diciembre 28, 2008

La familia de Jesús






LA SAGRADA FAMILIA

La familia que venera al Señor, y por tanto le obedece, forja en los hijos un corazón sereno y sensato de hijo que sabe escuchar, venerar, obedecer, agradecer y respetar a todos enriqueciendo, con su presencia y servicio, el ambiente en el que se encuentra.

La actitud constante de “escuchar” la palabra de Dios, muy propia de María y José y que tan bien asimiló Jesús, es la mejor para aprender a vivir sirviendo a Dios en toda circunstancia con paz, como María, José y Jesús. Una familia en la que Dios lo es todo: ¡era de casa!, siempre escuchado, consultado y obedecido en todo: ¡por eso era una familia profundamente feliz!

Podrán haber problemas en la vida, pero éstos nunca aplastarán a los que sirven a Dios.

1. Vivir en Dios es el criterio de una buena familia.-

La experiencia de la disciplina familiar, que es la que forma el interior de las personas, marca para toda la vida. El hecho de que en ella la presencia de Dios sea continua y serena, como es la verdadera presencia de Dios, da a los hijos una fuerza interior y una base de criterio que jamás se desvanece, sean como sean las circunstancias posteriores de su vida.

El quehacer fundamental y único de los padres es educar en esta presencia, pues ella da al hijo los criterios básicos para todas las decisiones en las inevitables crisis futuras. Educarlos como hijos de Dios, es la base de toda la paz y la serenidad necesaria para enfrentar el futuro.

2. A nosotros se nos invita a crecer en respeto y obediencia a Dios para el bien de todos.-

El sabio hace notar todos los beneficios, presentes y futuros, que trae la serena y responsable obediencia y el respeto a toda persona, sobre todo a los padres y más si son ancianos.

Y el salmo alaba al que sigue los caminos del Señor: caminos de obediente servicio, que supone mucha humilde objetividad, sencillez en las relaciones y respeto por todo y por todos.

María y José fueron para Jesús modelos acabados de estas actitudes, por eso fueron personas maduras, queridas y significativas en su ambiente y le enseñaron a Jesús a ser una persona para los demás que viviera siempre en la verdad para poder hacer el bien a todos, necesitaran lo que necesitaran.

Siempre atentos al querer de Dios, ofrecen a su hijo, porque lo reconocen hijo de Dios, por tradición religiosa y por experiencia personal: su hijo pertenece a Dios y hacia Él deben enseñarle a caminar en toda circunstancia, por eso vivirán siempre en la presencia de Dios.

3. En la familia, la identidad de cada uno es fruto de la entrega suya y de los demás, sin magias.-

La realidad humana siempre ha sido exquisita y profundamente respetada por Dios, su creador. En la familia humana el desarrollo de la vida de los hijos está muy ligado al ambiente que le crea el hogar: sus relaciones y el tipo de disciplina que la familia vive. Lo que se forma con corazón y esfuerzo sobrevive a las tempestades que vendrán, sin duda, después y, a parte del hijo, los responsables son los padres y demás miembros de la propia familia.

María enseñe a unos, a formar en el Señor y hacia Él y, a otros, a acoger en obediencia.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE NAVIDAD – DOMINGO I
LA SAGRADA FAMILIA

Sir. 3, 2-6.12-14: "En los hijos el Señor hace el elogio del padre y sentencia a favor de la madre. Quien honra al padre expía sus pecados, quien honra a la madre gana un tesoro... ... cuando ore, Dios le escuchará... Hijo mío, acoge a tu padre en la ancianidad... Dios no olvidará la piedad que tienes con tu padre. "

Salmo 127: "Felices los fieles del Señor que siguen sus caminos"

Col. 3, 12-21:
"Tengan los sentimientos que corresponden a los escogidos de Dios... sentimientos de compasión, bondad, humildad, serenidad, paciencia; sopórtense unos a otros... perdónense. El Señor les ha perdonado... ámense, que el amor todo lo une y perfecciona... Que la Palabra de Cristo resida entre ustedes con toda su riqueza..."

Lc. 2, 22-40: "...los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor... Cuando cumplieron todo lo que ordena la ley, se regresaron a Galilea, a su pueblo de Nazaret. El muchacho crecía y se hacía fuerte, era sereno y sensato y vivía en la presencia de Dios, lleno de su gracia."

