A continuación, extractos de la interesante reflexión sobre el pasaje de Lázaro, que fue publicada este úlitmo domingo en El Pan del Alma.
Yo soy la resurreción y la vida
Le avisan a Jesús que su amigo Lázaro está enfermo. El Señor parece no tener prisa y demora dos días en ir: "esta enfermedad no es de muerte, sino para mayor gloria de Dios". En las palabras de Jesús se ve claramente su proyecto. (...)
Cuando Jesús llega a Betania, se conmovió, manifestando su sensibilidad y amistad respecto a Marta y María, hermanas de Lázaro, y les anima con su palabra: "El que cree en mí no morirá jamás". Notamos como se revela la verdadera naturaleza de Jesús: su humanidad que se conmueve y se estremece y llora ante la muerte de un amigo, y su divinidad que les dice a las hermanas: "Yo soy la resurrección y la vida". Quitaron la piedra y después el Señor se dirige al Padre: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado". Diciendo esto, gritó con fuerte voz: "Lázaro, sal fuera". Y salió. (...)
Jesús muestra su imperio sobre la muerte. Y este hecho nos confirma en esa fe. Dos fuerzas: la muerte del cuerpo y la vida del Espíritu. Vamos muriendo mientras estamos en este mundo, pero a la vez vamos resucitando cuando nos configuramos poco a poco a la imagen de Jesús.
Cuando Jesús llega a Betania, se conmovió, manifestando su sensibilidad y amistad respecto a Marta y María, hermanas de Lázaro, y les anima con su palabra: "El que cree en mí no morirá jamás". Notamos como se revela la verdadera naturaleza de Jesús: su humanidad que se conmueve y se estremece y llora ante la muerte de un amigo, y su divinidad que les dice a las hermanas: "Yo soy la resurrección y la vida". Quitaron la piedra y después el Señor se dirige al Padre: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado". Diciendo esto, gritó con fuerte voz: "Lázaro, sal fuera". Y salió. (...)
Jesús muestra su imperio sobre la muerte. Y este hecho nos confirma en esa fe. Dos fuerzas: la muerte del cuerpo y la vida del Espíritu. Vamos muriendo mientras estamos en este mundo, pero a la vez vamos resucitando cuando nos configuramos poco a poco a la imagen de Jesús.
Tomado de "El Pan del Alma", No. 5392
No hay comentarios.:
Publicar un comentario