marzo 29, 2008

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Como cada semana, el querido Padre José María nos comparte su sugerencia homilética para la liturgia de mañana domingo.

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El Señor nos llama a construir una relación muy íntima con Él. La razón es simple: nosotros somos poco hábiles, por nuestra debilidad y grandes pobrezas, a la hora de construir comunidades. Ellas dependen de la comunión de las personas, y es ahí donde está nuestra debilidad endémica, nuestra ‘tara’ o pecado original: desde el principio nuestra decisión estuvo más inclinada al individualismo que al don solidario de la vida.

Pero Dios es Providencia y siempre está pendiente de nosotros. Nos llama sin cesar a dar vida para que experimentemos la felicidad profunda. Nos alimenta con la oración y la Palabra, con el Pan Eucarístico y con la comunidad que comparte su vida Fe con nosotros.

1. Dios es Comunión que nos regala su Vida y nos invita a fiarnos de Él sin condiciones.-

La Comunión de Dios es la que nos permite vivir como resucitados: centrados en Él y no en nosotros mismos. La vida que la primera comunidad recibía de Dios impulsaba a sus miembros a ser dóciles incondicionales al Espíritu que les conducía, abriéndoles a los demás.

La primera comunidad es presentada como una comunidad centrada en el Señor y, por eso, atenta a lo que los hermanos podían necesitar. Compartían no porque estaba normado, sino porque era signo y fruto de la vida que vivían en el Señor.

2. Lo que nos pide es que vivamos en comunión compartiendo nuestra vida.-

Fijarse en las propias debilidades es perder opciones de vida y abrirse a muchos errores.

No tenemos derecho a sentirnos excluidos, pues Dios no excluye a nadie. Pedro nos hace notar que el Padre de nuestro Señor Jesucristo nos ha enriquecido con una Nueva Vida. No nos ha quitado nada de lo que somos ni de nuestra historia, nos ha llenado de su Vida para que seamos más grandes y fuertes que nuestros errores y debilidades.

Solo hay un modo de hacer madurar los dones de Dios: compartirlos.

Los compartía la primera comunidad, los compartieron los apóstoles con Tomás, aun imaginando su ingrata reacción, los comparten todos los hombres, varones o mujeres, de buena voluntad. Pero, para eso, es necesario fiarse incondicionalmente de lo que el Señor nos sugiere en la conciencia, para todos los hombres, y, además, en la Iglesia, para los creyentes.

3.Para eso Jesús nos da y confía su Paz y su Perdón, pero es necesario creer en Él.-

Jesús sabe bien que perdemos con facilidad la paz y nos regala la suya, que no depende de las circunstancias sino de la intimidad que vivamos con Él. Él es incondicionalmente fiel.

Cuántas cosas, respecto a Dios, a los hombres y a la naturaleza, sentimos que nos ofenden ¡A cuántos sentimos que necesitamos perdonar, si queremos vivir en paz! ¡¡Pero no podemos, nos da la impresión de que vamos a morir!! ¡¡¡No temamos los dones de Jesús!!!

La verdad es que lo que nos mata la felicidad y paz para vivir es el no perdonar: por eso Jesús nos ofrece su perdón y pide a la Iglesia que lo regale al mundo en nombre de Dios.

Pidamos a María mirar a Jesús como es y ofrecerle el homenaje de nuestra confianza.
P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO DE PASCUA – DOMINGO II

Hch. 2, 42-47: "Los hermanos eran constantes en la enseñanza de los apóstoles, en compartir sus bienes, en la fracción del pan y en la oración... Todos vivían unidos... Todo el pueblo los apreciaba. Cada día el Señor agregaba a nuevos hermanos para fueran salvados."

Salmo 117: "Glorifiquen al Señor porque es bueno: su amor se mantiene para siempre"

1P. 1, 3-9:
"Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo... nos hace renacer de nuevo y nos ha dado una esperanza viva gracias a la resurrección de Jesucristo... Ustedes, sin haberlo visto, le aman... porque han creído en él... están llenos de una alegría tan grande... tienen segura la salvación de sus vidas, como fruto de la Fe."

Jn. 20, 19-31: "...Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: «La paz sea con Uds.» Les enseñó las manos y el costado... les volvió a decir: «La paz sea con ustedes.... Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retengan, les quedan retenidos.» Tomás... no estaba con ellos... Siete días después... Tomás también estaba... Jesús entró...: «La paz sea con Uds.» Y dirigiéndose a Tomás, le dice: «...No seas incrédulo sino creyente.» Tomás le dijo: «Señor mío y Dios mío»..."

marzo 24, 2008

24: Madre, ven a mí!

Hoy 24, día de nuestra Auxiliadora. La devoción para los tiempos difíciles....

Hay un tema muy especial, a propósito para nuestras tribulaciones y pesares: Ven a mí. No recuerdo todas las palabras de esta canción, que nos enseñó Sor Olga en nuestros últimos días en el colegio. Pero ciertas frases nunca las he podido olvidar. Porque describen de modo preciso cómo uno puede sentirse en medio de las dificultades que se nos presentan en la vida: "caminando entre montes y escaladas muy duras... peregrino entre sombras... voy buscando un oasis de frescor y dulzura..."

El coro es inolvidable. Lo copio aquí, y lo comparto con mucho cariño. Les aseguro que cuando invoquen a través de él a nuestra Madre, sentirán de inmediato un dulce consuelo en su corazón.




Ven a mí

Ven, ven a mí, con tu auxilio ven a mi lado.
Ven, ven a mí, que me siento abandonado.
Ven, ven a mí, tengo el corazón cansado,
Ven, ven a mí, no me dejes de tu mano.



marzo 23, 2008

P A S C U A

DOMINGO DE PASCUA

Comenzamos la solemnísima celebración de la Pascua del Señor. Solemnidad de solemnidades, ninguna fiesta cristiana está a este nivel, es la que da sentido a todas las demás.

