diciembre 29, 2011

Madre de Dios


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para la fiesta de Santa María, Madre de Dios. Qué mejor manera de comenzar el nuevo año.

Que el Señor nos conceda poder amar e imitar más a nuestra Madre, la dulce Auxiliadora.


Es bueno que nos preguntemos: ¿Dónde se apoya nuestra esperanza?

Porque así como estén nuestras bases, estará nuestra paz y seguridad interior y, por tanto, nuestro futuro.

Demasiadas personas piensan que el futuro depende de lo que pase fuera de ellas mismas, y esto es un grave error de nuestra superficial época, tan vacía de sí y, por tanto, tan perdida y a la deriva...

Nada en la naturaleza va a su antojo. Sólo algunas personas humanas, atrapadas en su pecado, creen que puede hacer lo que quieran, sin tener encuenta ni leyes ni orientaciones ni obediencia.

Nada en la naturaleza se exime de la obediencia, y todos los poderosos de este mundo la han exigido y la exigen a sus subditos y hasta la castigan duramente si no se cumple con ella, pues quien no obedece pone en peligro a todo el conjunto...

Si nos damos cuenta de esta evidencia, ¿cómo somos tan necios que no la aplicamos a nuestra vida personal y social?

Pero así es. El mundo no quiere obedecer ni a Dios, a quien desea negar de un modo u otro, ni a la naturaleza, pues dice que él es superior a ella, aunque, muchas veces, con su necia soberbia y terquedad, no lo demuertre demasiado.

Gracias al Amor de Dios, absolutamente autónomo respecto a nuestra respuesta, el futuro está asegurado por su Paterna e incondicional bendición; por su Hijo encarnado, que constantemente nos ofrece su Salvación, en su Palabra, en su Comunidad y en cada uno de sus sacramentos; por su Espíritu, que nos guía y defiende de todo mal, aunque, muchas veces, poco caso le hagamos, y por su Madre, que nos cuida y auxilia en cada uno de nuestros desconciertos.

El año 2012 será muy bueno, si somos dóciles a nuestra conciencia y, en ella, aprendemos a escuchar la voz de Dios que nos ama y nos anima a madurar, superando la continua tentación de individualismo, soberbia, egoísmo, que nos cierra en nosotros mismos y nos hace estériles respecto al bien de nuestros hermanos, llenándonos de tristeza y desazón.

Dios nos quiere felices y desea que dejemos que la Luz amorosa de su Rostro nos ilumine y nos llene de su Paz y Gozo.

Tengamos la sencillez de María, de José, de los pastores, de los magos, de los santos que supieron fiarse del Dios Vida y Amor, que, cuando nos vio listos, se encarnó y nos enriqueció con la Vida del Espíritu que nos santifica.

¡¡¡Feliz año 2012 en el Señor Jesús con María, su Madre, y Madre y Maestra nuestra!!!

Dios les bendice: ¡seamos bendición para nuestros hermanos!

Unidos en oración con María, la Madre y Maestra que nos enseña cada día a recibir mejor a Jesús:

P. José Mª Domènech SDB


Madre de Dios

Como Israel, nosotros conocemos al Señor a través de sus obras: experimentándolas, siempre y cuando no las manipulemos, ni en su destino ni en su significado, pues esto pervierte.

Dios siempre es bendición. Sólo quien está atento a la real Presencia de Dios, aun en lo más pequeño que acontezca, podrá gozar de su acción. Así lo vivió María desde el principio.

Hemos sido creados para ser, como Dios, bendición que rescata y enaltece lo mejor de todos

Éste es el contenido al que se refiere la bendición que el Señor pide se dé a su Pueblo. La claridad del rostro de Dios es la claridad de la conciencia que nos permite descubrir la constante Presencia Pro-vidente y Bene-factora del Dios de la Vida que, en su Amor, está presente en todos los repliegues de nuestra vida cotidiana. Él es eficiente, pero sin imposiciones.

Padre de toda vida, es fuente de toda maternidad. En Él aprendió María su maternidad humana, ¡y divina!, en la diaria meditación de la Palabra [hecha historia, acontecimiento cotidiano, transmisión escrita, proclamación en la asamblea] y en la oración constante, personal, conyugal, familiar, comunitario-sacramental. Así aprendemos a ser como Jesús: bendición viva.

Sólo conocemos a Dios en la vida compartida y comprometida en una subsidiaria solidaridad

A las personas, individual y/o socialmente, se las conoce sólo en la intimidad personal. No hay otro modo de conocer la materno-paterna sensibilidad de Dios. Así es la esencia de todo ser personal: divino, angélico o humano. Por eso Dios se hizo hombre en una familia.

Ante la presencia de Dios los humanos nos sentimos anonadados, sobrecogidos. Lo vivió María y todos los que han tenido algún contacto real con Dios. Él da contenido a nuestra vida, la llena de su grandeza y, así, nos hace bendición para todos y hasta para todo lo creado.

Su Presencia nos lleva a compartir. Nadie serio, objetivo y sensato, se cree bueno ni justo. Si nos invade la soberbia y juzgamos a otra persona, como si fuéramos mejores que ella, estamos ante un signo explícito (‘científico’) de que ignoramos al Dios verdadero y creamos nuestros propios ‘ídolos’, efímeros, engañosos y destructores de toda paz, de la interior y, por tanto, también de la exterior. Dios nos lleva a despertar lo bueno en todos ayudándoles a madurar.

Recibir con sencillez la Presencia de Dios nos hace bendición que da Vida y Paz al mundo

El salmo 66 nos invita a presentarnos ante Dios, deseando humildemente su bendición. En ella se nos salva de todo pecado confesado y recibimos alegría, paz y voluntad de alabanza.

La venida del hijo de María, fue preparada larga y pacientemente por Dios mismo desde que el hombre es hombre. Lo llama a vivir a Dios como a su “Abbá”, es decir, a ser Su hijo.

Pablo habla de la plenitud de los tiempos. ¿Qué significa esto? Que Dios siempre ha buscado hacernos vivir su Amor, para que lo podamos aceptar y asumir sin temores. Los sencillos fueron comprendiendo, abriéndose a los dones y promesas de su Señor. Dios se hizo uno de nosotros, en Jesús, Su Hijo encarnado, sin subyugarnos para, llegado el momento, llenar nuestra vida con la presencia de su Espíritu que estimula nuestra libertad hacia la aceptación de su santidad. Las maravillas de Dios son para todos. ¡Absolutamente nadie está excluido!

Sólo se necesita un corazón sencillo, como el de María, la madre atenta; como el de José, el padre creyente y justo; como el de los pastores, sencillos y dóciles testigos-misioneros.

María nos pide abrirnos con confianza al año que comenzamos y en él aprender a gozar y dar a todos la presencia de Jesús como lo que es: una bendición para la paz y felicidad.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

Jesús es la bendición de Dios a su Pueblo; Él nos llega por María, la Madre que medita con dócil sencillez la acción de Dios en la historia


Nm. 6, 22-27:
"Así bendecirán a los israelitas… les dirán: «Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia... Que el Señor te… conceda la paz»... y Yo les bendeciré".

Salmo 66: "El Señor tenga piedad y nos bendiga".

Gal. 4, 4-7:
"Cuando se cumplió el tiempo…, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley, para redimir… y hacernos hijos adoptivos... infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abbá!, Padre ...ya no eres más esclavo, sino hijo y, por tanto, heredero por la gracia de Dios."

Lc. 2, 16-21: "Los pastores fueron… y encontraron a María y a José con el niño en el pesebre... contaron lo que habían oído decir sobre el niño… María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón. Los pastores volvieron alabando y glorificando a Dios... Ocho días después, al circuncidar al niño, le pusieron el nombre de Jesús..."




diciembre 22, 2011

Nochebuena y Navidad 2011


Tenemos el mensaje y las sugerencias homiléticas que el querido padre José María nos ha enviado para Nochebuena y Navidad.

Todos pedimos al Niñito Jesús le dé muchas bendiciones a nuestro padrecito, para que goce de buena salud y continúe su labor de padre y pastor.

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS! Siempre con nuestra MA.



Ya llega el día. María nos acompaña en este esperar activo y responsable que trata, cada día mejor, de escuchar con corazón abierto la Palabra; abandonarse al Dios de la Vida que nos ama; recibir al hermano y servirle según nuestras posibilidades del aquí y el ahora; respetar a todos y perdonar lo que nos duele y ofende.

Navidad no es tanto una fiesta sentimental, aunque está, y es lógico, llena de profundos sentimientos y delicadezas;

Navidad es la fiesta de la alegría por recibir el bien más precioso de Dios, Él mismo hecho pequeño y pobre para que no tengamos reparo en recibirle... No pide nada más que ser recibido, no tiene protocolos y peticiones... Solo ser recibido con sinceridad...

¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!!!

¡Que la alegría fluya y se haga historia de Fe creciente, Esperanza firme y creativa y Caridad industriosa y universal, como es el corazón del Dios que nos visita! Si vivimos así, el año 2012 no podrá ser menos que próspero y feliz.

Rezo por todos y agradezco su oración... Todos caminamos y todos tenemos nuestras infinitas pequeñeces. ¡SOLO DIOS ES GRANDE Y LO LLENA TODO; POR ESO LO ÚNICO DE VERDAD SABIO Y SENSATO ES VIVIR ABRIERTOS Y ABANDONADOS EN ÉL: SIEMPRE DISPUESTOS, COMO MARÍA, A LO QUE NOS PIDA!

Dios les bendiga y más al vivir este Misterio de Amor.

Unidos en oración con María, la Madre y Maestra que nos enseña a recibir todos los días a Jesús:

P. José Mª Domènech SDB




NATIVIDAD DEL SEÑOR (Misa de la noche)

El Señor, en la humilde pequeñez de un niño necesitado de todo, llega con la Salvación; solo nos pide recibirle con sincera y sencilla docilidad


Is. 9, 1-6:
"El pueblo que avanzaba entre tinieblas ha visto una gran luz... les has llenado de una alegría inmensa... Has despedazado el yugo que les sujetaba... «Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado... Consejero-prodigioso, Dios-héroe, Padre-por-siempre, Príncipe-de-la-paz...»"

Sal. 95: "¡Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor!"

Tt. 2, 11-14:
"Se ha revelado el Amor de Dios que quiere salvar a todos los hombres y nos enseña que abandonemos la impiedad y los deseos mundanos para que vivamos en este mundo una vida de sobriedad, justicia y piedad mientras esperamos... que se manifieste la gloria de Jesucristo... Él se entregó por nosotros para rescatarnos... y hacernos su pueblo, apasionados por el bien".

Lc. 2, 1-14: "...el ángel les dijo: «No tengan miedo. Les anuncio una noticia que traerá una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor...»... «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor»."


De muchos modos el Señor se ha dado, y se da, a conocer a lo largo de la historia para que reconozcamos su Voluntad de Amor, Grandeza y Vida de felicidad eterna ya desde aquí.

A veces tenemos miedo, es normal. Él nos pide serena valentía: su plan es nuestra Salvación.

Si recibimos la Voluntad de Dios con corazón abierto, nuestras tinieblas, poco a poco, se aclararán. Dios no abandona jamás, pero es básico fiarse de Él. Convertirse supone tiempo y esfuerzo.