Imagen tomada del site culturageneral.net - Murillo: la sagrada familia del pajarito


diciembre 25, 2008

Nació Jesús!


Hace 2008 años nació nuestro Dios, nuestro Salvador. Felices nosotros!

Les anunciamos, hermanos,
una buena noticia,
una gran alegría para todo el pueblo.
Escúchenla con corazón gozoso:
Nació Jesús, Dios eterno,
hijo del eterno Padre
y hombre verdadero,
llamado Mesías y Cristo,
que es el Salvador
que los hombres esperaban

Tomado de El Pan del Alma

NATIVIDAD DEL SEÑOR

Son muchas las religiones en el mundo y se esfuerzan por encontrar a Dios. Son muchas las tentativas que los hombres han hecho para encontrar el camino de la felicidad, de la eterna juventud y de una vida personal y social en paz.

Mucha buena voluntad, pero de efímeros resultados y decepcionante duración.

Muchas veces pensamos que el dios resolutor de problemas y proporcionador de solu-ciones y seguridad es una falla. Y no nos equivocamos: no existe, ¡nos lo hemos inventado!

¿Cuál es la verdad? ¿Dónde están los verdaderos caminos de la paz?

Y se sigue ensayando. Nos hablan de la Globalización, de la “New Age”, de la
Fraternidad Universal. Se nos dice que la culpa de las desavenencias la tienen las religiones establecidas con su Dios único, con doctrinas estables y moral fija pues no se adaptan a las “nuevas realidades y necesidades”. Las mismas religiones están en conflicto entre ellas mismas: o rechazan o cuestionan o desprecian a las demás concepciones religiosas.

El cristianismo bien vivido –puesto que es vida, más que religión, aunque se exprese en formas religiosas– no busca a Dios, sino que le acoge con sencilla y dócil humildad, como María, pues ha sido el Dios amoroso quien nos visitó y nos invitó a aceptarle en nuestra propia vida como a Padre Providente, Hijo Salvador y Espíritu Santificador, Comunión Trinitaria, a la que nos invita a unirnos con los derechos propios de sus hijos. Dios nos lo ha dicho de múltiples formas y desde hace mucho tiempo, pero ¿quién le escucha, acoge y hace caso?

El cristiano es la voz del mensajero que anuncia a la humanidad la Buena Noticia del Dios que nos viene a salvar y que nos trae la Paz. Sí, con mayúscula, la Paz de Dios, la que anida en el propio interior del hombre, la que Dios nos ofreció gozar desde que nos creó en el seno materno al unirse el óvulo y el espermatozoide. ¡Por eso todos deseamos ser felices!

Dios viene a nosotros para salvarnos de toda opresión... su propuesta de Vida Nueva nos fue comunicada no por un mensajero u oráculo o un sueño o en iluminadas intuiciones o convicciones vitales... sino por el Hijo, el mismo Hijo Único de Dios que comprometió su vida hasta la entrega total y definitiva a nuestro favor.

Él es el Señor del Universo, el modelo acabado de persona humana, por Él nos han ve-nido todos los beneficios de Vida Eterna y de Gracia constante para que se hagan parte de nuestra historia y cultura la constante relación amical con Dios, Padre de todos sin excepción.

Pablo fue claro: “para mí vivir es Cristo” (Flp. 1, 21), es decir, solo en Cristo tiene sentido mi vida. Acogerle todos los días en mi vida y en toda persona que nos rodea es adelantar la eternidad, hacerla historia concreta en el hoy de cada cultura llenándola de la alegría de Dios.

La vida humana será verdaderamente tal, como Dios la quiere, es decir, llena de la Vida de Dios, si Dios está realmente presente en ella, si la Palabra es su maestra de vida cotidiana, si los pobres la encuentran educativamente cercana, para eso todos debemos vivir con responsable regularidad la celebración eucarística y la reconciliación.

Jesús es Palabra viva de Dios, aprendamos de María a estar atentos y acoger su presencia en nosotros haciendola vida. María nos pide que hagamos todos los días lo que Él nos diga. Pidámosle que nos enseñe a vivir en esta actitud siempre: así todos los días serán Navidad.