¡El Señor ha resucitado, como anunciaron las Escrituras!
Es un día grande para todos.

Nosotros estamos llamados a vivir como resucitados para que el mundo pueda creer.

1. Dios, al entregar a su Hijo, pensó siempre y solo en nosotros.-

Pasó por el mundo haciendo el bien y sanando a los que estaban oprimidos por el mal
. Descripción perfecta del apóstol Pedro al referirse a Jesús. Toda la vida del Maestro fue un estar atento a la Voluntad del Padre para llenar de vida y alegría a los que le rodeaban y tenían alguna necesidad de liberación del mal, sea físico, psíquico, moral o religioso.

No hemos nacido para la esclavitud, para ninguna esclavitud pues cualquiera de ellas no queda solo en la persona siempre tiene repercusiones hasta marcar el ámbito social.

La peor de las esclavitudes es la del pecado
, pues, en alguna medida, es autocomplaciente, aunque sea sistemáticamente autodegradante. Cuando la persona se da cuenta de eso es porque ya está en proceso de descomposición moral, interior, sí, pero, como no hemos nacido para esto, se siente mal y busca salida y, cuanto más tarda, más se angustia y hasta se enferma.

2. El pecado no tiene poder definitivo ante el Amor de Dios, Comunión Trinitaria.-

Fijarse
en el pecado es darle poder, es la naturaleza del mal, que vive de la importancia y atención que le damos.

Dios nos libera invitándonos a fijarnos solo en Él, que resucitó a su Hijo de entre los muertos y a nosotros, por el don de su Espíritu, nos invita, una vez más, a vivir aceptándolo como Padre, como aprendió a vivir Jesús, el Hijo del Hombre, el hombre cabal en quien se cumple plenamente el Plan del Padre.

El pecado es creación del Maligno que desea destruir la obra exitosa de la Comunión Creadora-Salvadora-Santificadora, Dios, quien nos enriquece con el señorío de su Gracia.

Quien busca aprender a obedecer al Señor de la vida, tendrá en Él su futuro feliz.

3. Jesús nos llama a vivir como resucitados y así invitar a nuestros hermanos a creer.-


Vivir como resucitados es vivir en la sencillez de buscar siempre al Señor para seguirle.

Este estilo de vida es capaz de renovar el mundo sin hacer ruido, pero con suma eficiencia, como levadura, y capacidad de superación de todo límite y esclavitud, sobre todo del pecado: cada generación hace su camino y en cada generación reconocemos los esplendorosos éxitos de Dios, el Padre Providente, el Hijo Fiel y el Espíritu Renovador en Santidad.

Pedimos a María nos enseñe a vivir todos los días como resucitados, dando Perdón y Paz.
P. José María Doménech Corominas, sdb

DOMINGO DE PASCUA

Hch. 10, 34a.37-43: "...«Ya saben lo que ha pasado últimamente en todo el país de los judíos, comenzando por Galilea... Me refiero a Jesús de Nazaret... pasó por todas partes haciendo el bien y dando la salud a todos los que estaban bajo el dominio del demonio por que Dios estaba con Él [...] lo mataron colgándolo de una cruz... Dios lo resucitó al tercer día... Él nos ordenó que predicáramos al pueblo... Todos los profetas dan testimonio a su favor... quien cree en Él recibe el perdón de sus pecados en su nombre.»"

Salmo 117: Este es el día en que actuó el Señor, alegrémonos y celebrémoslo"

Col. 3, 1-4:
"Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo... su vida está escondida en Dios juntamente con Cristo..."

O bien:

1Cor. 5, 6b-8: "...ahora que Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado. ...celebren la Pascua cada día... viviendo con sinceridad y verdad."

Jn. 20, 1-9: "María Magdalena se fue al sepulcro muy de mañana... Se regresó corriendo para decirle a Pedro: «Se han llevado al Maestro...» ...salieron corriendo al sepulcro... llegó Pedro..., entró al sepulcro y vio... hasta aquel momento no habían entendido que, según las escrituras, Jesús tenía que resucitar de entre los muertos."

marzo 22, 2008

No tengan miedo

SÁBADO SANTO

Hoy es día de alegría y confianza, optimismo y compromiso: ¡El Señor ha resucitado!

El mensaje que las mujeres debían dar a los discípulos es el que nosotros, con el Espíritu nuevo prometido en Ezequiel, debemos dar a nuestro mundo de muerte, a las nuevas generaciones. No temamos a las múltiples discriminaciones imperantes: ¡anunciemos la Vida Nueva!

La creación ha recuperado su sentido primigenio, los hombres somos llamados, como Abraham, a confiar en la Providencia y a dejarnos guiar por el Señor de la vida, quien, para defender nuestros mejores intereses, entregó a su propio Hijo Único a la muerte y nos purifica con el agua y el fuego del Espíritu de Santidad y en la Justicia de su Amor.

Por la muerte de su Hijo nos libera no de Egipto, sino del pecado, la peor de las esclavitudes. Nos restaura en su amor primero; nos regala su Palabra, que, por su propia naturaleza, es fecunda; nos invita a serle fieles para que podamos ser realmente felices y constructores de paz en el propio interior y, por eso, también en la familia y en el ambiente social.

Los dones de Dios son maravillosos, no nos resistamos a ellos. Acojamos con gozo la salvación y vivámosla en creciente esfuerzo de fidelidad. No temamos, nos dice el Señor.

Vuelvan a Galilea, dice a los discípulos; vuelvan a su trabajo diario, nos dice a nosotros, allí me verán, es allí donde deben anunciar, con los hechos del deber cotidiano, mi salvación. Hemos sido bautizados en Cristo, vivamos como lo que somos: salvados. María nos ayudará.

