abril 02, 2012

Jueves Santo 2012


Tenemos la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este jueves 5 de abril, jueves santo.


JUEVES SANTO

Jueves santo, día del Amor hasta el extremo: dar la propia vida al servicio permanente en bien del discípulo y esto hasta hacerse alimento... ¡No existir para otra cosa que para ser comido y asimilado, según las verdaderas posibilidades y reales necesidades del hermano frágil!

El éxito personal del sacerdote, del cristiano, no debe ser buscado ni exigido, es resultado del trabajo que busca lograr que el otro tenga vida y la tenga en abundancia, y también, como Jesús dice durante la última cena al hablar de su amor, para que la alegría de ustedes sea plena.

Ser cristiano es servir al hermano, como Jesús, siempre en creciente entrega personal

La primera pascua fue celebrada hace unos 3200 años, en Egipto, por un pueblo esclavo que esperaba su liberación y ésta le llegó por su confianza y obediencia al Señor que pasa.

El evangelio de San Juan marca el sentido interior de la Eucaristía: servir para la Vida Nueva: servir a todos, a los últimos y marginados, también si son pecadores. Todos son destinatarios del beneficio del gesto amoroso de libertad suprema, sanadora, sin finalidades ocultas.

Es memorial del Señor que entrega su vida en sacrifico de Amor para la Vida de todos. Su motivación es liberarnos compartiendo el Amor libérrimo del Dios, Comunión Trinitaria.

La entrega sacramental del Señor nos interpela; debemos celebrar la Eucaristía con intención y voluntad de vivir en el Señor los criterios de vida que Él nos ha confiado. No hacerlo así es quedar condenado por la misma Salvación y Vida Nueva que celebramos.

Vivimos la Eucaristía ofreciendo al mundo la Salvación del Amor del Señor entregado

El pueblo de Israel se ciñó a las indicaciones de la celebración pascual para que el Señor no les dejara en la muerte de Egipto. El pueblo cristiano debe valorar el don eucarístico y con Cristo ir a los hermanos para que el mundo pueda conocer y acoger la Salvación de Dios.

Necesitamos abrirnos al Amor del Señor para asumir la Vida Plena que Él nos ofrece en cada Eucaristía.

La Eucaristía, por sí misma, exige serio compromiso con la historia humana. No hacerlo así es como la rebeldía, patente en Pedro y escondida en tantos otros, ante la humilde actitud de servicio del Señor. Eso nos lleva a quedaremos en la pobreza y limitación de criterios de nuestro mundo, con todas las consecuencias: el individualismo y toda su carga de disociación familiar y social; el pensamiento débil y caduco de las ideologías de todo orden, que pretenden imponerse en nuestra cultura, pero que no enriquecen ni a la persona ni a la sociedad y más bien perturban todas las relaciones humanas; el culto a la apariencia, al prestigio, al poder, con toda la desfiguración y manipulación de la conciencia y la corrupción de los valores.

Agradecer a Dios pide entregar la vida que se nos ha confiado para el bien de los demás

Sólo con obras de vida y salvación para todos agradecemos a Dios la Vida y Salvación recibidas en Cristo. A eso nos llama el salmo 115, que el Señor pone en nuestros labios.

El Señor les pide a los apóstoles que repitan el gesto de servicio: que sean instrumento de vida y renovación interior, que acojan a todos, que no juzguen ni condenen a nadie, que construyan comunión al estilo del Padre. Pero para saberlo hacer es necesario que el sacerdote, y todo cristiano, se acerquen al Señor de la vida y aprenda a vivir como Él, ¡con sus criterios!

Pidamos a María nos ayude a vivir cada Eucaristía para llegar a ser Eucaristía cada día.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


SEMANA SANTA - JUEVES SANTO
Antes de inmolarse en la cruz, se entrega como sacramento para la vida de los que creen en Él y desean comprometerse en su Misión


Ex.12, 1-8.11-14:
"...cada familia tome un cordero... macho... sin tara... de un año... con su sangre unten los postes y el dintel de la puerta... comerán de prisa, con las sandalias puestas y el bastón en la mano: ...la pascua del Señor. ...la sangre será la señal... Al verla yo pasaré de largo... Este día sea un memorial... a lo largo de todas las generaciones..."

Salmo 115: "¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?"

1Cor. 11, 23-26:
"...esta tradición... viene del Señor... cada vez que comen de este pan y beben de este cáliz anuncian la muerte del Señor hasta que Él vuelva."

Jn. 13, 1-15: "...Jesús sabía que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre... les demostró hasta qué punto les amaba... «¿Entienden lo que he hecho?... Les he dado ejemplo para que ustedes lo hagan lo mismo que yo hice con ustedes»."





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