agosto 31, 2008

Sed de Dios

El Padre José María nos dice:

"Ser cristiano no es, no fue y no será jamás fácil. El Señor lo pide todo y esto no gusta a casi nadie, pero libera a todos de toda esclavitud, y por esto es que el Señor nos lo pide todo, pues nos quiere libres para seguirle solo a Él que es el único que nos da la Vida en la Verdad como Camino del Amor de Dios para la felicidad de los hermanos.

Todos estamos llamados a ser felices, pero de verdad, no con migajas prestadas de otros niveles de vida, así, con minúscula, y por tanto empobrecedoras de la vida humana por ser vidas caducas, y nosotros somos eternos sedientos de plenitud de bien y creciente verdad.

Dios quiere para nosotros todo lo bueno, pero eso tiene un precio: la entrega de nuestra entera confianza en sus planes, aun cuando duela o desconcierte... ¡Y esta experiencia es muy frecuente en nuestra vida! ¡¡¡Fiémonos pues los resultados son perfectos!!! (Perfectos, no placenteros, aunque sí llenos de gozo y paz)."

Sed de Dios

La felicidad es el futuro real de la vocación del hombre: pensado desde siempre por Dios, y, además, es el contenido de su vida; pero el hombre fracasa si la busca como su meta.

Nacimos para los demás. Jesús es enfático y tajante: el que quiera buscar sus intereses, “salvar su vida”, dice, ya tiene cantado el fracaso real y profundo de su vida, aunque, aparentemente, las cosas le vayan bien... ¡por ahora! También este ‘ir bien’ es falso, pues en la intimidad de su existencia vive un profundo vacío. No podemos llenar nuestra vida con nada, lo único que, de verdad, llena la vida del hombre, varón o mujer, es Dios, pues de Él venimos y a Él vamos para vivir en Él por toda la eternidad: Él es nuestra felicidad garantizada.

A Dios no se le conquista, pues es libre y no acepta ser atrapado por nada ni por nadie. Él habita en ‘nuestra casa’ porque nos ama, no porque se lo mandamos o lo dominamos con nuestras mágicas ‘oraciones’ o ‘ritos’.

Recibimos los dones de Dios no para cuidarlos sino para entregarlos a quienes los necesitan; Jesús entrega su vida y nadie se lo puede impedir, ni Pedro, con toda su buena voluntad.

Por esto Pablo nos pide que consagremos toda nuestra vida al Dios del Amor y la Vida: éste, nos dice, es el culto verdadero. ¡No hay nada que agrade más a Dios! En esta actitud Él se siente manifestado: Dios es don de Vida, porque es Comunión Trinitaria.

El sentido de la vida es trabajar para que todos conozcan la alegría de madurar en el don que da vida a quien la necesita, es decir, todos, sobre todo los más marginados.

1. La vida es para darla según los planes de vida y libertad de Dios.-

El secreto para dar la vida con alegría está en darla desde la Voluntad de Dios: toda.

Los profetas aprendieron este criterio con la experiencia de su vida: lo que no se acepta desde la Voluntad de Dios, no se enfoca correctamente y no llena la vida de la paz y felicidad que la Voluntad de Dios comunica, aún en el dolor. Ésta fue la dolorosa, y, al mismo tiempo, maravillosa experiencia de Jeremías: si le dejas en libertad, Dios te quema por dentro con su amor para que tu vida tenga sentido pleno y sea fecunda en los que la acojan.

2. El sufrimiento es inevitable, precisamente éste es el crisol de la verdadera felicidad.-

Felicidad sin sufrimiento es falsa felicidad
: la felicidad surge del engendrar vida nueva.

Jeremías se queja, pero tiene la experiencia de la verdad: sin docilidad a Dios solo hay soledad y vacío. Aprende a entregar la vida nueva que Dios pone en él para los demás.

El sufrimiento es propio de esta vida. Éste puede tener, sentido: depende de la vida dada con él, como Jesús. Seguir a Jesús es aceptarse y olvidarse de los propios gustos, para seguirle.

3. Entregar la vida es el criterio máximo de fidelidad al Señor y de identidad con su amor.-

La fidelidad a Dios está en el don de la propia vida
. Lo demás es mentira satánica.

Aprender a Amar es aprender a darnos. Debemos aceptarlo, aunque desconcierte.

María nos enseñe a seguir a Jesús dando libertad a Dios para que disponga de nuestra vida.
P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXII

Jr. 20, 7-9: "Me has seducido, Señor y me he dejado seducir... me has dominado, pero ahora se pasan el día divirtiéndose a mi costa, todos se ríen de mí... Todo el día la Palabra de Dios es motivo de escarnios y burlas... pensaba: No quiero hablar más en su nombre... pero sentía que en mi corazón ardía un fuego devorador... ya no puedo más."

Salmo 62: "Tengo sed de Ti, Señor, Dios mío."

