necias, como lo son todas, han alimentado nuestras ‘sabidurías’?

La verdadera sabiduría alimenta la vida, la acogida y la entrega propia para el bien de todos

La persona humana, sedienta de amor y vida, busca constantemente construir ambientes de actitudes que permitan el crecimiento de la vida en el amor. Ésa es su naturaleza verdadera, desgraciadamente pervertida por el pecado, que muchas veces estructura relaciones perversas que generan dinámicas sociales degeneradoras que amenazan el futuro humano.

Jesús, lleno de la sabiduría del Espíritu de Dios, no se sometió a ello, sino al Amor dador de Vida de su Padre, que es don continuo. Así Él mismo se hizo oblación que alimenta.

Nuestra vida madura si nos dejamos alimentar por la misma persona de Jesucristo. Él es Pan de Vida para la vida de todos, sin discriminación alguna. El único que no se alimentará de Él es quien le niegue como único dador de Vida Plena. Quien tenga otros dioses, no entenderá ni al Padre de Cristo, ni a Éste, ni al don de su propia persona como Pan de Vida Eterna.

El Espíritu de Dios es Espíritu de Comunión para la Vida Eterna de toda persona humana

La existencia humana solo tiene sentido en la comunión; por eso todos la soñamos y la buscamos en las continuamente renovadas relaciones personales, familiares y sociales.

El Espíritu es garantía de comunión porque es don de Amor para la vida, antítesis de todo egoísmo, individualismo y soberbia, actitudes que crean soledad, destrucción y muerte.

Cristo Jesús nos da su propia existencia personal: física, espiritual y divina para nuestra Vida

La vida que Dios nos da no es para dominarnos, sino para enriquecernos con su propia Vida y Sabiduría, a la que no tenemos acceso si no es por el don de su Espíritu, sin el cual toda sabiduría humana se vuelve estupidez malsana, perjudicial y suicida. Basta remitirnos a los abusos apoyados e incrementados por cualquier afán de poder, siempre existente, también hoy.

Lo que Dios desea de nosotros es que lleguemos a la plenitud de la felicidad que viene de Él por el don de su vida en oblación de Amor; pero esto es imposible si no aceptamos al Padre libremente como Cristo y en Cristo, Pan de Vida Eterna para toda persona humana.

No comulgar con Cristo es colaborar con la destrucción de la dignidad humana. Suicidio.

María nos pide vivir abiertos al Espíritu y alimentarnos, como hijos, con el Hijo-Pan.

P. José Mª Domènech Corominas, SDB


CICLO B – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XX


Pr. 9, 1-6: "La sabiduría se ha construido su palacio... y hace preparar la mesa. Después envía sirvientes para que griten desde los lugares más altos de la ciudad: «Que vengan los simples... a comer de mi pan, a beber de mis vinos. Dejen la ignorancia y vivirán, y avanzarán por el camino del conocimiento»."

Salmo 33: "Prueben y verán qué bueno es el Señor"

Ef. 5, 15, 20:
"¡Fíjense cómo viven! No sean como los que no saben lo que hacen, sino como gente sensata, que sabe sacar el bien del presente, pues los tiempos que vivimos son malos... preocúpense de entender lo que el Señor desea de Ustedes. Déjense llenar por el Espíritu Santo. Exhórtense unos a otros... en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor."

Jn. 6, 51-58: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo... Se lo digo con toda la verdad: si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes... Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. Quien come de mi carne y bebe de mi sangre, habita en Mí y Yo en él. A Mí me ha enviado mi Padre, que vive, y Yo vivo por el Padre; de igual modo, los que me coman, vivirán por Mí... vivirán para siempre."



agosto 04, 2009

El Pan de Vida

Esta semana también tenemos el mensaje y la sugerencia homilética de nuestro querido Padre José María:

No es raro encontrarse en las Comunidades Cristianas personas decepcionadas y cansadas de esforzarse, como algunos dicen, para nada... La injusticia no solo sigue adelante, sino que hasta que parece que tenga más fuerza y hasta algunos cristianos, sin excluir consagrados, perticipan de ella, aunque lo nieguen, algunos, con sus palabras en predicaciones o catequesis. Pero lo que vale no son las palabras, sino las realidades concretas con las que nos comprometemos y su el dinero y el poder es más importante que las personas, ¿cuál es el verdadero evangelio en el que creen? ¿cuál es la verdad en la que creen? ¿cuál la vida que transmiten? ¿No son más bien agentes diabólicos de muerte?

