marzo 30, 2013

Pascua 2013: "Éste es el día que hizo el Señor"

Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este Domingo de Pascua, 31 de marzo.


Éste es el domingo por antonomasia. Ha tenido cinco semanas de preparación y tendrá más de seis de celebración y reflexión. Es la experiencia más grande para un cristiano. Me atrevería a decir que quien no lo ve como una experiencia vital, comprometedora, grande para él –personalmente– no puede saber qué significa de verdad ser cristiano, es decir, ser de Cristo, de Cristo Resucitado. Tendrá experiencia de ser parte de una religión que se dice la verdadera, pero lo que hace que los que formamos parte de la Comunidad de los discípulos de Jesús –católica por naturaleza– tengamos conciencia que estamos en el camino de la Salvación en la Verdad por el Amor y para el bien de todos, es precisamente la resurrección de Jesucristo, vivida no como algo histórico –que muchos no-creyentes podrán discutir y tomar con sorna– sino como algo que me afecta a mí, personalmente, a mí, que me toca, que me cambia, que me compromete. Sin duda seguiré siendo yo mismo, con mis debilidades y defectos, con los que tendré que seguir batallando, pero Él me enseña a caminar, a levantarme, a entregarme, a darme como Él se dio. Sé que en Él nada es inútil: nada de lo que se pone en las manos de Dios, el Padre bueno de Jesús y nuestro, nada se pierde: ¡Resucitó a Jesús de entre los muertos! ¡¡Dar la vida es el único camino real de vida que tiene el éxito asegurado!!

Es la experiencia que cuenta Pedro a Cornelio; es la experiencia que vive y transmite fogosamente Pablo. Es la experiencia que, en reales sobresaltos y sustos viven las mujeres y los apóstoles, pues en primera instancia no lo creían, a pesar que Jesús se lo había anunciado tres veces y hasta Pedro y Juan habían visto su gloria en el Tabor.

No. No eran un grupo de credulones que quedaron embaucados por las apariencias o historietas... Vieron y, aunque les costó, creyeron.

Dios nos bendiga y nos ayude a ver la presencia maravillosa del Señor en nuestras Comunidades y creer porque, si no es así, estaremos en la religión católica, pero todavía no seremos del todo discípulos de Jesús, verdaderos cristianos.

María no dejó a los apóstoles y discípulos y no nos dejará jamás a nosotros. Confiemos. Es nuestra Auxiliadora.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Domènech SDB

"Éste es el día que hizo el Señor"
La Pascua del Señor es la gran solemnidad, ninguna fiesta cristiana está a su nivel, solo ella da sentido a todas las demás fiestas. Por eso tiene la más larga preparación y celebración.

¡El Señor ha resucitado, como anuncian las Escrituras! Día grande para todos: Día de la nueva humanidad. ¡El hombre ya puede ver a dónde le lleva obedecer al Padre y servir al hermano!

Dios nos llama a vivir como resucitados, dadores de vida. Sólo así el mundo podrá creer.

Dios siempre nos tiene presentes: entregó a su Hijo por Amor, pensando en cada uno de nosotros

Pasó por el mundo haciendo el bien y sanando a los que estaban oprimidos por el mal. Descripción del apóstol Pedro al referirse a Jesús. Toda la vida del Maestro fue un estar atento a la Voluntad del Padre para llenar de vida y alegría a los que le rodeaban, los hijos amados, y así responder a su angustiosa necesidad de liberarse del mal, sea físico, psíquico, moral o religioso.

No hemos nacido para la esclavitud, para ninguna de ellas, pues todas tienen siempre graves repercusiones no sólo personales, sino que marcan y degradan la familia y la sociedad.

La peor esclavitud es la del pecado, pues, por un lado, de algún modo, nos complace y, por otro, siempre nos va degenerando. No darnos cuenta es signo de que estamos en proceso de creciente esclavización. La gracia de Cristo nos llama a reaccionar: al no haber nacido para esto, nos sentimos mal y buscamos una salida. Cuanto más tardamos, más nos enfermamos, más duele.

