julio 29, 2010

Todo pasa; sólo Dios es eterno

Un saludo especial al Padre Domènech por Fiestas Patrias y una oración para acompañarlo en estos días de Ejercicios Espirituales que tendrá en La Plata.

A continuación, algunas palabras que nos envía y luego su comentario para las lecturas de este domingo 1º de agosto.


Antes de introducir las sugerencias homiléticas permítanme una palabra importante.

Me van a "perdonar", mis hermanos argentinos, por la felicitación sentida que quiero dirigir a mis hermanos peruanos por sus fiestas patrias. Hermanos todos e hijos queridos algunos.

Sé que mis hermanos argentinos sienten que no necesitan perdonar nada; pues una persona que se dejó plasmar por una comunidad humana como la peruana, está absolutamente lista para dejarse enriquecer por esta fecunda comunidad argentina, a la que Cristo, por sus misteriosos caminos de gracia, me ha enviado.

¡HERMANOS PERUANOS, FELICES FIESTAS PATRIAS PARA TODOS Y TODAS!

Estar en Argentina no me quita el corazón peruano que Uds. me estamparon. Como digo, a veces, aquí: soy peruano, nacido, a mucha honra, en Barcelona y ahora transplantado, para riqueza mía, a Argentina. Ahora los argentinos me están dando su vida y cultura, pero 43 años de Perú no se borran jamás.

Gracias por todo el amor que me han dado, así como se lo agradezco a los argentinos, pues la vida compartida plasma a las personas. Así sucedió en el Perú, y sucederá, y así sucede en Argentina.

Les deseo que este 28 y 29 sean días de oración y reflexión para darnos cuenta de cuánto estamos dando a la Patria que nos fue cuna, forja, palestra y, tal vez, nos será tumba, pero siempre será para todos una invitación y un reto permanente, sobre todo para los cristianos, como nos lo decían en el programa la "Hora Salesiana", en Piura, el sábado 24 a las 9 de la mañana.

¿Qué nos regala la Palabra estos domingos?

Casi podríamos resumirlo en una sola cosa:

CENTREN SU VIDA EN CRISTO Y HAGAN DE LA VOLUNTAD DE DIOS, POR LA FE, EL CENTRO DE SU EXISTENCIA . QUE ÉL SEA LA VERDADERA RIQUEZA DE CADA UNA Y DE CADA UNO DE NOSOTROS Y LA VIDA TENDRÁ SENTIDO DE PLENITUD EN EL GOZO, LA FAMILIA, UNIDAD Y ALEGRÍA COMPARTIDA Y LA PATRIA, FUTURO Y ESPERANZA EN LA PAZ Y LA JUSTICIA.

Para Dios somos lo más importante, séalo Él también, y, mucho más, para nosotros.

Cuando los problemas nos nublan la vida, abandonémonos en la oración confiada, como se nos invitaba el domingo pasado, porque el Señor es nuestro refugio, Él fue el que nos eligió como pueblo muy amado, por la Fe elijámoslo nosotros a Él. No temamos; descarguemos en Él todas nuestras negruras, dispuestos a seguir caminando detrás de Él, poniendo nuestros pequeños pies en sus pisadas, aunque a veces éstas estén transitando por un duro Calvario.

¡¡¡Nunca olvidemos que después, infaliblemente, viene la resurrección y la salvación para muchos que tal vez no conozcamos, pero ellos nos lo agradecerán por toda la eternidad!!!

Dios siempre juega a nuestro favor, ¡no lo dudemos, no lo dudemos jamás!

Siempre a nuestro favor... siempre, Siempre, SIEMPRE...

El futuro es maravilloso, aunque ahora hayan muchas cosas que nos parezcan... un desastre...

El sol está detrás de la tempestad; la resurrección más allá de la tumba...

Somos el Pueblo de Dios; estamos en las manos de este Dios, que es Padre-Providente y Él, incansable, desde toda la eternidad, NOS AMA PERSONALMENTE.

Dios les bendiga.

Undos en oración con María, nuestro Auxilio:

P. José Mª Domènech SDB

Todo pasa; sólo Dios es eterno

La atracción por los bienes materiales, y las ventajas de bienestar que traen consigo, de algún modo, a todos nos atraen y a más de uno seduce. ¿Quién no ha sentido su “canto de sirena”? Algunos quedan totalmente aturdidos, aun cuando la realidad muchas veces les despierta con una fuerte bofetada y les lleva a sufrir la triste experiencia de la decepción.