Rm. 12, 1-2:
"Por el amor entrañable de nuestro Dios les pido que le ofrezcan todo lo que son... Éste debe ser su culto verdadero. No se amolden a este mundo; transfórmense renovando su manera de vivir... para que puedan reconocer qué es lo bueno, lo que agrada a Dios, lo perfecto."

Mt. 16, 21-27: "Jesús comenzó a explicar a los discípulos que debía subir a Jerusalén... sufrir mucho... que sería matado y que resucitaría al tercer día. Pedro... empezó a reñirle: «De ningún modo, Señor...» Pero Jesús girándose le dijo: «¡Apártate de mí, Satanás! Me tientas, puesto que no piensas como Dios sino como los hombres» Y dijo a todos: «El que quiera venirse conmigo, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y sígame; quien quiera salvar su vida la perderá... el Hijo del Hombre va a venir en la gloria del Padre... y Él pagará a cada uno según sus obras»."

agosto 30, 2008

Nuestra Rosita

Hoy es el día dedicado a recordar a Isabel Flores, nuestra Rosita de Lima.

Recordemos también la gran caridad que demostró en toda su vida:


"Cualquier pesar, cualquier dolor la conmovía y la incitaba a acudir con el remedio. Ella supo, en medio de su pobreza, dar a los más necesitados y aun despojarse de lo necesario y conveniente para socorrer a los pobres. (...)

Supo que en el arrabal de San Lázaro yacía en el lecho una pobre doncella, casi desamparada y falta de asistencia médica, tanto por lo apartado del sitio como por la escasez de sus recursos. Rosa se fue allá, la animó a venirse consigo y la condujo a una pieza deshabitada de su casa que solía darse en arriendo. Allí la acomodó con solícita caridad, la curó con sus propias manos, aun cuando la enfermedad era repugnante y no cesó de asistirla hasta verla convaleciente, pasados tres o cuatro meses.

Aquella habitación vino a convertirse con mucha frecuencia en asilo de pobres enfermos. Hasta los más infelices esclavos recibieron allí las atenciones de Rosa. Ningún mal la arredraba ni el miserable estado de los dolientes le hacía menguar en su caritativo afán. Se necesitaba ánimo heroico a veces, sea para soportar el desaseo de los cuerpos trabajados por la enfermedad, el mal olor de las llagas o la rudeza de estos seres desgraciados, pero la Santa veía en ellos a Jesucristo y con el mismo ardiente afecto con que amaba a su Redentor se abrazaba a aquellos sus miembros doloridos."


Fragmento extraido del site: Orden de predicadores - Santos dominicos - Santa Rosa

Que el ejemplo de Rosa/ Isabel nos inspire para tener, sino caridad, al menos un poco de paciencia y tolerancia con los demás. Sobre todo con las personas que sufren, males del cuerpo y, principalmente, del alma.

agosto 23, 2008

Dios es nuestra vocación primera

El Padre José María nos dice:

"El Señor nos cuestiona siempre: ¿Quién soy yo para ti?

Somos responsables de nuestra vida de Fe. La Iglesia mucho antes que una institución social, que no deja de serlo, es una comunidad de Fe formada por los discípulos a los que el Maestro llamó para que vivieran con Él y los siguieran adonde quiera que Él vaya.

El mundo, en gran parte, está atento a lo que los cristianos viven, o para aprender o para criticar. El daño más grande que le podemos hacer es superficializar nuestra vida de Fe.

Toda la sabiduría de Dios nos apoya y acompaña, pero no sustituye nuestras decisiones: lo que nos enriquece no son nuestras declaraciones sino nuestras decisiones actuales, pues las del pasado ya no están en nuestro poder, aunque nos afecten, y las del futuro todavía no existen, aunque con nuestras actuales decisiones y pensamientos y con la profundidad de nuestra interioridad las estemos construyendo o preparando.

Nos toca tomar en serio este presente y dejarnos guiar por la sabiduría misericordiosa y providente de Dios, nuestro Padre: es nuestra entera responsabilidad.

El Señor nos ayude a ser cada día más profundamente fieles al Amor incondicional de Dios."

Nuestra vocación: Dios

La Iglesia es la comunidad de la Fe. Dios nos concede conocer y creer en el Amor encarnado. Nos invita a percibir cómo construye la historia como lo que es: Historia de Salvación o Historia del Amor Encarnado que, con infinita sabiduría, crea y recrea la vida para que pueda gozar de la Vida Eterna, gracias a su Misericordia, ya desde el tiempo.

Recibimos de Dios la invitación a vivir como Él. No debemos esperar que no nos sea costoso el aceptar sus dones. La sabiduría de Dios ha planificado que todos los dones sean aceptados personalmente y cada persona aprenda a vivirlos desde su propia realidad y sin que nada sea automático. En la Fe cristiana no existe la magia: a todo don le corresponde una real y grave responsabilidad personal, ciertamente animada, apoyada y asistida por la Gracia, que es un Don, que actúa incansablemente a nuestro favor, pero sin sustituirnos nunca.

Dios nos invita a asumir nuestras responsabilidades, pues ellas traen consigo muchas ventajas, pero también perjudiciales consecuencias si no se viven con sinceridad.