La fiesta de Navidad es la fiesta del cariño de Dios y de la confianza del hombre. Él se lo merece, pues ya nos lo da todo. No estamos ante promesas todavía vacías, sin garantía, sino ante realidades concretas, eficientes en la Fe. Éstas, en nuestra historia, son una opción llena de Vida.

Dios se hace niño para que nuestro amor sea libre y sin temores. Nos pide que lo recibamos con su misma sincera sencillez. Si lo hacemos así, entraremos en el Reino de los Cielos, viviremos en su Paz, serenos animados por su Espíritu, y serán nuestras, cada día más, su Alegría y su Vida.

En las tinieblas llega el Salvador: nos da su Luz y su Vida; Vida Nueva para nosotros, ¡la de Dios!

¿Qué haremos con la oportunidad de Vida Nueva que Dios nos ofrece? Él es nuestra Luz, nuestra Paz, nuestro Consejero, ¡el Mesías!, ¡el Señor! Se nos pide una respuesta. Como cuando el ángel se lo planteó a los pastores anunciándoles el nacimiento del niño-Salvador, ¡nos sorprende!: ¡¿cómo puede ser El Salvador un pobre bebe envuelto en pañales en una cueva para animales?!

Nos toca decidir. Los pastores escucharon, creyeron, fueron, vieron, compartieron, gozaron y glorificaron a Dios. Nosotros, ¿qué actitud asumimos? No decidirnos sería declarar que es demasiado riesgo y que no vale la pena arriesgar tanto simplemente por un pobre pequeño sin importancia.

El Niño nacido en el pesebre de la ciudad de David ¡nos da su Luz y hace nuevas todas las cosas!

Novedad sustancial: el Amor de Dios, eterna juventud, da Vida Nueva a todo: abre horizontes de Verdad, de Justicia y de Paz Interior, más allá de tratados. Su Luz nos aclara la vida. Nos pide a todos asumir la vida con tal plenitud y libertad que seamos capaces de entregarla por el bien de los que les rodean, aun cuando dar la vida traiga consigo, como de hecho sucede, esfuerzo y dolor.

Navidad, en la gran familia humana, hijos todos de Dios, sin excepción: de cualquier sexo, tiempo, lugar, situación social o económica y realidad cultural o religiosa. Fiesta del don de quien es Amor; fiesta para todos, pues viene para nuestra alegría por la Paz y la Vida Nueva que se nos da.

Jesús entrega su vida, sin restricciones, durante toda la historia y para el bien de todos

En cada Eucaristía y Reconciliación, en cada sacramento, Cristo es don de Vida Eterna.

La navidad es una fiesta que beneficia a toda la humanidad, aunque, sin duda, los cristianos tenemos la gran responsabilidad de manifestar la profundidad de su realidad y de sus alcances.

La navidad nos pide aprender a vivir y ofrecer, con una más dócil humildad, la presencia de Dios en la historia. Él no quiere imponerse, pero tampoco se esconde ni desea quedar en el anonimato.

La hemos preparado con la escucha de la Palabra, como María; abrámonos para que Jesús nazca en nuestra vida y en la de nuestra familia y ambiente.

Conocerlo, valorarlo y amarlo es un derecho de toda persona. Por esto es un grave deber de todos los cristianos. El testimonio de la propia vida –personal, familiar y social– beneficiará a todos.

María, Maestra de acogida sincera y compromiso responsablemente solidario, nos ayude a estar siempre disponibles al Señor para que todos puedan conocer la Salvación de Dios y, con nuestro testimonio de vida y nuestro oportuno apoyo solidario, la sepan recibir y vivir hoy y aquí.



NATIVIDAD DEL SEÑOR (Misa del día)

Dios está tan interesado en la vida y grandeza de la persona humana que se hizo uno de nosotros para salvarnos y enseñarnos a ser Felices


Is. 52, 7-10:
"¡Qué alegría sentir en las montañas los pasos del que anuncia la paz y nos trae la Buena Nueva, que nos anuncia la salvación...! Escucha los gritos de tus centinelas, escucha qué exclamaciones de gozo: ven cara a cara que el Señor vuelve a Sión... ¡Dancen... aclamen...! ...de un extremo al otro de la tierra verán la Salvación de nuestro Dios".

Sal. 97: "Los confines de la tierra han contemplado la Victoria de nuestro Dios".

Hb. 1, 1-6:
"En diversas ocasiones y de muchos modos, Dios antiguamente había hablado a nuestros padres por boca de los profetas; pero, ahora, en estos días,... nos ha hablado a nosotros en la persona del Hijo... constituido heredero de todo… «Que se postren ante Él todos los ángeles de Dios»."

Jn. 1, 1-18: "Al principio existía quien es la Palabra... La Palabra era Dios… era la Luz verdadera... estaba en el mundo... pero el mundo no la reconoció... La Palabra se hizo hombre y puso su morada entre nosotros y hemos contemplado su gloria. La que le corresponde como Hijo único del Padre... A Dios nadie le ha visto jamás, el Hijo único, que vive en el seno del Padre, nos lo ha revelado".


Son muchas las religiones en el mundo y todas se esfuerzan por encontrar a Dios y contentarlo. Son muchas, y constantes, las búsquedas que los hombres hacen para encontrar el camino de la felicidad, de la eterna juventud y de una paz estable en la vida personal y social. ¡Cuántas decepciones!

Mucha es la buena voluntad, pero los resultados son efímeros y, por eso, descorazonadores.

Muchas veces pensamos que ese dios que debería resolvernos los problemas y darnos soluciones y seguridad, es una falla. Y ¡es cierto! porque a ese dios ¡nos lo hemos inventado! ¡¡No existe!!

¿Cuál es la verdad? ¿Existen los verdaderos caminos para la Paz y Felicidad? ¿Dónde?

...y se sigue ensayando. Nos hablan de la ‘Globalización’, de la ‘New Age’, de la ‘Fraternidad Universal’. Ellas acusan de desavenencias a las religiones monoteístas: su Dios ‘único’, sus doctrinas ‘verdaderas’ y moral ‘inmóvil’ son un problema porque no se adaptan a las nuevas ‘realidades’ y ‘necesidades’. Es verdad, algunas de estas religiones están en conflicto: o se rechazan o se desconocen o se condenan. ¡Cómo nos cuesta dialogar desde lo religioso! ¿Hay una religión verdadera? ¿Cuál?

Dios, como nuestro Padre-Madre que es, pensó siempre en nosotros desde su Amor personal

La Fe cristiana bien vivida –dado que es Vida, más que religión, aunque se exprese en formas religiosas– no busca a Dios, sino que le acepta con sencilla y dócil humildad, como María, pues ha sido el Dios amoroso quien nos visitó y nos invitó a aceptarle en nuestra propia vida como a Padre-Madre Providente y Amoroso, Hijo Salvador y Espíritu Santificador, Comunión Trinitaria, a la que nos invita a unirnos con el derecho propio de ser sus hijos. Nos lo ha dicho de múltiples formas y desde el principio de nuestra historia. ¿Quién le acepta y hace caso? ¡Ése es nuestro problema!

El cristiano es la voz del mensajero que anuncia a la humanidad la Buena Noticia: Dios nos viene a salvar con su Paz; sí, la suya, feliz, fiel y eterna. Paz con mayúscula, la Paz de Dios, la que Él puso en el propio interior del hombre, la que Dios nos ofreció gozar desde que nos creó en el seno materno a cada uno personalmente. ¡Es por eso que todos deseamos ser felices! ¡¡Lo tenemos dentro!!

Dios constantemente viene a nosotros para salvarnos de todo lo que nos quite vida y alegría.

La propuesta divina de Vida Nueva nos fue comunicada no por un mensajero, oráculo o sueño o por iluminadas intuiciones y convicciones vitales de alguien. Sino por el Hijo, el mismo Hijo único de Dios. Sí, Él se hizo hombre y aprendió a vivir, desde la naturaleza humana, como hijo de Dios. Él compartió nuestra vida, hasta su entrega total y definitiva, por nuestra real liberación.

Por eso Él es el Señor del Universo, el modelo acabado de persona humana, de Él recibimos siempre todos los beneficios de Gracia y Vida Eterna como parte vital de nuestra historia y cultura. Dios, Padre de todos sin excepción, nos llama a ser sus hijos, amigos y apóstoles.

Navidad: Dios se hizo de nuestra naturaleza invitándonos a ser como Él: íntimos amigos y apóstoles

Pablo fue claro: “para mí vivir es Cristo” (Flp. 1, 21): sólo en Cristo tiene sentido mi vida. Recibirle todos los días en mi vida, y en toda persona que nos rodea, es adelantar la eternidad, hacerla historia viva en el hoy de cada persona y cultura, pues la llenamos de la Vida, Paz y Alegría de Dios.

Jesús es Palabra viva de Dios, aprendamos cada día de María a estar atentos a la Presencia de Dios en nosotros y en todos los hermanos. Ella nos pide hacer con todos hoy lo que Él nos diga.

Pidamos a María nos enseñe a vivir mejor cada día según la Palabra, haciéndola historia en nuestra vida diaria: así todos los días será Navidad en nuestros ambientes, más allá de los problemas.

Padre José María Domènech Corominas, sdb.





diciembre 11, 2011

«Estén siempre alegres!»


Tenemos la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 11 de diciembre.

Recordemos que hoy nos corresponde encender tres velas de nuestra Corona de Adviento rezando con la familia la siguiente oración:

En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
"¡El Señor llega!
Preparen sus caminos
porque ya se acerca.
Adornen sus almas
como una novia se engalana
el día de su boda"
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz,
sino el que nos anuncia la luz.
Al encender estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes.
¡Ven, Señor, ven a salvarnos,
envuélvenos en tu luz,
caliéntanos en tu amor!

Tomado de El Pan del Alma


«Estén siempre alegres»


La alegría verdadera, la permanente, tiene su base en el corazón, en el íntimo personal. La felicidad, que es la base de la alegría, es un don de Dios a toda persona y Él se lo otorga al crearla con un Amor incondicional y eterno: en realidad ésa es la única fuente de la felicidad.

Es por eso que la felicidad sólo se pierde cuando uno rompe con el Amor Dios por el pecado grave y sostenido, con la esclavitud al vicio, con la degeneración que hiere a la persona en su interior y la lleva por el camino del fracaso profundo, de éste del que sólo Dios puede librar.

Él desea librarnos de tal perdición y por eso envió, y sigue enviando, aún hoy, a los profetas y, al fin, envió a su Hijo. Éste se quedó con nosotros como Palabra de Vida y Salvación; como Comunidad de discípulos que viven la Salvación, aun con los errores personales, y actúa en nosotros a través de los Sacramentos, según se lo permitimos con nuestra atención y docilidad.

La garantía de fruto está en nuestra apertura y honestidad ante los dones de Dios. Él nos da todo gratis, no necesitamos ganarlo ni trabajar para merecerlo, pero el saberlo recibir y aprovechar, eso, sí depende de nosotros. ¡Es nuestra decisión! ¿Modelos? María, Juan Bautista…

El Espíritu nos consagra, como a Jesús, para llevar a los hermanos los gozos de la salvación

El profeta sabe que lo que hace es porque el Espíritu de Dios le lleva por sus caminos, que él se debe a la voluntad de quien le ha enviado. Otra actitud es traicionar a Dios y a los hombres.