Duras y agresivas preguntas... Pero creo que, de un modo u otro, todos las hemos escuchado con dolor y perplejidad.

Es difícil centrar la vida en el bien de las personas desde la verdad de cada una de ellas. Sí es difícil y duro, pues cada una tiene sus misterios e sus ilusiones, que solo Dios conoce y respeta, aunque no siempre apoye.

Con el alimento de su Palabra nos orienta y corrige; con el alimento de su propio cuerpo entregado y de sangre derramada nos fortalece para que seamos capaces de luchar mucho más con nosotros mismos, antes que tratando de corregir a otros o cambiar el mundo... Nos invita a comer de Él para poder ser como Él y llenar de vida el mundo, con el don continuo de nuestra propia vida como lo hizo nuestro Maestro, el único Maestro de Vida y Vida eterna.

Que Dios nos bendiga y fortalezca nuestro esfuerzo de fidelidad a Él en la Fe y docilidad constante al Espíritu que nos santifica.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domênech SDB


El Pan de Vida


Elías, cansado de tanta persecución, cae en profunda depresión. Tiene experiencia personal de que Dios sí es fiel, pero ¿para qué luchar tanto, dónde está su fidelidad si los poderosos se mofan de todo y todos acabando con la vida y la verdad? Algunos preguntan: al fin ¿a dónde van tantos esfuerzos? ¿Dónde está la justicia de Dios en todo lo que vivimos? ¿No es la reflexión de muchos sufrientes ante tanta inmisericordia de muchos que viven como poderosos, grandes o pequeños, en todos los campos en los que se ejerce el poder más que el servicio evangélico, también, por desgracia, en la Iglesia? En tu vida ¿qué es lo más importante: tú o los demás?

Pablo nos llama a perseverar en el Amor que el Padre nos confía para el mundo. Sí, para este mundo tan abusivo y muchas veces agresivo en pensamientos, palabras y hasta en obras, que machaca a los demás para conseguir, en medio de muchas e ingeniosas teorías, intereses individuales o de grupo, sin importarle ni la verdad ni el bien. ¡Cuánta mentira y muerte para el poder!

La verdad o mentira de toda propuesta no depende de una opinión sino de la realidad en sí con sus frutos. Lo mejor es aprender a escuchar al Señor y acoger lo que Él nos propone, aunque muchas veces nos moleste porque no encaja con nuestra ‘sabia’ y ‘segura’ opinión (soberbia) que todo lo juzga y califica, aunque ni conozca bien ni viva con seriedad su compromiso.

¿Cómo caminar a una meta que parece imposible sin el alimento adecuado para este camino?

Construir en el mundo el Reino de Dios es sueño iluso para muchos y locura para otros.

Jesús soportó esta agria crítica, sin paliativos. Los ‘garantes’ de la Voluntad de Dios, pero que estaban acostumbrados a ‘manejarla’, le dieron una respuesta aplastante. Él se mantuvo.

Nuestra tarea no es más fácil que la de Elías o la de Jesús, por esto el Dios de la Vida nos da el alimento adecuado para poder recorrer el largo y conflictivo camino de la Historia de Salvación que nosotros debemos vivir desde la Fe en nuestro Padre fiel que resucitó a Jesús.

El camino no es solo humano, si la meta es el Reino, nuestro camino es también divino

Nuestra historia es una tarea en la que todos somos responsables de nuestras decisiones. Esta responsabilidad es grave, pues nada es indiferente: como el alimento puede enriquecer o perjudicar al organismo, también nuestras actitudes y decisiones. Todos merecen respeto y que les ofrezcamos lo que necesitan para madurar y crecer en dignidad y calidad de vida interior.

Ser fieles a esta misión que Dios nos ha confiado es un esfuerzo humano y un don divino. Dios nos entrega su parte en la consagración del bautismo y la confirmación. Pongamos nuestro esfuerzo personal. No nos cerremos en nosotros mismos: es muerte para nosotros y para todos.

Solo Dios es el alimento adecuado para lo que se nos está proponiendo: se hijos de Dios aquí

La vocación de ser hijo de Dios pide un alimento divino y un concreto esfuerzo humano para ser, como Dios, dadores de vida en toda circunstancia. Nada fácil, pero grande: ¡ser santo!

Dios se nos da como alimento, pero debemos acogerlo, asimilarlo y hacerlo vida para que el mundo tenga vida y en abundancia, al pasar la vida de Dios a ellos a través de nosotros.