El cristiano centra su vida en la Voluntad de Dios y se fía de su sabiduría porque ésta está llena de misericordia y así nos lleva, por los caminos de la solidaridad subsidiaria, hacia la Vida Plena y Paz Verdadera porque llega a la máxima profundidad de cada persona.

1. La responsabilidad es el eje de la vida cristiana: no hay magias.-

El hombre, varón o mujer, desea ver resultados y ¡rápido! por eso muchas veces echa mano de la magia, pero la vida solo da resultados reales, es decir, con raíces, imposibles con la magia. Las cosas fáciles generan superficialidad. La grandeza de Dios en el hombre supone profundidad, esfuerzo, disciplina, renovación continua, conversión, imposible sin confianza.

Los dones de Dios generan responsabilidad personal y ésta lleva a la libertad de una respuesta que llena de alegría, pues vive con la maravillosa Misericordia de Dios y su Bondad.

2. Nacimos para ser como Dios en este mundo, nadie puede sustituirnos: la respuesta es personal.-

Ser como Dios es nuestra primera y básica vocación. No es poesía, sino grave responsabilidad personal: de nuestra respuesta depende el mundo, interior y exterior, que generamos.

Deseamos tener éxito, pero parecería que quisiéramos que otros asuman el costo de este reto vital. No. Nuestra decisión es insustituible. Lo que nosotros demos hacer, no lo harán otros.

Dios inspira, nosotros decidimos y todos vivimos las consecuencias, por esto el Señor nos pide prudencia, verdad y conversión diaria. Él da la gracia, nosotros debemos poner la vida.

3. No estamos solos: Dios nos ilumina para que podamos tomar, y mantener, nuestras decisiones.-

Dios no falla, pero tampoco minimiza nuestras tareas
. Jesús aprendió, en el trabajo cotidiano, cómo ser fiel a Dios en las realidades de su mundo concreto, aun en el dolor, y el resultado fue la Gloria para Él y la Salvación para nosotros. El fruto, su Iglesia, su cuerpo místico.

Debemos aprender a decir sí, aun cuando temamos las consecuencias. El mundo nos reta, pues no cree ni en Dios, ni en nosotros, ni en los valores que proclamamos. Depende de nosotros convencerlos: es lo que hicieron los santos. Ésta es nuestra gran misión: nos la confió Cristo.

Pedimos a María saber meditar la Palabra para vivir en la sabiduría de Dios cada día.
P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XXI

Is. 22, 19-23: "«Te haré caer de tu pedestal... Aquel día llamaré a mi servidor... lo vestiré con la ropa que tú vistes y le pondré tus insignias y le daré la autoridad que tú tienes y será un padre para los habitantes de Jerusalén... Le pondré en la espalda la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará y lo que él cierre nadie lo podrá abrir...»"

Salmo 137: "Tu misericordia es eterna, Señor, acaba la obra de tus manos."

Rm. 11, 33-36:
"¡Qué profundidad y riqueza de sabiduría y qué conocimiento de Dios! ¡Qué incomprensibles son sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Quién ha podido conocer el pensamiento del Señor?... Todo viene de Él y pasa por Él y se dirige a Él. Gloria a Él por siempre..."

Mt. 16, 13-20: "«Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?» Pedro contestó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive» Jesús le respondió: «Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto... te lo ha revelado... mi Padre del cielo... Te daré las llaves del Reino de los cielos...» Después prohibió severamente a sus discípulos que le dijeran a nadie que Él era el Mesías."

agosto 17, 2008

María victoriosa

El Padre José María nos dice:

"María Santísima nos indica el final de la historia y su necesario caminar: el final es el éxito incuestionable y definitivo, pero el camino es el de la defensa de nuestra voluntad de vivir desde este éxito, es decir, desde la filiación divina...

¿Qué éxito puede haber más grande que el de haber logrado el máximo de grandeza para una criatura creada: ser hija de Dios, según los cariñosos planes del Padre.

Nadie ha dicho que sea fácil ni que sea cómodo. Mientras el enemigo de nuestra vida y de nuestra paz esté con poder de tentar y seducir lo hará, nos toca a nosotros vivir unidos al Señor de la vida para no dejarnos atrapar o para liberarnos de las cadenas en las que hayamos caído atrapados.

Confiemos: ¡no quedaremos defraudados!"

María victoriosa

María es nuestra Madre. Después de una dura batalla surge victoriosa. A ella Satanás nunca la dejó tranquila. La atacó y le complicó la vida para derrotarla, pero el Señor, por su eterna misericordia, la defendió con gracias particulares, proporcionadas a su misión, como lo hace siempre con todos. Ella correspondió de ellas y goza de la gloria por su gran fidelidad.

Dios nunca falla: la gloria de María es expresión de la grandeza y gloria de Dios
, quien ha logrado en esta persona humana concreta, después del don de la vida de Jesús y gracias a su Pascua, el más alto nivel de respuesta fiel y dócil a la Voluntad del Padre que nadie ha dado.