En el Amor de Dios –Comunión Trinitaria– la Vida tiene la primera y última palabra, no el mal

Vivir en el pecado es darle poder, un poder que no le corresponde y al que no tiene derecho. Es naturaleza propia del mal vivir de la importancia y atención que nosotros le demos: a mayor atención e importancia práctica, mayor poder, pues el mal, en sí, es nada, ausencia de futuro.

Dios nos libera llamándonos a fijarnos sólo en Él, que es Vida y, por eso, resucitó a su Hijo de entre los muertos, y a nosotros nos invita, una vez más, con el don de su Espíritu, a vivir aceptándolo como Padre, como Jesús, el Hijo del hombre, el hombre cabal, en quien se cumple plenamente el Plan del Padre. Hombre libre que vivió, y vive, liberando la vida al dar su Vida.

El pecado es creación del maligno y desea destruir la obra exitosa de la Comunión Creadora-
Salvadora-Santificadora, de Dios: Él nos enriquece con la Providencia de su Gracia.

Quien busca aprender a obedecer al Señor de la vida, tendrá en Él vida y futuro eterno.

Jesús nos llama a vivir libres y felices: como resucitados. Sólo así podemos invitar a otros a creer

Vivir como resucitados es vivir en la sencillez de escuchar siempre al Señor para seguirle.

Este estilo de vida es capaz de renovar el mundo sin hacer ruido, pero con suma eficiencia, como la levadura, como la semilla, capaz de ir más allá y superar todo límite y esclavitud, sobre todo la del pecado: cada generación hace su camino y en cada generación reconocemos los esplendorosos éxitos de Dios, el Padre Providente, el Hijo Fiel y el Espíritu Renovador en Santidad.

Pedimos a María nos ayude a vivir todos los días como resucitados, esparciendo a nuestro alrededor el Perdón y la Paz que Jesús nos confió con su Resurrección: ¡ser generadores de vida!


Padre José María Domènech Corominas, sdb.


PASCUA DE RESURRECCIÓN

El triunfo de la vida en Cristo Jesús nos asegura que nuestra vida tiene sentido permanente y final feliz, si la confiamos al Padre y su Plan

Hch. 10, 34a.37-43:
"...«Ya saben lo que ha pasado últimamente en todo el país de los judíos, comenzando por Galilea... Me refiero a Jesús de Nazaret... pasó por todas partes haciendo el bien y dando la salud a todos los que estaban bajo el dominio del demonio por que Dios estaba con Él... lo mataron colgándolo de una cruz... Pero Dios lo resucitó al tercer día... Él nos ordenó que predicáramos al pueblo... Todos los profetas dan testimonio a su favor... quien cree en Él recibe el perdón de sus
pecados en su nombre»".

Salmo 1171-2.16ab-17.22-23: "Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos en él".

Col. 3, 1-4:
"Ya que Ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios... su vida está oculta con Cristo en Dios... Cuando se manifieste Cristo... Ustedes aparecerán con Él, llenos de gloria".

Jn. 20, 1-9: "El primer día de la semana,... cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena se fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Pedro y del otro discípulo... y les dijo: «Se han llevado... al Señor...» ...salieron corriendo al sepulcro... llegó Simón Pedro..., entró al sepulcro; vio las vendas... y el sudario que había cubierto la cabeza... entró el otro discípulo... vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según las Escrituras, Jesús tenía que resucitar de entre los muertos".



marzo 23, 2013

"Hosanna"

Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este Domingo de Ramos, 24 de marzo.

"Hosanna"

El Señor, en Jerusalén, anticipa su propio triunfo. Él nos pide le confiemos la vida para transformarla. Lo que no le damos no gozará su triunfo, se perderá... ¡Nacimos para darnos!

La vida, en las manos del Señor, adquiere mayor claridad, entusiasmo, mérito: se va forjando la juventud espiritual, optimismo, alegría y plenitud que el Señor nos da ya ahora.

Fácilmente podemos creer que alabamos al Señor haciendo cosas, pero sólo confiándoselo todo, somos honestos al cantar "Hosanna". Vivamos en Él con corazón pacífico y solidario.