Pidamos a María ansiar alimentarnos de Jesús para tener la fuerza de ser fieles al Padre.


P. José Mª Domènech Corominas, SDB


CICLO B – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XIX


1R. 19, 4-8: "Elías caminó durante un día por el desierto... y... oró así: «¡Basta, Señor! Toma la vida... que no soy mejor que mis padres, también muertos»... El ángel del Señor lo tocó... y dijo: «Levántate y come, que te queda un largo camino por recorrer» Él comió y bebió... caminó... hasta que llegó a Horeb, la montaña de Dios."

Salmo 33: "Prueben y verán qué bueno es el Señor"

Ef. 4, 30-5, 2:
"No entristezcan al Espíritu Santo con el que Dios los ha marcado para el día de la redención final. Lejos de ustedes... todo tipo de maldad... perdónense tal como Dios les ha perdonado en Cristo Jesús. Como hijos amados de Dios que son, imiten a su Padre... como Cristo nos amó y se entregó por nosotros ofreciéndose a Dios..."

Jn. 6, 41-51: "Los judíos murmuraban de Jesús... Jesús les dijo: «No murmuren... Nadie puede venir a Mí si no le atrae el Padre que me ha enviado... quienes creen tienen vida eterna. Yo soy el pan que da la vida... para que no muera nadie de los que lo comen. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien coma de este pan, vivirá para siempre... El pan que Yo daré es mi carne, para que dé vida al mundo»."

agosto 01, 2009

El Pan que da Vida

A continuación, el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre Josemaría nos ha preparado para esta semana:

Muchas veces aparecen artículos por los malos hábitos alimenticios de la población de uno u otro lugar. Unos tienen mucho, pero comen 'basura' (comida llamada 'chatarra'); otros tienen apenas algo y no ingieren lo necesario o por la cantidad o por la calidad... Eso siempre y solo se refiere a la comida física, pero, neciamente, nadie de nuestros gobernantes, ni a nivel local ni a nivel mundial, se preocupa de la calidad de alimento espiritual de la persona humana.

Si nos alimentamos con 'basura' nuestra salud se irá deteriorando. Si nuestro espíritu no se alimenta de espíritu, sensatez, serenidad, paz, humildad, comunión, perdón, vida nueva, acogida, alegría... no esperemos que nuestra cultura sea sena y se encuentren soluciones a los inevitables conflictos que sobrevienen a nuestras personas, familias, comunidades, sociedades, naciones.

Muchos conflictos nacen de los venenos que introducimos en nuestros corazones.

No queremos abrirnos a Dios, le tenemos por enemigo. También a veces los que nos llamamos 'cristianos' lo mantenemos lo más lejos que podemos y eso nos perjudica gravemente.

¡Cuánta pena dan los que viven como 'buena gente', porque lo son, pero no alimentan su Fe adecuadamente, como el Señor nos ofrece y propone! Viven con otras personas y no pueden ofrecer el Don que Dios les confió para que lo compartieran y así enriquecieran nuestro mundo tan desconcertado.

Pablo nos pide que vivamos a profundidad, que nos alimentemos del Señor, para que podamos vivir según sus criterios en un mundo que culturalmente los menosprecia, si no los rechaza, y muchas veces es por la superficialidad de los que nos llamamos cristianos y, peor todavía, de los que somos los ministros dispensadores de estos alimentos para el bien de todos.

Nuestra felicidad y libertad depende de nuestra honestidad con el Dios que nos liberó del poder del pecado y de la muerte. Él nos creó para ser felices, pero no nos puede impoter su Vida, pues toda imposición genera esclavitud y reberdía interior. Somos nosotros quienes debemos optar por Quien ya optó por nosotros, hasta con el cruento don oblativo de su propia vida.

Dios nos bendiga.

Unidos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domènech SDB

N.B. Aprovecho, en primer lugar, para agradecer a todos su cariñosa oración por el eterno descanso de mi hermano Antonio y, en segundo lugar, para felicitar a todos los peruanos por sus FIESTAS PATRIAS: ¡Viva el Perú!



El Pan que da Vida


¿Cuál es nuestro alimento? Nuestro mundo tiene muchos problemas, ¿cuántos tomamos en serio hacia dónde vamos? ¿Nos gusta provocar sufrimiento y angustia? Vivimos distraídos o distanciados de la verdadera realidad y no nos percatamos de las reales dimensiones de lo que acarrean nuestras decisiones. Pablo nos pide que no nos desviemos de la Fe, aunque todo el mundo lo hiciere; si no son los criterios de Jesucristo, no son los nuestros, o no deberían serlo.