1. Glorioso y seguro fin de la batalla para ser fiel al Dios de la Vida en esta vida concreta.-

La imagen del Apocalipsis nos muestra a la Reina y Señora del universo en toda su gloria, pero, al mismo tiempo, en el inmenso dolor del parto. Y ante ella la furia del enemigo de toda obra de Dios, de toda Vida y de todo Bien: el Dragón poderoso, de múltiples aspectos, con toda la fuerza del poder, capaz de destruir y con voluntad de hacerlo. Y lo que más ansía destruir es la vida que viene de Dios para el bien de los hombres, sobre todo de los pequeños y pobres. Pero Dios defiende a sus siervos, sin quitarles la decisión y responsabilidad personal.

El salmo nos invita a fiarnos de Dios, en Él está el éxito asegurado, pues Cristo ha resucitado venciendo hasta a la muerte, anota san Pablo. No tenemos nada que temer.

2. Dios, en Cristo Jesús, es nuestra victoria.-

La derrota del hombre distanciado de Dios ha sido superada por el amor de este Dios
que no cede ante nada con tal de salvar al hijo amado, aunque se haya separado, por lo que sea.

Eso mismo es lo que canta María ante la maravillada de Isabel, quien siente la presencia salvífica del Señor, del Salvador, actuando, ya desde el seno materno, en su hijo y en ella misma.

La bendición de Isabel es el resumen de todas las bendiciones del Antigua Testamento: ¡Feliz tú porque has creído, ciertamente lo que te ha dicho el Señor se cumplirá! Dios siempre ha cumplido sus promesas en toda circunstancia. Promesas ahora de dimensiones universales.

3. Al crear al hombre pensó en su final: ¡ser como Dios mismo: con su grandeza y señorío!.-

Todo el "trabajo" de Dios, toda su construcción en la historia, ha sido y es moldear a esta persona humana con su Palabra de Vida y Amor, modelar su corazón para que sea capaz de vivir la misma vida de Dios en toda circunstancia: nos entrega su Espíritu, camina con nosotros con misericordia infinitamente terca, porque sabe bien que el hombre, varón o mujer, es tardo y duro para comprender y fiarse de los planes de Dios porque le sobrepasan infinitamente...

Ante estos planes y su acción concreta y universal no hay ningún poder que pueda imponerse o mantenerse. O se acepta el Plan de Felicidad Eterna de Dios o la muerte acaba con el futuro de gloria feliz con el que sueña toda persona humana de cualquier tiempo y cultura.

Sin Dios no hay futuro, con Dios éste ya está radicalmente garantizado: ¡nos ha hecho a su imagen y nos ha hecho indudablemente bien! Sí, en desarrollo continuo y libres, y, por lo tanto, capaces de error, como toda persona inteligente pero limitada puesto que es creatura.

María, la humilde sierva, vivió siempre inmersa en la Voluntad de Dios y Éste le daba la Paz necesaria para ser fiel en los problemas y esta obediencia de Fe le abrió a la glorificación como Reina y Señora de lo creado. Éste es nuestro futuro, pidámosle nos auxilie en nuestra lucha por ser cada día más fieles a Dios hasta la gloria eterna que Él nos regala.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XX
ASUNCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA AL CIELO

Ap. 11, 19a; 12, 1-6a.10ab: "...figura portentosa en el cielo: una mujer vestida de sol... El dragón estaba enfrente de la mujer para devorar al hijo apenas naciera... Arrebataron al niño hacia Dios... Ahora es la hora de la victoria de nuestro Dios..."

Salmo 44: "De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro."

1Cor. 15, 20-27a:
"Cristo ha resucitado, primicia de todos... Cristo tiene que reinar... el último enemigo sometido será la muerte."

Lc. 1, 39-56: "María se puso en camino... Se llenó Isabel del Espíritu Santo... «Bendita tú entre las mujeres... Feliz tú porque has creído...» «Proclama mi alma la grandeza del Señor...» María se quedó con Isabel tres meses..."

Catequesis

1.- Poder, lucha violenta, victoria... Eso es lo que veo o adivino hoy en estas lecturas ¿También Dios entra en competencia con el hombre?
No. Porque Dios es y el hombre solo tiene la existencia.

2.- ¿Y eso qué significa?
Que Dios es el Señor y el hombre quiere, desea, lucha por el señorío, el dominio... ¡Tonto! ¡¡Ya se lo otorgaron por vocación!! Claro que no se le impone: debe aceptarlo y vivirlo.

3.- ¡Ay, padrecito! Qué difícil me parece hoy... ¿Cuál es el señorío del hombre?
Lo vemos hoy en María ya realizado y en Jesús en su plenitud.

4.- Ya. En Jesús porque es el Hijo de Dios y en María por ser su madre. ¿Esto quiere decir?
No exactamente.