P. José María Doménech Corominas, sdb

SEMANA SANTA - SÁBADO SANTO

Gn.1,1-2,2: "… el espíritu de Dios se cernía sobre las aguas… … que haya… y vio Dios que era bueno… Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza… y vio Dios que todo lo que había hecho era verdaderamente muy bueno…"

Salmo 130: "Cuando exhalas tu espíritu renace la creación y renuevas la faz de la tierra."

Is. 50, 4-7:
"El Señor me ha dado una lengua de maestro... para que sepa sostener a los cansados... me abre el oído para que escuche como maestro... Me habla al oído y yo no me he acobardado... He puesto fuerte la espalda a los que me azotaban... El Señor me ayuda... he endurecido mi cara como roca y sé que no quedaré avergonzado."

Salmo 21: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

Gn. 22, 1-13.15-18:
"… Abraham, Abraham… Aquí me tienes, Señor… …toma a tu hijo, a tu hijo único… y sacrifícamelo…Por no haberte resistido… juro por mí mismo que te llenaré de bendiciones… porque has obedecido lo que te pedí."

Salmo 15: "Protégeme, Señor, en ti encuentro mi refugio."

Ex. 14, 15-15,1a:
"¿Por qué estos gritos de auxilio? Ordena a los israelitas que se pongan en marcha… El ángel del Señor caminaba delante… Las aguas se partieron y los israelitas caminaron por tierra seca en medio del mar… Aquel día el Señor salvó a Israel de la mano de los egipcios…"

Salmo Ex. 15: "Canten al Señor que se ha cubierto de gloria."

Is. 54, 5-14:
"Tu creador se ha hecho tu esposo… Quedarás sólidamente restaurada, rodeada de afecto…

Salmo 29: "¡Con qué alegría te ensalzo, Señor."

Is. 55, 1-11:
"…los sedientos, vengan por agua… busquen al Señor ahora que se deja encontrar… Así como la lluvia y la nieve caen del cielo y no vuelven… así mi palabra… no volverá a mí sin haber hecho lo que yo quería y cumplido la misión confiada."

Salmo: Is.12: "Con alegría irán a buscar agua de las fuentes de la salvación"

Ba. 3, 9-15.32.4,4:
"Escucha Israel, los preceptos de vida… Él es nuestro Dios nadie se le puede comparar… No des a otro tu gloria… Nosotros conocemos cómo debemos agradar al Señor."

Salmo 18 "Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna"

Ez. 36, 16-17a.18-21:
"…obraré… en consideración a mi santo nombre, que ustedes han profanado entre los gentiles… les reuniré de todos los países y les haré regresar a su tierra… derramaré sobre ustedes agua pura para purificarles… Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo en su interior… mi espíritu… Habitarán en la tierra que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios."

Salmo 41: "Como la cierva busca corrientes de agua viva, así te busco a Ti, Dios mío"

Rm. 6, 3-11:
"Todos los que hemos sido bautizados en Cristo, nos hemos sumergido en su muerte… Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos en Él… Ustedes están muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús."

Aleluya / Salmo 117: "Aleluya, aleluya, aleluya"

Mc. 16, 1-8:
"…«¿Quién nos moverá la piedra...?» ...la piedra ya estaba apartada. «No tengan miedo. Buscan a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Digan... a Pedro que irá delante de ustedes a Galilea; allí le verán...»"

marzo 21, 2008

El Amor más grande

VIERNES SANTO

El viernes santo es el día del amor hasta el extremo: dar la propia vida en sacrificio expiatorio por nuestro bien y esto hasta el punto de no quedarle nada... solo el sepulcro.

¡No existió para otra cosa que para salvar y socorrer a los débiles, pecadores y enfermos; a los que mal viven según sus limitadísimas posibilidades y no comprenden sus reales necesidades para cumplir el fin objetivo de su vida, el que les tiene existencialmente inquietos! Fue masacrado por nuestras rebeliones, dice el profeta. La salvación fue su confianza en el Padre.

1. Nacimos para algo más que para vendernos a los aplausos.-

El éxito personal
del creyente en maduración continua está en la vida que se desarrolla al darla, sin buscarse a sí misma ni el aplauso de los demás.

Es evidente que cuesta y duele. Nada valioso se consigue sin dolor y sin sacrificio.

El autor de la carta a los Hebreos lo dice con claridad: sufriendo aprendió a obedecer... y la obediencia le enseñó el camino de la libertad que da sentido a la vida: aceptar el dolor que trae dar vida, lo más valioso, y la disciplina de buscar la verdad para no quedarse en las apariencias del brillo de lo que digan los ‘maestros’ pasajeros que mañana ya no lo serán.

El Señor da la vida porque la tiene en abundancia para que seamos felices desde el fondo.

2. Todo Dios se nos entrega en amor para la Vida de todos sin distinción.-

Esta entrega redentora del Señor en sacrifico de amor para la Vida Nueva de todos, no tiene otra motivación que comunicarnos y compartir con los que la acepten, el amor libérrimo de la Comunión Trinitaria, comunicada a nosotros por el Hijo obediente al Padre por la fuerza transformadora del Espíritu.

Las tres personas de la Santísima Trinidad estuvieron, y lo siguen estando, presentes en el sacrificio del calvario
, tanto el cruento de hace 20 siglos, como el incruento en cada uno de los sacrificios Eucarísticos del mundo, celebrados en cada momento de nuestra historia.

Hoy el pueblo de Dios ora al Padre, como Jesús en la cruz, por todos los hombres, de cualquier cultura, sexo y condición social y religiosa, porque Cristo se dio por todos.

3. No es el sacrificio ni las razones lo que salva sino el Amor del Dios que ama la vida y la da.-


La horrible experiencia de Jesús debe ser mirada desde la sapientísima obediencia de Jesús a la Voluntad salvífica del Padre; esta mirada nos da la perspectiva adecuada.