La Voluntad de Dios es la Salvación y la Liberación de su Pueblo y para esto nos llama, nos envía y nos consagra. La respuesta es personal y sin escusas. La gracia es para todos.

El deseo de Dios es nuestra alegría: ¡Es nuestro Padre! Nos ha dado su Espíritu para cuidarnos

Dios nos creó para ser felices, por eso envió a su Hijo, está cerca y nos escucha siempre.

Nos toca ser dóciles, sencillos, honestos, sensatos, serviciales: como el Espíritu nos oriente.

El precursor, lo es porque es testigo consciente, fiel y humilde que no busca nada para sí.

Juan Bautista es testigo de fiar: consciente de lo que es y le corresponde. Su único afán es ser fiel a quien le envía como testigo de la Verdad y de la Luz, de la presencia del Mesías.

Lo importante para él es que comprendamos quien se acerca y que nos preparemos para su llegada, pues es definitiva e incuestionable. A su lado él siente no ‘valer’ nada: sólo es la voz.

La Salvación, que ya está aquí, es definitiva: con ella todo es seguro; sin ella, todo perdido.

Pidamos a María nos dé a vivir como ella: atentos a la alegría que llega para compartirla.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.



CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO III
Dios nos desea felices y alegres: su alegría y paz llenará nuestra vida si le somos dóciles. Él nos envía todo su apoyo para que lo logremos.


Is. 61, 1-2a.10-11:
"El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos…, a proclamar un año de gracia del Señor. Yo desbordo de alegría en el Señor… porque Él me… envolvió con un manto de justicia… así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones".

Salmo: Lc. 1, 46-58: "Mi alma se regocija en mi Dios".

1T. 5, 16-24:
"Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús. No extingan la acción del Espíritu; no desprecien las profecías, examínenlo todo y quédense con lo bueno. Cuídense del mal en todas sus formas. Que el Dios de la paz los santifique plenamente… hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará".

Jn. 1, 6-8.19-28: "Apareció un hombre enviado por Dios que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz. Éste es el testimonio que dio Juan… Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías… Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor… Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias»…"




diciembre 07, 2011

María es Inmaculada


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este jueves 8 de diciembre, fiesta de nuestra Madre Inmaculada.

Dios les bendiga.

María es Inmaculada, no tanto porque se mantuvo física y moralmente pura, como solemos entenderlo (eso es solo consecuencia) sino porque jamás traicionó la confianza que Dios depositó en ella desde el día de su creación. Su "sí" no fue algo improvisado o 'milagroso', sino consecuencia de una persona que, a lo largo de su vida, aprendió a estar atenta y disponíble, más allá de lo cómodo o de lo que a uno le puede parecer bien o gustar. ¡Cuántas veces nuestro corazón entra en la "impureza" de vida porque ya no somos honestos ni con Dios, ni con nosotros mismos, ni con los que nos rodean... Tenemos otras intenciones que no confesamos, porque sabemos que no son confesables, pues, de algún modo, nos condenan como 'falsos', 'incoherentes', 'deshonestos' o 'no-fiables'...

María dijo sí y comenzó a preparar la navidad nueve meses antes, con todos los avatares que eso le trajo... Pero no se echó atrás... Dios lo merecía todo y Jesús era su hijo... Si todas las madres y padres, si todos los educadores, pensáramos que las personas que tenermos delante, que se nos han confiado, son en verdad (porque esa es la pura verdad) hijos de Dios que Él nos ha confiado en persona al engendrarlas o al ponerlas junto a nosotros para que les ayudáramos... De otro modo muy diverso nos trataríamos... ¿Quién se atrevería a perjudicar o matratar al hijo del mismo Dios? Debemos aprender a ser "madre", "padres", de Jesús, como dice San Agustín: todos somos madre de Dios, pues lo engendramos en nosotros al acoger la Palabra en nuestro interior para hacerla después historia. Lo hizo María... Ésta es la Navidad.

Preparemos esta fiesta entrañable con nuestra atención, con nuestra alegría, con nuestro trabajar por liberar a nuestros hermanos de tantas esclavitudes, con nuestro estar atentos al Señor que está en medio de nosotros sin que le prestemos casi ninguna atención...

¡¡¡Seamos más delicados con Dios!!!

La única consecuencia estable y segura es que seremos mejores nosotros y estaremos construyendo un mundo mejor.

No hay nada que perder y todo que ganar.

Imitemos a María y tengamos un corazón cada día más puro: ¡TODO Y SOLO DE DIOS!

Aunque seamos pequeños y débiles, eso no es nuestra responsabilidad.

Pidamos a María que nos ayude, ella lo hará con mucho gusto... ¡ES NUESTRA MAMÁ!

Jesús se lo pidió y a Jesús nunca le niega nada.

Unidos en oración con María, que nos ayuda a preparar la llegada continua de Jesús:

P. José Mª Domènech SDB

La vocación de María es la vocación de toda persona humana: ser grande como Dios


María es nuestra Madre, siempre pura, libre y atenta: ¡lista para aprender y servir!

En ella lo más importante y rico fue su vida y actitud interior: su serena docilidad.

Padres y educadores saben que sus hijos y educandos tienen predisposiciones para un modo de vida y para una determinada actividad o profesión. Deberán esforzarse por descubrir estas dotes naturales y tenerlas en cuenta para que cada uno sea orientado en la línea de su vocación. Por su lado, el adolescente, varón o mujer, deberá aprender a ser cada día más atento y fiel a su vocación y dócil a lo que se le ofrece. Fallar en eso es desorientar y perjudicar la propia vida.

También María tuvo su llamada, su vocación, de Dios, como la tenemos todos nosotros. Surge en lo más profundo del propio ser y pide una responsable y diaria respuesta personal.

Todos, varones y mujeres, estamos llamados a ser personas grandes, por eso Dios nos hizo libres. La primera decisión de la humanidad fue no fiarse de Dios y la consecuencia está ahí: guerra interior, insolidaridad y cobardía, constantemente reflejadas en nuestra sociedad.

El capítulo tercero del Génesis describe el problema de siempre: no reconocer el propio pecado y culpar a otros... Es decir, guerra general e incapacidad de superación del pecado. Ésta es una enorme tara que nos carcome, mostrando lo destructivo que resulta siempre el pecado.

Dios nos pensó, desde antes de la creación del mundo, para ser como Él en su Hijo Jesucristo

Nuestra vocación, nos dice Pablo, no es librarnos de los errores, sino ser hijos irreprensibles en Cristo. Dios nos conoce muy bien y nos sabe frágiles. Tendremos éxito, si humildemente reconocemos nuestros límites y errores y, convirtiéndonos, nos fiamos de Dios todos los días, pase lo que pase. Puede, sin duda, costar, pero nos llenaremos de paz y comprensión.

Se trata de buscar que Dios vuelva a ser el centro único de nuestra vida, así ésta se convierte en un canto nuevo por las maravillas de misericordia y redención de Dios en nosotros.

Es posible vivir esta experiencia de continua redención y glorificar así el nombre de Dios, pero sólo si vivimos en la sencilla libertad de María. Ella, Inmaculada desde el inicio de su existencia, se centró en Dios, humildemente disponible a lo que el Dios de la Vida quisiera.

Camino de Dios en la grandeza humana: dialogar con cada persona para que acepte ser ella

María se sabe limitada, indigna de las maravillas de Dios, pero acepta que el Señor tiene todos los derechos de libre disponibilidad en ella. Lo conoce bien y tiene experiencia de que sabe respetar la realidad objetiva de todos y también sabe potenciar lo bueno en lo limitado.

Dios puede hacer lo que quiera, pues todo lo que quiere está únicamente destinado al mayor bien de cada persona en su realidad concreta: pobre y frágil, pero siempre amada.

María nunca tuvo en su vida otro centro que no fuera Dios; nunca tuvo otro criterio que no fuera la gloria de Dios y el bien de los que vivían a su lado, como Dios se lo enseñaba cada día en su Palabra. Vivía la pureza del amor de Dios y de todos los bienes que de Él se derivan.

María, es la Inmaculada por la aceptación de la Voluntad de Dios de ella. Dios la preparó, para que viviera a cabalidad su vocación de maternidad divina y encontró en ella la perfecta respuesta de fidelidad y disponibilidad humilde, de oblación total, como la de su Hijo.

Pidámosle nos enseñe a vivir en conversión continua para ser fieles a nuestra vocación.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.



INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA


Gn. 3, 9-15.20:
"... Dios llamó al varón…: «¿Dónde estás?...» «He sentido tus pasos y he tenido miedo porque estoy desnudo...» «¿Quién te hizo conocer que estabas desnudo?»... «La mujer que me has dado como ayuda me dio el fruto el árbol y yo comí...» El Señor le preguntó...: «¿Por qué lo has hecho?»... Ella le contestó: «La serpiente...» El Señor-Dios dijo...: «...Él te aplastará la cabeza y tú le atacarás el talón»..."

Salmo 97: "Canten al Señor un cántico nuevo, porque Él hizo maravillas"

Ef. 1, 3-6.11-12:
"Dios… nos eligió en Cristo, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprensibles ante Él por el amor... En Él hemos recibido nuestra herencia... "

Lc. 1, 26-38: "...el ángel… le dijo: «...el Señor está contigo... No temas... Tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús... El Espíritu Santo vendrá sobre ti...» María respondió: «Soy la servidora del Señor: que se haga en mí según tu Palabra.»"





diciembre 04, 2011

2do domingo Adviento

Recordemos que este domingo nos toca encender la segunda vela de nuestra corona y decir la siguiente oración:

Los profetas mantenían encendida
la esperanza de Israel.
Nosotros encendemos estas dos velas.
El viejo tronco está rebrotando,
florece el desierto...
La humanidad entera se estremece
porque Dios
se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de nosotros, Señor,
te abra su vida
para que brotes,
para que florezcas,
para que nazcas.
Y mantengas encendida la esperanza
en nuestro corazón.
¡Ven pronto Señor!
¡Ven Salvador!

Tomado de El Pan del Alma

diciembre 02, 2011

«¡Preparen el camino del Señor!»


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 4 de diciembre.

En la primera semana del Adviento, el Señor nos proponía estar preparados, antentos, a no dormirnos, como sucede a tantos, que creen, tal vez también nosotros, que por portarnos bien o cumplir o, peor todavía, por simplemente ser bautizados, es decir, para ser "católicos", ya es suficiente... No, no es suficiente ni sensato ni digno.

¡Es necesario vivir como nos indica el Señor, que viene constantemente a salvarnos y llegará en cualquier momento!

En esta segunda semana, entramos un poco más a fondo y la Palabra nos indica que, aunque parezca que todo está perdido y estemos hechos un desastre, debemos animarnos: invita al Profeta a "Consolar" a su Pueblo destrozado por los poderosos prepotentes. Dios tiene paciencia y espera que nos decidamos a convertirnos para que no perecer, al quedar atrapados en un mundo que no tiene futuro así como está, con las actitudes que vive. Se nos invita a todos a convertirnos, a todos sin excepción, más a los mayores que a lo menores, más a los grandes que a los chicos, más a los 'buenos' que a los que ya son conscientes que la necesitan porque no son tan buenos como parecería. La Palabra en Juan se hace urgente: ¡conviértanse porque el Señor que llega es de verdad grande y Él nos bautizará, y es lo último, en el Espíritu Santo! Juan dice la verdad, VIVE la Verdad y a ELLA le ha dado, en absoluto, toda su vida en radical libertad para despertar el bien y la Vida Nueva en su Pueblo.