5.- ¿Podría entonces, por favor, explicarnos? Porque, la verdad, no creo entender nada.
Jesús, como Hijo de Dios, es el Señor; pero tiene el Señorío como hombre, es decir llega, como María, al dominio íntimo de su ser y de su mundo, sin manipularlos, es decir con sumo respeto, que es la única forma de verdadero dominio. Y lo logra por su inteligente, libre y amorosa acogida de la Voluntad soberana de Dios en su vida concreta.

6.- Pero en la primera lectura veo (y en la segunda creo percibirlo también) que llega a eso a través de lucha violenta. ¿Es así como Dios pensó la vida?
Más bien yo preguntaría ¿no es así la vida: una lucha casi sin cuartel?

7.- Sí, creo que sí, porque buscamos el poder
¡¡Porque deseamos indebidamente el poder!!

8.- ¿No tenemos derecho al poder?
No tenemos derecho a someter a nadie, alguno diría a “comernos a nadie”. Ni a Dios, a quien deseamos dominar, ni al hombre, a quien desearíamos subyugar, sea quien sea.

9.- ¿Y quién quiere someter o dominar a Dios? ¡No se pase!
El que le contesta y se rebela contra su Voluntad. No acepta que Él sea el Señor sino que más bien quiere que Dios se le someta. Es el pecado de Satanás, el Dragón del Apocalipsis, fue rebelarse contra Dios y querer ejercer su propio señorío, sin más ley que su voluntad y criterio, aun sin comprender ni dominar a cabalidad lo que le rodeaba y, menos todavía, lo que tenía dentro de él mismo. El fruto de este caprichoso y loco señorío es la muerte-destrucción, que el hombre comenzó a experimentar cuando imitó esta necia actitud, es decir con el pecado. Esta muerte acaba destruyendo, tragándose a quien la generó.

10.- ¿Habla de los poderosos de este mundo?
Hablo de todos los que no quieren obedecer a nadie que no se someta a su voluntad. Los que no quieren someterse y acaban como esclavos hundidos en sus reiteradas y crecientes estupideces, sean poderosos, sean no poderosos, pero deseosos de serlo en alguna medida.

11.- ¿Entonces debemos deducir que el poder es malo?
No. No lo es, cuando es verdadero poder.

12.- ¿Y cuándo es verdadero el poder?
Cuando es generador y defensor de la vida a todo nivel.

13.- ¿Cómo el de María, Reina y Señora del Universo?
Sí, como el de María y mucho más el de Jesús, que es de quien tiene el poder María y lo tendremos, sin duda ninguna, todos los que le aceptemos en nuestra vida como María lo aceptó en la suya.

14.- Pero María la tuvo muy difícil, según tengo entendido, pues no lo entendió todo o entendió muy poco lo que acontecía... ¿Es cierto o estoy mal?
No, estás muy bien. Ella se alió con Dios, no solo desde que se lo pidió, pero sobre todo desde ese momento. Se alió con Él para generar, estimular, educar y defender la vida de Jesús y de todos los pobres y pequeños que le rodeaban, comenzando por José, su esposo. Y no le fue nada fácil: tuvo que luchar mucho con toda clase y formas de mal. Éste es nuestro camino para llegar al Señorío que Dios nos tiene reservado. El don de la propia vida lleva al Señorío verdadero, que llega a ponernos por encima de todo, para el bien de todos y de todo.
P. José María Doménech Corominas, sdb

agosto 16, 2008

Feliz día papá Don Bosco


Hace 193 años nació nuestro papá Don Bosco en un pueblito del Piamonte italiano.

Curiosamente, existe una diferencia entre las fechas de nacimiento. Nos han enseñado que fue el 16 de agosto de 1815, aún cuando Don Bosco y Mamá Margarita insistieron siempre que nuestro querido Santo había nacido el día de la Asunción.

Mejor leamos sus propias palabras.

"Nací el día consagrado a la Asunción de María al cielo del año 1815, en Morialdo, barrio de Castelnuovo de Asti.

Mi madre se llamaba Margarita Occhiena y era natural de Capriglio; y mi padre, Francisco. Eran campesinos. Se ganaban honradamente el pan de cada día con el trabajo y el ahorro."


El conocido biógrafo Teresio Bosco añade: "En el registro civil consta que Don Bosco nació el 16 de agosto. Resulta pues, curioso que lo mismo Don Bosco que su madre afirmaran siempre que había nacido el 15 de agosto."

Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales - Autobiografía de Don Bosco
Editorial Salesiana - Lima, Perú


Para los millones de hijos de este papá, alrededor de todo el mundo, un cálido saludo de fiesta... sea el 15 o el 16, celebremos el día feliz en que nació un contadinito destinado a cambiar y alumbrar nuestras vidas.

Santa fiesta!

Fotografía tomada del site Don Bosco: padre, maestro y amigo http://www.donbosco.cl/



agosto 09, 2008

Miedo

El Padre José María nos dice:

"El miedo, la inseguridad, la sensación de peligro y abandono son una realidades que no podemos dejar de tener en cuenta en nuestra existencia. Lo importante no es desear que no existan, pues eso es irreal, sino entrenarnos en una profunda y concreta vida de Fe que nos lleve a ser más fuertes que estas inevitables realidades. La misericordia de Dios siempre está cerca con su Providencia, para que seamos capaces de superar los momentos en los que nos sentimos en depresión.