O miramos desde arriba o nos perdemos en la maraña complicadísima, y por eso muchas veces incomprensible, de la historia. Son millones de visiones y muchísimas de ellas están seguras de tener la razón casi en forma incuestionable. Ellas pueden cuestionar a los demás, porque ellas están convencidas que saben, conocen, tienen la verdadera perspectiva. ¿Quién, que sea inteligente, podrá atreverse a dudarlo? Al menos ellos no lo dudan.

¿No hace esta actitud complicadísima la convivencia? Veamos nuestras guerras, pequeñas y grandes, sociales, familiares, supuestamente religiosas, e ideológicas. Preguntémonos sobre sus razones. Los que las armaron no se creían necios ni incompetentes. Creían, y creen, tener razones justas... Lo que, de ordinario, no tienen es la perspectiva adecuada, y menos la divina, que sí tenía Jesús y por eso no hizo guerra, sino que entregó la vida, su vida, por la nuestra.

Necesitamos vivir en el Amor del Señor hasta el final para poder
hacer nuestra la Vida Nueva que Él nos ofrece en cada celebración litúrgica.

Pidamos a María enseñe y ayude a cada familia cristiana a vivir el don de la propia vida.

P. José María Doménech Corominas, sdb


SEMANA SANTA - VIERNES SANTO

Is. 52, 13-53, 12: "Él fue traspasado por nuestras rebeliones"

Salmo 30: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."

Hb. 4, 14-16; 5, 7-9:
"…sufriendo aprendió a obedecer y se ha convertido, para todos los que le obedecen en autor de salvación."

Jn. 18, 1-19, 42: "Prendieron a Jesús y lo ataron... ¿No eres tú también de sus discípulos? No lo soy... Mi reino no es de esta mundo... Lo crucificaron y con él a todos dos... Mujer, ahí tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu madre... Está cumplido... Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo con aromas..."

marzo 20, 2008

La hora había llegado

El Padre José María gentilmente nos envía sus reflexiones y exhortaciones pastorales para estas fechas.

Jueves Santo

El jueves santo es el día del amor hasta el extremo: dar la propia vida al servicio desinteresado por el bien del otro y esto hasta el punto de hacerse alimento... ¡No existir para otra cosa que para ser comido y asimilado, según las posibilidades y necesidades del otro! El éxito personal del sacerdote, del cristiano maduro, no debe ser buscado ni exigido, sino que debe ser el resultado del trabajo para lograr que el otro tenga vida y la tenga en abundancia, o, como Jesús dice durante la última cena al hablar de su amor, para que nuestra alegría sea plena.

1. Ser cristiano es servir al hermano como Jesús.-

El evangelio de San Juan marca su sentido interior de la Eucaristía: servir para la vida nueva, servir a todos, también los pecadores, todos reciben el beneficio del gesto amoroso de libertad suprema, sin ninguna escondida finalidad.

El Señor entrega su en sacrifico de amor para la vida nueva de todos, su motivación es comunicarnos y compartir el amor libérrimo del Padre, del Hijo y del Espíritu.

Los ministros del altar deberán aprender de su maestro a vivir así: ese es su único éxito.

La entrega sacramental del Señor nos interpela, nos aclara Pablo en su primera carta a los Corintios: celebrar el don de la vida del Señor con intención y voluntad de vivir en el Señor los criterios de vida que Él nos ha confiado a beneficio de la entera humanidad. No hacerlo así es hacerse reo de la Salvación y Vida Nueva que se nos ofrece en el sacrificio eucarístico.

2. Vivimos la Eucaristía ofreciendo al mundo la salvación del Amor del Señor.-

El pueblo de Israel se ciñó a las indicaciones de la celebración pascual para que el Señor no les dejara en la muerte de Egipto. Así el pueblo cristiano debe saber valorar la celebración eucarística: paso del Señor y Salvador por nuestra vida para llenarla de su amor y con él llevarnos a nuestros hermanos para que el mundo conozca y pueda acoger la salvación de Dios.

Necesitamos vivir en el Amor del Señor para asimilar la Vida Plena que Él nos ofrece en cada Eucaristía.

No hacerlo así es como el rebelión patente de Pedro y escondida de tantos otros. Eso nos lleva a quedaremos en la pobreza y limitación de criterios de nuestro mundo, con todas las consecuencias: el individualismo con toda su carga de disociación familiar y social; el pensamiento débil y caduco de las ideologías de todo orden que pretenden imponerse en nuestra cultura pero no enriquecen ni a la persona ni a la sociedad y más bien perturban todas las relaciones humanas; el culto a la apariencia, al prestigio, al poder con toda la desfiguración y manipulación de la conciencia y la corrupción de los valores.

3. Agradecer a Dios pide entregar la vida que se nos ha confiado para el bien de los demás.-

Así agradecemos a Dios la vida y salvación recibida: con obras de vida y salvación para todos
. Eso nos dice el salmo 115, que el Señor pone en nuestros labios.

El Señor les pide a los apóstoles que repitan el gesto de servicio: que sean instrumento de vida y renovación interior, que acojan a todos, que no juzguen ni condenen a nadie, que construyan comunión al estilo del Padre. Pero para saberlo hacer es necesario que el sacerdote, y todo cristiano, se acerque al Señor de la vida y aprenda a vivir como Él, con sus criterios.

Pidamos a María nos ayude a todos a vivir cada Eucaristía para llegar a ser Eucaristía.
P. José María Doménech Corominas, sdb

SEMANA SANTA - JUEVES SANTO

Ex.12, 1-8.11-14: "…con su sangre unten las jambas y umbral de la casa… …la comerán de prisa, con las sandalias puestas y el bastón en la mano pues el paso del Señor. …la sangre será la señal… Este día sea un memorial… por todas las generaciones…"

Is. 50, 4-7: "El Señor me ha dado una lengua de maestro... para que sepa sostener a los cansados... me abre el oído para que escuche como maestro... Me habla al oído y yo no me he acobardado... He puesto fuerte la espalda a los que me azotaban... El Señor me ayuda... he endurecido mi cara como roca y sé que no quedaré avergonzado."

