julio 27, 2008

Madre Auxiliadora de todos los días

Esto que voy a contarles es algo real, tangible, que sucede todos los días, en varios lugares, a muchas personas.

Recuerdo que, en el colegio, las FMA nos enseñaron que Madre Mazzarello recomendaba un fervoroso Avemaría a nuestra Auxiliadora en caso que tuviéramos una fuerte necesidad de encontrar algún objeto importante y perdido.

Hace unos días conversaba con mis amigas Mabe y Vicky, y una de ellas mencionó el hecho, para asegurarnos que siempre lo ponía en práctica con asombrosos resultados. Las otras dos la interrumpimos emocionadas para afirmar lo mismo, y que lo habíamos venido haciendo ininterrumpidamente durante todos estos años.

Ayer busqué nuevamente en casa un documento muy importante, que no había podido ubicar. Incluso no me constaba haberlo vuelto a ver desde que lo entregué a mi esposo para un trámite días atrás. Con un poco de temor, pues nunca había reflexionado en la trascendencia de mi costumbre de pedirle a mi Madre que me ayude a encontrarlo, y me puse a dudar (por qué molestarla en algo material cuando hay cosas más importantes como la salud de mi familia, por ejemplo). Aun así, busqué, con diligencia, por todos los muebles y rincones, pidiendo con mucha fe, suponiendo que no estaba aquí pero pidiendo tener al menos una razón del objeto.

Terminé de buscar, otra vez sin éxito, y de pronto suena el teléfono. Era un amigo del trabajo, que avisaba que tenía guardado el documento. Mi esposo lo había olvidado en su casa el mismo día que yo se lo entregué.

Me emocioné mucho. Miré mi cuadrito de la Auxiliadora con agradecimiento. Toda la vida he hecho esto, en contadas ocasiones, se entiende, sólo para situaciones realmente importantes. Pero es la primera vez que lo hice con tanta conciencia del asunto. Esto no es magia, no es un conjuro. Le pedí a mi Madre del cielo un favor y Ella con cariño y amabilidad me ayudó.


Comparto esto con la esperanza de que ustedes también puedan sentirse cerca de nuestra Auxiliadora. Como en las bodas de Caná, nuestra Madre permanece atenta a cada detalle de nuestra vida cotidiana, como el caso que les cuento. Y por supuesto, principal y sobre todo, durante los tiempos difíciles.

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