P. José María Doménech Corominas, sdb

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

Is. 52, 7-10: "¡Qué alegría sentir en las montañas los pasos del que anuncia la paz y nos trae la Buena Nueva, que nos anuncia la salvación... escucha qué exclamaciones de gozo: ven cara a cara cómo el Señor vuelve a Sión..."

Salmo 97: "De un extremo al otro de la tierra todos han visto la salvación de nuestro Dios."

Hb. 1, 1-6:
"En diversas ocasiones y de muchos modos, Dios antiguamente había hablado a nuestros padres por boca de los profetas, pero ahora, en estos días,... nos ha hablado a nosotros en la persona del Hijo... «Que se postren ante Él todos los ángeles de Dios.»"

Jn. 1, 1-18: "Al principio existía quien era la Palabra... Existía quien es la Luz verdadera... estaba presente al mundo, pero el mundo no la reconoció... Quien es la Palabra se hizo hombre y puso su tienda entre nosotros y hemos contemplado su gloria... A Dios nadie jamás le ha visto, el Dios Hijo único, quien está en el seno del Padre, es quien nos lo ha revelado."

Imagen coloreada por las niñas de la Casa Santa Ana - Cañete, Perú.

diciembre 24, 2008

Nochebuena!



Hoy nos quedaremos en vela hasta muy tarde, esperando con la familia el nacimiento del Niño Dios. Disfrutando de nuestra fiesta, la fiesta de Navidad!

Las oraciones de Nochebuena y sugerencia homilética del P. José María siguen más abajo. Primero, les dejo un tema que, no es precisamente un villancico, pero desde hace muchos años es el obligado para nuestra fiesta navideña. Quién no ha festejado estas fiestas con alegría, al ritmo de los maestros Colón y Lavoe?

Felicitémonos! Celebremos! Ha nacido Jesús! Viva nuestra fiesta!



(Video publicado en youtube por marin2377)
Fotografía: archivo del blog


Bendición del Nacimiento en familia

Toda la familia se encuentra reunida ante el nacimiento, a medianoche.

Papá: Oh Padre, recibo en mi corazón a Jesús. A Él entrego mis hijos para que crezcan a su imagen y semejanza. Como padre me comprometo a imitar las virtudes de San José, de tal manera que sea esposo fiel, amoroso y padre ejemplar de mis hijos.

Todos: Amén.

Mamá: Oh Padre, acojo en mi casa con toda ternura a tu Hijo. En Él veo a mis hijos, te los entrego. Como madre me comprometo a imitar las virtudes de María a fin de que sea esposa fiel y amorosa y madre ejemplar de mis hijos.

Todos: Amén.

Papá: Bendice, Señor, este misterio que representa el nacimiento de tu Hijo divino.

Todos: Que Cristo reine en nuestro hogar! Que dejemos el pecado! Que aumente la gracia en nuestras almas! Que se acreciente nuestra caridad hacia el prójimo! En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Bendición de la cena de Navidad

Papá: Te agradecemos, Señor, por la unión de nuestra familia, representada en esta cena. Que el compartir fortalezca el amor y la unidad entre nosotros y con todos los hombres. ¡Ven, Señor Jesús!

Todos: ¡Ven, Señor Jesús!
Tomado de El Pan del Alma

Natividad del Señor - Nochebuena

En muchas circunstancias el Señor se ha dado y se da a conocer a lo largo de la historia para que reconozcamos su Voluntad.

Esta Voluntad, a veces, nos da miedo por lo que nos puede pedir, pero Él nos invita a no tener miedo, pues, como nos recuerda san Pablo, el plan de Dios es nuestra salvación.

Si acogemos la Voluntad de Dios con corazón abierto, nuestras tinieblas poco a poco se van aclarando. Dios no abandona jamás, pero es necesario fiarse de Él, aunque cueste o duela.

La fiesta de Navidad es la fiesta del cariño de Dios y de la confianza del hombre.

Después de todo se lo merece, pues ya nos lo dio todo. No estamos ante promesas todavía vacías o sin garantía, sino ante realidades concretas y eficientes.

Dios se hace niño para mostrarnos la libertad del Amor. Nos pide que lo acojamos como niños porque, si no lo hacemos así, no entraremos en el Reino de los cielos ni viviremos en su Paz ni nos dejaremos animar por su Espíritu y su alegría y paz no será la nuestra.

