octubre 18, 2008

Cristiano y ciudadano

Nuestro papá Don Bosco nos enseñó que debíamos ser buenos cristianos y honestos ciudadanos. He puesto ese título a la sugerencia homilética del querido padre José María, basada en la cita evangélica "..al César lo que es del César". Oremos porque nuestros gobernantes actúen teniendo como premisa que son responsables de vidas humanas.

Cristiano y ciudadano

Todo hombre de buena voluntad es instrumento de la justicia de Dios y si busca el bien de los que le rodean será capaz de percatarse de cómo desarrollar su servicio. Su buena voluntad se conoce no por sus cualidades sino por su apertura a la verdad y al bien.

Pablo se alegra de que la comunidad de Tesalónica camine en la presencia de Dios y trabaje por vivir y comunicar su Fe con la fuerza de su caridad, que cada día es más fuerte y firme estando siempre abiertos a la Voluntad de Dios.

Dios nos llama a cada uno para cosas maravillosas, pero no basta, es indispensable vivir con honestidad nuestra apertura a la verdad. Nosotros decidimos el camino y futuro de nuestra vida, lo demás son circunstancias o consecuencias que nos retan. Nuestra decisión es la que da o no gloria a Dios.

Nacimos para servir al estilo de Dios

La realidad política no es ajena, ni puede serlo, de la responsabilidad cristiana.

Ningún hombre, varón o mujer, de buena voluntad puede inhibirse de su responsabilidad ciudadana. No nacimos para vegetar, para simplemente estar en este mundo y usufructuar de él. Ninguna persona humana está capacitada de gozar del mundo sin construirlo y comprometerse, es ley de naturaleza humana que no rige para los animales, ellos están en un engranaje y cumplen ahí su válido papel. Nosotros asumimos responsabilidades de cocreación, construcción de un orden, que nos hace gravemente responsables: ¿damos futuro de vida o de muerte?

Nadie se escapa de esta tarea. El que no la asume se siente inútil, porque nacimos para servir a la vida. ¡Cuánta más profunda es la vida que servimos, más satisfechos nos sentimos!

La gloria de Dios está en que seamos capaces de llenar de vida a los hermanos

La confianza que Dios nos tiene se expresa en crearnos, en ofrecernos su vida y en confiarnos la vida de nuestros hermanos. Sabe que nos ha hecho bien, que ha puesto a nuestra disposición toda la riqueza de su Amor, en la infinita sed que nuestra alma tiene de bondad, de bien, de verdad y de amor limpio y sencillo... Por eso nos fascinan los niños. El éxito es posible.

Dios está feliz cuando desarrollamos, al servir a los hermanos, todo lo bueno que tenemos escondido, como semilla, en nuestro interior. La gloria del artista está en que se puedan descubrir todas las riquezas de su obra. En la creación solo hay una gran obra de arte: la persona humana: ella da sentido a todo lo creado. Por eso Dios se hizo hombre: para garantizar...

Lo que hagamos nos compromete: toda actitud de nuestra vida debe respetar nuestra identidad

Somos creyentes y glorificamos a Dios solo cuando vivimos como tales. ¡Fuera los intereses egoístas o escondidos. Lo único importante es que cada cosa esté, de verdad, en su lugar.

La Fe nos exige que los bienes temporales sean adecuadamente cuidados y respetados para que cumplan con los fines que les corresponden, sin desproporciones atrofiantes.

Pablo felicita a su comunidad por su fidelidad a Jesús. Jesús exige a los que le preguntan la honestidad de poner cada cosa en su lugar: la verdad en la mente, la sinceridad en el corazón, la piedad en la vida y la justicia, con Dios y con los hombres, en cada una de nuestras relaciones.

Pidamos a María vivir en este mundo como nos lo pide Jesús con sencilla y veraz justicia.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXIX

Is. 45, 1.4-6: "El Señor condujo de la mano a Ciro, su ungido, para que someta a los pueblos... El Señor le dice: «Por amor a Jacob, mi siervo; a Israel, mi elegido, te llamo por tu nombre y te doy un título lleno de honra, y eso que no me conoces... Yo soy el Señor y no hay otro."

Salmo 95: "Den al Señor la gloria y el honor"

1Ts. 1, 1-5b:
"[...] Siempre damos gracias a Dios y oramos por todos ustedes Nos acordamos... de cómo trabajan por propagar la Fe, cómo su caridad no se cansa de hacer el bien y su esperanza de soportar las adversidades... Tenemos la certeza de que el Señor les ha elegido..."

Mt. 22, 15-21: "Los fariseos planearon ponerle una trampa a Jesús... le preguntaron: «Maestro... ¿es lícito o no, pagar el tributo al César?» Jesús se dio cuenta de la malicia y les dijo: «...Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»."

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