Santa Fiesta!
Hoy, alrededor del mundo, cientos de miles de católicos en más de 130 países estamos de fiesta. Porque tenemos la dicha de sabernos hijos de un hombre grandioso: PAPÁ DON BOSCO.
Demos gracias a Dios porque un campesino huérfano, hijo de una viuda analfabeta, creyó en sus sueños de infancia.
Don Bosco rompió la cadena de explotación y corrupción que pendía sobre los destinos de los chiquillos obreritos que acogió en el Oratorio, para protegerlos, amarlos y guiarlos.
Era el auge de la revolución industrial en el norte de Italia, y muchos jovencitos llegaban diariamente a las fábricas buscando trabajo, para ser explotados por sus patrones, amparados por un sistema que abusaba de la necesidad de los más pobres.
Pero Don Bosco luchó contra todo y contra todos, arriesgando incluso su vida, para crear oportunidades para estos jovencitos, de modo que pudieran progresar en la vida siendo "buenos cristianos y honrados ciudadanos".
Y por ese amor y fe inquebrantables, hoy cientos de miles alabamos a Dios dando gracias por el maravilloso don de su vida a nuestras propias vidas, más allá del tiempo y de la distancia. Hoy cantamos a nuestro papá con la alegría y la ternura de sabernos parte de su más hermoso sueño.
Viva Don Bosco!
Hoy, alrededor del mundo, cientos de miles de católicos en más de 130 países estamos de fiesta. Porque tenemos la dicha de sabernos hijos de un hombre grandioso: PAPÁ DON BOSCO.
Demos gracias a Dios porque un campesino huérfano, hijo de una viuda analfabeta, creyó en sus sueños de infancia.
Don Bosco rompió la cadena de explotación y corrupción que pendía sobre los destinos de los chiquillos obreritos que acogió en el Oratorio, para protegerlos, amarlos y guiarlos.
Era el auge de la revolución industrial en el norte de Italia, y muchos jovencitos llegaban diariamente a las fábricas buscando trabajo, para ser explotados por sus patrones, amparados por un sistema que abusaba de la necesidad de los más pobres.
Pero Don Bosco luchó contra todo y contra todos, arriesgando incluso su vida, para crear oportunidades para estos jovencitos, de modo que pudieran progresar en la vida siendo "buenos cristianos y honrados ciudadanos".
Y por ese amor y fe inquebrantables, hoy cientos de miles alabamos a Dios dando gracias por el maravilloso don de su vida a nuestras propias vidas, más allá del tiempo y de la distancia. Hoy cantamos a nuestro papá con la alegría y la ternura de sabernos parte de su más hermoso sueño.
Viva Don Bosco!
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