Aprendamos a vivir abiertos a esta Presencia Providente, Misericordiosa y Santificadora. Jesús nos invita a no tener miedo, a superarlo cuando llega. Es un acto de la propia voluntad poyada en la presencia amorosa del Dios que nos salva, siempre atento a nuestra realidad.

La experiencia de Pedro nos debe animar: nada puede alejarnos de esta paz, si de verdad la buscamos, aun asumiendo los costos que trae consigo.

Dios nos bendiga y nos enseñe, día a día, a caminar en su Amor y en su Paz para poderlo entregar a nuestros hermanos."

Miedo

¡La historia está llena de situaciones peligrosas o simplemente difíciles que nos atemorizan.

Es una experiencia que nos puede llevar a creer que sucederá lo peor y hasta a desesperarnos. Jesús nos invita a no ceder al miedo: Él es Él, el Señor de la historia, de la Vida, Vencedor del mal y de la muerte. El único Señor del que no debemos desconfiar, pues ha demostrado su fidelidad y el poder de su Amor. Él es nuestra Paz, pero no nos dejará en paz, hasta que se lo demos todo, aun la tristeza y vergüenza de ver fracasar realidades que apreciamos mucho.

Fiarnos del Señor y dárselo todo, es vital para la paz y el éxito de la vida. Experiencia de Elías, de Pablo y del mismo Pedro, después de tantos hundimientos superados. ¡Es su grandeza!

Dios no falla, siempre está cerca, pero no quiere-puede obligarnos a fiarnos de Él.

Es nuestra entera decisión el hacerle, o no, caso; el obedecerle a Él, no tanto a la ley, cualquier ley, es decir hacerlo con real responsabilidad personal, superando miedos o cobardías, muchas veces muy explicables y normales.

1. El miedo es un ingrediente normal del caminar humano hacia Dios.-

Cuando llega a nuestra vida el miedo y la inseguridad, el Señor nos invita a tener en cuenta que Él está con nosotros, que no debemos dejarnos atrapar. Debemos aprender a ser más grandes que nuestros sentimientos y angustias.

Todo puede superarse en la presencia de Dios. Cierto, lo vamos a sentir. Es, más bien, una invitación al abandono al Amor de Dios y a tomar la conciencia de que debemos aprender a renunciar, con el costo que trae consigo, para construir nuestra historia de elecciones valiosas. Toda elección seria está acompañada por más de una renuncia.

Los miedos jamás nos dejarán. Somos nosotros quienes debemos aprender a liberarnos de ellos renunciando a darles dominio en nuestra historia. El único Señor debe ser Cristo Jesús.

2. La confianza-abandono obediente a Dios es la decisión más liberadora de la persona humana.-

Confiar en el Señor supone desarrollar la capacidad de abandonarnos a Él.


El abandono significa una gran apertura a la obediencia responsable en toda situación.

Vivir así nos hace libres, porque no obedecemos normas, sino que nos fiamos de Dios, le escuchamos con atención, aceptamos sus indicaciones y la disciplina de estar atentos a circunstancias y personas, a través de las que Él nos lleva a conocer su Voluntad, y obedecer con toda nuestra personalidad, creativa y responsable.

La confianza-abandono no es un abdicar de nosotros mismos ni de nuestra libertad, sino elevar nuestra libertad responsable al máximo de su creatividad y posibilidades.

3. No todos los errores y caídas son fracasos... muchos son pasos hacia la Vida Nueva en Dios.-

Nada nos perjudicará si confiamos al Señor y renunciamos a guardárnoslo. Los errores personales, asumidos humildemente y entregados al Amor de Dios, nos llevan a renovar nuestra existencia y a librarla de la soberbia. Pidamos a María nos enseñe a vivir así, como Ella.
P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XIX

1R. 19, 9a.11-13a: "Elías llegó a Horeb, el monte de Dios... El Señor... le dijo: «Sal y aguarda al Señor en el monte, en la presencia del Señor, que pasará en cualquier momento.»... Finalmente se sintió una suave brisa... Elías, al sentir la brisa, salió y se cubrió la cara con el manto..."

Salmo 84: "Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación."

Rm. 9, 1-5:
"Les aseguro, por Cristo, que les digo la verdad... Siento gran tristeza y dolor en el fondo de mi corazón: ¡ojalá fuera yo el proscrito de Cristo en lugar de mis hermanos!... de ellos ha salido Cristo Jesús, que es Dios soberano de todo. Sea Él bendito por todos los siglos. Amén."