Salmo 115: "El cáliz de la bendición es comunión en la sangre de Cristo."

1Cor. 11, 23-26:
"… esta tradición… viene del Señor… cada vez que comen de este pan y beben de este cáliz anuncian la muerte del Señor hasta que vuelva."

Jn. 13, 1-15: "…Jesús sabía que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre… les demostró hasta qué punto les amaba… ¿Entienden lo que he hecho?… Les he dado ejemplo para que ustedes lo hagan como yo lo he hecho."

marzo 15, 2008

HOSANNA

DOMINGO DE RAMOS

Dios nos invita a vivir a plenitud lo que nos ofrece en su Hijo. Éste se hizo uno de nosotros. Él vivió la pasión no con aguante de héroe ni con resignación sino con voluntad oblativa.

Se nos pide que no nos busquemos a nosotros mismos, sino que estemos atentos a su voz.

Es nuestra decisión: podemos ser como Judas o como Pedro o como Juan o como María.

1. La plenitud de la vida está en las manos de Dios.-

La forma como asumimos nuestras diversas realidades nos indican qué peso tiene Dios en nuestra existencia. A más presencia del Padre asumida sinceramente, desde nuestra debilidad, más plenitud, la de Dios, en nuestra vida, pues Él es la fuente y horizonte real de ella.

2. Jesús nos muestra el camino del real éxito: ¡darse!.-

La muerte
no es una desgracia, sino una puerta: lo más importante no es qué nos espera, sino cómo la atravesamos. Lo primero es seguro, pero lo segundo depende de cada decisión.

La vida tendrá éxito según nuestras decisiones: o buscarnos a nosotros a mismos o acoger a Dios que nos pide darnos, entregarnos por los demás, ser maduros y llenar de vida a quienes nos rodean sin mantenernos culpablemente infantiles, atados a los gustos personales.

3. La vida incluye el sufrimiento, pero nosotros le damos el sentido.-

A mayor desprendimiento en el amor que da la vida, más libertad y paz interior.

No nos dejemos atrapar por el miedo a sufrir: Jesús nos muestra el camino de la libertad.

Una cosa es sentir, como Jesús, el peso mortal del miedo y del dolor y otra, muy diversa, es morir de miedo, quedar paralizado: solo el abandono nos da libertad, pues el Padre sabe...

Si sabemos escuchar todos los días al Padre y vivir en su amor, seremos libres para todo.

Pidamos a María, saber estar atentos y a disposición del Padre en todo, como Jesús.
P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO DE CUARESMA – DOMINGO DE RAMOS

Mt. 21, 1-11: "...cuando llegaron a la montaña de los olivares, Jesús envió a dos de sus discípulos: «Vayan al pueblo... encontrarán a una burra con su pollino... tráiganmelos. Si alguien les pregunta díganle, el Señor los necesita y los devolverá enseguida» [...] Mira a tu rey que entra humildemente que entra montado... en un animal de carga... La gente que estaba delante y la de gritaba: «Hosanna al Hijo de David. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Hosanna en lo alto del cielo»"

Is. 50, 4-7: "El Señor me ha dado una lengua de maestro... para que sepa sostener a los cansados... me abre el oído para que escuche como maestro... Me habla al oído y yo no me he acobardado... He puesto fuerte la espalda a los que me azotaban... El Señor me ayuda... he endurecido mi cara como roca y sé que no quedaré avergonzado."

Salmo 21: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

Flp. 2, 6-11:
"...no hizo alarde de su categoría de Dios... asumió la condición de esclavo. Semejante a los hombres... se hizo obediente hasta la muerte y una muerte en cruz. Por eso Dios lo ha exaltado y le ha concedido el nombre que está por encima de todo nombre..."

Jn. 11, 1-45: "...sentado a la mesa con los doce, Jesús les dijo: «...Uno de ustedes me entregará»... Después de cantar el himno salieron al monte de los olivos... Jesús... les dijo: «Siento una angustia de muerte. Quédense aquí y velen juntamente conmigo... Padre, si es posible, aleja de mí este cáliz, pero no se haga lo que yo quiero sino lo que quieres Tú... El Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.» ...Judas... se acercó a Jesús y le besó... Apresaron a Jesús... lo llevaron al palacio del sumo sacerdote Caifás... Éste le dijo: «Te conjuro en nombre de Dios que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios» Jesús le respondió: «Sí, tienes razón...» El sumo sacerdote... gritó: «¡Ha blasfemado!...» Ellos respondieron: «¡Merece la muerte!»... lo entregaron a Pilatos... Cuando Pilatos preguntó a quién deseaban que se indultase, ellos respondieron: «¡¡A Barrabás!!»... y entregó a Jesús para que lo crucificasen... Desde el medio día hasta la media tarde se extendió una gran oscuridad sobre la tierra... A media tarde Jesús gritó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»... Jesús volvió a gritar con toda su fuerza y expiró. La cortina del templo se partió en dos y comenzó un fuerte terremoto... El centurión y los soldados... decían: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios»..."

marzo 12, 2008

Yo soy la Resurrección y la Vida

A continuación, extractos de la interesante reflexión sobre el pasaje de Lázaro, que fue publicada este úlitmo domingo en El Pan del Alma.

Yo soy la resurreción y la vida

Le avisan a Jesús que su amigo Lázaro está enfermo. El Señor parece no tener prisa y demora dos días en ir: "esta enfermedad no es de muerte, sino para mayor gloria de Dios". En las palabras de Jesús se ve claramente su proyecto. (...)

