Hace un año, se fue al cielo Sor Margarita Vargas FMA, la monjita dulce y pequeñita que se encargaba, en los últimos años, de asesorar a la Unión de Exalumnas del colegio de Breña.
Recuerdo con especial cariño lo siguiente: cuando fui a contarle que deseaba dejarle mi bouquet de novia a la Auxiliadora de la capilla, Sor Margarita me regaló una tiernísima charla, muy amena y familiar, en la que se sucedieron recomendaciones para mi nueva vida, preguntas tipo detective, y comentarios e historias aleccionadoras sobre "una chica que conozco", "una sobrina", "una exalumna muy querida", etc.
Me preguntó, con auténtico y maternal interés, si una amiga mía se había casado ya por religioso, pues la amable hermanita sentía que se había tomado mucha atribución al autorizarle que subiera su bouquet del civil al altar de la Auxiliadora, cuando aún no se había casado "ante Dios". La preocupación iba más porque "el esposo" no quisiera "unirse en el sacramento", y en serio Sor Margarita demostraba no poca angustia. Cuando le conté que mi amiga viajó semanas después de su boda civil a celebrar la religiosa en España, a pedido de su esposo español, Sor Margarita se tranquilizó y se alegró sinceramente, y más al conocer los detalles de la linda historia de amor de mi amiga y comprobar la especial bendición de la Virgen sobre la nueva familia.
Me permito compartir este pasaje para recordar a una religiosa que, pese a las limitaciones que por edad y salud tuvo, se tomó muy en serio su misión de orientadora de aquéllas que ya habíamos dejado el colegio, que necesitamos maternales consejos para enfrentar tantos retos que pone la vida.
Recordemos con mucho cariño y oración a Sor Margarita, que hizo su tránsito al cielo de la mano de nuestra Madre, que vino a buscarla el 31 de mayo del 2006, en la fiesta de la Visitación.
Recuerdo con especial cariño lo siguiente: cuando fui a contarle que deseaba dejarle mi bouquet de novia a la Auxiliadora de la capilla, Sor Margarita me regaló una tiernísima charla, muy amena y familiar, en la que se sucedieron recomendaciones para mi nueva vida, preguntas tipo detective, y comentarios e historias aleccionadoras sobre "una chica que conozco", "una sobrina", "una exalumna muy querida", etc.
Me preguntó, con auténtico y maternal interés, si una amiga mía se había casado ya por religioso, pues la amable hermanita sentía que se había tomado mucha atribución al autorizarle que subiera su bouquet del civil al altar de la Auxiliadora, cuando aún no se había casado "ante Dios". La preocupación iba más porque "el esposo" no quisiera "unirse en el sacramento", y en serio Sor Margarita demostraba no poca angustia. Cuando le conté que mi amiga viajó semanas después de su boda civil a celebrar la religiosa en España, a pedido de su esposo español, Sor Margarita se tranquilizó y se alegró sinceramente, y más al conocer los detalles de la linda historia de amor de mi amiga y comprobar la especial bendición de la Virgen sobre la nueva familia.
Me permito compartir este pasaje para recordar a una religiosa que, pese a las limitaciones que por edad y salud tuvo, se tomó muy en serio su misión de orientadora de aquéllas que ya habíamos dejado el colegio, que necesitamos maternales consejos para enfrentar tantos retos que pone la vida.
Recordemos con mucho cariño y oración a Sor Margarita, que hizo su tránsito al cielo de la mano de nuestra Madre, que vino a buscarla el 31 de mayo del 2006, en la fiesta de la Visitación.
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