Mt. 14, 22-33: "...Jesús obligó a los discípulos a... adelantársele hacia la otra orilla... Él subió a la montaña para orar. Avanzada la noche Él estaba solo. La barca tenía viento contrario... Muy de madrugada, Jesús se dirigió a ellos caminando sobre el agua... Jesús les dijo: «No tengan miedo, soy yo» Pedro le contestó: «Señor, si eres Tú, mándame ir hacia Ti sobre el agua» Jesús le dijo: «Ven.» Pedro bajó de la barca... Al notar la fuerza del viento, se acobardó y comenzó a hundirse. Entonces gritó: «Señor, sálvame». Jesús lo tomó de la mano y le dijo: «¡Qué poca Fe! ¿Por qué dudaste?»"

agosto 06, 2008

Transfiguración

Hoy la Iglesia recuerda la transfiguración de Jesús, presenciada por sus amigos en el monte Tabor.

Copio la sugerencia homilética del Padre José María (ver Transfiguración de Jesús).


Jesús se transfigura

El interés que Dios tiene por el hombre es incondicionado.

Pero para que el hombre, sea quien sea, sepa aprovechar lo que Dios le ofrece, sí hay condiciones: las propias de la naturaleza humana. Debe aceptar que los caminos de Dios no están al alcance de su comprensión y, por tanto, no son de su dominio. Necesita obedecer.

Debe vivir que es imposible aceptar los dones de Dios sin la oposición de nuestros vicios y sin las dificultades que, sin duda, se presentarán por el camino. No es posible caminar por los senderos del Señor sin problemas. Don Bosco nos decía que al cielo no se va en coche.

Pero tengamos en cuenta una cosa muy importante: Dios no nos abandona jamás. Su presencia salvífica, exigente, siempre es providente, es decir, busca nuestro bien.

1. Dios nos llama para algo que nos conviene:

Cuando Dios nos pide algo, siempre es para que nuestra vida llegue a mayor plenitud, por eso nos desarraiga, para llevarnos a tierras mejores.

No mira lo que “nos conviene”, según los criterios que nosotros manejamos, sino lo que nos hace bien, aunque no sea de nuestro agrado. El bien y el gusto casi nunca se corresponden, como si el segundo fuera presupuesto del primero. Dejar las seguridades no gusta a casi nadie.

Quien camina por los caminos del Señor debe aprender a morir para vivir a plenitud mayor y creciente. Quien se niega a morir para dar vida, no goza de la enjundia de la vida.

2. Lo importante es el camino que hacemos, aunque el dolor casi siempre esté presente:

Fijarse en el futuro que viviremos después de la muerte es indispensable. Debemos aprender a decidir lo que, al morir, nos gustaría haber vivido.
Porque es ahí donde se valoran las cosas más allá de las apariencias, que tantas veces nos seducen y engañan.

Pablo le invita a Timoteo a no dejarse atemorizar, sino a mirar de frente las dificultades y los sinsabores de nuestra misión aceptando ofrecer, en orden a la gloria de Dios y a la salvación de los que nos rodean y más necesitan de apoyo y conversión, todo lo que debemos sufrir por el evangelio, aunque sea, en algún momento, por causa de nuestros límites o errores.

3. Jesús nos invita a su intimidad, para que nuestro camino sea de vida y salvación para todos:

El evangelio nos invita a la profunda intimidad con el Señor, si es que lo queremos conocer de verdad y deseamos vivir en su Paz.

El Señor sabe que lo que nos espera es duro en esfuerzos, en luchas, en renuncia, en autocontrol, en contradicciones, en errores a rectificar, en conversión continua.

La Transfiguración en el Tabor no es una ventaja gratuita y caprichosa, sino una fortificación preventiva, puesto que lo que venía detrás era una realidad tan horrible y desoladora que necesitaban, lo más posible, tener razones para aceptar que el éxito era cierto, aunque lo tuvieran que creer y todo lo vieran muy negro.

Abraham no estuvo en el Tabor, pero lo vivió dentro de sí, como María, glorificando a Dios con cada uno de sus compromisos y decisiones, que no pocas veces contrariaron su naturaleza, buscadora de los propios intereses, como sucede con todos los mortales.

Pedimos a María la mirada de Fe que nos lleve a ofrecernos con generosa obediencia.

P. José María Doménech Corominas, sdb

Imagen tomada del sitio de los jesuitas colombianos: Jesuitas - documentos

agosto 02, 2008

Dar de comer a nuestro hermano

El Padre José María nos dice:

"Dios confía en nosotros y nos educa en el don de la vida.

Primero, Él nos da todo lo necesario para nuestra vida y creciente plenitud, claro que depende de nosotros aprovecharlo. Nunca nos faltará su apoyo y presencia Providente, nada ni nadie puede separarnos del Amor de Dios, nos recuerda San Pablo, pero eso no quiere decir que nosotros no podamos cometer la tontería de abandonar al Señor de la vida, y, por tanto, quedarnos sin la vida del Señor y el alimento más vital para nuestra vida íntima, que es la única que nos permite vivir de verdad, superando la tentación de vegetar, es decir vivir sin sin un sentido profundo.

Después nos invita a dar nuestra propia vida, a servir a los hermanos con lo que tenemos y a no desconfiar, que cuando nosotros lo ponemos todo, también Dios pone todo lo necesario hasta que se cumpla el bien que conviene.