La vida cristiana tiene exigencias de entrega real, si queremos ser significativos en la historia

El Señor, Rey pacífico y humilde, para que no nos engañemos ni nos engañen, se nos ofrece como nuestro Maestro y pone en nuestro corazón el ansia de vivir la Verdad de las cosas y de la vida. ¡Cuántas veces vivimos con insatisfacción, a pesar de tener de todo y hasta de más!

Jesús, que supo de privación y violencias, nos enseña a construir la paz en la vida de hoy.

Entregarse es difícil, pero posible: nos lleva a la grandeza de la madurez personal y social

Si le somos dóciles como el profeta, aprenderemos a leer la vida desde la Palabra; Dios nos enseñará a comprender su Voluntad, aun en problemas y dolor: no nos escaparemos; seremos fuertes ante los problemas que trae consigo el Amor de Dios vivido en esta sociedad de prepotencia generadora de muerte.

El Señor hace maravillas aun en la fragilidad, pero es indispensable ponerse en manos de Dios, como Jesús, Siervo siempre obediente, sobre todo, en su pasión.

No importa que en algún momento, o en muchos, de nuestra vida, como Jesús, tengamos que recitar el salmo 21, confiado reclamo cuando sentimos, dolidos, la ausencia de Dios. Esto no nos hace blasfemos, ni renegados, estamos expresando nuestra angustia y nuestro dolor desconcertado. Pero no le quitemos jamás la confianza: ¡Él es de fiar! Sólo así maduramos.

El Señor, a su tiempo, nos pacificará; confiemos, no dejemos de construir la vida, dándola.

Dar la vida para ayudar a todos a madurar: entregarse para desarrollarse y ayudar a ser más

Pablo nos muestra la imagen del verdadero Siervo de Dios, Hijo del Padre, abierto y obediente por el Santo Espíritu, alma del Amor que une al Padre y al Hijo. Son verdadero modelo “sobrenatural-natural” de toda la familia humana: ¡sólo así se construye y renueva la vida!

Figura del amorosísimo Hijo que, identificado plenamente con el Infinito cariño del Padre por su otro hijo, el hombre (de todo tiempo, lugar y condición, sea natural o cultural), se encarna para hacerle sentir-vivir el concreto Amor providente del Padre hacia él. Así el hermano menor podrá volver a casa, a la felicidad de la Vida del Padre, para la que le creó con tanta ilusión.

El Hijo-Hermano hace de todo para que se entienda y viva el amor del Padre. Es su difícil y gran misión. Le llena la misma Vida del Padre: su Espíritu da sentido a su vida.

Misión de Amor, loca pasión por la vida, deseo de ver, en la vida del hermano, fluir la alegría, la paz, la felicidad, la ilusión por la vida que Dios nos ha confiado a todos para todos.

La pasión del Señor pide, más que sentimientos, concreta gratitud, respuesta de amor y compromiso de hacer lo mismo con nuestros propios hermanos, familias y sociedad.

Pidamos a María, que lo vivió tan de cerca, nos lleve a vivirlo honestamente cada día.


Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO C - SEMANA SANTA - DOMINGO DE RAMOS

Dios no dudó hacerse hombre para que el hombre viva como hijo de Dios: fue el camino seguido por Jesús; es el nuestro si queremos el éxito

Lc. 19, 28-40:
"...«...encontrarán un asno... si... les pregunta... respondan: ‘El Señor lo necesita’»... Jesús se acercaba... los discípulos, llenos de alegría,... decían: «Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor... »... Jesús dijo: «...si ellos callan, gritarán las piedras»."

Is. 50, 4-7: "El Señor me ha dado una lengua de discípulo para que con la palabra sepa sostener a los cansados... Él despierta mi oído... como discípulo... y yo no me he resistido... no me tapé el rostro ante los ultrajes... El Señor me ayuda... no quedaré defraudado."

Salmo 21: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

Flp. 2, 6-11:
"Jesucristo... no quiso guardar celosamente su igualdad con Dios: al contrario, se anonadó... apareciendo como hombre... y obedeció hasta la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios le ha exaltado y le dio el Nombre que está por encima de todo nombre..."