Hoy nos ha nacido el Salvador. ¿Qué haremos con la oportunidad de Vida Nueva que nos ofrece? Él es nuestra Luz, nuestra Paz, nuestro Consejero... ¡el Mesías, el Señor! Se nos pide una respuesta. El ángel se la planteó a los pastores al anunciarles el nacimiento del niño-Salvador. ¿Cómo podría ser el Salvador un pobre niño envuelto en pañales en una cabaña?

Nos toca decidir. Los pastores escucharon, creyeron, fueron, vieron, proclamaron y glorificaron a Dios y ¿nosotros? ¿Qué actitud vamos a asumir? No decidirnos es declarar que es mucho riesgo y que no vale la pena arriesgar tanto simplemente por el Señor.

El Niño de la Ciudad de David aporta una novedad sustancial: ¡hace nuevas todas las cosas! El Amor de Dios, eterna juventud, da nuevo sentido a todo, le da Vida Nueva, abre horizontes de Justicia veraz y de Paz interior que supera todos los tratados, le permite al hombre la libertad de asumir la vida tan plenamente que sea capaz de entregarla buscando el bien de los que le rodean, aun cuando dar la vida traiga consigo, como de hecho sucede, dolor.

La navidad, en la gran familia humana, hijos todos de Dios, es la fiesta del don del Amor en la alegría para la Paz y la Vida Nueva. A ella están llamados todos los hombres sin excepción, de cualquier sexo, tiempo, lugar, situación social y económica, realidad cultural... Precisamente para eso Jesús entrega su vida sin restricciones y durante toda la historia, en todo lugar y situación, en cada Eucaristía, Reconciliación y, en general, en cada sacramento.

La navidad es una fiesta que beneficia a toda la humanidad, aunque, sin duda, solo los cristianos tenemos la gran responsabilidad de entender la profundidad de sus alcances.

La navidad nos pide aprendamos a vivir y ofrecer con más humildad la presencia de Dios en la historia. Él no pretende imponerse, pero tampoco se esconde ni desea quedar ignorado.

Conocerlo, valorarlo y amarlo es un derecho de todos los hombres. Por esto, es un deber grave de todos los cristianos profundizar vitalmente estos misterios para saberlos presentar, desde el testimonio de la propia vida, a todos los que nos rodean en todas partes.

Pidamos a la Madre de Jesús, nuestra Maestra de acogida, sencillez y compromiso responsable, que nos enseñe a vivir en la valentía de ofrecer al Señor nuestra vida con sencillez, humildad y apertura a los dones de Dios para que todos puedan conocer la Salvación de Dios.

P. José María Doménech Corominas, sdb

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR (Nochebuena)

Is. 9, 1-3.5-6: "El pueblo que avanzaba entre tinieblas ha visto una gran luz... les has llenado de una alegría inmensa... «Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado... Consejero-prodigioso, Dios-héroe, Padre-por-siempre, Príncipe-de-la-paz.»"

Salmo 95: "¡Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor!"

Tt. 2, 11-14:
""Se ha revelado el Amor de Dios que quiere salvar a todos los hombres y nos enseña... para que vivamos en este mundo una vida de sobriedad , justicia y piedad mientras esperamos... que se manifieste la gloria de Jesucristo... Él se entregó por nosotros..."

Lc. 2, 1-14: "«No tengan miedo. Les anuncio una noticia que traerá una gran alegría a todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor...» «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.»"

diciembre 23, 2008

Gracias Padre Juan

Ha partido al cielo un sacerdote muy querido. En Lima, todos hemos conocido su obra, sus largos años de incesante trabajo para beneficiar a los niños. Y a través de un canal de TV, tuvimos el regalo de las misas en quechua que el Padre Juan celebraba con ese estilo paternal tan suyo.

Gracias a Dios por haber tenido en nuestra tierra a este hombre bueno. La ciudad lo llora pero, entre lágrimas, eleva su aplauso en gratitud a la labor de este sacerdote santo.