¿De dónde vienen tantas protestas y resistencias a lo que el Señor nos invita a vivir desde la Fe? ¿No será que nos cuesta mucho liberarnos de nuestro mundo individualista y racionalista, casi nunca racional desde la verdad y para el bien? Dios es nuestra Providencia, ¿nos fiamos?

¿No nos estamos degradando por atarnos a gustos e intereses individualistas que nos distancian de la sana objetividad y nos van cerrando al Dios que nos ha enviado a su Hijo para que tengamos Vida y la tengamos en abundancia? Pero ¡la Vida no se puede imponer!

La renovación de la mente pasa por una buena alimentación, que la da el Hijo del Hombre

A más egoísmo, más hambre de ser lo que estamos llamados a ser: hijos de Dios.

El pueblo de Israel está de acuerdo con que le liberen, pero no con el precio: su propio esfuerzo y dolor. No hay libertad sin esfuerzo personal, pues la libertad o es personal, no individual, o no puede existir en ningún sitio. La libertad o es solidaria o no es libertad para nadie.

Nuestra cultura individualista, por eso necia, evita el sacrificio y el dolor del esfuerzo, y calla la necesidad de exigencia, renuncia y disciplina; por eso nuestra educación tiene miedos y está desubicada. Las ideologías, cambiantes o caprichosas o, peor todavía, manipuladas o mal intencionadas para conseguir metas ocultas, impiden la sana renovación. Ésta, sea social, cultural o religiosa, exige alimentarse de la verdad objetiva para buscar el bien radical y estable.

No se trata solo de ser buena gente, sino de ser discípulos incondicionales de Jesucristo

Ser buena gente es adecuarse al criterio ‘natural’ o ‘de moda’. Cristo nos pide ser buenos como Dios, superando nuestra debilidad. El Apóstol nos pide criterios profundos, los de Cristo.

El pueblo de Israel es liberado; los que no aceptan el coste, fracasan. Es necesario optar y asumir con esfuerzo todo lo que implica y, para eso, hay que alimentarse cada día de Dios.

La voluntad del Padre es que actuemos con los criterios del Hijo y vivamos de Él en el hoy.

Solo Cristo es el Señor, el Pan de Vida, el Hijo, el Salvador. Nosotros, sus discípulos. Si es nuestro Maestro, sigámoslo con decidida disciplina, pues el esfuerzo constante también duele.

La Fe no es ni acomodo ni tradición familiar, sino que exige compromiso personal-social.

Pidamos a María acoger a su hijo Jesucristo y alimentarnos cotidianamente de Él.


P. José Mª Domènech Corominas, SDB



CICLO B – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XVIII


Ex. 16, 2-4.12-15: "...murmuraron en el desierto contra Moisés y Aarón: «Ojalá hubiéramos muerto en Egipto... Nos han hecho salir a este desierto para... morir de hambre...» El Señor dijo a Moisés: «...Yo les haré llover pan del cielo... Quiero ver si cumplen o no lo que les mando... sabrán que Yo, el Señor, soy su Dios» Aquella tarde llegó una bandada de codornices... y al día siguiente, por la mañana, todo el campamento estaba lleno de... una cosa granulada fina como escarcha... Moisés les dijo: «Esto es el pan que Dios les da como alimento»."

Salmo 77: "El Señor les dio trigo celeste"

Ef. 4, 17.20-24:
"...no vivan como viven los paganos. Ellos se guían por criterios que no sirven... ¿No les han enseñado la verdad sobre Jesucristo?... Desháganse de esta naturaleza caduca... ¡Que se renueve su espíritu y toda su forma de pensar! Revístanse de esta nueva naturaleza que Dios ha creado a imagen suya: lleven una vida verdaderamente justa, buena y santa."

Jn. 6, 24-35: "...«Ustedes no me buscan... sino porque han comido pan en abundancia... trabajen, más bien, por el alimento que... da vida eterna. Este alimento se lo dará el Hijo del Hombre... el Padre lo ha marcado con su sello personal... La obra que Dios quiere es que crean en el que Él ha enviado... Mi Padre sí que les da el pan del cielo... para la vida del mundo... Yo soy el pan que da vida: quienes vienen a Mí no pasarán hambre, quienes creen en Mí no tendrán nunca sed»."