Lc. 22, 7.14-23, 56: "...la mano del que me entrega está en la mesa conmigo... Lo arrestaron... y lo metieron en la casa del sumo sacerdote... «Dinos si tú eres el Mesías»... «Yo soy»... «¿Qué falta hacen los testigos?... lo hemos oído de su boca»... y condujeron ante Pilato... lo remitió a Herodes... lo envió de vuelta a Pilato... quería dejar libre a Jesús... «¡Crucifícalo, crucifícalo!»... entregó a Jesús a capricho de ellos... Cuando llegaron al Gólgota... lo crucificaron... Jesús dijo: «Padre, perdónalos, no saben lo que hacen»... «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso»... «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Dicho esto, expiró... El centurión... dijo: «Realmente este hombre era inocente»..."


Papa Francesco, a Torino 2015!

Don Pascual Chávez, Rector Mayor de los Salesianos, ha invitado al Papa Francesco:

"Sería un gran regalo para todos nosotros tenerlo presente un 24 de mayo en Turín, en la Basílica de María Auxiliadora, construida con tanto amor por Don Bosco. Tal vez en el 2015, en que celebramos el segundo centenario de su nacimiento"

Y Papa Francesco dijo "por qué no?"

La Stampa: Papa Francesco a Torino per Don Bosco


"Queridos amigos,

Acabamos de regresar del Vaticano, donde tuvimos el privilegio de conocer al Papa Francisco. Con estas líneas queremos compartir con ustedes la experiencia.

Fue una reunión breve: 15 minutos, pero de gran intensidad, donde entregamos la carta al Santo Padre, que había escrito con motivo de la inauguración de su pontificado y la estatua de María Auxiliadora, la que inmediatamente besó.

Todo lo que hemos visto y vivido desde su primera presentación en la Plaza de San Pedro, la inolvidable noche de su elección, la hemos revivido y experimentado de primera mano: su simpatía atrayente, una gran sencillez, la amabilidad y la capacidad de escuchar.

Él me reconoció y el abrazo con el que me recibió me hizo sentir su gran paternidad. Inmediatamente después, me preguntó por mi salud, porque él me dijo que él había oído que estaba enfermo. También pidió información sobre el final de mi mandato como Rector Mayor.

Le dije que, gracias a Dios, había recuperado la salud hasta el punto de ser capaz de continuar mi servicio, y que en un año terminaré mi cargo como Superior de la Congregación.

Le di las gracias de habernos dado la oportunidad de saludarlo personalmente, y expresó la esperanza, la oración y la cercanía de toda la Familia Salesiana, y en particular la Congregación.

Juntos, hemos mencionado algunos hechos:
1. Cuando en Aparecida Pidió que la beatificación de Ceferino Namuncurá se realizara en Chimpay. "En la Patagonia los salesianos han hecho de todo."
2. Cuando era un estudiante del Colegio Salesiano de Ramos Mejía.
3. Su devoción a María Auxiliadora, expresando en ir a su santuario en Almagro, cada 24 del mes para celebrar la Eucaristía. En este punto, recordó que fue bautizado en el Santuario de María Auxiliadora de Almagro.
4. Hablamos de su afiliación al Club de Fútbol de San Lorenzo.
5. Le presenté al director de la Comunidad en el Vaticano, el padre Sergio Pellini, lo invitamos a visitar la tipografía y la comunidad y dijo que lo haría.
6. Repetí la invitación de venir a Turín el 24 de mayo 2015, en la fiesta de María Auxiliadora, con motivo del bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Su respuesta deja lugar para la esperanza de que esto se pueda lograr: "¿Por qué no?"
7. Por último, el P. Adriano Bregolin le pidió que se mantenga la estatua de María Auxiliadora de los cristianos en su estudio como Auxiliadora y Madre de la Iglesia, y de nuevo dijo: "Lo haré".

Aquí mis queridos hermanos espero que compartan la alegría que hemos experimentado y que sólo quería compartir con ustedes, con la invitación que nos hizo el Papa Francisco a continuar orando por él.