Es nuestra vocación: convertirnos todos los días a la Vida, al Señor, siempre más dóciles, y mejor, al Espíritu.

Dios nos se cansa, siglo tras siglo, de repetírnoslo porque no quiere que nadie perezca.

No desesperemos: ¡Ninguna persona de buena voluntad jamás perecera! Dios tiene empeñada no sólo su Palabra, sino su Vida Eterna en ello; una Vida que jamás se separa de cada uno de nosotros.

¡¡¡La Salvación vive en nuestra tierra!!!

Caminemos con esperanza construyendo en la caridad movidos por una Fe que nadie puede detener, pues el Señor ha resucitado y por eso los cristianos lo celebramos cada día y, en especial, cada domingo.

María nos acompaña y nos auxilia en nuestras dificultades. Ella es la Madre que nos enseña a esperar activamente la llegada de Jesús, hoy y siempre.

¡Gozo y compromiso a favor de los últimos y marginados, cada uno según su vocación!

Saludos y bendiciones para todos. ¡Atentos la Navidad se acerca, debería ser cada día!

Unidos en oración con María, la Madre del Adviento y la Pascua:

P. José Mª DomènechSDB


«¡Preparen el camino del Señor!»


Dios nos invita a vivir en el consuelo: Él llega con la salvación en medio del desastre de la vida. Cuando parece que todo está perdido, cuando sentimos que no tenemos perdón, que nuestro mundo está podrido, y nosotros en él nos vamos hundiendo en tentaciones cada día más atrayentes, es el momento de escuchar al profeta que nos llama a la esperanza y al consuelo de Dios.

Necesitamos la fortaleza de Dios y abrirnos a su gracia, no ceder a nuestros pobres criterios y buscar el bien real de todos, sin dejarnos atrapar por el mal que nos rodea y desea engañarnos.

La voluntad de Dios es sólo salvar a todos los que acepten y, para eso, se arma de paciencia y llama a distintas personas, con modos muy diversos, para que nos animen a la confianza, al arrepentimiento y a ser más y más dóciles a su Palabra de Vida Nueva y Amor fiel.

Dios nos muestra su Misericordia, pero los que debemos abrirnos a ella somos nosotros.

La paz es segura, pues Dios viene a salvarnos con presencia, pero pide un cambio en nosotros.

El Pueblo de Dios ha quedado destruido, sin esperanza alguna, ante la prepotencia de los asirios y los babilónicos. El profeta le llama a la esperanza, a renovar su fidelidad al Señor.

Dios no puede evitar los desastres que nuestra terquedad provoca, pero quiere llevarnos por vías de justicia, paz y vida. Es necesario abrirse, cambiar de actitud para gozar su Salvación.

Dios desea lo mejor de cada persona para que goce cada día mejor de su vida y Salvación

Pedro no desea desconciertos, sino objetividad: Dios no tarda, sino que espera por Amor.

El Señorío de Dios se impondrá, pero Él desea ser aceptado: ¡aprovechemos este tiempo!

Juan predica con su vida y mensaje de apertura y conversión, la respuesta la da cada persona

El mensaje de Juan es la Salvación de Jesús. Nos aclara que antes debe darse la conversión.

La Salvación de Jesús nos une a la misma Vida de Dios por el don de su Espíritu. Pero es necesario liberarse de todo lo que nos ata a nuestro egoísmo individualista, generador de muerte.

Los valles a rellenar y montañas que abajar son realidades de nuestra vida personal-social.

Pidamos a María confiar en Dios y aceptar convertirnos para vivir la alegría de dar la Vida.

Padre José María Domènech Corominas, sdb.



CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO II
Dios nos llama a confiar en Él y, precisamente por eso, a convertirnos a la Vida Nueva que Jesús nos trae y de la que somos responsables


Is. 40, 1-5.9-11:
"¡Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice su Dios!... grítenle, anúncienle que el tiempo de su servidumbre se ha cumplido, que su culpa está pagada… Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor…! ¡Que se rellenen los valles y se aplanen todas las montañas…! Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los pueblos la verán… levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia… Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: «¡Aquí está tu Dios!»… Como un pastor, Él apacienta su rebaño…"

Salmo 84: "Muéstranos, Señor, tu Misericordia".

2P. 3, 8-14:
"No deben ignorar que, delante del Señor, un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir lo que ha prometido… sino que tiene paciencia con Uds., porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. Sin embargo, el día del Señor llegará como un ladrón… ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes, esperando y acelerando la venida del día del Señor!... nosotros…, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que Él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche".

Mc. 1, 1-8: "Comienzo de la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios… «…Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos», así se presentó Juan el Bautista…, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la gente… acudía a él, y se hacían bautizar…, confesando sus pecados. Juan… se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba diciendo: «Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo… Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo»."





diciembre 01, 2011

Pronta beatificación de Sor Maria!


Sor Maria Troncatti, fma (1883-1969). Vino a América como heroica misionera, dispuesta a dejar su vida entre los shuar, a los que amó y protegió como una verdadera madre.

Sor Maria fundó un hospitalito de la nada, aplicando los conocimientos de enfermería que había aprendido cuando ayudaba a los heridos en la primera guerra mundial, en su propio país. En medio de la selva ecuatoriana, la misionera fue enfermera, cirujana, dentista, anestesista, pero ante todo, la madrecita de los nativos, que la amaron como tal.

Fue la protectora de los niños y de la dignidad de la mujer shuar. Gracias al trabajo incansable de Sor Maria, florecieron muchos matrimonios basados en la libre elección de los jóvenes contrayentes.

La venerable sor Troncatti avanza a paso firme en su proceso de beatificación, conducente a la canonización. Esta noticia es motivo de gran alegría para la familia salesiana, especialmente para las salesianas de América del Sur!

Puede leer la nota en el site de las FMA:
Proceso de beatificación y canonización de sor Maria Troncatti

noviembre 26, 2011

«¡Estén prevenidos!»


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 27 de noviembre.

Pidamos al Señor saber aprovechar, con creciente profundidad, esta gracia de tener un año para reflexionar, profundizar y alimentar nuestra Fe con la meditación de la Palabra, proclamada en la Comunidad, y con la celebración de la Fe en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía dominical.

Es una gracia que, por multitud de circunstancias, no todos los cristianos tienen a su disposición pero todos tenemos la oportunidad de vivir este año de Fe con el corazón dirigido a Dios buscando conocer, en el Amor, su Voluntad de Vida Nueva para toda persona y de renovada asimilación de la Santidad, es decir, de su Vida Eterna en nosotros en cada circunstancia de nuestra historia.

Este domingo, el primer día del nuevo año litúrgico, el Señor nos invita a estar preparados, a mantenernos atentos, a pedir su llegada renovadora, a fianos más y más del Dios-Amor que siempre nos regala su presencia providente y fiel para que avancemos en nuestro esfuerzo de intimar más y mejor en Él, que es, para nosotros, Amor Providente y Vida Eterna.

Ruego al Señor nos ayude a construir este año cimentados en su Palabra de Vida y Paz para que nuestras personas, Comunidades, familias y sociedades sean mejores testigos de su Amor fiel y salvador en toda circunstancia. Éste es el único servicio que solo nosotros, los cristianos podemos hacer a nuestra sociedad, no hacerlo es traicionar no sólo al Señor que nos consagró en el Bautismo para ello, sino una verdades traición a nuestra Patria, pues si nosotros no somos testigos claros de la Salvación del Señor Jesús como signo del Amor Providente del Padre, ¿quíen podrá serlo? ¿Cómo sabrán que Dios les ama desde toda la eternidad?

María nos ayude a preparar nuestro corazón para la llegada de Jesús, no solo en la Navidad, sino todos los días para que, para nosotros y los que se encuentren con nosotros, toda la vida sea una real Navidad = Dios-con-nosotros viene a salvarnos hoy y aquí.

Saludos.

Unidos en oración con María, la Madre de Jesús y nuestra:

P. José Mª

«¡Estén prevenidos!»


Comenzamos de nuevo un año litúrgico. En él el Señor nos ofrece profundizar-alimentar-celebrar nuestra Fe como discípulos suyos. Abramos el corazón a todos los maravillosos dones que el Señor nos dará sin límite alguno de su parte. ¡No los pongamos, neciamente, nosotros!

Dios nos invita a estar atentos. No durmamos creyendo que las prácticas religiosas sustituyen nuestro compromiso cristiano. No. Las prácticas son buenas para nosotros si les permitimos que nos ayuden a profundizar y alimentar nuestra responsabilidad evangélica en la historia concreta que ahora vivimos, si consentimos que nos centren en nuestro compromiso de vivir como testigos del Señor Jesús, el Resucitado, el fiel testigo de la Misericordia de Dios.

Dios es fiel, no falla jamás, pero, como buen padre-educador, nos pide esfuerzo diario.

Las maravillas de Dios están al alcance de quien desee percibirlas y beneficiarse de ellas. El pueblo de Israel es testigo de esto, tanto de todo lo positivo que trae consigo la confianza obediente al Señor, como de lo negativo y mortal que genera con la resistencia y la rebeldía.

Es duro aceptar nuestra culpa y sus consecuencias, pero el Dios de amor está para salvarnos

¡Cuántas veces pedimos al Señor que venga! Y, sin embargo, Él nunca se ha ido; quienes nos alejamos somos nosotros. Y nos vienen todas las desgracias, algunas con la cruel promesa de felicidad. La historia se repite porque no aprendemos a vivir atentos ni nos esforzamos por renovarnos con sinceridad. Constantemente, una generación tras otra, reedita los mismos errores.

Dios quiere hacer maravillas en nuestra vida, pero desea, ¡necesita!, ser aceptado como es.

La fidelidad de Dios nos acompaña siempre y transforma la vida de quien en Él confía

Pablo se alegra por los dones que el Señor concede en abundancia a la Comunidad cristiana y, además, está seguro de la fidelidad providente de Dios.

Si confiamos en Dios y su Providencia, es decir, en su cuidado paterno, interesado por el bien profundo de cada uno de sus hijos, maduraremos en la Fe y la viviremos con fortaleza.

Se nos pide que estemos atentos, pues Dios actúa siempre, pero los distraídos pierden sus dones

Jesús nos pide estar preparados porque la llegada del Señor no se nos avisa: está entre nosotros y todo lo que vivimos en nuestro interior, nos compromete. Toda circunstancia es una oportunidad de fidelidad, o de traición, a nuestra Misión, la misma del Señor: ¡Él nos la confió!

Vino en Belén como pobre humano; viene todos los días en todo ser humano próximo y vendrá glorioso para mostrar la verdad o mentira de las actitudes de nuestra vida: ¡atentos!

Estar preparados para servirle, para defenderle, para ofrecernos a Él, en nuestros hermanos, nos recordaba Él mismo el domingo pasado. Éste es el único criterio de éxito y fidelidad.

Pidamos a María nos ayude a mantener atento el corazón a la constante presencia de Dios.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.



CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO I

Dios nos ama y cuida: nos da lo necesario para que vivamos en su grandeza, pero necesitamos atención y obediencia para gozar en su Amor


Is. 62, 16b-17.19b. 64, 2-7:
"Tú, Señor, eres nuestro Padre, nuestro Redentor. ¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte?... Si rasgaras el cielo y descendieras las montañas se derretirían... ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de Ti, que hiciera tales cosas por los que esperan en Él… ¡todos somos obra de tus manos!"

Salmo 79: "Restáuranos, Señor del Universo; restáuranos".

1Cor. 1, 3-9:
"No dejo de dar gracias a Dios por Uds. por la gracia que les ha dado en Cristo Jesús... Él les mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables... Porque Dios es fiel y Él les ha llamado a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor".

Mc. 13, 33-37: "Jesús dijo…: Tengan cuidado… porque no saben cuándo llegará el mo-mento. Será como un hombre que... deja su casa al cuidado de sus servidores y recomienda al portero que permanezca en vela... porque no saben cuándo llegará el dueño... Esto… se lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!"





noviembre 24, 2011

Adviento 2011: preparemos la corona de adviento!

Este domingo 27 empezaremos una nueva temporada de Adviento.

Como cada año, esta vez también prepararemos nuestra Corona de Adviento:



Consta de ramitas verdes entrelazadas formando un círculo, que se vincula con una cinta de color rojo. Se la coloca sobre alguna superficie sólida, tipo plato o fuente, y se superponen 4 velas gruesas.

Significado de la Corona de Adviento:

El círculo simboliza a Dios, porque no tiene principio ni fin.

El color verde es la esperanza por la venida de Cristo al mundo.

El lazo rojo significa el amor que nos une a Jesús como familia.

Las 4 velas son las 4 semanas de Adviento. En ellas conmemoramos los siglos que el Pueblo de Dios esperó la venida del Salvador y nuestro tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús en esta Navidad.

La luz de las velas representa a Jesús, luz del mundo.


Hay varias costumbres y fórmulas que se sugieren para la Corona. El Pan del Alma nos propone oraciones sencillas que nos ayudan a prepararnos para recibir al niño Jesús en nuestros corazones.

En un momento adecuado del día, nos reunimos con la familia y rezamos:

Oración para el I domingo de Adviento:

Encendemos, Señor, esta luz,
como quien enciende su lámpara para salir,
en la noche,
al encuentro del amigo que viene.
En esta primera semana de Adviento
nos levantamos para esperarte preparados
y recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven
y muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes
porque tú nos traes
la luz más clara,
la paz más inmensa
y la alegría más profunda.
¡Ven, Señor Jesús!

octubre 28, 2011

«El que se eleva será humillado y el que se humilla, será elevado»


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 23 de octubre.

Después de las orientaciones críticas de los domingos anteriores, el Señor, este domingo, nos indica cuál es el camino que deberá seguir la nueva Comunicad que Él está fundando y cuáles serán ser los criterios que deberán primar siempre en ella.

Lo hace por tres caminos:

El primero es el de la crítica clara y directa a los errores de los sacerdotes del Pueblo de Dios, los del tiempo de Miqueas y los contemporáneos a Jesús, que desvían al pueblo con sus actitudes, que, en algunos casos, generarán doctrinas, que, tal vez, busquen justificarlas.

El segundo camino es la propuesta explícita, clara y directa: nadie es más que nadie en la Comunidad cristiana: ¡solo Dios es Dios! ¿Quién sería el ‘Padre’?, sólo Dios; ¿y ‘Maestro’?, sólo el Espíritu que nos lleva a la fraternidad por la filiación; ¿y quién sería el ‘doctor’ o guía?, sólo el Mesías de Dios. Todos somos servidores del Dios que nos salva por Amor y, en Él y por Él, del Pueblo que el Espíritu reúne por la Palabra de Dios manifestada en Cristo Jesús. Esto es sobre todo verdad, y deberá ser tenido muy en cuenta, por los que son llamados al ministerio de la autoridad al servicio de cualquier Comunidad de los discípulos de Jesús.

El tercer camino es el ejemplo de los santos. Este domingo especialmente, el modelo de vida de Pablo, el Apóstol, que da toda su vida por la maduración de la Fe de las distintas Comunidades de discípulos de Cristo que el Espíritu le ha llevado a fundar y alimentar con amor maternal.

Dios nos bendiga a todos y nos ayude a madurar nuestra Fe y en ella nuestro servicio a la Comunidad.

María, la Madre Auxiliadora, siempre está atenta para que no nos dejemos engañar por nuestras debilidades y los pensamientos ajenos al Evangelio, que siempre han intentado mezclarse con Él.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Domènech SDB

«El que se eleva será humillado y el que se humilla, será elevado»


Después del exilio, 450 años antes que Jesús llamara tan severamente la atención a los sacerdotes y maestros de la ley como hemos visto domingos atrás, Malaquías recrimina a los sacerdotes, en nombre de Dios, el Señor de la historia, Rey de reyes, Salvador del Universo.

Quien es llamado a transmitir la Palabra y ofrecer la Vida de Dios, debe vivir en coherencia lo que hace, pues pone en riesgo no solo su ‘fama’ y ‘servicio’, sino la recepción y asimilación del mensaje que le fue confiado transmitir. Dios le pedirá cuentas estrictas de todo.

Si sabemos estar atentos a la Palabra aprenderemos a hacer lo que Dios nos propone; para eso Él nos ha mostrado ejemplos tan claros. Los ministros infieles son muy perjudiciales, pero los que son fieles a Dios hacen mucho bien y nada se pierde porque viene de Dios.

La comunicación íntima y constante con Dios es vital para vivir en nuestra Fe.

No faltarán las dificultades, pero tampoco Dios nos deja jamás. Siempre podemos volver.

Los sacerdotes son llamados a orientar al pueblo hacia Dios; si no lo hacen, son traidores

Dios es el Rey de Reyes y Señor de los ejércitos, dice el profeta, es decir, es quien tiene absoluto poder para llamar a quien quiera para servir a sus hijos en su camino al Reino.

Los sacerdotes, llamados por Dios, le han traicionado al buscarse a sí mismos; el perjuicio para el pueblo es grave al desviarlo de la verdadera religión, que es vivir centrados en Dios.

El Apóstol agradece a Dios la atención y docilidad de la Comunidad ante la Palabra de Dios

Pablo vive su ministerio totalmente volcado al bien de la Comunidad. Su vida, como dice el salmo 130, está íntegramente puesta en el regazo de Dios, en quien se vive muy bien cuidado.

Lo que la Comunidad debe hacer, como hasta ahora, es fiarse de este Dios materno y asumir su Palabra como lo que es: como Palabra de Dios, llena de vida y salvación para todos.

Jesús nos ofrece pautas de conducta para vivir atentos a Dios y servidores de los hermanos

Los servidores de Dios deberán aprender a vivir atentos a Dios y servidores de la verdad y el bien de la Comunidad a la que son enviados. Ninguna ventaja ni derecho propio. ¡Servidores!

No ‘maestros’ sino hermanos guiados por el Espíritu; no ‘padres’ sino hijos del único Padre y hermanos en Cristo; no ‘doctores’, –palabra que, en hebreo, viene del verbo ‘conducir hacia’–, pues sólo el Mesías es el guía de la Comunidad que Él fundó para la Vida Nueva.

Los apóstoles y cabezas de la Comunidad serán humildes servidores en Cristo Jesús.

Pidamos a María saber centrar toda nuestra vida en Cristo, como Él la centró en su Padre.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.



CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XXXI

El apóstol, servidor de la Comunidad, nunca se busca a sí mismo, sino que, apoyado en Dios, defiende el Bien para la Vida en la Verdad


Mal. 1, 14-2, 2b.8-10:
"Yo soy…, dice el Señor… ¡Y ahora para ustedes es esta advertencia, sacerdotes! Si no escuchan y no se deciden a dar gloria a mi Nombre… yo enviaré sobre ustedes la maldición. Se han desviado del camino, han hecho tropezar a muchos…, han pervertido mi Alianza… no siguen mis caminos y hacen discriminación… ¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado el mismo Dios? ¿Por qué nos traicionamos unos a otros, profanando así la Alianza…?"

Sal. 130: "Señor, guarda mi alma en la paz junto a Ti".

1Ts. 1, 5b.2, 7b-9.13:
"Ya saben cómo procedimos… Fuimos… como una madre que alimenta y cuida a sus hijos… deseábamos no solo hacerles partícipes de la Buena Noticia de Dios, sino también darles nuestra propia vida… trabajábamos día y noche para no serles una carga. Nosotros… no cesamos de dar gracias a Dios, porque, cuando recibieron la palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron… como lo que es en realidad, como Palabra de Dios…"

Mt. 23, 1-12: "Jesús dijo…: «Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; hagan… lo que les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan cargas pesadas… sobre los hombros de los demás, mientras ellos no quieren moverlas… Todo lo hacen para que les vean…; les gusta ocupar los primeros puestos…, ser saludados… y oírse llamar ‘mi maestro’… Ustedes… no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen ‘padre’, porque no tienen sino uno, el Padre celestial… sólo tienen un doctor, que es el Mesías. El mayor entre ustedes será el que les sirve, porque el que se eleva será humillado y el que se humilla, será elevado".




octubre 21, 2011

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo»


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 23 de octubre.


¿La justicia social y el respeto a la dignidad de toda persona, sobre todo los más humildes y desamparados, como los niños por nacer o los enfermos terminales y con enfermedades difíciles de soportar, tiene algo que ver con el Amor de Dios?

Este domingo el Señor contesta con nitidez: SÍ: ES SU EXPRESIÓN MÁS PATENTE E INDISCUTIBLE.

Todo lo que le hacemos a cualquiera de ellos, Dios lo toma como hecho a Él directamente.

Pidamos al Señor aprender a ser concretos y realistas como Dios.

Dios nos bendiga a todos y nos dé un corazón dócil para vivir cada día mejor según sus criterios: sólo así podremos ser misioneros en la vida de cada día.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Domènech SDB

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo»


Amar a Dios es responder a su Amor primero. Pero es imposible amarle de verdad, nos dice Jesús, y también todo el Antiguo Testamento, sin respetar, animar y cuidar la vida y dignidad del prójimo. Por eso el segundo mandamiento es semejante al primero, tan importante y vital como Él, pues es su más auténtica expresión. Es, digamos así, el segundo-primero.

Ciertamente lo más débil de una sociedad son los marginados sociales, llámense huérfanos, inmigrantes, desempleados o subempleados, ancianos o enfermos de enfermedades “incómodas”, niños por nacer… Nuestra sociedad, secuestrada por la codicia de los mercados y la prepotencia de los poderosos, los menos-precia descuidándolos muchas veces con descaro. Dios no lo acepta y está de su parte. Ofenderlos o descuidarlos es ofender a Dios directamente.

Quien toma a Dios como modelo de actitud de vida, quien escucha su Palabra como lo que es, Palabra de Vida Eterna y Salvación, Palabra de Dios, se convierte en un referente para toda persona de buena voluntad; pues su vida no queda secuestrada por las circunstancias, por duras y difíciles que éstas sean. Para vivir así, la Comunidad cristiana sólo necesita ser dócil al Espíritu que le libera y le fortalece con su Amor-Gracia-Vida Nueva.