Cuando Jesús llega a Betania, se conmovió, manifestando su sensibilidad y amistad respecto a Marta y María, hermanas de Lázaro, y les anima con su palabra: "El que cree en mí no morirá jamás". Notamos como se revela la verdadera naturaleza de Jesús: su humanidad que se conmueve y se estremece y llora ante la muerte de un amigo, y su divinidad que les dice a las hermanas: "Yo soy la resurrección y la vida". Quitaron la piedra y después el Señor se dirige al Padre: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado". Diciendo esto, gritó con fuerte voz: "Lázaro, sal fuera". Y salió. (...)

Jesús muestra su imperio sobre la muerte. Y este hecho nos confirma en esa fe. Dos fuerzas: la muerte del cuerpo y la vida del Espíritu. Vamos muriendo mientras estamos en este mundo, pero a la vez vamos resucitando cuando nos configuramos poco a poco a la imagen de Jesús.

Tomado de "El Pan del Alma", No. 5392

marzo 10, 2008

En manos de El Señor

El P. José María enfoca la liturgia de este V domingo de Cuaresma desde el abandono en las manos de Dios.

Este abandono no es irresponsabilidad o facilismo fanático. Es la aceptación de los propios límites del ser humano y la acogida del amor infinito de Dios Padre en nuestra vida real, concreta, "en el mundo".

Todos sufrimos circunstancias tristes y difíciles a lo largo de nuestra vida. Nos sentimos deprimidos frente a ello, y frecuentemente nos permitimos quedarnos en esa sensación de dolor e impotencia. Buscamos la solución recurriendo a especialistas, lo cual indica que somos responsables de nuestra salud. Eso está muy bien.

Sin embargo, considero precisas las palabras de SS. Benedicto XVI al respecto:

"La psicoterapia está hoy tan difundida y es también tan necesaria frente a tantas psiquis destruidas o gravemente heridas. Pero las posibilidades de la psicoterapia son muy limitadas: solamente puede buscar equilibrar un poco al alma desequilibrada, pero no puede ofrecer una verdadera renovación, una superación de estas graves enfermedades del alma. Por eso permanece siempre como una solución provisoria, jamás es definitiva.

El sacramento de la penitencia nos da la ocasión de renovarnos a fondo con la fuerza de Dios — "ego te absolvo" — que es posible porque Cristo ha cargado sobre sus espaldas estos pecados y estas culpas. Me parece que esto es hoy justamente una gran necesidad: que podamos ser sanados nuevamente. Las almas que están heridas y enfermas, como lo constata la experiencia de todos, tienen necesidad no sólo de consejos, sino de una verdadera renovación que sólo puede venir del poder de Dios, del poder del Amor crucificado. Me parece que éste es el gran nexo de los misterios que en definitiva inciden realmente en nuestra vida. Nosotros mismos debemos volver a meditarlos y, de este modo, hacerlos llegar de nuevo a nuestra gente.
"

Ver nota completa en: Encuentro entre el Papa y párrocos de Roma - 11 feb. 2008

No hay mayor abandono a la voluntad del Señor que el hecho de confiar que un imperfecto ser humano puede detentar el don de reconciliarnos. Hay que confiar mucho en Dios Padre para ir a confesarnos. A mí me cuesta tanto como a los demás. Pero la última vez que me acerqué al confesionario, qué gran alegría sentí! El gran consuelo que sintió mi alma esa vez, me anima a acercarme ahora, para celebrar la Pascua.

Les invito a sentir esta experiencia del amor de Dios.

Cuarto domingo de Cuaresma

Dios es fiel, su amor se convierte en redención que supera las expectativas y nos permite reconstruir nuestra vida, revivir, abrirnos al Espíritu que nos llevará, como a Jesús, a la resurrección en el Señor, mucho más allá de volver a vivir, sino vivir a plenitud.

El Señor nos invita a creer, pero hasta casi al absurdo de ponernos en sus manos cuando todo está perdido y no vemos salida. La muerte es la peor de las circunstancias, pero, aun ahí, debemos poner nuestra vida en sus manos.

Es la Fe en el Señor la que da sentido a nuestra vida, es en ella en la que sabremos construir más allá de toda decepción.

1. Dios no teme fracasar con nosotros.-

La mirada de Dios es de amor sincero
. Por eso cree en nosotros, porque sabe de qué estamos hechos pues, además del barro, que nos lleva a tantos fracasos y destierros de la vida, tenemos en nuestro interior su aliento de vida, su presencia de amor eterno, lo tenemos en la parte más íntima del corazón, en la zona ciega del mismo, según la descripción de Johari.

Nosotros no nos conocemos del todo, menos los demás, pero Dios nos ve en lo más profundo de nosotros mismos porque nos ama desde lo más profundo de Él.

2. Jesús nos ofrece su presencia.-

Dios
, en Cristo Jesús, es presencia redentora y renovadora, es capaz de hacernos salir de la muerte de nuestras depresiones. Para Dios no hay problemas, todos los creamos nosotros y, de paso, cargamos las consecuencias a los que nos rodean o entran en contacto con nosotros.

La presencia de Jesús se nos propone como resurrección y vida, pues ésa es su identidad. Para eso el Padre le envió y su acción es universal y permanente, sin restricciones ni de tiempo; no de espacio; ni de identidad personal, más o menos enfermiza o malsana; ni de circunstancia histórica, social, cultural o económica. Nada puede detenerle, ni la muerte.

3. La respuesta que nos pide es el abandono y la responsable obediencia.-

A todos nos pide
, desde el bautismo, que creamos sinceramente en Él, que nos fiemos.

No hay confianza real sin intimidad y ésta lleva a un concreto abandono, y éste será más o menos profundo según el nivel de confianza que maduro en mí cada día.

Una consecuencia del abandono es la obediencia, ciertamente responsable, como la de Marta, que va aclarando cada circunstancia, pero que al final siempre cede a lo que Jesús le pide, aunque no sea, para ella, muy lógico, según su limitado modo de ver y entender las cosas.

Se nos pide vivir en medio del mundo, con los criterios del Espíritu que nos habita.

