Nuestra. Más que nunca. Así es para nosotros hoy Laurita, la niña beata a la que tantas niñas sudamericanas se encomiendan diariamente, para que las proteja de todo mal.
La semana pasada El Mercurio de Chile publicó los resultados de una investigación "secreta" que había sido encargada a Carabineros por las religiosas salesianas argentinas y chilenas:
La investigación, de carácter secreto, demoró más de un año desde que se enviaron las pruebas de Argentina -proporcionadas por el Centro de Espiritualidad Salesiana- hasta que Carabineros despachó el informe confidencial a las religiosas trasandinas.
En el informe pericial de Carabineros que determinó que el rostro actual de la beata Laura Vicuña no es el que se conocía participaron María Benavente Aninat (antropóloga forense y asesora criminalística), Gonzalo Garín Brito (dibujante retratista), Víctor Olavarría Sepúlveda (jefe del Laboratorio de Propiedad Intelectual) y Gustavo Darcha Andrade (jefe del Departamento Criminalístico).
En Chile, la tarea estuvo coordinada por un miembro de la Fundación Laura Vicuña.
Texto completo en: El Mercurio: Verdadero rostro de Laura Vicuña
Esta noticia nos debe llenar de alegría! En un corazón alegre no caben mezquindades de reclamos por ligerezas, errores, o alusiones a discriminaciones posibles. No!
Laurita es nuestra, con su pelito negro grueso y seguramente rebelde, con sus ojitos rasgados, brillantes, profundos, negros, hermosos. Con su piel tostadita como cualquier otra niña de nuestra familia o de la cuadra. Como las niñitas de nuestras naciones de acá del Sur.
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