Este domingo 28 empezaremos una nueva temporada de Adviento.
Como cada año, esta vez también prepararemos nuestra Corona de Adviento:
Consta de ramitas verdes entrelazadas formando un círculo, que se vincula con una cinta de color rojo. Se la coloca sobre alguna superficie sólida, tipo plato o fuente, y se superponen 4 velas gruesas.
Significado de la Corona de Adviento:
El círculo simboliza a Dios, porque no tiene principio ni fin.
El color verde es la esperanza por la venida de Cristo al mundo.
El lazo rojo significa el amor que nos une a Jesús como familia.
Las 4 velas son las 4 semanas de Adviento. En ellas conmemoramos los siglos que el Pueblo de Dios esperó la venida del Salvador y nuestro tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús en esta Navidad.
La luz de las velas representa a Jesús, luz del mundo.
Hay varias costumbres y fórmulas que se sugieren para la Corona. El Pan del Alma nos propone oraciones sencillas que nos ayudan a prepararnos para recibir al niño Jesús en nuestros corazones.
En un momento adecuado del día, nos reunimos con la familia y rezamos:
Como cada año, esta vez también prepararemos nuestra Corona de Adviento:
Consta de ramitas verdes entrelazadas formando un círculo, que se vincula con una cinta de color rojo. Se la coloca sobre alguna superficie sólida, tipo plato o fuente, y se superponen 4 velas gruesas.
Significado de la Corona de Adviento:
El círculo simboliza a Dios, porque no tiene principio ni fin.
El color verde es la esperanza por la venida de Cristo al mundo.
El lazo rojo significa el amor que nos une a Jesús como familia.
Las 4 velas son las 4 semanas de Adviento. En ellas conmemoramos los siglos que el Pueblo de Dios esperó la venida del Salvador y nuestro tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús en esta Navidad.
La luz de las velas representa a Jesús, luz del mundo.
Hay varias costumbres y fórmulas que se sugieren para la Corona. El Pan del Alma nos propone oraciones sencillas que nos ayudan a prepararnos para recibir al niño Jesús en nuestros corazones.
En un momento adecuado del día, nos reunimos con la familia y rezamos:
Oración para el I domingo de Adviento:
Encendemos, Señor, esta luz,
como quien enciende su lámpara para salir,
en la noche,
al encuentro del amigo que viene.
En esta primera semana de Adviento
nos levantamos para esperarte preparados
y recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven
y muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes
porque tú nos traes
la luz más clara,
la paz más inmensa
y la alegría más profunda.
¡Ven, Señor Jesús!
Encendemos, Señor, esta luz,
como quien enciende su lámpara para salir,
en la noche,
al encuentro del amigo que viene.
En esta primera semana de Adviento
nos levantamos para esperarte preparados
y recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven
y muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes
porque tú nos traes
la luz más clara,
la paz más inmensa
y la alegría más profunda.
¡Ven, Señor Jesús!
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