Lo único vital para toda persona que desea ser grande de verdad, como Dios, es poner a Dios en el primer lugar de su vida, en el centro, entrar la dinámica del Amor da vida dando la propia vida. Sólo esto es garantía segura de éxito y de libertad en la identidad personal.

Sólo la Fe, la Caridad y la Esperanza en Cristo, alimentadas por la Palabra y los Sacramentos, encuentran respuestas concretas y liberadoras, propias del Amor Dios.

Dios se siente personalmente ofendido ante la injusticia y desprecio contra el desamparado

Toda persona merece respeto, pero sobre todo el que no tiene cómo defenderse.

Dios pide justicia y respeto por el marginado, sea quien sea: lo que se le haga, se hace a Dios directamente y Dios le defenderá con justicia y verdad sin que nadie se escape de Él.

La Fe vivida con honestidad anima a otros a creer y renovar su compromiso con la vida

Pablo dio su vida al Dios de la Vida; Cristo da su Vida por la salvación de todos y los cristianos de Tesalónica, siguiendo su ejemplo, asumen la Fe sinceramente creando una Comunidad dadora de vida que impacta en su ambiente. Son vivos misioneros en la vida diaria.

Es nuestra vocación; testigos no nos faltan, aunque tampoco falten las dificultades.

Si el amor es concreto, es real; si no da vida, es falso; solo si lleva a la dignidad, es verdadero

La malicia lleva a los “expertos” a preguntar al Señor algo vital; Él responde desde la Verdad completa: El Amor de Dios es lo primero, pero está esencialmente unido al prójimo.

Lo concreto del Amor de Dios debe verse en nuestras relaciones: todo es dirigido a Dios.

Pidamos a María Amar como Dios, que crea Vida y salva para la dignidad en el respeto.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XXX
Dios es el Dios de la Vida en el respeto y la justicia. Él nos fortalece para que amemos en Él y como Él, sin farsas mortales y degradantes


Ex. 22, 20-26:
"…normas que el Señor dio a Moisés: «No maltratarás al extranjero ni lo oprimirás… No hagas daño a la viuda ni al huérfano. Si… ellos me piden auxilio, yo escucharé su clamor… Si prestas dinero a un miembro de mi pueblo, al pobre… no te portarás con él como un usurero... Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes que se ponga el sol… De lo contrario, ¿con qué dormirá? Si él me invoca, yo lo escucharé, porque soy compasivo»."

Sal. 17: "Yo te amo, Señor, Tú eres mi fortaleza".

1Ts. 1, 5c-10:
"…Ustedes imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades con la alegría que da el Espíritu Santo. Así llegaron a ser modelo para todos… Ellos mismos cuentan cómo… se convirtieron a Dios… para servir al Dios vivo y verdadero y esperar a su Hijo… Jesús, a quién Él resucitó de entre los muertos y que nos libera de la ira venidera".

Mt. 22, 34-40: "…los fariseos... se reunieron con [Jesús], y uno de ellos… le preguntó…: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?» Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los profetas»."




octubre 13, 2011

13 de octubre: 96 años del milagro del sol!

Hoy se cumplen 94 años del día en que el sol bailó en Fatima. Ante 70,000 personas, creyentes y no creyentes.

Leamos el relato de una de los protagonistas de este hecho maravilloso:

"La lluvia cesa y el sol por tres veces gira sobre sí mismo, lanzando a todos los lados fajas de luz de variados colores. Parece a cierta altura desprenderse del firmamento y caer sobre la muchedumbre. Todos están atónitos. Los periodistas de los periódicos seculares que habían acudido incrédulos a desprestigiar los apariciones, tomaron fotos y dieron testimonio de aquel milagro en la prensa. Al cabo de 10 minutos de prodigio el sol toma su estado normal."

Sor Lucia Dos Santos, hoy beata y en camino hacia la canonización, nos regaló este relato de lo que vivió el 13 de octubre de 1917 junto a miles de asistentes.

13 de octubre de 1917: el baile del sol



«Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 16 de octubre.

La maravilla de Dios es que es Padre lleno de respeto y Amor hacia cada uno de sus hijos. Su relación con nosotros es extrictamente personal, con una dinámica de Amor tal, que nos va llamando y ayudando a construir, con su Espíritu, Comunidad de Amor para la Vida y el Bien Común.

Cada ser humano es una maravilla de Dios y, para él, su Padre-Dios tiene un un plan maravilloso de grandeza.

La humanidad no es un conglomerado informe de personas, sino, según la Voluntad de Dios, una familia en la que Él es el Padre y cada uno vive en tensión de amor que da vida.

Esto es así como tensión y deseo, pero no se hará realidad hasta que la persona humana se decida a madurar como tal superando la constante tentación de centrarse en ella misma y, de este modo, degradar no solo su persona sino sus relaciones y lo que deseamos que sea una familia feliz, aun en las dificultades, que a nadie le faltan, se convierte, poco a poco, en un creciente infierno, donde unos sufren porque no tienen lo indispensable, y encima desean más y más como los 'poderosos', y otros sufren, porque, en su conciencia, se dan cuenta de lo rastreros que son al no abrirse a la justicia, a la verdad y al bien de todos, pero en especial de los que más respeto necesitan.

La Voluntad de Dios, nuestro Padre, es mucho más grande en Felicidad, Paz y Vida de lo que podemos pensar. Tan grande que acabó dando su propia Vida para que entendamos su Amor y lo podamos aceptar y vivir a creciente plenitud; así es como se quedó como Hermano-Maestro en su Hijo Unigénito encarnado -Jesús- y como Guía, Animador, Defensor y Consolador en su Espíritu Santo de Amor Eterno para nosotros y todas nuestras relaciones.

Sólo Dios es el Señor Soberano del Universo. Es así. Por tanto, lo que Él es, no depende de nosotros, sino que es su identidad ¡y a nuestro favor!

Toda su relación con nosotros fluye de su Vida-Santidad, Puro Amor Incondicional...

No necesitamos hacer nada para que nos ame, pues nos ha creado por Amor y por Amor nos sostiene en la existencia, hagamos lo que hagamos.

Ésa es nuestra Salvación que, por esto precisamente, es segura e imperdible, nadie se puede condenar, salvo el que rechaza explícitamente la Salvación-Santidad que el Amor de Dios le ofrece como regalo que no merece, pero sí necesita y desea íntimamente.
No tenemos derecho a deseperar de nada. Nada ni nadie está perdido, hasta que él mismo no diga su última palabra, que sólo Dios va a escuchar, pues la dirá en el íntimo de su ser y en el último instante de esta segunda etapa de su vida.

Dios todo lo lleva para que conozcamos, comprendamos y aceptemos la Salvación que Jesús nos ofrece desde la cruz con su infinito y gratuito Amor de Dios-Hombre. A nosotros nos toca, primero, abrirnos a Él y fiarnos; segundo, vivir lo mejor posible en cada momento de nuestra vida, con nuestra continua conversión, este amor y, tercero, en consecuancia, proclamarlo a los que viven con nosotros y a los lejanos.

Ser misioneros es un deber que nace de nuestra Fe.

Pidamos al Señor crecer en nuestra Fe-Esperanza-Caridad y ser misioneros lleno de vigor interior, primero, con los que viven con nosotros en la familia y, después también, con los que llegan hasta nosotros o a los que somos enviados en cualquier momento de nuestra vida.

María nos acompaña: ella la primera misionera y la más perfecta, pues nos regaló al mismo Jesús, su hijo.

Unidos en oración con María, nuestra Misionera-Auxiliadora:

P. José Mª Domènech SDB


«Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»

Sólo hay un modo de ser cristiano de verdad: ser ciudadano responsable y veraz, que sabe cumplir con sus obligaciones –políticas, económicas, profesionales, familiares, religiosas– en orden al Bien Común. Eso es dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

El orden de importancia es éste y no al revés, como lo usó Jesús, por la circunstancia en la que lo puso la malintencionada pregunta, muy propia de políticos o comunicadores perversos. No dar a Dios lo que es de Dios, lleva a no dar al poder civil lo que corresponde. El que miente o hace trampa, lo hace por buscar algún interés escondido: así ¡no es ni será jamás de fiar!

Toda la Biblia explícitamente confiesa que Dios es el Señor del mundo. El único que se puede revelar contra él, y lo hace, es el ser humano, para desgracia suya, personal y social.

Dios es el Señor de la historia y la lleva por caminos de Vida Nueva y Salvación, explícitamente manifestada en la Resurrección de Cristo Jesús y de María Santísima. La Iglesia es testimonio claro, pues, estando evidentemente formada por personas pecadoras, éstas, como tales, se dejan conducir por el Espíritu Santo, que no las violenta, pero las anima a fiarse del Dios de la Vida y de la Paz en la Verdad y hacerlo con Fe llena de obras, Amor generoso en las fatigas, Esperanza fuerte en el dolor. El Espíritu sostiene su caminar en medio del mundo testificando la Salvación que Dios, Buen Padre, ofrece a toda persona para el bien de todos.

La gloria de Dios es que toda persona sea grande como Él. ¿Por qué desconfiar?

Ciro, siguiendo sus planes, libera al pueblo de Israel, exiliado, y así ejecuta el Plan de Dios.

Nadie queda fuera de la soberanía de Dios, ni los poderosos que lo niegan: Dios tiene sus propósitos y todos son explícitamente proclamados: la grandeza de su hijo, el ser humano.

Sólo Dios es el Señor, no hay otro, dicen el profeta y el salmista. Abrirse a Él es salvarse.

No hay alegría más grande para el Apóstol que ver el desarrollo de la Fe de los creyentes

Como el Dios de la historia es concreto en su Amor hacia sus hijos, así también los hijos, que dicen creer en Él, deben ser concretos en su Fe y Amor hacia el Padre y los hermanos.

La alegría de Pablo viene de la maduración de la Fe-Esperanza-Amor de la comunidad que aceptó la Fe, la alimenta siempre y la lleva a obras concretas de Vida. ¡Éxito del Espíritu!

Es de cristiano, y de ser humano maduro, ser como Dios: dador de vida para el Bien Común

El cristiano, por su vocación, debe asumir muy seriamente la responsabilidad ciudadano-política, aun sin estar en ningún partido: el Bien Común es su primera responsabilidad.

Como Dios busca el bien de todos, y da la vida por ello, ésta es nuestra tarea. Sólo así se da a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César sin caer en politiquería degradante.

Pidamos a María la grandeza de reconocer la soberanía de Dios y, en ella, servir a todos.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.



CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XXIX
Dios es el único Señor y Soberano. La Salvación está en reconocerle y vivir según su Espíritu de Verdad para el Bien de todos los pueblos

Is. 45, 1.4-6:
"Así habla el Señor a su ungido, a Ciro, a quien tomé de la mano derecha…: «Por amor a Jacob, mi servidor, y a Israel, mi elegido, yo te llamé por tu nombre, te di un título insigne... Yo soy el Señor, y no hay otro… Yo te hice empuñar las armas, sin que tú me conocieras, para que se conozca, desde el oriente hasta el occidente, que no hay nada fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro»".

Sal. 95: "Aclamen la gloria y el poder del Señor".