Confiemos en nosotros y en el Dios que nos ha creado, nos cuida con su Providencia y nos confía su Amor para que lo distribuyamos a los que nos rodean.

Dios les bendiga."

Dar de comer a nuestro hermano

“Denles ustedes de comer”. ¡Qué terrible responsabilidad la nuestra, los cristianos, discípulos de Jesús! No tenemos excusas, El Señor es quien nos lo pide y está a nuestro lado, no nos deja, nos apoyará, pero desea que nosotros pongamos todo nuestro esfuerzo, Él hará lo que nosotros no logremos completar... Para aquellos que quieren ver, son muchas las pruebas: todos los logros en la vida espiritual de las personas; en la paz profunda lograda; en el reequilibrio interior, el más difícil de lograr; en el perdón; en la reconstrucción estable de los matrimonios.

Es verdad todo supone paciente espera, muchas renuncias a vernos por encima y triunfadores, largos momentos de silencio y escucha atenta, grandes esfuerzos de buscar apoyos, ayudas para descubrir qué es lo que exactamente ayudará en cada momento y, sobre todo, muchos momentos de oración confiada. Todo esto nos hace crecer en el Amor de Dios.

Dar de comer vida a una persona, ayudarle a vivir cada día mejor y más profundamente es realmente una tarea divina que Dios nos pide hacer porque Él la está haciendo, en cada uno de nosotros, desde que fuimos engendrados, pero en un momento dado desea que nosotros le colaboremos. Sí, así como Él hace las cosas, gratuitamente, poniendo de lo nuestro.

Dios nos invita a su banquete; a no perder tiempo ni energías en cosas que no llenan la vida pues no le dan sentido. Así aprenderemos a dar lo recibido y como lo hemos recibido.

1. Recibir el alimento diario es una tarea de Dios, pero también de los hombres.-

Cuando pedimos el pan nuestro de cada día, lo pedimos como algo que necesitamos recibir, pero que tenemos que saberlo aceptar para poderlo aprovechar. Darlo a otros es la prueba.

Todo lo recibimos de Dios
. Es gratis, pero debemos acudir a Él, primero, y, en segundo lugar, aprender a seguirle para beneficiarnos de sus dones. Así lo hace el pueblo de Galilea.

Jamás seremos obligados a nada, pero tampoco lo recibiremos sin nuestra intervención seria.

2. Dios es Padre educador y, como todo buen Padre, nos da invitándonos a dar lo recibido.-

Las obras de Dios son todas comprometedoras
. Dios nunca nos deja tranquilos.

La religión busca la seguridad del hombre con los beneficios de Dios. La Fe cristiana, que no es una religión, aunque, inevitablemente, se tenga que expresar así, acoge y responde a los dones de Dios entregándolos a los hermanos sin tregua ni comodidad

Vivir así nos regala la seguridad de un Amor creciente y del que nada ni nadie nos podrá separar. Aceptar a Dios como Padre es comprometerse a dar la vida como Él, sin límites.

La única forma de ser libres, como Dios nos creó, es que aceptemos la doble invitación de Dios: acoger sus dones gratuitos y prepararnos para darlos cada día a quien los necesite.

3. Todos los días estamos llamados a decidir nuestra vida o con Cristo o separados de Él.-

Las decisiones de nuestra vida son solo nuestras
. Dios nos llama a ser como Él y vivir en su Amor.

Nada puede apartarnos del amor de Dios, dice Pablo, pues Dios jamás nos faltará, es fiel. Si no queremos, no hay peligro de perder a Dios; el peligro es que nos neguemos a ser como Él.

María nos enseñe a ser tan sencillos que estemos siempre abiertos a Dios y a los hermanos.
P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO XVIII

Is. 55, 1-3: Dice el Señor: «Todos los que estén sedientos, vengan al agua; vengan los que no tienen dinero... compren leche y vino... sin pagar nada. ¿Por qué gastan comprando pan que no alimenta y malgastan... en comidas que no satisfacen?... Estén atentos, vengan a mí, y se llenarán de vida...»"

Salmo 144: "Todos tienen sus ojos fijos en Ti, esperando que les des el alimento a su tiempo"

Rm. 8, 35.37-39:
"¿Quién será capaz de separarnos de Cristo, que tanto nos ama?... Estoy seguro que ni la muerte ni la vida... ni el presente ni el futuro... ni nada del universo creado será capaz de separarnos de Dios, que, en Cristo Jesús, nuestro Señor, nos ha demostrado cómo nos ama."

Mt. 14, 13-21: "Jesús... se fue en una barca a un lugar despoblado... Cuando la gente lo supo, lo siguieron a pie... Al desembarcar, vio a tanta gente, que se compadeció de ellos y curaba a sus enfermos. Los discípulos, al ver que atardecía, le dijeron: «...despide a la gente. Que vayan a los poblados cercanos para comprarse algo de comer.» Jesús les respondió: «No hace falta que vayan. Denles ustedes mismos de comer»..."