Buena Semana Santa y Feliz Pascua a todos.

Don Pascual
Don Adriano"


Porque el Papa Francesco también es exalumno salesiano, y devoto hijo de María Auxiliadora!

Viva Don Bosco! Viva el Papa Francesco!

marzo 17, 2013

«Vete, no peques más»

Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este quinto domingo de Cuaresma, 17 de marzo.

El de Dios es un corazón que vive dando vida, aun cuando se encuentra con la muerte del pecador y de los que se creen justos. ¡Difícil saber cuál realidad es peor para el futuro! Yo sospecho que la segunda, pues ¿cómo podrá convertirse quien se cree bueno?

Dios lo hace todo nuevo, pero necesita que centremos nuestra vida en Él, pues sus maravillas no se imponen a nadie y quien no pone al Señor en el centro de su vida, lo deja –de algún modo– de lado, ya no le da el tiempo adecuado, pues ¡hay tantísimas urgencias cada día que no hay tiempo para perder! Y, aunque teóricamente no lo aceptemos, muchos casi viven como si Dios les hiciera perder tiempo.

La mujer adúltera no se puso frente a Jesús, como la samaritana no lo buscó, ni el ciego de nacimiento pidió ver, ni Lázaro que le resucitara: fue Jesús quien se acercó y actuó. A veces son las circunstancias: relación de personas que, con buena o mala voluntad, nos ponen en situación propicia para la acción de Dios y Él no pierde tiempo, se nos acerca y actúa de acuerdo a lo que es necesario en este momento... y nosotros, ¿cómo reaccionamos? La mujer aceptó el don del perdón; Pablo aceptó e hizo fructificar la gracia recibida; el profeta nos invita a saber reconocer que Dios está en nuestra vida haciendo cosas nuevas... Y éstas desean germinar en nuestra vida, pueblo, mundo. ¡Vean, gusten la bondad del Señor!

Toda una invitación a no esperar a mañana: hoy es el tiempo... la Salvación llega un año más... ¿La dejaremos pasar?

El domingo de Ramos viviremos cómo el triunfo del Señor se aproxima inexorablemente.

Sí, pasando por el sufrimiento, pero lo que se acerca es el triunfo, no el fracaso; aunque lo que aparece sea un rotundo fracaso. El mismo centurión romano supera el engaño y confiesa la verdad.

Aprendamos, estemos atentos, obedezcamos, no nos rebelemos, no nos resistamos, nos dirá Isaías. Lo mismo, aunque de un modo más vivencial y experiencial, es lo que dice san Pablo en su carta a los cristianos de Filipos. El salmo también lo confiesa desde el dolor inevitable, pues el mal hace temblar el universo y sólo se supera muriendo a la superficialidad humana y aceptando la sabiduría del Amor de Dios, que nos lleva al asombro y a la alabanza pública y constante. El evangelio de Lucas narra un acontecimiento mirado desde la Fe, pero sin ocultar la perplejidad que se despierta ante la necedad humana cuando ésta se cierra sobre sí misma.

La grandeza del hombre solo está en su origen y fin; principio y modelo: Dios, el Padre creador que glorificará a su Hijo absolutamente unido a Él por el Amor obediente.

María, Madre cercana al sufrimiento del hijo, por madre y por creyente, nos ayude a madurar nuestra Fe en una escucha atenta y humilde de la Palabra que nos lleve a la obediencia y al don de la vida para que los hermanos que nos rodean tengan vida y la tengan en abundancia, como es la Voluntad de Dios.

La bendición del Padre nos anima a caminar por este sendero de discípulo atento y fiel, que hace de Cristo Jesús el centro de su vida, el modelo de su amor y el horizonte de su historia.

Unidos en oración con María, la Madre de la Esperanza firme y creativa:

P. José Mª Domènech SDB





«Vete, no peques más»
¿Quién no necesita el perdón? Reconocer que lo necesitamos es saludable y acudir a pedirlo es verdadera obra del Amor de Dios. A veces los caminos de Dios son del todo inauditos e inesperados.

