Como cada semana, el Padre José María nos envía su comentario a las lecturas de mañana domingo.
El llamado de Jesús
Esfuércense por conocer al Señor, nos dice la primera lectura. Los fariseos conocían muchas cosas de las Sagradas Escrituras, pero como lo importante para ellos era ‘cumplir’ no conocían a Dios, ni su corazón lleno de Misericordia.
La ley debe ser respetada, el mismo Jesús lo afirma categóricamente, pero desde el corazón de quien la dio, no desde el criterio de los que se creen tan buenos que a todos juzgan y no comprenden la cercanía de Dios a los que necesitan perdón y misericordia.
Dios llama a todos y desea que la salvación sea acogida por toda persona, sea quien sea, para eso se encarnó, dio su vida y resucitó.
La Fe no es abstracta, sino tan absolutamente concreta que transforma la historia, tanto personal como social. Abraham es la prueba y lo es la Iglesia, con todas sus limitaciones y errores, pero su Fe la coloca al alcance de los dones de la Misericordia de Dios que a nadie excluye y a todos los que le aceptan y siguen los hace justos y santos.
1.La Fe cristiana no es teoría, sino vida práctica y creciente compromiso de amor.-
El Padre es el creador de toda persona; con el Hijo la salva de todo lo que ella desea ser salvada, llevándola, por el Espíritu, a la plenitud según la vocación de cada una.
La vida, por tanto, no es teoría, sino realidad concreta y llena de implicancias y consecuencias para todos los que en ella están involucrados.
Conocer a Dios y creer en Él lleva a vivir como nos pide. Creer es comprometerse, no solo decir. Se expresa en lo que vivimos, no tanto en lo que decimos, aunque, si lo dicho explica lo vivido, tiene fuerza testimonial, que es una de las exigencias de la Fe cristiana.
2. Para vivir como creyente es necesario seguir a Jesús que nos llama cada día.-
Ser misionero es una exigencia de la Fe, pero para serlo, primero debo ser discípulo de Jesús, el Maestro, seguirle, aprender de Él a vivir con sus criterios en toda circunstancia, aunque, como a Él, nos cueste incomprensión, sufrimiento y, tal vez, persecución.
Relacionarnos con Dios supone aprender a estar atentos a su paso, a su llamada, que siempre es personal y diaria, a través de muchas mediaciones. No es cómodo, y a veces nos puede resultar arriesgado, pero siempre será feliz y nos llenará de íntima y valiente paz.
3. Seguir a Jesús compromete toda la vida y nos obliga a tratar de implicar también a los demás.-
Jesús llama a un varón con muy mala fama, pero con un corazón noble que sabe decidir más allá del miedo que puedan generarnos, muchas veces muy legítima y explicablemente, los problemas y renuncias propias de seguir a Jesús. Jamás a Dios le preocupa la fama de las personas a las que llama, las busca honestas en su conciencia y les enseña lo demás: ¡es el Maestro!
Creer de verdad y seguir a Jesús genera una inevitable influencia en los demás, pues todo nuestro ser queda tocado y se nota en toda la vida. Si no se notara es que no creemos.
Pidamos a María ser cada día más generosos en nuestra respuesta al llamado de Jesús.
La ley debe ser respetada, el mismo Jesús lo afirma categóricamente, pero desde el corazón de quien la dio, no desde el criterio de los que se creen tan buenos que a todos juzgan y no comprenden la cercanía de Dios a los que necesitan perdón y misericordia.
Dios llama a todos y desea que la salvación sea acogida por toda persona, sea quien sea, para eso se encarnó, dio su vida y resucitó.
La Fe no es abstracta, sino tan absolutamente concreta que transforma la historia, tanto personal como social. Abraham es la prueba y lo es la Iglesia, con todas sus limitaciones y errores, pero su Fe la coloca al alcance de los dones de la Misericordia de Dios que a nadie excluye y a todos los que le aceptan y siguen los hace justos y santos.
1.La Fe cristiana no es teoría, sino vida práctica y creciente compromiso de amor.-
El Padre es el creador de toda persona; con el Hijo la salva de todo lo que ella desea ser salvada, llevándola, por el Espíritu, a la plenitud según la vocación de cada una.
La vida, por tanto, no es teoría, sino realidad concreta y llena de implicancias y consecuencias para todos los que en ella están involucrados.
