abril 23, 2011

Sábado Santo 2011


Hoy es día de alegría y confianza, optimismo y compromiso: ¡El Señor ha resucitado!

El mensaje que las mujeres debían dar a los discípulos es el que nosotros, con el Espíritu nuevo prometido en Ezequiel, debemos dar a las nuevas generaciones en esta cultura de muerte. No temamos a las múltiples discriminaciones imperantes: ¡anunciemos la Vida Nueva!

La creación ha recuperado su sentido primigenio, los hombres somos invitados, como Abraham, a confiar en la Providencia y a dejarnos guiar por el Señor de la Vida, quien, para defender nuestros mejores intereses, entregó a su propio Hijo Único a la muerte y nos purifica con el agua y el fuego del Espíritu de Santidad y en la Justicia de su Amor.

Por la entrega de su Hijo nos libera no de Egipto, sino del pecado, que es la peor de las esclavitudes. Nos restaura en su Amor primero; nos regala su Palabra, que, por su propia naturaleza, es fecunda; nos invita a serle fieles para que podamos ser realmente felices y constructores de paz en el propio interior y, por eso, también en la familia y en el ambiente social.

Los dones de Dios son maravillosos, no nos resistamos a ellos. Recibamos con gozo la Salvación y vivámosla en creciente esfuerzo de fidelidad. El Señor nos invita a no temer.

Vuelvan a Galilea, dice a los discípulos; vuelvan a su trabajo diario, nos dice a nosotros, allí me verán, es allí donde deben anunciar, con los hechos del deber cotidiano, la Salvación.

Pidamos a María vivir nuestro bautismo, es decir, como salvados, resucitados en Cristo.
Padre José María Domènech Corominas, sdb.


SEMANA SANTA - SÁBADO SANTO

Dios nos ha creado para la vida plena, que es dar vida, por eso nos da el Espíritu del Resucitado: Don de Vida Nueva en un corazón


Gn.1,1-2,2:
"…el espíritu de Dios se cernía sobre las aguas… y vio Dios que era bueno… Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza… y vio Dios que todo lo que había hecho era verdaderamente muy bueno…"

Salmo 103: "Envía tu Espíritu, Señor que renueve la faz de la tierra".

Gn. 22, 1-13.15-18:
"…Abraham, Abraham… Aquí me tienes, Señor… …toma a tu hijo, a tu hijo único… y sacrifícamelo…Por no haberte resistido… juro por mí mismo que te llenaré de bendiciones… porque has obedecido lo que te pedí."

Salmo 15: "Protégeme, Señor, en ti encuentro mi refugio."

Ex. 14, 15-15,1a:
"¿Por qué estos gritos de auxilio? Ordena a los israelitas que se pongan en marcha… El ángel del Señor caminaba delante… Las aguas se partieron y los israelitas caminaron por tierra seca en medio del mar… Aquel día el Señor salvó a Israel de la mano de los egipcios…"

Salmo Ex. 15: "Canten al Señor, sublime es su victoria".

Is. 54, 5-14:
"Tu creador se ha hecho tu esposo… Quedarás sólidamente restaurada, rodeada de afecto…

Salmo 29: "¡Con qué alegría te ensalzo, Señor."

Is. 55, 1-11:
"…los sedientos, vengan por agua… busquen al Señor ahora que se deja encontrar… Así como la lluvia y la nieve caen del cielo y no vuelven… así mi palabra… no volverá a mí sin haber hecho lo que yo quería y cumplido la misión confiada."

Salmo: Is.12: "Con alegría irán a buscar agua de las fuentes de la salvación"

Ba. 3, 9-15.32.4,4:
"Escucha Israel, los preceptos de vida… Él es nuestro Dios nadie se le puede comparar… No des a otro tu gloria… Nosotros conocemos cómo debemos agradar al Señor."

Salmo 18 "Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna"

Ez. 36, 16-17a.18-21:
"…obraré… en consideración a mi santo nombre, que ustedes han profanado entre los gentiles… les reuniré de todos los países y les haré regresar a su tierra… derramaré sobre ustedes agua pura para purificarles… Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo en su interior… mi espíritu… Habitarán en la tierra que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios."

Salmo 41: "Como la cierva busca corrientes de agua viva, así te busco a Ti, Dios mío"

Rm. 6, 3-11:
"Todos los que hemos sido bautizados en Cristo, nos hemos sumergido en su muerte… Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos en Él… Ustedes están muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús."

Aleluya / Salmo 117: "Aleluya, aleluya, aleluya"

Mc. 16, 1-8:
"…«¿Quién nos moverá la piedra...?» ...la piedra ya estaba apartada. «No tengan miedo. Buscan a Jesús de Nazaret, el crucificado. ¡Ha resucitado!, no está aquí. Digan... a Pedro que irá delante de ustedes a Galilea; allí le verán...»"

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