octubre 02, 2012

Grigio: el ángel de Don Bosco

Hoy recordamos de manera especial a nuestros angelitos custodios.

Es un buen día para recordar a aquél hermoso angelote que cuidó a nuestro querido papá, sin duda enviado por la Providencia misericordiosa, que nunca olvida a Sus hijos.


En la Basílica de María Auxiliadora (Torino, Italia) existe este cuadro, donde se puede apreciar un gran perro saludando contento a Don Bosco, el Santo de los jóvenes. En segundo plano, hay dos malhechores, que habían atacado a Don Bosco siguiendo órdenes impías.

El fiero can aparecía cada vez que Don Bosco estaba en peligro. Se abalanzaba sobre criminales contratados para lastimar al Santo, y lo acompañaba en las oscuras noches por lugares desolados, dejándolo seguro en el Oratorio con sus chicos y Mamá Margarita.

Don Bosco cuenta en sus memorias la ayuda del Grigio, desde noviembre de 1854 hasta 1866. Pero en 1883, 5 años antes de su tránsito al Paraíso, el Santo volvió a ver a su can custodio... que lucía exactamente igual a todas las veces que lo salvó, pese a que habían pasado casi 30 años.

Cuando los amigos se sorprendían por la edad imposible que tendría el perro, Don Bosco eludía el tema: "quizás sea su hijo o su nieto". El Santo, dotado de aguda percepción, no iba a reconocer al noble can que tantas veces le había salvado?

"Si dijera que era un ángel haría reir. Pero tampoco se puede decir que era un perro ordinario" (San Giovanni Bosco).

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