Cientos de personas acuden a velatorio del padre Juan Serpa

Velan restos mortales de padre Juan Serpa Meneses





diciembre 20, 2008

Navidad 2008 - María


Hoy encendemos las cuatro velitas de nuestra Corona de Adviento. La oración dice así:

Al encender estas cuatro velas, en el último domingo,
pensamos en ella, la Virgen,
tu Madre y nuestra Madre.
Nadie te esperó con más ansia,
con más ternura,
con más amor.
Nadie te recibió con más alegría.
Te sembraste en ella
com el grano de trigo se siembra en el surco.
En sus brazos encontraste la cuna más hermosa.
También nosotros queremos prepararnos así:
en la fe, en el amor y en el trabajo de cada día.
¡Ven pronto, Señor; ven a salvarnos!

Tomado de El Pan del Alma

María

Adviento es tiempo de acogida del Señor que llega con su plan de salvación. Desear sinceramente es mucho, pero no basta, es necesario abrir el corazón, quitar lo que nos separa de la Voluntad de Dios, que es el bien de los últimos que nos rodean.

La actitud religiosa de David es buena, pero, sobre todo, se trata de buscar la Voluntad de Dios, de vivir a su disposición y estar dispuestos a colaborar en el plan de Dios: Él nos garantiza el bien en todo, si lo acogemos incondicional y desinteresadamente. Las consecuencias, inevitables, nos llenarán de felicidad estable: nos sentiremos bien y estaremos contentos con nosotros mismos por lo logrado, aunque no tengamos éxitos desde los criterios humanos.

Así podremos cantar toda la vida, con el salmista, las misericordias del Señor: tenemos razones de sobra. Nada se compara a la paz interior y al gozo de sentir que mi vida tiene sentido.

Dios habita en medio de nosotros y, si le dejamos, construye nuestra historia

El Señor está vitalmente comprometido con nosotros, nos desea lo mejor y para ello tiene sus planes: darnos su propia vida, en cada Eucaristía, en los Sacramentos, en su Palabra, en su comunidad cristiana, en los hermanos que nos aman y sirven, aun sin que se lo pidamos.

El Señor está con nosotros: nos ha construido una casa para que la habitemos con nuestros hermanos y seamos felices viviendo en la Voluntad de vida y paz del Padre de todos.

A nosotros se nos pide solo acogida, aceptación, apertura, escucha, atención

Así como a María Dios le pide acogida para hacer de su vida un camino por el que el Amor de Dios llegue a sus hermanos, así nos lo pide a cada hombre, varón o mujer, pobre o rico, con muchos o pocos conocimientos, con poder o sin él, con dominio hábil o torpe de su propio cuerpo y ambiente, con o sin prestigio. Dios sólo nos necesita dóciles, no necesita nada más para cumplir sus promesas y hacer maravillas en cada hombre de buena voluntad.

María fue el templo vivo del Dios viviente y ésta es nuestra vocación en la historia hoy.

María dijo que sí, así, sencilla y abiertamente, sin condiciones y consciente de sus límites, que podrían entorpecer el cumplimiento de sus planes de Dios, al menos eso era lo que ella creía antes de que Dios le aclarara la realidad: para Dios no hay imposibles... ¡¡¡Ninguno!!!

El resultado de la disponibilidad está en la vida que se desarrolla y madura en los hermanos

El éxito de nuestra vida y de nuestro pueblo está en que le dejemos libertad a Dios. Cuantas más cortapisas y condiciones le pongamos a Dios, más limitamos nuestra madurez y el sentido de la vida en muchos. ¿Para qué fracasar si el éxito lo tenemos asegurado?

Pidamos a María humildad para escuchar y acoger a Dios y ponernos a su disposición.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO IV

2S. 7, 1-5.8b-11.16: "David... dijo al profeta Natán: «Mira, yo vivo en un palacio de cedro, mientras el Arca del Señor está en una tienda»... Natán... recibió la respuesta del Señor: «Dile a David... El Señor te anuncia... será Él quien te hará grande y el Señor edificará para ti una casa real... yo te daré un descendiente que saldrá de tus entrañas... consolidaré su reino. Yo le seré padre y él será para Mí un hijo. Tu descendencia será perpetua ante Mí y tu trono se mantendrá para siempre»."

