Un día como hoy, hace 11 años ya, nuestra Madre Auxiliadora tomó de la mano a su hijo Mario Mosto para llevarlo al Paraíso.
El querido e inolvidable Padre Mario. Cuántas amenas reuniones pastorales en el saloncito de la Inspectoría, donde el padre nos relataba algún pasajito de la vida de Don Bosco, o bien nos compartía sus propios recuerdos del colegio salesiano. Los jovencitos opinaban y compartían también sus vivencias. De pronto, el padre nos convidaba un sorbito de vino; la reunión se animaba y en el momento más alegre, el padre nos daba la pauta para cantar a Don Bosco: Su concierto han entonado..!!!
Siempre atento a las inquietudes de los que conocía, el padre Mosto sabía preguntar a cada uno por su vida personal con su sonrisa campechana que eliminaba cualquier posible sospecha de entrometimiento, y más bien invitaba a la confidencia. Además, el padre solía sorprendernos con alguna bromita u ocurrencia para romper el hielo. Sin dejar de lado su gran habilidad de hacernos sentir tan cerca de Don Bosco y nuestra Madre Santísima Auxiliadora.
Hoy me permito recordar con mucho cariño al Padre Mario, con la canción que tantas veces nos hizo cantar con alegría. Precisamente, encontré en la red a un grupo de exalumnos reunidos festejando el reencuentro, cantando animadamente el clásico himno. Sé que al querido padre le gustaría mucho ver esto: exalumnos contentos cantando a Don Bosco, brindando en torno a nuestra Madre en perfecto clima de fiesta:
Exalumnos cantando "Su concierto..."
Compartamos su alegría, y agradezcamos al Señor por el don del padre Mario cantando una vez más: "cuántos pechos juveniles como Padre te reclaman"!
El querido e inolvidable Padre Mario. Cuántas amenas reuniones pastorales en el saloncito de la Inspectoría, donde el padre nos relataba algún pasajito de la vida de Don Bosco, o bien nos compartía sus propios recuerdos del colegio salesiano. Los jovencitos opinaban y compartían también sus vivencias. De pronto, el padre nos convidaba un sorbito de vino; la reunión se animaba y en el momento más alegre, el padre nos daba la pauta para cantar a Don Bosco: Su concierto han entonado..!!!
Siempre atento a las inquietudes de los que conocía, el padre Mosto sabía preguntar a cada uno por su vida personal con su sonrisa campechana que eliminaba cualquier posible sospecha de entrometimiento, y más bien invitaba a la confidencia. Además, el padre solía sorprendernos con alguna bromita u ocurrencia para romper el hielo. Sin dejar de lado su gran habilidad de hacernos sentir tan cerca de Don Bosco y nuestra Madre Santísima Auxiliadora.
Hoy me permito recordar con mucho cariño al Padre Mario, con la canción que tantas veces nos hizo cantar con alegría. Precisamente, encontré en la red a un grupo de exalumnos reunidos festejando el reencuentro, cantando animadamente el clásico himno. Sé que al querido padre le gustaría mucho ver esto: exalumnos contentos cantando a Don Bosco, brindando en torno a nuestra Madre en perfecto clima de fiesta:
Exalumnos cantando "Su concierto..."
Compartamos su alegría, y agradezcamos al Señor por el don del padre Mario cantando una vez más: "cuántos pechos juveniles como Padre te reclaman"!
Padre Mario Mosto Queirolo, sdb.
Febrero 1, 1931 - Abril 7, 1997.
Febrero 1, 1931 - Abril 7, 1997.
El padre Mario, me enseño en el colegio Salesiano, guardo el mas grato recuerdo de el .
ResponderBorrarQuiero manifestar mi cariño y por este medio, mi mas profunda gratitud a quien fue el Padre Mario Mosto Queirolo, sacerdote cercano y muy salesiano. Cuando fué párroco en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Magdalena, aconteció una simpática anécdota que con mucha nostalgia les compartiré. Una tarde estuve en su despacho coordinando algunas actividades, como responsable del grupo parroquial al que pertenecía. Después de conversar esos asuntos me miró y me dijo: "Jorge, a ti nunca te veo en las reuniones de exalumnos". Le respondí: "No me ha visto ni me verá". ¿Y porqué?, me preguntó. "Porque soy claretiano, no soy salesiano". Me miro, sonrió y poniendo sus manos sobre mis hombros me dijo: "Desde hoy te adopto exalumno salesiano". Hoy, siempre digo con orgullo: "Soy salesiano de adopción"
ResponderBorrarTe felicito. Espero que hayas leído la vida de San Juan Bosco
Borrar