La muerte es el gran despertador de la vida: ¡todo es provisorio! Si no te has enfocado bien, ¿para qué y para quién trabajaste tanto? Algunos responden, ‘para los hijos’. ¡Ya! ¡Cuántos hijos se pierden en su inmadurez ante la herencia! ¿Cuántas descendencias hasta entran en ‘guerra’, sorda o clamorosa, por su estúpida codicia pensando en la herencia y sus ‘ventajas’?

¿Dónde tenemos puesta nuestra vida y nuestros más profundos y reales afectos? ¿Dónde está nuestro corazón? No hablen las palabras, veamos los hechos, desvelos e intereses.

Jesús nos dice la palabra clave: ¡¡¡Vigilen!!! No se dejen aturdir. Edúquense a la templanza y al trabajo real buscando el Bien Común. Solo Dios nos puede proteger de la necedad de la codicia, asesina de la trascendencia, que trata las riquezas como lo más importante.

La mirada centrada en el ahora y el aquí, y la codicia, desvirtúa todo esfuerzo y nos desalienta

Quien sólo mira la vida desde la muerte, sin trascendencia, se ve empujado a vivirlo todo como irrespetuosamente pasajero y al fin se pregunta, en el fondo del propio ser,: ¡¿para qué tanto esfuerzo?; ¿a dónde va a parar lo que juzgamos tan valioso, si la muerte se lo engulle?!

Vivir así no entusiasma a nadie y lleva al hundimiento de la vida. Pero Dios responde.

El Apóstol nos pide centrar la atención en lo único importante: el Dios de la Vida y su Cristo

Pablo nos invita a levantar la mirada: ¡no nos quedemos en lo valioso de la tierra, pues por muy valioso que sea, se queda aquí! Es verdad, la muerte no respeta lo que se queda aquí.

Por el Bautismo aceptamos a Dios como lo que es, ¡nuestro Padre!; vivamos como lo que somos, sus hijos: al estilo de Cristo, con los criterios de Cristo; poniendo en la Voluntad del Padre, que es nuestra Vida y Felicidad Eternas, todo nuestro interés. ¡Saldremos todos ganado!

Esto es “vivir como resucitados”: dar un nuevo sentido a nuestra vida, tener una nueva mirada, una nueva dimensión. Eso significa vivir como “hombres, varones o mujeres, nuevos”.

La riqueza es como el estiércol; éste es útil para lo propio, pero no para que le demos la vida

¿Es malo el dinero, el poder, el prestigio, el placer sano, las riquezas? No, en absoluto, siempre y cuando no se desfigure ni su sentido ni su importancia y no nos sometamos a ellos.

Jesús es claro en su mensaje: no centren su vida en lo que es transitorio y menos en lo que es solo un instrumento para dar vida, estimular el bien de cada persona, de cada realidad, a fin de llevarla a mayores posibilidades según su propia naturaleza. Otra actitud es necedad.

Es injusto e insensato destruir el futuro por desproporcionar, con suma ignorancia, el presente con intereses egoístas o gustos. Los instrumentos son buenos, pero no son fines.

Jesús nos urge: ¡Vigilen: no se dejen atrapar por la codicia, eleven sus criterios!

Pidamos a María vivir los criterios de Cristo: en la libertad de usar todo sin someternos.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO C - TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XVIII

Sí, todo pasa; solo Dios es eterno: lo más sensato es buscarlo a Él y enriquecernos haciendo su Voluntad; sólo eso es Universal y Eterno.


Ecle. 1, 2. 2, 21-23:
"Vanidad y sólo vanidad… todo se desvanece… Después que un hombre se ha esforzado… lo ha de dejar a otro que no se ha hecho nada en absoluto… ¿qué saca el hombre de tanto esfuerzo…?... de noche su corazón no descansa".

Salmo 89: "Señor, Tú has sido nuestro refugio".

Col. 3, 1-5.9-11:
"Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo… no las de la tierra. Ustedes murieron y su vida está escondida en Dios con Cristo… Por tanto hagan morir todo lo que está ligado a la tierra… Ustedes se han desnudado del hombre viejo… y se han revestido del hombre nuevo… Cristo lo es todo y está en todos".

Lc. 12, 13-21: "Uno le dijo a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta la herencia conmigo». Jesús le contestó: «…¡Vigilen! Cuídense de toda codicia, pues… sus bienes no les aseguran la vida» «…Así les pasará a todos los que acumulan riquezas para ellos mismos y no son ricos a los ojos de Dios»."

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