Salmo 88: "Cantaré eternamente las misericordias del Señor"

Rm. 16, 25-27:
"Sea glorificado aquel que tiene el poder de manteneros en la Buena Noticia que les anuncio... revelación del Plan de Dios... que ha sido puesto a disposición de todos los pueblos para que sean obedientes a la Fe. Dios es el único lleno de sabiduría. A Él gloria eternamente por Jesucristo. Amén"

Lc. 1,26-38: "Dios envió al ángel Gabriel... «Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo». María quedó perpleja... «No temas, María,... Tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús... El Señor... le dará el trono de David, su padre,... y su reino no tendrá fin». María preguntó al ángel: «¿Cómo puede ser esto...» El ángel respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti... por eso el fruto que nacerá se llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel... porque para Dios no hay nada imposible» María respondió: «Soy la esclava del Señor: que se haga en mí según tu palabra»..."

diciembre 18, 2008

El Tamborilero

A menos de una semana para la Navidad, preparemos el clima de fiesta con la música característica de estas fechas.

Creo que una canción muy especial para quienes hablamos español es El Tamborilero. Y, en opinión de muchos, nadie lo ha interpretado mejor que Raphael. Con sus peculiar performance, el cantante logra emocionarnos y llevarnos a la reflexión: qué le llevo yo al Niño Jesús?

Les dejo esta versión del youtube, publicada por anoviedo; Especial de TV por el Año Nuevo de 1970.





diciembre 14, 2008

Navidad 2008 - Domingo III Adviento


Encendamos hoy la tercera velita de nuestra Corona de Adviento, mientras rezamos con la familia la siguiente oración:

En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
"¡El Señor llega!
Preparen sus caminos
porque ya se acerca.
Adornen sus almas
como una novia se engalana
el día de su boda".
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz,
sino el que nos anuncia la luz.
Al encender estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes.
¡Ven, Señor, ven a salvarnos,
envuélvenos en tu luz,
caliéntanos en tu amor!

Tomado de El Pan del Alma

Adviento - Domingo III

El tiempo de Adviento, es el tiempo de la atención a la salvación que llega, a la luz que se nos manifiesta, a la gracia que se nos ofrece para que la vivamos y seamos sus testigos.

La grandeza de Juan está en su honestidad, de la que participará en un grado mucho mayor el mismo Jesús, el consagrado por Dios para salvar a los marginados por toda esclavitud, sobre todo interior. Viviremos en la paz del Amor de Dios si vivimos en su verdad, como Juan.

La felicidad y la alegría a la que nos invita Pablo no nace de que las cosas nos vayan a nuestra entera satisfacción. No. ¡El hombre, varón o mujer, vale mucho más que esto! Su valor está en sí mismo, en su verdad, que Dios conoce y respeta perfectamente: ¿mis perspectivas y decisiones coinciden con lo que soy y valgo según la presencia de Dios? ¿Sé escoger?

Dios nos envía como mensajeros de la libertad iluminada por la verdad

El Bautista es testigo de la Luz que llega; él no se la apropia, solo la señala entre nosotros.

Es curioso cómo presenta el cuarto evangelio la figura de Juan, el Bautista: un hombre, a secas. Nada se nos dice de su origen o condición social. Él mismo sabe que no es “importante”: no es el Mesías, ni Elías, ni siquiera es el Profeta que todos esperan.

Se muestra como “voz que grita en el desierto: allanen el camino al Señor”. Se nos dice que Dios lo envía como “testigo de la luz” capaz de despertar la Fe y contagiar luz y vida.

Nosotros seremos testigos solo desde la serena alegría de vivir el cotidiano en la paz de Dios

Dios no nos pide prestigio sino confianza en su fidelidad, como lo vivieron Juan, Jesús y tantos santos en la historia del mundo. Se nos pide mantenernos en la paz y alegría del Señor, a través de la oración y continua acción de gracias, para saber discernir lo bueno y dejar en las manos del Señor el éxito de nuestra vida... ¡Nos podemos fiar de Él, nos remarca el Apóstol!

El testigo de la Luz no habla mucho, pero es fuerte voz viva. Vive algo en forma inconfundible. Con su vivir comunica lo que a él le hace vivir. No dice cosas sobre Dios, pero contagia al Dios que vive. No enseña una doctrina, pero cuestiona, en el diario vivir, el propio creer.

