DOMINGO DE PASCUA
Comenzamos la solemnísima celebración de la Pascua del Señor. Solemnidad de solemnidades, ninguna fiesta cristiana está a este nivel, es la que da sentido a todas las demás.
¡El Señor ha resucitado, como anunciaron las Escrituras! Es un día grande para todos.
Nosotros estamos llamados a vivir como resucitados para que el mundo pueda creer.
1. Dios, al entregar a su Hijo, pensó siempre y solo en nosotros.-
Pasó por el mundo haciendo el bien y sanando a los que estaban oprimidos por el mal. Descripción perfecta del apóstol Pedro al referirse a Jesús. Toda la vida del Maestro fue un estar atento a la Voluntad del Padre para llenar de vida y alegría a los que le rodeaban y tenían alguna necesidad de liberación del mal, sea físico, psíquico, moral o religioso.
No hemos nacido para la esclavitud, para ninguna esclavitud pues cualquiera de ellas no queda solo en la persona siempre tiene repercusiones hasta marcar el ámbito social.
La peor de las esclavitudes es la del pecado, pues, en alguna medida, es autocomplaciente, aunque sea sistemáticamente autodegradante. Cuando la persona se da cuenta de eso es porque ya está en proceso de descomposición moral, interior, sí, pero, como no hemos nacido para esto, se siente mal y busca salida y, cuanto más tarda, más se angustia y hasta se enferma.
2. El pecado no tiene poder definitivo ante el Amor de Dios, Comunión Trinitaria.-
Fijarse en el pecado es darle poder, es la naturaleza del mal, que vive de la importancia y atención que le damos.
Dios nos libera invitándonos a fijarnos solo en Él, que resucitó a su Hijo de entre los muertos y a nosotros, por el don de su Espíritu, nos invita, una vez más, a vivir aceptándolo como Padre, como aprendió a vivir Jesús, el Hijo del Hombre, el hombre cabal en quien se cumple plenamente el Plan del Padre.
El pecado es creación del Maligno que desea destruir la obra exitosa de la Comunión Creadora-Salvadora-Santificadora, Dios, quien nos enriquece con el señorío de su Gracia.
Quien busca aprender a obedecer al Señor de la vida, tendrá en Él su futuro feliz.
3. Jesús nos llama a vivir como resucitados y así invitar a nuestros hermanos a creer.-
Vivir como resucitados es vivir en la sencillez de buscar siempre al Señor para seguirle.
Este estilo de vida es capaz de renovar el mundo sin hacer ruido, pero con suma eficiencia, como levadura, y capacidad de superación de todo límite y esclavitud, sobre todo del pecado: cada generación hace su camino y en cada generación reconocemos los esplendorosos éxitos de Dios, el Padre Providente, el Hijo Fiel y el Espíritu Renovador en Santidad.
Pedimos a María nos enseñe a vivir todos los días como resucitados, dando Perdón y Paz.
¡El Señor ha resucitado, como anunciaron las Escrituras! Es un día grande para todos.
Nosotros estamos llamados a vivir como resucitados para que el mundo pueda creer.
1. Dios, al entregar a su Hijo, pensó siempre y solo en nosotros.-
Pasó por el mundo haciendo el bien y sanando a los que estaban oprimidos por el mal. Descripción perfecta del apóstol Pedro al referirse a Jesús. Toda la vida del Maestro fue un estar atento a la Voluntad del Padre para llenar de vida y alegría a los que le rodeaban y tenían alguna necesidad de liberación del mal, sea físico, psíquico, moral o religioso.
No hemos nacido para la esclavitud, para ninguna esclavitud pues cualquiera de ellas no queda solo en la persona siempre tiene repercusiones hasta marcar el ámbito social.
La peor de las esclavitudes es la del pecado, pues, en alguna medida, es autocomplaciente, aunque sea sistemáticamente autodegradante. Cuando la persona se da cuenta de eso es porque ya está en proceso de descomposición moral, interior, sí, pero, como no hemos nacido para esto, se siente mal y busca salida y, cuanto más tarda, más se angustia y hasta se enferma.
2. El pecado no tiene poder definitivo ante el Amor de Dios, Comunión Trinitaria.-
Fijarse en el pecado es darle poder, es la naturaleza del mal, que vive de la importancia y atención que le damos.
Dios nos libera invitándonos a fijarnos solo en Él, que resucitó a su Hijo de entre los muertos y a nosotros, por el don de su Espíritu, nos invita, una vez más, a vivir aceptándolo como Padre, como aprendió a vivir Jesús, el Hijo del Hombre, el hombre cabal en quien se cumple plenamente el Plan del Padre.
El pecado es creación del Maligno que desea destruir la obra exitosa de la Comunión Creadora-Salvadora-Santificadora, Dios, quien nos enriquece con el señorío de su Gracia.
Quien busca aprender a obedecer al Señor de la vida, tendrá en Él su futuro feliz.
3. Jesús nos llama a vivir como resucitados y así invitar a nuestros hermanos a creer.-
Vivir como resucitados es vivir en la sencillez de buscar siempre al Señor para seguirle.
Este estilo de vida es capaz de renovar el mundo sin hacer ruido, pero con suma eficiencia, como levadura, y capacidad de superación de todo límite y esclavitud, sobre todo del pecado: cada generación hace su camino y en cada generación reconocemos los esplendorosos éxitos de Dios, el Padre Providente, el Hijo Fiel y el Espíritu Renovador en Santidad.
Pedimos a María nos enseñe a vivir todos los días como resucitados, dando Perdón y Paz.
P. José María Doménech Corominas, sdb
DOMINGO DE PASCUA
Hch. 10, 34a.37-43: "...«Ya saben lo que ha pasado últimamente en todo el país de los judíos, comenzando por Galilea... Me refiero a Jesús de Nazaret... pasó por todas partes haciendo el bien y dando la salud a todos los que estaban bajo el dominio del demonio por que Dios estaba con Él [...] lo mataron colgándolo de una cruz... Dios lo resucitó al tercer día... Él nos ordenó que predicáramos al pueblo... Todos los profetas dan testimonio a su favor... quien cree en Él recibe el perdón de sus pecados en su nombre.»"
Salmo 117: Este es el día en que actuó el Señor, alegrémonos y celebrémoslo"
Col. 3, 1-4: "Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo... su vida está escondida en Dios juntamente con Cristo..."
O bien:
1Cor. 5, 6b-8: "...ahora que Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado. ...celebren la Pascua cada día... viviendo con sinceridad y verdad."
Jn. 20, 1-9: "María Magdalena se fue al sepulcro muy de mañana... Se regresó corriendo para decirle a Pedro: «Se han llevado al Maestro...» ...salieron corriendo al sepulcro... llegó Pedro..., entró al sepulcro y vio... hasta aquel momento no habían entendido que, según las escrituras, Jesús tenía que resucitar de entre los muertos."
Salmo 117: Este es el día en que actuó el Señor, alegrémonos y celebrémoslo"
Col. 3, 1-4: "Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo... su vida está escondida en Dios juntamente con Cristo..."
O bien:
1Cor. 5, 6b-8: "...ahora que Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado. ...celebren la Pascua cada día... viviendo con sinceridad y verdad."
Jn. 20, 1-9: "María Magdalena se fue al sepulcro muy de mañana... Se regresó corriendo para decirle a Pedro: «Se han llevado al Maestro...» ...salieron corriendo al sepulcro... llegó Pedro..., entró al sepulcro y vio... hasta aquel momento no habían entendido que, según las escrituras, Jesús tenía que resucitar de entre los muertos."
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