El perdón de Dios es absolutamente comprensivo: basta reconocer, acercarse y querer superar el mal.
Estamos ante una real consecuencia del mensaje del domingo pasado: el perdón de Dios es total y regenerador, pero no sustituye nuestra personal responsabilidad.

Dios hace cosas nuevas: nos renueva el corazón y, con él, renueva nuestros ambientes. No nos cambia el corazón, somos los mismos, con las mismas dificultades, pero nos da su Espíritu y, si lo aceptamos como nuestro guía, el corazón va cambiando sus prioridades; lo que era muy importante, es desplazado; y lo poco atendido, pasa a ser lo prioritario. La acción es suya, pero la decisión es nuestra. Por eso nos premia.

Para el apóstol san Pablo, conocer a Cristo, desde que lo aceptó en su vida, pasó a ser tan vital, que todo lo demás quedó como prescindible –desperdicio–, dice él.

¿Qué importancia tiene Cristo en nuestra vida? Es una pregunta vital, pues de su respuesta real, no la deseada o soñada, dependen todas nuestras actitudes vitales. ¿Cuántas veces deberíamos reconocer que somos personas más o menos religiosas –incluso “católicas”– pero, siendo honestos, no cristianos ¿Cuántos religiosos y sacerdotes podemos decir lo mismo que san Pablo en nuestra relación con Cristo?

Dios hace cosas nuevas. Cada redención es un hijo, una hija, que renueva su relación viva con el Padre

La acción de Dios es siempre constructora de novedad en el corazón y en la sociedad. Su sello, la alegría.

Lo que aplasta y atemoriza, también quita vida, por eso Dios lo destruye para que podamos vivir en paz.

Para Pablo esta relación era tan vital e importante que todo lo demás, ante ella, era secundario

Pablo deja el pasado, con todo lo positivo o negativo que en él vivió, y centra toda su atención en Cristo.

La presencia de Dios siempre es renovadora: es el signo de su Amor y nos lanza a recuperar o hacer madurar la filiación con la que nos creó. Por tanto, si el pasado es peso que no ayuda, no viene de Dios.

El perdón de Dios depende de su corazón paterno-materno que solo desea la recuperación real del hijo

A las primeras comunidades cristianas les costó mucho asimilar esta generosidad tan amplia del Señor.

Jesús no recrimina a la mujer; solo le pide que, en adelante, no peque más: sin concesiones, le pide que no se degrade ni ayude la degradación de otros equivocados. Se creen muy liberados, pero son esclavos.

La salvación de Dios es gratuita, solo nos pide vivir en su presencia, sentirse mirado, amado y renovado.

Pidamos a María nos enseñe a vivir en la presencia del Dios-Amor renovador de la vida y la esperanza.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO C – TIEMPO DE CUARESMA – DOMINGO V

El Amor de Dios nos renueva y llena nuestra vida de Esperanza, Paz y Alegría, pero es necesario acercarnos a Él o dejar que nos acerquen: Él es vida.

Is. 43, 16-21:
"Así habla el Señor, el que abrió un camino a través del mar... el que hizo salir... todo un ejército de hombres aguerridos; ellos... se consumieron como una mecha: «No se acuerden de las cosas pasadas... yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta?... haré brotar aguas en el desierto... para dar de beber a mi pueblo, mi elegido, el que yo me formé para que pregonara mi alabanza»."

Sal. 1251-6: "¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!"

Flp. 3, 8-14:
"Todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por Él he sacrificado todas las cosas, a las que considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo y estar unido a Él... con [la] justicia... que nace de la Fe en Cristo... Así podré conocerlo a Él,... el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos... a fin de llegar... a la resurrección de entre los muertos... Digo solamente esto: olvidándome del camino recorrido, me lanzo hacia delante y corro en dirección a la meta para alcanzar el premio del llamado... que Dios me ha hecho en Cristo Jesús".