La vida del testigo atrae y despierta interés: es un canto de alabanza gozosa y de esperanza comprometida. No condena. Contagia confianza en Dios, libera de miedos.
Abre siempre caminos nuevos sin darse de innovador. Es como el Bautista: allana el camino al Señor de la Vida.

Él no nos llama a buscar el éxito, sino a llenar el mundo de una Vida Nueva, sin cadenas

El mundo actual se va convirtiendo en un desierto. El testigo revela que algo sabe de Dios y de su amor, algo sabe de la fuente del gozo y de cómo se calma la sed de felicidad que hay en los desiertos de cada ser humano. La vida está llena de testigos, creyentes sencillos, humildes y de conocida solidaridad; personas entrañablemente buenas que viven en la verdad y el amor. Ellos nos abren el camino hacia Dios, silencioso grito de Fe, Esperanza, Caridad y confianza.

Pidamos a María nos enseñe a ser testigos de la Luz para la vida y la alegría de todos.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO III

Is. 61, 1-2a.10-11: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido, me ha enviado a llevar la Buena Noticia a los marginados... a proclamar a los cautivos la libertad ... a proclamar el año de gracia del Señor... El Señor hará germinar el bienestar y la gloria delante de todos los pueblos "

Salmo 46: "Mi alma glorifica al Señor, mi Dios"

1Ts. 5,16-24:
"Hermanos, vivan siempre contentos, no se cansen de rezar, den gracias en toda ocasión. Eso es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No apaguen el Espíritu... Examínenlo todo y quédense con lo que encuentren que es bueno... Que el mismo Dios, el Dios de la paz les haga santos en todo y a todos les guarde irreprensibles... Dios que les llama, es digno de toda confianza..."

Jn. 1, 6-8.19-28: "Dios envió a un hombre que se llamaba Juan... vino a dar testimonio de la Luz... Le preguntaron: «¿Quién eres tú?»... «Yo no soy el Mesías»... «¿Quién eres, entonces?»... «Soy la voz del que grita en el desierto...»... «¿Por qué bautizas...?»... «Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien, al que ustedes no conocen, que viene detrás de mí y yo no soy digno de desatarle la correa del calzado»..."


Imagen tomada de
http://www.parroquiasannicolas.com.ar/images/adviento/corona3.jpg

diciembre 06, 2008

Navidad 2008 - Domingo II Adviento


Encendamos hoy la segunda velita nuestra Corona de Adviento, rezando en familia la siguiente oración:

Los profetas mantenían encendida
la esperanza de Israel.
Nosotros encendemos estas dos velas.
El viejo tronco está rebrotando,
florece el desierto...
La humanidad entera se estremece
porque Dios
se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de nosotros, Señor,
te abra su vida
para que brotes,
para que florezcas,
para que nazcas.
Y mantengas encendida la esperanza
en nuestro corazón.
¡Ven pronto Señor!
¡Ven Salvador!

Tomado de El Pan del Alma

Adviento - Domingo II

Éste es un tiempo en el que se nos invita a confiar: Dios es el Dios del consuelo que quiere que todos se salven, que conozcan su amor, que no busca tanto justicia vindicativa, sino conversión del corazón.

¡Qué grandeza la de su amor y qué fiel debería ser nuestro esfuerzo de abrirnos a Él!

Podemos pedirle con confianza ver hecha realidad en nuestra vida su salvación, pero, para esto, es necesario que Dios sea para nosotros el que merece toda nuestra fe y obediencia.

Dios desea lo mejor para todos

El Señor le hace decir al profeta palabras de consuelo a su pueblo... la ruina por sus pecados lo tenía desmoralizado. El Señor nos permite gustar ciertos dolores o para ayudarnos a entender lo que de buenos modos y advertencias no entendemos o para invitarnos a colaborar con Él en la salvación de los hermanos.

En la carta de Pedro notamos que éste responde a un desconcierto de la comunidad: es-peraban una patente y definitiva acción salvífica de Dios, pero no llegaba, esto hacía más dura la situación e inexplicable su dolor: los ánimos y perseverancia de muchos se debilitaban cada día... Pedro aclara que Dios no tarda en cumplir sus promesas, debemos tener más paciencia. Dios desea que todos se salven y se decidan a la conversión, por eso espera y “tarda”...