Pidamos a María un alma noble y generosa como la de Marta: fiel, creyente, dócil en todo.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO DE CUARESMA – DOMINGO V

Ez. 37,12-14: "...Yo abriré los sepulcros de ustedes y les haré salir de ellos... Entonces... sabrán que yo soy el Señor. Les infundiré mi espíritu y revivirán... sabrán que yo, el Señor, lo he anunciado y lo he cumplido."

Salmo 129: "Del Señor es el amor fiel y la redención copiosa"

Rm. 8, 8-11:
"Quienes viven con los criterios naturales no pueden agradar a Dios... Ustedes viven según el espíritu porque el Espíritu de Dios habita en ustedes... Si el Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, también... Él dará vida a sus cuerpos mortales."

Jn. 11, 1-45: "...Lázaro cayó enfermo... sus dos hermanas se lo avisaron a Jesús... pasados unos días Jesús dijo a sus discípulos: «Volvamos a Judea.»... Cuando Marta supo que llegaba Jesús, fue a recibirlo. María quedó en casa. Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí mi hermano no hubiera muerto...» Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»... «Yo soy la resurrección y la vida... ¿Crees esto?» Ella le dice: «Sí, Señor, yo creo que Tú eres el Mesías...»... Jesús... preguntó: «¿Dónde lo han puesto?... ¡Quiten la losa!» Marta le dice: «Señor, ya está descomponiéndose...» Jesús le replica: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» Quitaron la losa... gritó: «¡Lázaro, sal fuera!» Lázaro salió todo amortajado... Jesús les dijo: «¡Desátenlo y déjenle caminar!» Muchos... creyeron en Él."

marzo 04, 2008

Las FMA en la ONU

El próximo 7 de marzo, la administración del Instituto FMA participará en la ONU de la 50ª sesión de la Comisión sobre el status de la mujer, en el tema Financiamiento para la igualdad y el empoderamiento de las mujeres.

Esta Comisión es un foro de gobiernos interesados en definir políticas de promoción de la igualdad de géneros. Se reúne cada año en torno a un tema específico, pues es también un órgano de la ONU para monitorear las acciones de los gobiernos respecto a la actuación de la plataforma de Beijing y del documento final de la Sesión Especial de la Asamblea General, titulado “Mujeres 2000: Igualdad de género; Desarrollo y Paz para el Siglo Veintiuno”.

La noticia la difunde el propio instituto en su website:
FMA en ONU

El hecho es importantísimo y digno de destacarse. Las hermanas compartirán su experiencia sobre microcréditos y microemprendimientos para el empoderamiento de la mujer y el sostenimiento de la familia. Y sobre todo, evidenciarán la dimensión educativa de experiencias como la formación para el trabajo, el cooperativismo y el autofinanciamento y el desarrollo de una ciudadanía activa.

Las FMA presentarán sus experiencias con iniciativas de microeconomía y microcréditos en Africa (Cafè Mozart de Kinshasa - RP del Congo), América (microemprendimiento en Manaos - Brasil), Asia (microcrédito y microfinanza en Tezpur Guwahati -India), Europa (cooperativismo y microemprendimiento en el Asilo Nido di Pavia).

marzo 03, 2008

51 años de Pecadito en el cielo

El 1º de marzo fue el 51º aniversario de la partida al cielo de Pecadito. Así llamaban sus compañeros de internado a quien fuera el primer sacerdote salesiano de nuestro país: Monseñor Octavio Ortiz Arrieta.


Conozcamos un poco más sobre él:

Octavio Ortiz Arrieta nació en Lima el 19 de abril de 1878, fruto de una familia de modesta condición económica. Desde niño tuvo apego a la virtud haciendo surgir muy tempranamente su vocación sacerdotal. Llegó a sus oídos la noticia del nuevo Oratorio Festivo de los padres Salesianos en 1892 y comenzó a frecuentarlo. Fue recién en diciembre de 1893 que por mediación del Pd. Pane fue admitido como interno. ....

El apodo de Octavio en el internado fue "pecadito", ya que apoyándose en su edad (era el mayor de todos) y en su experiencia, se permitía, de buenas maneras, corregir a sus compañeros diciéndoles "no hagas eso que es un pecadito"....y así se generó su chapa o mote.
...

En 1902, Ortiz Arrieta recibió la profesión perpetua y para 1906 fue enviado a Piura donde la Congregación abría una nueva obra. Se le encomendó la dirección del nuevo colegio, de tal forma que como lo detalla su biografía: "... el primer director peruano de una obra salesiana fue ... un simple clérigo minorista".

El Pd. Ortiz Arrieta pasó al Cusco en 1916 y para 1920 a la obra del Callao, siempre como director. En noviembre de 1921 lo sorprendió su nombramiento de Obispo de Chachapoyas, que recién se formalizó en 1922 con la consagración episcopal. La Diócesis de Chachapoyas - antigua misión de Quijos y Maynas -abarcaban los departamentos de Amazonas y San Martín, con un total de 100 mil km2 (sin vías mayores de comunicación) y una población de 120 000 habitantes, en su mayoría indígenas. Para ocupar su puesto el viaje duró 21 días, utilizando barco (Lima-Callao), tren (hasta Chilete), lomo de bestia (para cruzar la serranía) y a pie para enrumbarse en la Ceja de Selva de su zona.

Una de sus primeras actividades fue ordenar el catecismo en las iglesias, comenzando por dar el ejemplo al preparar a los niños que iban a la primera comunión. Octavio fue un auténtico obispo misionero, siendo las visitas pastorales las de más arduo trajín. Esta actividad la cumplió con escrupulosa fidelidad. Sólo en su visita pastoral iniciada en1932, Octavio registra que duró 14 meses visitar 177 pueblos. Los que conocemos la zona selva del Perú no podemos dejar de hacer notar lo agobiante que es el clima y lo intransitable de los caminos selváticos.