Jn. 8, 1-11: "Jesús... Al amanecer, volvió al templo, todo el pueblo acudía a Él... se sentó y comenzó a enseñarles. Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: «Maestro,... Moisés en la ley nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú ¿qué dices?» Decían esto para ponerlo a prueba... Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían, se enderezó y les dijo: «Aquel de Uds. que no tenga pecado, que arroje la primera piedra» E, inclinándose de nuevo, siguió escribiendo... Al oír estas palabras, todos se retiraron... comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer... e, incorporándose, le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?» «Nadie, Señor.», respondió ella. «Yo tampoco te condeno – dijo Jesús–. Vete, no peques más en adelante»."

marzo 02, 2013

"El Señor es bondadoso y compasivo"

Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este tercer domingo de Cuaresma, 3 de marzo.

Este domingo se nos hace notar que Dios confía en nosotros; pero es necesario que cada uno acepte su presencia en nuestra vida: ¡presencia que es sagrada, por eso hay que ‘descalzarse’! Estamos en un lenguaje que utiliza esta figura, tan presente en otras religiones, para hacernos entender que nunca deberemos pretender imponerle al Señor nuestros criterios y formas de ver y vivir. Él es el Señor y nosotros los que hemos recibido de Él la confianza de colaborar en su obra liberadora en la sociedad y en nosotros mismos, pero la obra no es nuestra, sino de Él.

Pablo nos hace notar que son muchos –yo diría todos, según la expresión de Pablo: “todos nuestros padres”– los que han recibido esta confianza del Señor, de una u otra medida, pero no todos se han ‘descalzado’ a la hora de secundar al Señor en su obra y han pretendido –¿deberíamos decir “hemos pretendido”?– imponer criterios y valoraciones a Dios, recibiendo, en respuesta, el silencio o el “quedar en el desierto” de nuestras visiones y ‘poderes’ pobres e infecundos de vida y demasiado achatados por faltarnos visión real de la realidad total, que incluye la dimensión trascendente de la misma. Por eso en el Evangelio se nos invita a convertirnos y Pablo nos pide ‘ser prudentes’, sobre todo si nos creemos ‘sabios’ o ‘fuertes’. La conversión no es para los que juzgamos malos, sino para todos, pues, ante Dios nadie es justo. No se trata de ‘portarse bien’, sino de ‘vivir’ en los criterios de Dios y con su sed de dar vida y llenar a sus hijos de la felicidad que le llena a Él y ¿quién de nosotros vive toda su vida en esta dimensión? ¿Quién de nosotros no necesita rectificar alguna actitud? ¿Quién puede decir con verdad objetiva que en su vida todo está orientado sólo y exclusivamente por Dios?

¡Todos necesitamos convertirnos, escuchar al Señor cada día y vivir en la lucha amorosa de superar toda tentación, interna o externa, que nos invita a prestar más atención a ‘nuestros intereses’, es decir, a nuestro egoísmo!

María nos anima en nuestro esfuerzo y nos auxilia en nuestra lucha por escuchar mejor al Señor.

El Señor nos conceda vivir en su presencia y en la dinámica de su Amor: ¡todos nos lo agradecerán!

Unidos en oración con María hacia una mejor vivencia de la Pascua del Señor:

P. José Mª Domènech SDB

"El Señor es bondadoso y compasivo"

La vida es muy seria, pues todo tiene sus consecuencias. Recibimos los dones de Dios, pero es necesario dar los frutos que les corresponden, pues no darlos es perjudicar, primero, a nosotros mismos; después, a los cercanos y, por fin, a los demás... Tengamos en cuenta que en todos se da el mismo proceso y que lo aprendemos de los que nos forman con su vida. Las palabras son palabras, las actitudes son vida.

¿Cuál es el camino que seguimos, en realidad, en nuestra vida? ¿Cuáles son nuestros criterios? ¿A quién obedecemos? ¿Qué frutos nos pueden agradecernos los demás? ¿Qué piensa Dios de nuestras actitudes?

Todos tenemos una misión en la vida personal y social: las dos se entrelazan, influyendo una en la otra.