1Ts. 1, 1-5b:
"Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica… Llegue a ustedes la gracia y la paz. Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes…. y, sin cesar, tenemos presente… cómo ustedes han manifestado su Fe con obras, su Amor con fatigas, y su Esperanza… con una firme constancia. Porque la Buena Noticia… ha llegado a ustedes…. acompañada… de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones".

Mt. 22, 15-21: "Los fariseos se reunieron para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones. Le enviaron a varios discípulos con unos herodianos para decirle: «Maestro, sabemos que eres sincero… que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios… porque tú no te fijas en la categoría de nadie. Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?» Pero Jesús… les dijo: «Hipócritas,… Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto». Ellos le mostraron un denario. Y él les preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?» Le respondieron: «Del César». Jesús dijo: «Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»."




octubre 06, 2011

«Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos»


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 9 de octubre.

El Dios de la alegría nos llama a compartir su gozo por unión de su Hijo Unigénito con la Iglesia, la Humanidad, que celebramos en cada Eucaristía y en cada sacramentos, expresiones de amor y delicadeza de Cristo para con su Iglesia.

Es una alegría que ya fue prometida por Isaías y que se va realizando en la medida que nosotros, todas las personas, aceptamos al Señor de la Vida y de la Paz digna y enaltecedora de toda persona, y nos unimos al Reino de Dios, es decir, hacemos de Dios, y su Voluntad de Vida y Grandeza de toda persona, nuestro Dios, nuestro plan y nuestra personal voluntad.

Pablo nos invita a ello al felicitarnos, al felicitar a los cristianos de Filipos, por construir nuestra vida cercanos al dolor del hermano, pues esto nos hace próximos a Dios que es el único que está verdaderamente cercano al dolor de toda persona que sufre las consecuencias de todas las necedades que hacen las personas que se degradan al venderse al dinero o al poder egoísta, actitud idolátrica tan extendida en nuestro tiempo y que tanto daño hace a los más pobres y a todos los que no detentan ningún poder... Ya nos advirtieron los apóstoles en sus cartas.

Vemos la muerte y la degradación campear en nuestros parlamentos; la manipulación de los mercados y de la banca adueñarse de nuestras economías y a las multinacionales comprar inmensos territorios sea económica, política o legalmente para la megaminería o extracción de las riquezas que a ellos les interesan y como les interesa a ellos aunque así dejen a los pueblos del lugar con la tierra empobrecida, las aguas contaminadas y sin futuro mayor para los que vienen detrás. Todos ellos son expertos en mentir, o los contratan, y en presentar como bueno lo que es malo para la persona, los pueblos y la Humanidad, pero parece que ésta se nos está volviendo necia desde las esferas más altas de orientación del mundo como la ONU...

Como Juan, el evangelista, dice en su primera carta, "este mundo está en manos del Maligno", pero ahora resulta que los primeros que no creen en la real existencia del Maligno son muchos "cristianos", de modo que no pueden ni defenderse ellos ni alertar a sus Comundades. Si todos los absurdos que se dan en el mundo se entienden sin recurrir al pecado y al poder pervertidor de Satán, ¿qué significa la Pascua de Jesús? ¿Por qué Cristo creó los Sacramentos como Amor de Dios que actúa en nosotros con su presencia viva y santificadora en la Iglesia? ¿Qué necesidad tenemos de la Iglesia, con todas sus momumentales debilidades y pecados, dado que estamos nosotros, los seres humanos, en ella? La vida es una batalla, dice la Escritura en Job y Pablo utiliza la misma imagen. ¿Contra quién, contra qué? ¿Todo es imaginación nuestra? ¿Hasta dónde llega o ha llegado nuestra imaginación?

Si no ponemos nuestra confianza en el Señor, no tendremos salvación posible, pues no sabremos escuchar bien su Palabra y acabaremos, como ya sucede y sucedió, manipulándola para que no nos muestre nuestro error... No alcanzaremos a percibir el profundo valor de la Eucaristía dominical y, por tanto, no sabremos enseñárselo a los que nos rdean, y la importancia de una adecuada celebración de los sacramentos y de la escucha y oración de la Palabra y de la construcción de la Comunidad, sí, aceptando todos sus defectos y sabiendo ofrecer como Jesús en la cruz. ¡Ojalá un día entendamos la profundidad de la fecundidad del dolor ofrecido en Cristo cada día!

Sólo el Señor es el Señor y Él nos llama a la confianza. A más confianza y disponibilidad a sus criterios y planes, más paz y alegría, pues el "banquete de bodas" ya está servido, sólo hace falta que entremos y nos revistamos del Señor Jesús, dejando todo otro modo de existencia que hubiéramos tenido antes, aunque nos complaciera, al menos superficialmente.

Atrevámonos a fiarnos de Dios y de su Plan de Vida Nueva y Feliz para todos. El futuro está asegurado, aunque ahora nos cueste un poco y tengamos que sufrir, tal vez, más que los demás. Ofrezcámoslo por ellos.

Dios nos bendiga a todos y todos nos abramos cada día más a su Bendición de Vida y Paz.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Domènech SDB

«Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos»


La Vida de Dios es una fiesta compartida ¡y es para todos, buenos y malos! Todos están invitados, sólo se la pierden los que no aceptan entrar o los que entran pero siguen igual que antes. El Rey pide que se respete una norma: convertirse, revestirse de Él; ¡no destruir la fiesta!

También hoy nosotros, todos, somos invitados. No despreciemos los dones de Dios.
La imagen del banquete y de la fiesta, como relación de Dios con nosotros, es común en la Biblia, pero Dios quiere una fiesta que dignifique a todos, y no cualquier fiesta que degrade.

El deseo de Dios es que todos vivamos su fiesta del triunfo de la vida, que la disfrutemos en serio; pero es imposible disfrutar los dones de Dios con actitud egoísta o descuidada, como si nadie mereciera respeto, ni quien nos invita. Dios es generoso en todo ¿y nosotros?

Prepararnos bien a la fiesta es respetarla y adelantar ya la emoción gozosa de la misma.

La Eucaristía es la gran fiesta de la boda del Hijo de Dios con su Iglesia, con la humanidad. ¿Nos preparamos? o ¿vamos de cualquier manera o ni siquiera vamos o creemos que no tiene ninguna consecuencia, ni antes ni durante ni después? ¿Valoramos los dones de Dios?

El poder de Dios es misericordia, salvación y alegría para todos, también para nosotros

El profeta habla de cosas humanamente imposibles a un pueblo aplastado, pero les anuncia que la mano poderosa del Señor hace maravillas. La montaña es Sión, los pueblos son la humanidad, Dios nos llama a la fiesta de la Vida Nueva, dolor y muerte desaparecerán.

Hoy la mano de Dios se posa sobre toda persona y ofreciendo Salvación. ¡Respondamos!

Cuanto más abiertos estemos a los hermanos, más dispuestos viviremos a los dones de Dios.

La apertura disponible al Evangelio prepara a Pablo para todo: lo agradable y lo desagradable. No necesita más que lo que Dios le ofrece: Él le cuida bien y lo hace apto para todo y para todos. Los dones de Dios son para nuestra libertad, no respuesta a nuestra bondad.

Pablo se alegra por lo recibido en prisión e invita a la apertura generosa, a compartir el dolor y necesidades del hermano: esto nos abre a la oferta inmensamente generosa de Dios.

No necesitamos ser justos para intimar con Dios, pero sí aceptar revestirnos de su Vida y Paz

Jesús nos dice que Dios nunca deja de llamarnos, gratuitamente, a su fiesta. Nuestra respuesta nos define: expresa quiénes somos frente a Él. Él nos llama, ¿le elegimos nosotros?

Todos estamos invitados al banquete, pero con una condición para participar. ¿Cuál?

Llevar el vestido de fiesta: asumir como propia la vida de Cristo; no hacerlo es despreciarlo.

Pidamos a María aceptar y vivir la Vida que Cristo nos ofrece, en cada Misa, para todos.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XXVIII
Dios nos invita a todos para ofrecernos lo mejor: participar en su propia vida y gozar de sus bienes; pero nosotros debemos confiar en Él


Is. 25, 6-10:
"El Señor… ofrecerá a todos los pueblos, sobre esta montaña, un banquete de manjares suculentos… de vinos añejados… Él arrancará, sobre esta montaña, el velo que cubre a todos los pueblos… Destruirá la muerte para siempre… Y se dirá aquel día: «Ahí está nuestro Dios, de quien esperábamos la salvación… ¡Alegrémonos y regocijémonos de su salvación!»…"

Sal. 22: "El Señor nos prepara una mesa de alegría".

Flp. 4, 12-14.19-20:
"Yo… estoy plenamente acostumbrado a todo... a tener de sobra y a no tener nada. Todo lo puedo en aquel que me da su fuerza. Con todo hicieron bien al interesarse por mí. Dios los colmará generosamente en todas sus necesidades, conforme a su riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, sea la gloria por siempre. Amén".

Mt. 22, 1-14: "Jesús habló… a los fariseos diciendo: «El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Envió a sus servidores para avisar a los invitados, pero éstos se negaron a ir. De nuevo envió a otros servidores… Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación y se fueron… y los demás maltrataron a los servidores o los mataron… El rey se indignó y envió sus tropas… Luego dijo a sus servidores: “…los invitados no eran dignos… Salgan a los… caminos e inviten a todos…” La sala nupcial se llenó… Cuando el rey entró… encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. “Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?” El otro calló. El rey dijo a los guardias: “Átenlo… y arrójenlo fuera… Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos”»."




octubre 03, 2011

Señor de los Milagros 2011: procesión 18 de octubre

A continuación, presentamos los detalles del recorrido procesional de la venerada imagen del Señor de los Milagros programado para el martes 18 de octubre, de acuerdo a la información proporcionada por el Arzobispado de Lima a través de su website oficial: www.arzobispadodelima.org/señor de los milagros

Recorrido del martes 18 de octubre:

Luego de una Santa Misa en los exteriores del Santuario de Nazarenas. La imagen del Señor de los Milagros recorrerá las principales avenidas del Centro de Lima hasta llegar a la Plaza de Armas, donde recibirá homenajes en el Palacio de Gobierno, en el Palacio Municipal y en el Palacio Arzobispal; luego continuará hasta llegar al Congreso de la República y al Santuario de la Virgen del Carmen de Lima. En este recorrido pasará por el frontis del Hospital 2 de Mayo y el Hospital de Emergencias Pediátricas; e ingresará al Hospital Guillermo Almenara. Finalmente ingresará a la Parroquia de Nuestra Señora de las Victorias donde pernoctará hasta el día siguiente.

06:00 a.m.: SALIDA DE LA VENERADA EFIGIE DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE NAZARENAS, del interior del Santuario de Las Nazarenas en hombros de los Hermanos Cargadores, acompañados por los Grupos de las Hermanas Sahumadoras y Cantoras.

06:30 a.m.: MISA SOLEMNE PRESIDIDA POR EL EMINENTÍSIMO SEÑOR CARDENAL JUAN LUIS CIPRIANI THORNE. ARZOBISPO DE LIMA Y PRIMADO DEL PERÚ, en la esquina formada por la Av. Tacna y el Jr. Huancavelica; al término de la cual se dará inicio al Tradicional Recorrido Procesional.