Leer artículo completo en: Monseñor Octavio Ortiz Arrieta- Exalumnos Notables -UES Breña

El 24 de Setiembre de 1941, recordando los 50 años de la llegada de los primeros salesianos al Perú, fue consagrada la Basílica. El Obispo consagrante fue Monseñor Octavio, que aquí aparece encabezando la procesión de nuestra Auxiliadora.


Fotografía tomada del site nacional "Todas las sangres": María Auxiliadora, aparece también en el website mariano "El Perú necesita de Fátima": María Auxiliadora

Para saber más sobre la causa de canonización del Siervo de Dios Monseñor Octavio, leamos este informe preparado por el Padre Cosme Robredo, sdb, vicepostulador de la misma: Santos: con permisos para entrar a los altares

Como recomienda el Padre Cosme, debemos "hacer mucha propaganda y encomendarnos a Monseñor Octavio, para que, en medio de muchas gracias de todo tipo, quiera el Señor conceder a alguien un milagro de categoría que manifieste claramente la voluntad de Dios de glorificar al Siervo de Dios. Y, mientras tanto, leamos y difundamos su vida y copiemos en nuestra vida su humildad y su gran amor a Dios y al prójimo."

marzo 02, 2008

Cuaresma - domingo IV


Cuarto domingo de Cuaresma

Dios nos busca para entregarnos su gracia. Él nos salva del anonimato y de las tinieblas. Quiere el éxito de nuestra vida y que veamos la realidad con claridad, pero es necesario que nosotros pongamos también de nuestra parte, que nos arriesguemos aceptando la verdad y reconociendo el bien como tarea personal y responsabilidad social.

El Señor es nuestro pastor y nada nos faltará, pero la condición es que nos dejemos guiar y caminemos en su luz mirando la realidad como una invitación del Señor al compromiso.

Es nuestra decisión y tiene sus riesgos de lucha, apertura y posible rechazo de los que creen saber o dominar la verdad y prudencia de la ciencia, de la cultura o de las religiones.

1. Dios no es indiferente a nuestra vida:

La vida de cada persona es muy importante para Dios
: es Padre de cada persona humana; camina por nuestros caminos; conoce nuestras cegueras y, desde el ‘barro’ de nuestra realidad, encuentra caminos para librarnos de nuestras esclavitudes y tinieblas.

Nadie, en nuestra historia cotidiana, tiene más libertad que Dios a la hora de acercarse a nosotros para ofrecernos su intimidad fecunda, su mano firme y su mirada de amor sincero.

2. La luz nos compromete a descubrir su origen y sus exigencias:

Dios lo ve mucho más profundamente e ilumina a cada persona, transformándola.


Cuando se encuentra con nosotros nos consagra para misiones para las que no nos creíamos capaces, pero Él es el Señor y el pastor que nos guía, debemos profundizar nuestra intimidad con Él, si no queremos fracasar y volver a las tinieblas y al actual desconcierto común.

3. Jesús es el Salvador y siempre se nos da a conocer: nos toca decidirnos ante Él:

El Señor de la luz que da libertad para la vida nos invita a escuchar sus pasos en nuestra historia
y a comprometer nuestra vida en su arriesgada misión salvífica.

Cometemos muchos errores por nuestras cegueras, cobardías e ignorancia, pero de todo nos puede librar el Señor si nos dejamos guiar con humilde arrepentimiento, búsqueda y defensa honesta de la verdad, acogida sincera de su presencia en nuestra vida y la de nuestros hermanos hasta convertirnos en verdaderos testigos y misioneros de su amor, que nos ha salvado.

Pidamos a María saber abrirnos a la sanación del Dios de la verdad: Él nos lleva a la vida plena con Cristo hasta transformarnos y comprometernos para el bien de todos.

P. José María Doménech Corominas, sdb

CICLO A – TIEMPO DE CUARESMA – DOMINGO IV

1S. 16, 1.6-7.10-13a: "El Señor dijo a Samuel: «...Te envío a la casa de Jesé... veo entre sus hijos al que yo quiero como rey... No te fijes en las apariencias... Dios ve el fondo del corazón» ...Samuel dijo a Jesé: «¿No queda ningún hijo más?» Jesé respondió: «Todavía queda el más pequeño...» Samuel le dijo: «Váyanlo a buscar...» El Señor le dijo a Samuel: «Úngelo que es él» Samuel... lo ungió en medio de sus hermanos y, desde aquel momento, el Espíritu del Señor se posó sobre David."

Salmo 22: "El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.»"

Ef. 5, 8-14:
"Antes ustedes eran oscuridad, pero ahora, que están en el Señor, son luz. Vivan como los que son de la luz... Fíjense bien cuáles son las cosas que agradan al Señor y no se hagan solidarios con las obras infructuosas que se cometen en las tinieblas... «Despierta, tú que duermes; resucita de entre los muertos y Cristo te iluminará.»"

Jn. 9, 1-41: "Jesús, al pasar, vio un ciego de nacimiento... escupió en tierra para hacer con la saliva un poco de barro, se lo puso en los ojos y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé»... La gente... decía: «¿No es éste el ciego que veíamos siempre pidiendo limosna?...» Él contestó: «Sí, lo soy»... Lo llevaron a los fariseos... Él les dijo: «Hizo barro... me lavé y ahora veo»... éstos comentaban: «Este hombre que no respeta el sábado no puede ser de Dios... pero ¿cómo es posible que un pecador haga milagros?» Le preguntaron al ciego: «...Tú ¿qué dices de él?» Él contestó: «Que es un profeta» Le respondieron: «Todo tú has nacido en pecado ¿y quieres darnos lecciones?» Y lo expulsaron de la sinagoga. Jesús se hizo el encontradizo con él y le preguntó: «¿Crees en el Hijo del Hombre?... Lo has visto: soy yo, el que habla contigo» Él le dijo: «Creo, Señor» Y lo adoró."