Nuestra misión depende de nosotros, no de las reacciones de los demás, y la riqueza de la misma está unida a nuestra unión con el Señor que nos la confió, pues Él conoce perfectamente nuestra persona, ya que la creó, y es Señor del ambiente en el que estamos insertados. Lo más inteligente es fiarnos de Él.

La maduración personal depende de tres ‘respetos’: el de Dios –sin duda, asegurado–, el de los demás hacia nosotros –orientándonos y apoyándonos– y el nuestro hacia los que nos rodean: recibiendo con gratitud y dando los frutos que corresponden. Debemos ser prudentes y estar atentos para no fracasar.

Moisés recibe una misión que le supera, pero la recibe de Dios, que nunca le abandonará y le da su vida

“Soy el que soy”, es decir, Dios no cambia: es el Señor. Pide confianza y fidelidad, pero no las impone.

Podemos fiarnos de Dios porque, cuando pide, Él se compromete: lo demás depende de nosotros.

Pablo nos dice que los dones de Dios son para todos, pero que la responsabilidad en vivirlos es personal

Dios a todos ofrece no sólo la Salvación, sino el alimento para que ésta madure en nuestra persona e historia. Es necesario que sepamos aprender de los éxitos y fracasos de los que nos han precedido.

Nuestra vida tendrá sentido y éxito, si somos prudentes y nos convertirnos cada día para madurar más.

No hay mejores ni peores: todos somos pecadores y debemos convertirnos dando los frutos adecuados

Jesús nos llama la atención: no basta conocer la historia de otros, es necesario aprender de ella.

Nadie está exento de error, pero a todos se nos ofrece cada día la gracia de convertirnos para ser mejores.

El Señor nos trabaja y alimenta con su Vida y su Palabra: nos toca dar frutos ahora. ¡Convirtámonos!

Pidamos a María vivir atentos a los dones y a la fidelidad de Dios en una diaria y fecunda conversión.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO C – TIEMPO DE CUARESMA – DOMINGO III

El Amor de Dios es infinito. Él nos ayuda y estimula con su confianza y compasión, pero no puede anular nuestra responsabilidad en la misión recibida

Ex. 3, 1-8a.10.13-15:
"Moisés, que apacentaba las ovejas... llegó a la montaña de Dios, Horeb. Allí se le apareció el ángel del Señor en una llama de fuego... Al ver la zarza sin consumirse, Moisés pensó: «Voy a observar... ¿Por qué será que la zarza no se consume?» ...el Señor lo llamó desde la zarza...: «¡Moisés, Moisés!» «Aquí estoy», respondió él. Dios le dijo: «No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa... Yo soy el Dios de tu padre...» Moisés se cubrió el rostro... El Señor dijo: «Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto... conozco muy bien sus sufrimientos. Pero he bajado para liberarlo... Ahora ve, yo te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo...» Moisés dijo a Dios: «Si me presento ante los israelitas y les digo que el Dios de sus padres me envió a ellos, me preguntarán cuál es su nombre... ¿qué les responderé?» Dios dijo a Moisés: «Yo soy el que soy. Tú hablarás así a los israelitas: “‘Yo soy’ me envió a ustedes... El Señor, el Dios de sus padres,... es el que me envía”. Éste es mi nombre para siempre...»"

Sal. 1021-4.6-8.11: "El Señor es bondadoso y compasivo".

1Cor. 10, 1-6.10-12:
"No deben ignorar que todos nuestros padres fueron guiados por la nube y todos atravesaron el mar... fue un bautismo que los unió a Moisés. También todos comieron de la misma comida y bebieron de la misma bebida espiritual... y... era Cristo. A pesar de eso muy pocos fueron agradables a Dios... Todo esto aconteció simbólicamente para ejemplo nuestro... No nos rebelemos contra Dios... Todo esto sucedió... y está escrito para que nos sirva de lección... Por eso, el que se cree muy seguro, ¡cuídese de no caer!"

Lc. 13, 1-9: "Se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de... sus sacrificios. Él les respondió: «¿Creen ustedes que estos galileos... eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y, si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera...» Les dijo también esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos, y no los encontró. Dijo... al viñador: “Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?” Pero él respondió: “Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no la cortarás”.»"