Conocer a Dios y creer en Él lleva a vivir como nos pide. Creer es comprometerse, no solo decir. Se expresa en lo que vivimos, no tanto en lo que decimos, aunque, si lo dicho explica lo vivido, tiene fuerza testimonial, que es una de las exigencias de la Fe cristiana.
2. Para vivir como creyente es necesario seguir a Jesús que nos llama cada día.-
Ser misionero es una exigencia de la Fe, pero para serlo, primero debo ser discípulo de Jesús, el Maestro, seguirle, aprender de Él a vivir con sus criterios en toda circunstancia, aunque, como a Él, nos cueste incomprensión, sufrimiento y, tal vez, persecución.
Relacionarnos con Dios supone aprender a estar atentos a su paso, a su llamada, que siempre es personal y diaria, a través de muchas mediaciones. No es cómodo, y a veces nos puede resultar arriesgado, pero siempre será feliz y nos llenará de íntima y valiente paz.
3. Seguir a Jesús compromete toda la vida y nos obliga a tratar de implicar también a los demás.-
Jesús llama a un varón con muy mala fama, pero con un corazón noble que sabe decidir más allá del miedo que puedan generarnos, muchas veces muy legítima y explicablemente, los problemas y renuncias propias de seguir a Jesús. Jamás a Dios le preocupa la fama de las personas a las que llama, las busca honestas en su conciencia y les enseña lo demás: ¡es el Maestro!
Creer de verdad y seguir a Jesús genera una inevitable influencia en los demás, pues todo nuestro ser queda tocado y se nota en toda la vida. Si no se notara es que no creemos.
Pidamos a María ser cada día más generosos en nuestra respuesta al llamado de Jesús.
P. José María Doménech Corominas, sdb
CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO X
Os. 6, 3-6: "Esfuércense por conocer al Señor... Efraín ¿qué tengo que hacer con ustedes? ¿Qué he de hacer con ustedes, Judá, si el amor que me tienen es como la niebla matutina...? ...«Lo que yo quiero es amor, no ofrenda de víctimas; conocimiento del Señor, y no holocaustos.»"
Salmo 49: "El hombre, varón o mujer, que vive honradamente verá la salvación del Señor."
Rm. 4, 18-25: "Abraham, contra toda esperanza, creyó y esperó tan firmemente que Dios lo convirtió en ‘padre de una multitud de pueblos’... Tratándose de la promesa de Dios, no... se puso incrédulo, sino que su fe se hizo más fuerte y dio gloria a Dios, convencido de que Dios es suficientemente poderoso como para cumplir sus promesas... ‘El Señor lo tuvo en cuenta para hacerlo justo’... también a nosotros: Dios nos ha de tener en cuenta que creamos que Él ha resucitado a Jesús de entre los muertos... para hacernos justos."
Mt. 9, 9-13: "Jesús... vio a un hombre llamado Mateo... le dijo: «Ven conmigo». Él se levantó y se fue con Jesús... Los fariseos... decían a sus discípulos: «¿Por qué el maestro de ustedes come con los pecadores y cobradores de impuestos?» Lo escuchó Jesús y les dijo: «No necesitan el médico los que están sanos sino los enfermos... No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores»"
Salmo 49: "El hombre, varón o mujer, que vive honradamente verá la salvación del Señor."
Rm. 4, 18-25: "Abraham, contra toda esperanza, creyó y esperó tan firmemente que Dios lo convirtió en ‘padre de una multitud de pueblos’... Tratándose de la promesa de Dios, no... se puso incrédulo, sino que su fe se hizo más fuerte y dio gloria a Dios, convencido de que Dios es suficientemente poderoso como para cumplir sus promesas... ‘El Señor lo tuvo en cuenta para hacerlo justo’... también a nosotros: Dios nos ha de tener en cuenta que creamos que Él ha resucitado a Jesús de entre los muertos... para hacernos justos."
Mt. 9, 9-13: "Jesús... vio a un hombre llamado Mateo... le dijo: «Ven conmigo». Él se levantó y se fue con Jesús... Los fariseos... decían a sus discípulos: «¿Por qué el maestro de ustedes come con los pecadores y cobradores de impuestos?» Lo escuchó Jesús y les dijo: «No necesitan el médico los que están sanos sino los enfermos... No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores»"
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