Nosotros necesitamos su cercanía y comprensión

Dios nos comprende, pero nosotros debemos comprenderle y fiarnos de Él, si queremos aprender a ser libres. La conversión es una decisión que pide el convencimiento personal de que es bueno lo que se está proponiendo, aunque cueste asumirlo. Nada se improvisa.

La paciencia de Dios es infinita porque su justicia es inapelable. Las decisiones del hombre, al fin de cuentas, son las que definen la propia vida y no se juega con la eternidad.

Pedro nos invita a confiar y a ser perseverantes en el esfuerzo de acercarnos cada día mejor y más profundamente a este Dios de consuelo, paciencia y cercanía amorosa.

Él nos da la Vida Nueva y nosotros nuestra confianza complaciente

Nuestro mundo nos engaña con sus brillos llamativos, pero caducos; con sus gustos placenteros, pero efímeros y de recuerdo amargo; con sus poderes y posesiones vacíos de vida y plenitud. No nos dejemos aturdir por lo fácil y rápido, que deja vacía el alma.

El salmo nos invita a pedir al Señor que nos haga gustar su amor y nos llene de su salvación. Él nos anuncia la paz, pero necesita que nos fiemos de Él y esperemos activamente su manifestación siendo nosotros expresión clara de su paz, bondad, justicia, amor y fidelidad.

Juan Bautista es modelo de hombre libre y disponible; sin ataduras; abierto a quien le necesite. Centrado en el que viene después de él, a quien reconoce como totalmente superior.

Pidamos a María atención, fe y disponibilidad, como la de ella, a los planes del Señor.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO II

Is. 40, 1-5.9-11: "«...consuelen a mi pueblo... hablen amorosamente a Jerusalén... ha sido perdonada su culpa... Abran en el desierto una ruta al Señor... aparecerá la gloria del Señor y la verán todos al mismo tiempo. La boca del Señor lo ha dicho» ¡Sube a una montaña muy alta, mensajero que anuncias a Sión la Buena Noticia! ¡...grita fuerte, grita fuerte, no tengas miedo!...: «¡Aquí tienen a su Dios! El Señor llega con poder..."

Salmo 84: "Señor, muéstranos tu amor y danos tu salvación."

2P. 3,8-14:
"Para el Señor es lo mismo un día que mil años... Dios no tarda en cumplir sus promesas... es paciente con Uds. porque no quiere que nadie se pierda... Pero el día del Señor vendrá; llegará inesperadamente como un ladrón... preocúpense de que les encuentre en paz, inmaculados e irreprensibles."

Mc. 1, 1-8: "«Yo envío delante de mí a mi mensajero para que le prepare el camino... Abran una ruta al Señor, aplánenle el camino» ...Juan comenzó a bautizar en el desierto. Predicaba un bautismo de conversión... Predicaba así: «Después de mí viene quien es más poderoso que yo, tan poderoso que no soy digno de desatarle la correa de su calzado. Yo les bautizo con agua; Él les bautizará con el Espíritu Santo»."




diciembre 01, 2008

Oremos por Bombay

La última Newsletter de las FMA informa con preocupación sobre los ataques terroristas en Bombay desde el pasado miércoles 26. Oremos por esta ciudad.


... "más de 100 terroristas atacaron el famoso Hotel Taj junto a la famosa Gateway of India frente al Mar Arábigo. (...) Por TV se han mostrado escenas de terror, se ha prendido fuego al hotel donde los bomberos y la policía intentan apagar las llamas y evacuar la zona. Algunos extranjeros han quedado como rehenes de los terroristas.

Al mismo tiempo otros grupos de terroristas están (...) en otros 10 lugares de la ciudad, entre los cuales un gran hospital, el Cama Hospital. Las autoridades municipales han ordenado el cierre de todas las escuelas y las facultades universitarias porque en diversas partes de la ciudad han explotado varias bombas. Hay muertos y heridos en distintos lugares y la TV invita a todos a no salir de casa porque dicen que puede haber riesgo de otras explosiones.

Hasta ahora los muertos son unos cien, y más de doscientos los heridos. (...) En la ciudad reina el terror. En el aeropuerto varios vuelos internacionales y del país han sido cancelados para hoy. Hasta este momento nuestras comunidades están seguras; la Virgen nos protege. Rezad por nosotras y por nuestra ciudad".