RECORRIDO.- Av. Tacna de Sur a Norte (pista derecha) Cdras. 3ra., 2da. y 1ra., llegando al Jr. Conde de Superanda, donde voltea hacia la derecha por las Cdras. 4ta., 3ra., 2da., y 1ra., ingresa a la Plaza Mayor, donde desde los Balcones del PALACIO DE GOBIERNO, recibirá el Homenaje del Señor Presidente Constitucional de la República y señores Ministros de Estado, luego voltea al Jr. De La Unión, hasta el PALACIO MUNICIPAL donde recibirá el Homenaje del Señor Alcalde de Lima y Regidores, luego gira para tomar el Jr. Junín en dirección al Arzobispado de Lima doblando a la derecha al Jr. Carabaya, deteniéndose frente a los balcones del PALACIO ARZOBISPAL donde el EMINENTÍSIMO SEÑOR CARDENAL JUAN LUIS CIPRIANI THORNE, ARZOBISPO DE LIMA Y PRIMADO DEL PERÚ, impartirá la BENDICIÓN PASTORAL a todos los fieles; continúa doblando a la derecha al Jr. Junín por las Cdras. 1ra., 2da., 3ra., 4ta. y 5ta., para doblar a la izquierda y llegar al CONGRESO DE LA REPÚBLICA, donde recibirá el homenaje del Poder Legislativo; regresando al Jr. Junín. continúa el recorrido doblando a la izquierda y tomando el Jr. Junín por las Cdras. 6ta., 7ma., 8va., 9na., 10ma. y 11ra., luego doblará a la derecha por el Jr. Huánuco ingresando al SANTUARIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN DE LIMA, para continuar por el Jr. Huánuco Cdras. 7ma., 8va. y 9na., doblando a la izquierda por el Jr. Puno Cdra. 15ta., doblando a la derecha por el frontis del HOSPITAL 2 DE MAYO, doblando a la derecha por la Av. Grau Cdras. 12da. a la 8va., pasando por el frontis del HOSPITAL DE EMERGENCIAS PEDIÁTRICAS, para doblar a la izquierda por el Jr. Cangallo e ingresar al patio de Emergencia del HOSPITAL GUILLERMO ALMENARA (Ex Obrero), prosigue por las Cdras. 1ra., 2da. y 3ra. del Jr. Cangallo, para luego doblar a la derecha por la Av. 28 de Julio, Cdras. 19na. a 13ra., para luego doblar a la izquierda por la Av. Iquitos, e ingresar al interior de la PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS VICTORIAS, donde pernoctará hasta el día siguiente.


Puede seguir la ruta de la venerada imagen en el mapa pdf accesible en este link:
www.arzobispadodelima.org/Señor de los Milagros 2011: recorrido 18 octubre

Los siguientes recorridos se realizarán los días miércoles 19, viernes 28 de octubre y martes 1º de noviembre.


septiembre 30, 2011

La viña del Señor


Tenemos el mensaje y la sugerencia homilética que el querido padre José María nos ha enviado para este domingo 2 de octubre.

La Palabra que este domingo es como un reclamo del Señor; como si Éste viviera una mezcla, por un lado, de decepción por la crisis -con futuro de fracaso- que nos estamos echando encima y, por el otro, nos invitara a la confianza y, pase lo que nos esté pasando, nos pidiera que no hay que echarse para atrás, sino confiar en el Dios de la Vida, apoyarnos en Él y actuar en acción de gracias aprovechando todo lo bueno que, en la realidad circundante, Él nos va ofreciendo, sobre todo a través de aquellos que nos ofrecen la Fe como camino de Vida Nueva.

Alguno podrá pensar que, nosotros, los cristianos, la Fe ya la tenemos y que lo único que hay que hacer es no disminuirla ni perderla, pero debemos aclarar que la Fe es don constante de Dios y, dado que Dios es presente sin fin, éste es un regalo imperturbable al que estamos invitados a responder cada día, pues cada día se nos renueva, ya que nosotros sí estamos sometidos a la dinámica del tiempo y, por tanto, las decisiones de "un día", de una época de la vida, sí nos marcan para el futuro, por eso es que san Pablo nos pide que no nos desalentemos, pues Dios no queda marcado, en su Amor, por nuestro pasado sino por la realidad que estamos viviendo ahora -el pasado no afecta a Dios- y en este concreto "ahora" nos da su Palabra, nos ofrece su propuesta, absolutamente fiel a su plan eterno a nuestro favor y perfectamente realista a hoy que vivimos nosotros... Nos resulta indispensable el aprender a "escuchar" y recibir su Amor hecho propuesta de Vida para hacerlo respuesta a nuestra vida concreta de cada día en el mundo actual.

Dios solo busca salvarnos y, si hoy se nos muestra un poco decepcionado no es por nuestra respuesta pasada, por lo que pasó ayer o antes, sino por la situación en la que nos encontramos ahora... pues -Él lo sabe bien- podría ser muchísimo mejor y, de hecho, necesitamos -y deseamos- que lo sea, pero no acabamos de decidirnos a decir "SÍ".

Como que nos dice, una vez más, "no pierdas esta oportunidad". Ya nos lo dijo el domingo pasado y lo dirá todas las veces que sea necesario decirlo para que no nos perdamos la maravilla que nos tiene reservada personalmente para cada uno de nosotros desde la creación del mundo...

No: su Cielo, su Reino, no es mérito o premio ganado con nuestras obras. No. Ya lo tenía reservado, es como el cuarto que todo papá tiene listo para cuando el hijo regrese a la casa, pues está en camino y vendrá cansado y necesitado de cariño y buen ambiente. Él ya lo preparó todo; sólo falta que lleguemos.

La tarea que nos ha dado es ayudarle a que los hermanos que están en camino con nosotros, no se desvíen ni se equivoquen, engañados por tantos espejismos que nos rodean y desean seducirnos, pues no estamos solos: así como tenmos un Padre que nos ama, in Hijo que nos enseña y un Espíritu que nos guía, también tenemos unos enemigos que no desean que seamos todo lo felices que podemos ser y, si es posible, buscan destrozar nuestra vida ya desde ésta segunda etapa de nuestra vida.

Demos los frutos de vida y paz que el Señor nos invita a dar; aprovechemos todo lo bueno que Él nos ofrece para madurar y así dar, cada día mejores frutos.

Dios nos bendice a todos cada día, aprovechemos y transmitamos su bendición.

Seremos débiles, eso es inevitable, pero Dios es nuestra Fortaleza y con su Espíritu, siguendo el ejemplo de Jesús, todo podremos superarlo y llegar exitosamente a la Casa del Padre acompañados de tantos hermanos, según la misión que Dios a cada uno le confió como vocación personal.

María es nuestro Auxilio y nosotros sus hijos.

Unidos en oración con María:

P. José Mª Domènech, SDB


La viña del Señor

La imagen de la viña es frecuente en los profetas: Isaías, Jeremías, Oseas, Exequiel. Imagen de fuerza viva: Dios, el viñador, cuida su pueblo con mimo, pero es poco correspondido.

Hoy se nos muestra la imagen de un Dios decepcionado de su pueblo: tanto esfuerzo… y los resultados tan lamentables. En el ser humano ¡cuántas veces gana el deseo de manipular a Dios para que Éste se sujete a los caprichos suicidas del hombre! y el resultado es la muerte.

Pero Dios, en su Amor, no cede; por eso el hombre no debe desanimarse, sino convertirse. No se trata de hacer que Dios se rebaje a lo nuestro, sino de que el hombre se eleve a Él.

Escuchamos mal y debemos aprender a orar; nos esforzamos poco y debemos aprender a imitar lo bueno y lo que exalta la dignidad de todos; protestamos por no recibir nuestros gustos y debemos dar gracias por lo recibido todos los días con tanto amor del Padre.

Nada de lo que sentimos como ‘nuestro’ lo es definitivamente; de todo deberemos dar cuenta al Señor de la Vida, pues es suyo. Todo nos ha sido confiado con una tarea precisa: ¡cuídenlo y háganlo madurar para que los frutos sean los mejores posibles! Cuiden su persona, su familia, sus hijos, su sociedad, sus conciudadanos, su patria, su mundo, toda vida.

Dios lo cuida todo y nos lo cinfía para que los frutos sean los mejores y universales

El año 586, la ciudad de Jerusalén estaba arrasada y el salmista, arrepentido, se lamenta y se cuestiona. Ya Isaías, el año 730, se había anticipado a la desgracia por el pecado del pueblo.

Dios desea nuestra grandeza, pero no basta que lo desee; nos toca a nosotros responder: cerrarse en uno mismo es cerrarse a los dones de Dios y generar muerte y destrucción.

Pablo nos invita a no desalentarnos, pues Dios siempre está atento y nos da nuevas opciones

No debemos dejarnos perturbar por nuestros errores, aún lo más graves: Dios nos escucha.

Necesitamos orar con gratitud constante, y vivir en el esfuerzo de asumir todo lo bueno que vemos en los demás, especialmente en los maestros de la Fe: son fruto del Amor de Dios.

Dios confía que nosotros demos fruto abundante para que el mundo conozca su Amor eterno

Jesús plantó en nosotros su viña y la llenó de su Espíritu, garantía de abundantes frutos.

Constantemente nos envía mensajeros que nos ayuden a tomar conciencia y vivir en Él.
Él es la viña y nosotros los sarmientos: sólo unidos a Él podremos ser fecundos y felices.

Pidamos a María no separarnos jamás de Jesús, sino intimar cada día mejor con Él.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XXVII
Dios, de muchos mados, nos forma para que nuestra vida sea lo más fructífera posible, llena de su Vida,para el bien permanente de todos


Is. 5, 1-7:
"Mi amigo tenía una viña… la cavó, la limpió de piedras y plantó cepas escogidas; construyó en el centro una torre en medio de ella y le excavó un lagar en la roca. Esperaba que le diera buena uva, pero le dio racimos amargos… ¿Qué más podía hacer… que no haya hecho?... Les diré lo que pienso hacer… Quitaré la tranca y que sea pisoteada… la dejaré abandonada… La viña del Señor del Universo es el pueblo de Israel y los hombres de Judá… esperó de ellos justicia, pero se escucha el clamor de los oprimidos".

Sal. 79: "La viña del Señor es su pueblo".

Flp. 4, 6-9:
"…no se angustien por nada. En toda ocasión acudan a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias... Entonces la paz de Dios… tomará bajo su cuidado sus corazones y pensamientos en Cristo Jesús. En fin todo lo que es verdadero y noble, justo y puro, amable y digno de honra, virtuoso y merecedor de alabanza debe ser objeto de sus pensamientos. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí y el Dios de la paz estará con ustedes".

Mt. 21, 33-43: "Jesús dijo…: «...Un hombre plantó una viña; la cavó, hizo un lagar y construyó una torre de vigía. Después la arrendó… y se fue al extranjero. Llegado el tiempo… envió a sus servidores para recibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos… volvió a otros… pero los trataron igual. Finalmente envió a su propio hijo… Pero los viñadores… apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?... ¿No han leído nunca en la Biblia: ‘La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: ésta es la obra del Señor…’?... El Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos». Los… fariseos… se dieron cuenta que se refería a ellos y buscaron el modo de detenerlo…"